María Pereira Rico Tipos de texto Texto argumentativo.

Propósito: persuadir al receptor, convencerlo de algo. La argumentación Definición: La argumentación es un tipo de texto oral o escrito que defiende una idea (tesis) mediante datos y razonamientos (argumentos). Propósito: persuadir al receptor, convencerlo de algo. Se argumenta sobre asuntos que permiten diversas opiniones, no sobre verdades incuestionables. María Pereira Rico

Estructura en la Argumentación Introducción: se presenta el asunto del que trata el texto. Pueden también plantearse cuestiones que se discutirán más adelantes. Tesis: idea que se defiende (puede aparecer en la introducción o en la conclusión). Inductiva: se desarrolla la argumentación para llegar a la tesis. Deductiva: es la más frecuente. Se parte de la tesis y se defiende con argumentos. Cuerpo argumentativo: datos y razonamientos que apoyan la tesis. Conclusión: se insiste en las ideas que se derivan de los argumentos y se refuerza la tesis planteada. María Pereira Rico

Estructura de la argumentación Inercias y controles Uno de cada tres jóvenes considera aceptable que su pareja trate de controlarle La violencia machista no suele comenzar de buenas a primeras con un bofetón. Si fuera así, los maltratadores tendrían dificultades para encontrar una novia que les aguantara. No. Suele empezar de forma suave, con preguntas del tipo ¿qué hiciste anoche cuando te dejé? o ¿qué hacías ayer, por qué no contestaste a los WhatsApp que te envié? Suele continuar con sugerencias del estilo: “Esa ropa, cariño, no te está bien, y además, todos te miran”. O falsos dilemas como ¿prefieres estar con tus amigas a estar conmigo? ¿Te importa más tu familia que yo? Todas ellas expresan un afán de control que, entre los galanteos de la seducción, no siempre causan alarma entre las chicas. Más bien al contrario. Los expertos en violencia de género distinguen entre violencia física y violencia de control. Esta última, de tipo psicológico, puede ser la antesala de la física y, en cualquier caso, no deja de ser dañina. Por ello resulta preocupante que una elevada proporción de jóvenes españoles de entre 15 y 19 años considere “aceptable” que “en algunas circunstancias” se puedan controlar los horarios de la pareja, impedir que vea a su familia o amistades, no permitirle que trabaje o estudie o decirle lo que puede o no puede hacer. El porcentaje de aceptación de cada una de estas actitudes desciende conforme expresan mayor control, pero es significativo que alrededor de un 5%, además de aceptable, las considere “inevitables”. El dato aparece en un estudio realizado por el CIS para el Ministerio de Sanidad y resulta sorprendente comparar las respuestas de los jóvenes con la que dieron personas de todas las edades a las mismas cuestiones en un estudio anterior: los jóvenes se muestran más tolerantes que los adultos ante estas conductas. ¿Será que tienen menos experiencia de la vida y aún no han resultado escaldados? ¿Será porque, en ausencia de patrones igualitarios bien definidos, hay jóvenes que tienden a volver a viejos esquemas de dominación? Abundan, en todo caso, los síntomas de que el machismo tiene más inercia cultural de la que se creía, como lo demuestra el hecho de que el 73% de los adolescentes dice haber recibido el mensaje de que los celos son una prueba de amor. Acabar con esta violencia requerirá combatir con mayor eficacia esos estereotipos. El Acento. www.elpais.com. 2 de febrero de 2015 Introducción Cuerpo argumentativo Conclusión Tesis. Estructura inductiva María Pereira Rico

Los argumentos Argumentos Argumentos de ejemplificación: se basan en hechos reales concretos que apoyan o refutan la tesis. Argumentos de datos objetivos: se fundamentan en citas, fechas o hechos probados que no dependen de la persona que argumenta. Argumentos de autoridad: se apoyan en la opinión de personalidades de nombre reconocido que avalen mediante citas, directa o indirectas, las ideas defendidas por el emisor. Argumentos basados en la propia experiencia: son argumentos personales que nadie ponen en duda, aunque no aportan objetividad. Son muy efectivos para persuadir al receptor. Argumentos de refutación: son la negación de los argumentos contrarios. Falacias: se trata de argumentos erróneos que se utilizan de forma voluntaria. María Pereira Rico

Tipos de argumentos Inercias y controles Uno de cada tres jóvenes considera aceptable que su pareja trate de controlarle La violencia machista no suele comenzar de buenas a primeras con un bofetón. Si fuera así, los maltratadores tendrían dificultades para encontrar una novia que les aguantara. No. Suele empezar de forma suave, con preguntas del tipo ¿qué hiciste anoche cuando te dejé? o ¿qué hacías ayer, por qué no contestaste a los WhatsApp que te envié? Suele continuar con sugerencias del estilo: “Esa ropa, cariño, no te está bien, y además, todos te miran”. O falsos dilemas como ¿prefieres estar con tus amigas a estar conmigo? ¿Te importa más tu familia que yo? Todas ellas expresan un afán de control que, entre los galanteos de la seducción, no siempre causan alarma entre las chicas. Más bien al contrario. Los expertos en violencia de género distinguen entre violencia física y violencia de control. Esta última, de tipo psicológico, puede ser la antesala de la física y, en cualquier caso, no deja de ser dañina. Por ello resulta preocupante que una elevada proporción de jóvenes españoles de entre 15 y 19 años considere “aceptable” que “en algunas circunstancias” se puedan controlar los horarios de la pareja, impedir que vea a su familia o amistades, no permitirle que trabaje o estudie o decirle lo que puede o no puede hacer. El porcentaje de aceptación de cada una de estas actitudes desciende conforme expresan mayor control, pero es significativo que alrededor de un 5%, además de aceptable, las considere “inevitables”. El dato aparece en un estudio realizado por el CIS para el Ministerio de Sanidad y resulta sorprendente comparar las respuestas de los jóvenes con la que dieron personas de todas las edades a las mismas cuestiones en un estudio anterior: los jóvenes se muestran más tolerantes que los adultos ante estas conductas. ¿Será que tienen menos experiencia de la vida y aún no han resultado escaldados? ¿Será porque, en ausencia de patrones igualitarios bien definidos, hay jóvenes que tienden a volver a viejos esquemas de dominación? Abundan, en todo caso, los síntomas de que el machismo tiene más inercia cultural de la que se creía, como lo demuestra el hecho de que el 73% de los adolescentes dice haber recibido el mensaje de que los celos son una prueba de amor. Acabar con esta violencia requerirá combatir con mayor eficacia esos estereotipos. El Acento. www.elpais.com. 2 de febrero de 2015 Argumento de experiencia Argumento de ejemplificación Argumento de autoridad Argumento de refutación Argumento basado en datos María Pereira Rico

El lenguaje en la argumentación Rasgos lingüísticos Rasgos léxicos: uso de un léxico abstracto y connotativo (subjetivo), empleo de datos concretos, máximas y refranes, apoyo con ejemplos y referencias, presencia de expresiones valorativas (reafirmación y evidencia). Rasgos morfológicos: predominio de verbos de voluntad, así como verbos de pensamiento y de lengua, empleo de la primera y tercera persona. Rasgos sintácticos: predominio de oraciones extensas y subordinadas (especialmente adjetivas y adverbiales, sobre todo, causales, consecutivas, condicionales y concesivas) , así como de oraciones impersonales y pasivas reflejas. Rasgos textuales: marcadores discursivos para organizar las ideas de manera subjetiva. Rasgos estilísticos: figuras retóricas que apoyen la argumentación y su comprensión. María Pereira Rico