VIGENCIA DE LA PSICOPATOLOGIA FREUDIANA DEPRESION, UN NOMBRE PARA EL IMPOSIBLE EN JUEGO DE NUESTRA EPOCA

¿Por qué nos interesa trabajar la vigencia de la Psicopatología Freudiana?

“me pregunté por qué luego de cien años de existencia y de resultados clínicos indiscutibles, el psicoanálisis es tan violentamente atacado en la actualidad por aquellos que pretenden sustituirlo por tratamientos químicos considerados más eficaces porque alcanzarían las causas llamadas cerebrales de las aflicciones del alma”. (Elisabeth Roudinesco Por qué el psicoanálisis?)

Fenómenos clínicos a ser develados Construcción del pensamiento clínico Vigencia del pensamiento freudiano Fenómenos clínicos a ser develados

Nuestra tarea como psicólogos es tratar de que el depresivo tenga un interés en saber por qué porta esos síntomas, desde cuándo le ocurre, qué fantasías inconscientes sostienen esos síntomas.

Método clínico como el engranaje que articula y sostiene el trabajo del clínico “El progreso de la psicología patológica depende de un engranaje muy simple aunque perfectamente ajustado: primero, se escucha con atención y se observa hasta el último detalle, y después , se acuerda la explicación más acertada. Aunque las teorías destaquen o realcen ciertos matices, conviene subordinarlos al hecho elemental de escuchar y observar. Antes de pasar a las grandes interpretaciones y explicaciones, corresponde afianzar el suelo firme de los fenómenos clínicos y las experiencias subjetivas. (J. M. Alvarez, Estudios de Psicología Patológica)

¿Por qué hablar de depresión si no constituye un concepto del Psicoanálisis?

“La depresión domina la subjetividad contemporánea, como la histeria de fines del siglo XIX reinaba en Viena, la depresión devino la epidemia psíquica de las sociedades democráticas”. (E. Roudinesco)

¿Cambió la conformación orgánica del sistema nervioso central de los hombres, para que la depresión sea hoy una epidemia? ¿O tenemos que pensar que cambió la subjetividad en el cambio de época, que encuentra su expresión psicopatológica en la depresión?

La respuesta a de qué se trata esa depresión, se expresa en cada consultante que se interese en por qué le ocurren determinadas cosas, y viene a preguntarnos.

Definición de la depresión según la OMS y el DSM La depresión es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas. Síntomas asociados: pérdida de energía; cambios en el apetito; necesidad de dormir más o menos de lo normal; ansiedad; disminución de la concentración; indecisión; inquietud; sentimiento de inutilidad, culpabilidad o desesperanza; y pensamientos de autolesión o suicidio.

CIE10 La disminución de la atención y concentración. La pérdida de la confianza en sí mismo y sentimientos de inferioridad. Las ideas de culpa y de ser inútil (incluso en los episodios leves).  Una perspectiva sombría del futuro.  Los pensamientos y actos suicidas o de autoagresiones.  Los trastornos del sueño.  La pérdida del apetito.

Depresión: un nombre para el imposible en juego de nuestra época El capitalismo nos vende la ilusión de que los objetos del mercado van a colmar la falta. Disolución de los lazos sociales. La relación al Otro se encuentra perturbada. Variedad de artificios para taponar la angustia inherente al dolor de existir. (Publicidades) Medicalización de la tristeza Suponer la existencia de objetos que seguran la felicidad nos habla de un tiempo que exluye la castración

Freud nos enseña: Solo vamos a orientarnos hacia objetos de amor sustitutivos, que no colman la pérdida originaria, que no son idénticos al objeto perdido, nunca satisfacen plenamente; por eso el deseo es indestructible, y somos permanentemente seres deseantes. Soportar que los objetos de amor que encontramos en nuestra vida no son idénticos a los que perdimos, que ninguno se configura como nuestra media naranja, es soportar la castración.

¿Qué lugar ofrece esta época al sujeto para que se las vea con la castración? Podríamos plantear como hipótesis, que el Otro social no tolera el malestar que da cuenta de la falta en ser, que lo que nos hace seres hablantes es que nos falta algo, y el individuo se adapta llamando a eso depresión, ayudado por el saber médico, la industria farmacéutica, y los resortes del capitalismo feroz que no alojan lo disruptivo. Si el sujeto no se acomoda a ese imperativo, a ese mandato del Otro social, el sujeto corre el riesgo de quedar incapacitado, inhibido, objetalizado, excluido, en fin: “está depresivo”. Para lo cual existe una respuesta preestablecida: los antidepresivos.

Suponer que están a disposición los objetos que aseguran la felicidad, nos habla de un tiempo que excluye la castración. Freud nos enseña que solo vamos a orientarnos hacia objetos de amor sustitutivos, que no colman la pérdida originaria, que no son idénticos al objeto perdido, nunca satisfacen plenamente; por eso el deseo es indestructible Soportar que los objetos de amor que encontramos en nuestra vida no son idénticos a los que perdimos, que ninguno se configura como nuestra media naranja, es soportar la castración.

Relación entre Histeria y Depresión “mientras la histeria tiende a la extinción, la depresión aumenta su reputación y ensancha su perimétro…. Tan erróneo es considerar que la histeria de ayer es la depresión de hoy, como que no existen relaciones entre una y otra”

HISTERIA DEPRESIONES Constituyen un síndrome Mecanismos defensivos: Conversión Deseo insatisfecho Constituyen un síndrome Experiencia humana que compromete la falta en ser. Se traduce en el desfallecimiento del deseo Se experimenta en el dolor de existir

Referencias conceptuales psicoanalíticas para elucidar la depresión La vinculación con la declinación del deseo (entendido como motor de la vida) Las contingentes vivencias de pérdida (duelo) La recuperación de la perspectiva ética en el análisis de la tristeza y la aflicción.