El canal interoceánico por Nicaragua. Objetivos: Explicar las condiciones históricas-políticas actuales de la construcción del canal interoceánico en Nicaragua. Determinar las ventajas y desventajas que traería para el medio ambiente y la población campesina la construcción del canal.

Una larga historia La primera mención oficial en Nicaragua sobre el proyecto de construcción de un canal interoceánico se hizo en 1833. En 2004, el Gobierno volvió a la idea de un canal que permitiera a barcos gran calado hacer su travesía a través del país, pero el elevado coste del proyecto impidió que tomara forma. En junio del 2013, Nicaragua finalmente entregó a la compañía china HKND la concesión del canal y ese mismo mes la Asamblea nicaragüense aprobó su construcción. El 22 de diciembre de 2014, Managua, puso en marcha la maquinaria, para construir su propia vía interoceánica. Está previsto que las obras finalicen en 2019 y que entre en servicio en 2020.

Ventajas: Para el comercio mundial mediante el transporte marítimo, porque disminuirá el tiempo de recorrido y el consumo de combustible, además de utilizar las naves para nuevos envíos con el recorrido que se acorta. Esta vía interoceánica, que unirá el Atlántico con el Pacífico, ahorrará mucho dinero al transporte de mercancías entre Asia y Norteamérica. Los buques de naveguen desde el continente asiático hacia la costa este de Estados Unidos podrían optar por la vía nicaragüense, con un ahorro de un 17 a 30 por ciento del tiempo de travesía, sin contar la demora por la espera para situarse dentro del canal. La distancia de navegación es más corta que si utiliza el canal de Panamá, así como la posibilidad de despliegue.

La ruta por el Canal de Panamá tiene 21 mil 500 millas náuticas, mientras que el mismo servicio por el Canal de Nicaragua tendría una distancia de 20 mil 200 millas náuticas, para una reducción del seis por ciento en consumo de combustible. El Canal de Nicaragua permitirá a las compañías desplegar buques de mayor tamaño, con el consecuente ahorro de manera integral, nave, combustible y personal marinero. Los buques podrán moverse a mayor velocidad que por el de Panamá, lo que coadyuvará también a mayor ahorro de tiempo. Se prevé que la construcción del Gran Canal genere entre 200.000 y 250.000 empleos. El proyecto ayudará a lograr un mayor desarrollo social del país, ya que los ingresos económicos que obtendrá Nicaragua se podrían destinar a planes sociales de la región

Consecuencias para la naturaleza, la población y la economía. Probablemente, una de las mayores preocupaciones respecto al proyecto está relacionada con el medio ambiente y, en particular, con las consecuencias que tendría el canal para el lago Cocibolca, una fuente primaria de agua potable en la región. Algunos activistas están preocupados por la posibilidad de contaminación del lago debido a un accidente o a la intrusión de agua salada, así como por el riesgo de afectar al ecosistema del lago. La ubicación del canal dentro de una zona volcánica y sísmica activa podría afectar la viabilidad técnica del proyecto.

Otra de las preocupaciones sociales es la inmunidad otorgada a la empresa china que dispondría de una concesión de 100 años y el aislamiento de las comunidades afro descendientes de la zona, que se verán separadas por el canal. La construcción del canal probable desplazará a las poblaciones rurales y podría conducir a la expropiación de tierras de propiedad privada sin compensación. Ni el gobierno de Nicaragua, ni el grupo HKND han designado ningún fondo para compensar a aquellos cuyos hogares sean destruidos por la ruta propuesta para el canal. El Canal de Nicaragua tiene el potencial para competir con rutas alternativas, pero también se enfrentará a la desventaja de no ser ya una ruta establecida igual que sus competidores.

¿Por qué China está interesada en invertir ahí? China saldrá beneficiada, abaratando los costos de transporte de sus exportaciones. El sector privado de China ha desempeñado un papel cada vez mayor en las políticas de inversión de salida del país. Aunque hay poca información disponible sobre Wang Jing, multimillonario chino propietario de HKND Group su experiencia de negocios es en gran parte en el sector de las telecomunicaciones, no en grandes proyectos de infraestructura. Wang y su compañía parecen tener fuertes conexiones políticas en el gobierno chino, y su reciente inversión en Crimea, controlada por Rusia indica que su intención es incrementar el comercio marítimo a través de la Ruta de la Seda y su presencia en la región del Mar Negro.

Un canal controlado por China en el hemisferio occidental expandiría la influencia de Beijing sobre las rutas marítimas globales y ofrecería una alternativa a las rutas controladas por Occidente. Dada la larga historia de intentos fallidos y fracasos posteriores de Nicaragua, es posible que el proyecto Gran Canal simplemente será la siguiente en una larga lista de decepciones. De llevarse a cabo este ambicioso proyecto, el Canal de Nicaragua podría desplazar al Canal de Panamá, es una oportunidad sin precedentes para China. Son varios los proyectos transoceánicos que han ido apareciendo en esa región: un canal seco en Guatemala, otro en Colombia y una vía férrea en Honduras, la Hidrovía Paraguay–Paraná que comunicaría cinco países del Cono Sur (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay).