NOSOTROS LOS HIJOS DE EICHMANN Carta abierta a Klaus Eichmann

Este el póster que presenté. En él, se puede apreciar en la esquina superior izquierda, una de las primeras frases que más me llamó la atención del libro, más o menos en el centro se encuentra un pequeño resumen de la obra y en la parte inferior del póster, los conceptos principales que trataba el libro, pero explicados literalmente, sin hacer referencia ni enlazarlos con lo que quieren decir en la carta, ya que quería ver la diferencia entre lo que verdaderamente significan y el significado que les da Günther en su carta.

Pequeño resumen del libro: El filósofo judío Günther Anders, decidió escribir una carta dirigida a Klaus Eichmann, hijo de Adolf Eichmann, una de las personas que formó parte del mayor Holocausto de la historia, ayudando para transportar a los judíos secuestrados a los campos de concentración, donde más tarde serían exterminados en masa. Günther, en esta carta, relata todo lo que verdaderamente piensa pero desde otro punto de vista, un punto de vista filosófico, lo que ha ocurrido a partir de la muerte de su padre y como supone, casi afirmando, como lo ha podido pasar.

Datos del autor: Fue un filósofo alemán nacido en Breslau, en el seno de una familia judía, bajo el nombre de Günter Stern. Con sólo dieciséis años fue enviado al frente durante la Primera Guerra Mundial. Como estudiante de filosofía fue alumno de Heidegger, Cassirer y Husserl en Friburgo y, más tarde, durante el doctorado en Francfort, de Adorno. En 1933 se casó con la filósofa Hannah Arendt, de la que se divorció pocos años después. Desde la Universidad y a través de diversos artículos denunció públicamente el ascenso del nazismo. El triunfo de Hitler en Alemania le llevó a emigrar a París y, posteriormente, a los Estados Unidos, donde vivió primero con Hebert Marcuse y trabajó, entre otras cosas, como secretario particular de Bertolt Brecht, con quien ya había colaborado en Alemania. La Segunda Guerra Mundial marcará el devenir de sus argumentos filosóficos. Los campos de concentración en Alemania -visita Auschwitz y no ve entre los despojos la huella posible de su muerte y se siente un desertor- y las bombas atómicas norteamericanas sobre Japón -publicará un libro de conversaciones con el piloto de Hiroshima, Claude Eatherly- activan su pensamiento pacifista, el descubrimiento de la divergencia entre los sentimiento del ser humano y la realidad de la destrucción, la ceguera ante el apocalipsis.

Idea principal de la carta: La idea principal de la carta era, que no hay que culparle a él de lo que hizo su padre, ya que, si el no nace en un entorno violento ni con influencias nazis, no tiene nada de culpa el que le haya tocado ser hijo de un hombre que si.

“La doble pérdida” La doble pérdida es uno de los primeros temas de los que habla este libro, donde el autor intenta explicar que no sólo ha perdido a su padre por el hecho de que haya fallecido, sino que también lo ha perdido al saber que él, ayudó a la realización de tal masacre, ya que Günther piensa que el primer “golpe” vino tras saber que su padre había pertenecido a las SS.

Dolor, duelo y piedad. Explica que para que se produzcan dolor, duelo o piedad hay una condición: […]la principal de esas condiciones se llama «respeto». En una palabra: porque solo podemos llorar por la pérdida de aquellos a los que hemos podido respetar. Esto quiere decir, que aun que le venga de familia, ya que es su padre, ha podido perder el respeto hacia el en cualquier momento, y mucho más al haberse enterado de tal atrocidad.

“Lo monstruoso” Esta es una de las partes de la carta que más me ha llamado la atención y que, por otro lado, más difícil me ha resultado entender. Günther, con “lo monstruoso” se refiere, para empezar, a que haya habido tal masacre se seres humanos sin ningún tipo de piedad; en segundo lugar a que hubiese tanta gente implicada en esto, lo que llevó a la repartición del trabajo; y por último, se refiere a que mantuvieron a personas en condiciones pésimas, pero que no tenían ni la menor idea de lo que se les venía encima

Otro tema del que se trata en el libro es nuestra capacidad de producir en grandes cantidades, de construir máquinas y ponerlas a nuestro servicio, de construir instalaciones, de organizar administraciones y coordinar organizaciones, etc, piensa que no es algo monstruoso, sino grandioso. Pero, ¿cómo y por qué motivo puede conducir a lo «monstruoso»? El mundo ha alanzado unas dimensiones difíciles de entender por el ser humano, ya nos queda grande.

Y por último, haciendo referencia al título de la obra, “Nosotros, los hijos de Eichmann”, quiere darnos a entender que todos hemos podido tener este destino, sin embargo, solo a unos pocos les ha tocado vivirlo.