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MODIFICACIÓN DE CONDUCTA

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Presentación del tema: "MODIFICACIÓN DE CONDUCTA"— Transcripción de la presentación:

1 MODIFICACIÓN DE CONDUCTA
Mabel González Díaz Octubre 2014

2 “Sí hay soluciones mágicas, pero recordemos que la magia consiste en aprender números de magia y, una vez aprendidos, ensayarlos y perfeccionarlos hasta mecanizar su aplicación y que parezcan eso: mágicos. “ Vaello Orts, 2008

3 1. ¿Qué es un problema de conducta?
Es difícil definirlo claramente porque: Los conceptos como conducta, comportamiento…. son muy amplios: pueden englobarse dentro de ellos desde las habilidades sociales más básicas a las psicosis. Dificultad para separar conductas normales y patológicas. Porque, en muchas ocasiones, existen diferencias de percepción en las personas que lo observan, lo que para unos es una conducta muy alterada para otro no. Por el carácter evolutivo que poseen estas alteraciones.

4 2. Cómo se produce una conducta
Antecedente Conducta Consecuencia Se entiende por análisis funcional la identificación de las variables antecedentes o consecuentes que controlan una conducta y el establecimiento de las relaciones entre esas variables y dicha conducta. Es importante señalar que en este tipo de evaluación interesa conocer el proceso que mantiene en la actualidad una conducta y no tanto el proceso por el cual se instaló.

5 Los criterios de definición más aceptados son:
Referencia social: los problemas de conducta se entienden como patrones de conducta estables que implican la violación o no adquisición de las reglas o normas que regulan los intercambios sociales y que deberían estar adquiridas según la edad de la persona. Manifestación externa de un trastorno más global del niño, bien de personalidad o de su relación con el entorno. Consecuencias negativas que dichas conductas tendrían para el desarrollo global del sujeto (ej: aprendizaje, adaptación social, desarrollo afectivo...).

6 Valorar si una conducta concreta es o no desajustada exige tener en cuenta las siguientes variables:
Edad: algunos comportamientos propios de edades tempranas, como el movimiento excesivo, la impulsividad, cierta agresividad... dejan de ser normales en etapas posteriores. Contexto en el que se manifiesta el comportamiento. Un comportamiento puede ser ajustado en un contexto y no en otro. Estabilidad: algunos comportamientos adquieren carácter desajustado cuando se producen se forma frecuente y prolongada en el tiempo. Intensidad. Efecto sobre el desarrollo del alumno y su relación con el medio. Efecto sobre el entorno.

7 3. Respuesta educativa - Actuación en el ámbito comportamental
- Actuación en el ámbito curricular - Actuación en el ámbito afectivo-emocional y social.

8 3.1. Actuación en el ámbito comportamental
Objetivos: Disminuir la frecuencia y/o intensidad de los comportamientos desajustados. Potenciar los comportamientos adecuados. Desarrollar comportamientos básicos y necesarios que no pertenecen al repertorio comportamental del alumno.

9 3.2. Actuación en el ámbito curricular
Objetivos: Mejorar la competencia curricular y académica del alumno. Diseñar una programación que contenga los objetivos, contenidos y estrategias de enseñanza-aprendizaje que se adecuen a las características del alumno (tanto posibilidades como limitaciones). Potenciar el éxito del alumno en sus realizaciones escolares.

10 3.3. Actuación en el ámbito afectivo, emocional y social.
Objetivos: Mejorar su capacidad para reconocer y gestionar sus emociones. Mejorar el autoconcepto y la autoestima del alumno. Mejorar la integración en el grupo, adquiriendo un rol propio ajustado dentro del mismo. Mejorar las relaciones con iguales y con profesores.

11 4. Actuación en el ámbito comportamental.
4.1. Pasos en un programa de modificación de conducta. 4.2. Técnicas de modificación de conducta.

12 4.1. Pasos del programa de modificación de conducta
Observar el comportamiento del niño. Hacer una lista de conductas problema. Ordenar la lista por orden de prioridades. Señalar las conductas por las que empezaremos a trabajar. Lo mejor es iniciar la intervención con aquellas en las que se puede obtener un resultado más rápido (las menos complicadas o las más frecuentes). Elegir una o dos conductas para modificar y olvidar las restantes… por el momento.

13 Explicar al niño la nueva situación en términos muy claros y precisos.
Confeccionar un listado de cuáles van a ser las consecuencias para el alumno de modo que sean efectivos. Al principio deberán administrarse los reforzadores de modo más continuado, reduciendo gradualmente la frecuencia. Explicar al niño la nueva situación en términos muy claros y precisos. NO: “Ya estoy harta, las cosas van a cambiar a partir de ahora. Si vuelves a portarte mal te castigaré”. SÍ: “Las cosas no están funcionando correctamente. A partir de mañana no puedes volver a levantarte tantas veces de la mesa a molestar a tus compañeros. Puede que al principio te resulte complicado, por eso vamos a ir poco a poco. Puedes levantarte de la mesa, sin molestar a tus compañeros, dos veces. Si esto ocurre te daré un punto pero si te levantas más de dos veces y molestas en cualquier caso a tus compañeros te restaré un punto. Al final de la mañana revisaré contigo como han ido las distintas clases”.

14 ser constantes en su puesta en práctica
Utilizar un registro, una hoja en la cual se vayan reflejando las conductas negativas y progresos. Lo más importante: ser constantes en su puesta en práctica

15 4.2. Técnicas para modificar conductas
Técnicas para la implantación y/o desarrollo de conductas. 1. Refuerzos positivos Para: aumentar el número de veces que parece una respuesta. En qué consiste: en dar al niño algo que le gusta. Cuáles son: Primarios: son los que satisfacen una necesidad biológica como comida, bebida… Materiales o tangibles: juguetes, dinero, golosinas…. Reforzadores de actividad: una actividad que sea agradable para el niño puede funcionar también como un potente reforzador (jugar con consola, ver la tele, jugar con los amigos, dibujar, hacer deporte… o jugar con mamá). Sociales: atención, sonrisa, abrazo, palabras de elogio… Los reforzadores cambiables: en ocasiones se pueden utilizar como reforzadores fichas o puntos que posteriormente se canjearán por reforzadores materiales o de actividad.

16 ¿Qué tipo de reforzadores conviene utilizar?.
Esto depende de las circunstancias, del tipo de conducta, etc. Sin embargo, debemos tener en cuenta: Los reforzadores materiales y los reforzadores de actividad suelen ser más potentes, es decir, tienen más capacidad de refuerzo que los reforzadores sociales, por lo que resulta aconsejable utilizarlos en los primeros momentos del aprendizaje de una conducta. Sin embargo, presentan algunos problemas. Producen fácilmente saciación. No siempre es posible reforzar con este tipo de estímulos dado que a veces no están disponibles. Ej. ir a ver un partido de fútbol. Algunos padres y profesores se muestran reacios a “pagar” a los niños para que se comporten adecuadamente a pesar de que ellos, en realidad, trabajan también por refuerzos tangibles como salario, coches, joyas, etc.. Siempre que se utiliza un reforzador material o de actividad, debe acompañarse de un reforzador social, con el fin de que con el paso del tiempo se pueda ir retirando el refuerzo tangible y sea el reforzador social el que mantenga la conducta.

17 ¿Cómo se aplican? Programas de razón: dependen del número de veces que tienen que hacer la conducta para obtener el refuerzo. Programa de razón fija. Cada cierto número de veces que el alumno realice la respuesta deseada se le concede un refuerzo. Programa de razón variable. En este caso se varía la proporción de respuestas correctas por cada refuerzo, de manera que el alumno no sepa cuándo va a recibirlo. Programas de intervalo: dependen de tiempo que tarde en hacer la conducta para obtener el refuerzo. Programa de intervalo fijo. Siempre que el alumno obre correctamente, es decir, realice la conducta deseada durante un espacio de tiempo fijo, se le proporciona el refuerzo. Esta circunstancia es independiente del número de veces que lo haga. Programa de intervalo variable. En esta modalidad se aplica el refuerzo al alumno en intervalos de tiempo variables siempre que, durante los mismos, responda con la conducta deseada.

18 2. Moldeamiento o técnica de aproximaciones sucesivas: En este procedimiento el objetivo terminal se logra mediante el establecimiento gradual de pasos pequeños intermedios o aproximaciones sucesivas, que se van reforzando, hasta la consecución de dicho objetivo terminal. Es también muy positivo para los educadores ya que aprendemos a valorar determinados avances pequeños y parciales pero necesarios. 3. Principio de Premark. Consiste en utilizar una conducta que se da con mucha frecuencia en el niño para aumentar otra conducta de escasa frecuencia, por el procedimiento de hacer que la conducta infrecuente vaya seguida de la frecuente. Por ej.: un niño que dedica mucho tiempo a jugar y poco a sus tareas escolares recibe la orden de hacer siempre primero las tareas antes de jugar.

19 4.2.2. Técnicas para la reducción de conductas.
Importante: No es adecuado desarrollar una intervención dirigida exclusivamente a reducir o eliminar una conducta, siempre será necesaria una parte complementaria que se dirija a desarrollar la o las conductas alternativas que se desean en lugar de la conducta a reducir. No basta con que la persona deje de emitir una conducta, es determinante decirle claramente qué hacer en lugar de esa conducta. 1. Extinción. En qué consiste: suprimir el reforzador de una conducta previamente reforzada. Es decir, si, por ejemplo, el niño recibía nuesta atención después de una conducta inadecuada, hacer que deje de hacerlo. Ten en cuenta: la aplicación de la extinción produce usualmente un incremento en la frecuencia e intensidad de la respuesta en los primeros momentos de aplicación («explosión de respuestas»). Es necesario utilizar junto a la extinción de la conducta inadecuada el reforzamiento de alguna conducta alternativa, si es posible incompatibles con la que se pretende eliminar.

20 2. Tiempo fuera. En qué consiste: retirar al niño sujeto de la situación cuando emite la conducta negativa, provocando una pérdida de contacto con los reforzadores presentes en el ambiente. cada vez que el alumno agrede a otro niño, se le lleva al lugar de Tiempo Fuera (p.ej: si estamos en clase a la “silla de pensar en lo que ha pasado”, si estamos en el patio a un banco o darle la mano si son de EI). Imprescindible: No prestarle ningún tipo de atención durante el tiempo fuera, ni para recordarle porqué está ahí, ni para sermonearle… debe darse una falta completa de atención. Buscar un lugar con los menores estímulos posibles. Hay que darse cuenta de que algunos niños están encantados en el lugar dónde les mandamos. Aplicarla conjuntamente con la técnica del refuerzo de otra conducta incompatible. Cuándo: especialmente útil para el tratamiento de conductas disruptivas, agresivas... que frecuentemente están reforzadas por los profesores o compañeros de clase.

21 3. Castigo. Para: eliminar una conducta. En qué consiste: dar al alumno algo que es punitivo o muy desagradable para él. Tener en cuenta: Utilizar algo que realmente sea aversivo (ej: no mandarle fuera de clase si eso es lo que pretende ...). Debe ser tan intenso como sea posible Debe ser tan frecuente como sea posible (contingente) Debe administrarse inmediatamente. Puede tener consecuencias negativas: Genera trastornos emocionales (ansiedad o miedos no deseados). Se centra en la conducta negativa y no en las alternativas de respuesta. Las conductas que intentamos eliminar suelen hacer lo sólo cuando está el agente que aplica el castigo pero reaparecen cuando no está. Puede causar la sustitución de una conducta no deseada por otra

22 4.2.3. Sistemas de organización de contingencias.
1. Economía de fichas. En qué consiste: implantar un sistema de reforzadores secundarios generalizados como fichas, puntos... que permitan llevar a cabo procesos de reforzamiento de forma inmediata y en una pluralidad de situaciones. Los alumnos tienen varias oportunidades a lo largo del día, semana... para intercambiar sus fichas por actividades, materiales... gratificantes.

23 2. Contrato conductual. Qué es: es un documento escrito que recoge las acciones que la persona está de acuerdo en realizar y establece las consecuencias del cumplimiento y del no cumplimiento de tal acuerdo. Implica: el intercambio recíproco de recompensas en relación a conducta específica de los firmantes del contrato. NO se trata sólo de dar instrucciones y órdenes a una parte de los firmantes. Deben especificarse: La conducta que se espera que emita cada una de las personas implicadas. Las consecuencias que obtendrán caso de realizar esas conductas. Las consecuencias que obtendrán caso de no realizar esas conductas. Conviene: implicar a la familia en este tipo de contratos por muchas razones: En el contexto familiar es más fácil encontrar tanto refuerzos como castigos. Es una forma de generalizar las conductas que se van abordando en clase. Si el niño no percibe la colaboración de sus padres con el profesor puede entender que le están desacreditando. Se trata, en definitiva, de aumentar la implicación de la familia.

24 4.2.4. Métodos centrados en la conducta positiva
Su justificación se deriva de uno de los principios básicos del aprendizaje: una acción que es seguida de un refuerzo tiene más probabilidades de volver a repetirse. Para muchos alumnos resulta reforzante cualquier atención del profesor, aunque sea para reñirle. Haciendo caso constantemente a los niños que están haciendo algo inadecuado podemos estar reforzando la mala conducta con la que queremos acabar. Los profesores podemos fomentar muchas conductas, tanto positivas como negativas, simplemente prestando atención a éstas. En qué consiste: ignorar a los alumnos que están haciendo lo que pretendemos evitar y dedicamos la atención a los que están haciendo lo correcto.

25 Proceso: Anotar cuidadosamente las conductas que indeseadas (levantarse sin permiso, no hacer las tareas...). Debatir y llegar a acuerdos con tus alumnos las reglas que es preciso observar en clase, explicitando claramente lo que se debe y no se debe hacer. Siempre que sea necesario hay que recordar estas normas a los chicos que no las cumplan. Sin embargo, en la mayor parte de los casos observaremos que a pesar de la enseñanza de las normas, es probable que la mala conducta persista. Recordar periódicamente las reglas a los alumnos e ignorar sistemáticamente las conductas inapropiadas. Con esta última medida se elimina la atención del profesor como fuente de refuerzo de las conductas. Las malas conductas aún pueden continuar En la cuarta fase se introduce un factor decisivo. Hay que proporcionar elogios y atención a los alumnos cuando trabajen o jueguen constructivamente. Di cosas como: "me gusta la forma en que trabajas, tan tranquilamente". La combinación de normas, pasando por alto la conducta difícil y elogiando la conducta positiva disminuye significativamente la conducta que queremos eliminar.

26 ¿Cómo se elogia? Elogiar el comportamiento, no la personalidad. Usar elogios concretos. Elogiar los cambios en la dirección adecuada, por pequeños que sean. Elogiar inmediatamente. Ideas claves: Siempre que sea posible, concentrar la atención en los alumnos que están obedeciendo las reglas e ignorar a los que se comportan inadecuadamente. Asegurarse de que todos los alumnos, incluso los problemáticos, reciben algún elogio, ciertos privilegios… cuando hacen algo bien.

27 Y JUNTÁNDOLO TODO…. Disminuir el número de conductas desajustadas
OBJETIVOS: Disminuir el número de conductas desajustadas Aumentar la tasa de conductas adaptadas

28 Antes de empezar a intervenir hay que observar, anotar y clasificar las conductas.
En un principio es preciso centrar la intervención en un número reducido de conductas inadecuadas, sin pretender modificar simultáneamente la totalidad de conductas desajustadas. Ante un plan de modificación de conducta es probable que durante los primeros días de actuación las conductas desadaptadas aumenten. Esto se debe a los intentos que seguramente hará el alumno con el fin de seguir recibiendo la misma tasa de recompensas o atención social (hacerle caso, llamarle la atención, reñirle,…) a que está acostumbrado. Si esta situación se produce, es necesario que mantengáis una actitud consistente, y no ceda a los intentos que el niño haga para conseguir sus objetivos. Si esto se lleva a cabo estrictamente, la conducta descenderá progresivamente.

29 Se debe limitar el número de órdenes (sermonear de forma reiterativa es totalmente contraproducente). Las órdenes deben darse en tono firme, pero no agresivo, en voz baja, asegurándose de que el alumno las comprende bien (adecuadas a la edad y características del niño) con proximidad física y procurando establecer contacto ocular. Es necesario tener en cuenta las siguientes consideraciones con respecto a la utilización de recompensas o refuerzos positivos: Hay que seleccionar recompensas, del tipo que sea, que sean efectivas para cada alumno. En la primera fase de actuación con el niño, las recompensas deben administrarse de forma continua (es decir, siempre que aparezca el comportamiento deseable) y progresivamente se irá disminuyendo la frecuencia a medida que el comportamiento se vaya estabilizando. Las recompensas deben administrarse inmediatamente después de que el niño emita la conducta adecuada; así el niño irá comprendiendo que consigue más beneficios con esta actitud que con actuaciones inadecuadas. En el caso de que las recompensas sean materiales, o de actividad, deben ir acompañadas siempre de refuerzo social (elogios, sonrisas, acercamiento físico, gestos de aprobación, etc.).

30 Es esencial que en la aplicación de consecuencias (sean positivas o negativas) los profesores sean consistentes, es decir, si se decide que a un comportamiento deteriorado le sigue una consecuencia negativa (por ejemplo, privar al niño de una actividad placentera para él) cada vez que se presente dicho comportamiento el profesor privará al niño de esa actividad, independientemente de las posibles promesas o intentos de cambio por parte del niño. No se deben anticipar amenazas. Es una forma de predisponer al niño a desencadenar conductas inapropiadas. Sí conviene anticipar consecuencias positivas en el caso de que la orden dada se cumpla. Las reprimendas y "sermones", tanto públicos como privados, son métodos bastante poco eficaces para cambiar la conducta de los niños. A veces una reprimenda pública constituye una situación en extremo aversiva para el niño, cuyos efectos más notables suelen ser el resquemor, el rechazo de la escuela y el profesor, el deseo de venganza, la incitación directa a los compañeros para que lo rechacen, y otros efectos colaterales negativos. Por otra parte, las reprimendas en privado suelen conllevar una dosis elevada de atención por parte del adulto, lo que suele resultar recompensante para este niño.

31 La conducta, actitud y expectativas del profesor con respecto al alumno son elementos esenciales para el cambio de comportamiento. Es evidente que una actitud y unas expectativas positivas sobre la posibilidad de evolución favorable de la conducta del niño contribuirán eficazmente al éxito de los intentos de cambio. Siempre que sea posible, deben ignorarse las conductas inadecuadas y debe prestarse atención a las adecuadas que presente el niño, por pocas que sean; esto deben hacerlo todas las personas que tengan contacto con él (padres, hermanos, abuelos, profesores, amigos,…).

32 El hecho de dar responsabilidades al alumno fomenta que se sienta importante y no tenga que recurrir a llamar la atención con conductas atípicas. Tanto en lo referente al rendimiento escolar como al comportamiento general del alumno debe tenerse en cuenta que el punto de comparación debe ser el propio niño, y no el comportamiento o rendimiento del grupo. Es decir, cualquier logro o avance, por pequeño que sea, que el niño realice, debe tenerse en consideración, independientemente de que, aún con ese avance, el niño esté lejos de alcanzar la media de la clase. Es imprescindible que exista coordinación en la forma de actuar por parte de los padres y diferentes profesionales que inciden directamente sobre el niño para facilitar el proceso de interiorización y generalización de normas.


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