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EL RENACIMIENTO 1 Bachillerato TEMA 2.

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1 EL RENACIMIENTO 1 Bachillerato TEMA 2

2 RENACIMIENTO: renace cultura clásica
I- Contexto histórico II. La lírica renacentista III. La prosa IV. El teatro V. Cervantes y El Quijote Historia: Centralismo. Carlos I – Felipe II Sociedad: inicio burguesía – limpieza sangre Cultura: Antropocentrismo Estética: elegante sencillez – modelos clásicos Primera mitad del siglo XVI: Poesía italializante Garcilaso de la Vega b) Segunda mitad del siglo XVI Poesía religiosa Ascética: Fray Luis de León Mística: San Juan de la Cruz Prosa narrativa Novelas idealizantes Novela picaresca El Lazarillo de Tormes

3 CONTEXTO HISTÓRICO Política: centralismo absolutista
Desaparece el feudalismo – se forman reinos (las actuales naciones) Política imperialista: conquista América - expansión en Centroeuropa Centralismo absolutista: el Rey tiene el poder. España dos reyes: CARLOS I. (Nieto RRCC. Hijo Felipe Habsburgo - Juana la Loca) Esplendor, Imperio. Espíritu europeísta (Garcilaso) FELIPE II. Inició la decadencia. Católico, cerrazón y aislamiento. (guerra Protestantes - Contrarreforma - impidió influencia europea) Dos géneros únicos en el mundo: poesía religiosa y novela picaresca

4 Contexto social Jerarquización tradicional. El rey somete a los nobles y ocupa el lugar más alto. La Iglesia pierde posiciones, pero en España es muy poderosa. La nobleza pierde poder en Europa pero la España está llena de hidalgos pobres y orgullosos. Su tesoro es la “honra” Aparece una nueva clase social: la burguesía. Se inicia una lucha por el poder entre aristocracia y burguesía; en el siglo XIX la burguesía ganará. El pueblo vive en la miseria. La literatura muestra su vida en la novela picaresca El matrimonio Arnolfini. Van Eyck, 1434 Niños comiendo melón y uvas, Murillo

5 Contexto cultural: antropocentrismo
Frente al teocentrismo medieval Vuelve al modelo de la cultura clásica Confianza en la razón: ciencias (Galileo, Miguel Servet, Leonardo) Arte: toma como centro al hombre: se construyen palacios y no catedrales, se pintan retratos de personajes ilustres más que santos... No se niega a Dios, se separa lo terrenal y lo espiritual Vitalismo disfrutar de la vida antes de la llegada de la muerte (“carpe diem”, frente al “homo viator” medieval). Se busca una religiosidad más pura, menos atenta a las apariencias (Erasmo de Rotterdam - Reforma protestante - Contrarreforma)

6 Estética renacentista
NEOPLATONISMO. Petrarca cristianiza a Platón: las cosas bellas del mundo son reflejo de la belleza de Dios. La contemplación de la belleza mejora al ser humano, lo eleva hacia lo divino. Artista: ser privilegiado, crea belleza, colabora en la labor creadora de Dios. PAGANISMO: no supeditado a religión Temas mitológicos para expresar la belleza, no por falta de religiosidad. IMITACIÓN DE LOS CLÁSICOS, modelos de perfección. Sus ideales: elegancia, orden, equilibrio, armonía... (Simetría, horizontalidad, cuerpos perfectos, naturaleza apacible…) Literatura: ELEGANTE SENCILLEZ, (“escribo como hablo”- Juan de Valdés). Equilibrio entre forma y fondo: elegancia pero sin exceso de brillantez q. dificulte la comprensión del contenido.

7 PANORAMA GENERAL DE LA LITERATURA RENACENTISTA .
8’30’’

8 LA POESÍA ITALIANIZANTE
Influencia de los clásicos, (Ovidio, Horacio, Virgilio...) AUTORES: Juan Boscán y Garcilaso ESTILO: elegante sencillez (modelo: Petrarca) TEMAS: Amor: sentimiento íntimo y sincero. Alma del poeta - Naturaleza: locus amoenus adecuado a melancolía - Mitología: amores desgraciados MÉTRICA: versos endecasílabos y heptasílabos Estrofas: Soneto (dos cuartetos ABBA - dos tercetos) - Lira (7a,11B,7a,7b,11B) - Silva, (combinación libre de 7 y 11) . Estancia. - octava real, (ocho endecasílabos ABABABCC)

9 Poeta más representativo
GARCILASO DE LA VEGA ( ) Máximo representante de la poesía italianizante Ideal de caballero de la época Constantes viajes a Italia Obra: Sonetos, Églogas, Oda ad florem gnidi Tema: el sentimiento amoroso, visto de tres modos: Intimista e introspectivo (pretrarquesco) Reflejado en la naturaleza A través de un mito - Estilo: tono melancólico, doloroso, siempre con un lenguaje sencillo y natural, ausencia de figuras y excesos, adjetivos precisos.

10 Dama con unicornio. Rafael
En tanto que de rosa y azucena se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar, ardiente, honesto, enciende el corazón y lo refrena; y en tanto que el cabello, que en la vena del oro se escogió, con vuelo presto, por el hermoso cuello blanco, enhiesto, el viento mueve, esparce y desordena; coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto, antes que el tiempo airado cubra de nieve la hermosa cumbre. Marchitará la rosa el viento helado, todo lo mudará la edad ligera, por no hacer mudanza en su costumbre. Dama con unicornio. Rafael

11 En tanto que de rosa y azucena se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar, ardiente, honesto, enciende el corazón y lo refrena; y en tanto que el cabello, que en la vena del oro se escogió, con vuelo presto, por el hermoso cuello blanco, enhiesto, el viento mueve, esparce y desordena; coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto, antes que el tiempo airado cubra de nieve la hermosa cumbre. Marchitará la rosa el viento helado, todo lo mudará la edad ligera, por no hacer mudanza en su costumbre. 000 Anáforas. Expresión temporal Verbos: presente – imperativo - futuro 000 Elementos belleza femenina: 000 Metáforas: paso del tiempo

12 A Dafne ya los brazos le crecían, y en luengos ramos vueltos se mostraban; en verdes hojas vi que se tornaban los cabellos que el oro oscurecían. De áspera corteza se cubrían los tiernos miembros, que aún bullendo estaban: los blancos pies en tierra se hincaban, y en torcidas raíces se volvían. Aquel que fue la causa de tal daño, a fuerza de llorar, crecer hacía este árbol que con lágrimas regaba. ¡Oh miserable estado! ¡oh mal tamaño! ¡Que con llorarla crezca cada día la causa y la razón por que lloraba! Gian Lorenzo Bernini, ( ) Peter Paul Rubens Giovanni Battista Tiepolo (1760) J. William Waterhouse (1908)

13 A Dafne ya los brazos le crecían, y en luengos ramos vueltos se mostraban; en verdes hojas vi que se tornaban los cabellos que el oro oscurecían. De áspera corteza se cubrían los tiernos miembros, que aún bullendo estaban: los blancos pies en tierra se hincaban, y en torcidas raíces se volvían. Aquel que fue la causa de tal daño, a fuerza de llorar, crecer hacía este árbol que con lágrimas regaba. ¡Oh miserable estado! ¡oh mal tamaño! ¡Que con llorarla crezca cada día la causa y la razón por que lloraba! Tema: amor imposible – pérdida Estructura: Dafne – Aquel - ¡Oh! Análisis formal: 0000 símbolos belleza Dafne. Descriptio puellae (de arriba abajo) 0000 metáforas aspereza árbol. La antítesis potencia la expresividad 0000 hipérboles que exageran la belleza de Dafne o la tristeza de Apolo 0000 Adjetivación sensorial de connotaciones positivas-negativas. 0000 Aliteración silbantes (ternura) / oclusivas-nasales-vibrantes (violencia) Exclamativas retóricas que universalizan el sentimiento de pérdida irreparable

14 Leandro y Hero La leyenda se sitúa en torno a las aguas
del Bósforo, en Estambul, Leandro de Abido vivía en el lado asiático y atravesaba a nado el Helesponto para visitar a su amada Hero, sacerdotisa de Afrodita en Sesto, en el lado europeo. Lo guiaba la luz de una lámpara encendida por Hero. Una noche esta luz es apagada por una tormenta, Leandro pierde su rumbo y parece ahogado. Hero al descubrirlo muerto se arroja desde la torre para morir a su lado. Ovidio recrea el tema en sus poemas de juventud . Turner, 1837

15 Pasando el mar Leandro el animoso, en amoroso fuego todo ardiendo, esforzó el viento, y fuese embraveciendo el agua con un ímpetu furioso. Vencido del trabajo presuroso, contrastar a las ondas no pudiendo, y más del bien que allí perdía muriendo que de su propia vida congojoso, como pudo esforzó su voz cansada ya las ondas habló de esta manera, mas nunca fue su voz de ellas oída: «Ondas, pues no se excusa que yo muera, dejadme allá llegar, y a la tornada vuestro furor executá en mi vida».! Hero y Leandro (Etty William) Torre de Leandro (Estambul)

16 Pasando el mar Leandro el animoso, en amoroso fuego todo ardiendo, esforzó el viento, y fuese embraveciendo el agua con un ímpetu furioso. Vencido del trabajo presuroso, contrastar a las ondas no pudiendo, y más del bien que allí perdía muriendo que de su propia vida congojoso, como pudo esforzó su voz cansada ya las ondas habló de esta manera, mas nunca fue su voz de ellas oída: «Ondas, pues no se excusa que yo muera, dejadme allá llegar, y a la tornada vuestro furor executá en mi vida».! Hero y Leandro (Etty William)

17 Tema: Garcilaso nos deleita con una historia de amor imposible que escenifica la pérdida definitiva. De nuevo los personajes mitológicos se convierten en símbolos del amor desgraciado del propio poeta. Estructura: Durante las tres primeras estrofas una voz narrativa relata la leyenda mitológica. Los verbos aparecen en gerundio y su valor durativo acentúa el dramatismo. El primer terceto cierra la escena con el pretérito perfecto simple y los verbos de lengua introducen el diálogo. Es en el último terceto donde se reproducen las palabras de Leandro, el presente actualiza la escena y el amor alcanza su máxima cota de entrega infructuosa Análisis formal: La métrica reproduce el esquema de soneto, tomado por Garcilaso de la poesía pertrarquista: 14 versos endecasibílabos distribuidos en 2 cuartetos de rima abrazada (ABBA) y 2 tercetos que invierten las rimas (CDE DCE). En cuanto al lenguaje literario, es refinado y elegante en su sencillez, tal como corresponde al ideal renacentista. El poema se sustenta sobre una personificación, puesto que el amor imposible se simboliza con personajes mitológicos: Leandro se nombra explícitamente, Hero se sugiere mediante expresiones enigmáticas como «el bien que allí perdía» o «dejadme allá llegar». La metáfora del fuego no deja dudas al respecto (verso 2). El dramatismo de la escena se consigue con la antítesis de elementos contrarios a ese fuego amoroso: el furor del viento y el agua (ondas, etc)

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19 Amor petrarquista SONETO I
Cuando me paro a contemplar mi estado  y a ver los pasos por dó me ha traído,  hallo, según por do anduve perdido,  que a mayor mal pudiera haber llegado; mas cuando del camino estoy olvidado,  a tanto mal no sé por dó he venido:  sé que me acabo, y mas he yo sentido  ver acabar conmigo mi cuidado. Yo acabaré, que me entregué sin arte  a quien sabrá perderme y acabarme,  si quisiere, y aun sabrá querello: que pues mi voluntad puede matarme,  la suya, que no es tanto de mi parte,  pudiendo, ¿qué hará sino hacello? GARCILASO DE LA VEGA

20 Locus amoenus Corrientes aguas puras cristalinas; árboles que os estáis mirando en ellas; verde prado de fresca sombra lleno aves que aquí sembráis vuestras querellas hiedra que por los árboles caminas, torciendo el paso por su verde seno ; yo me vi tan ajeno del grave mal que siento , que de puro contento con vuestra soledad me recreaba donde con dulce sueño reposaba o con el pensamiento discurría por donde no hallaba sino memorias llenas de alegría. Elementos locus amoenus - aliteración Antítesis - anáfora y exclamacioens y en este mismo valle, donde agora me entristezco y me canso en el reposo, estuve ya contento y descansado. ¡ Oh bien caduco, vano y presuroso! Acuérdome, durmiendo aquí algún hora, que, despertando, a Elisa vi a mi lado. ¡Oh miserable hado! ¡Oh tela delicada, antes de tiempo dada a los agudos filos de la muerte! Más convenible fuera aquesta suerte a los cansados años de mi vida, que’s más que’l hierro fuerte, pues no la ha quebrantado tu partida. GARCILASO DE LA VEGA. Égloga I Imágenes, textos y comentarios teóricos

21 La Naturaleza vido de flores y de sombra lleno.
Cerca del Tajo en soledad amena de verdes sauces hay una espesura, toda de yedra revestida y llena, que por el tronco va hasta la altura, y así la teje arriba y encadena, que el sol no halla paso a la verdura; el agua baña el prado con sonido alegrando la vista y el oído. Movióla el sitio umbroso, el manso [viento, el suave olor de aquel florido suelo. Las aves en el fresco apartamiento vio descansar del trabajoso vuelo. Secaba entonces el terreno aliento el sol subido en la mitad del cielo. En el silencio sólo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba. Con tanta mansedumbre el cristalino Tajo en aquella parte caminaba, que pudieran los ojos el camino determinar apenas que llevaba. Peinando sus cabellos de oro fino, una ninfa del agua do moraba la cabeza sacó, y el prado ameno Garcilaso de la Vega, Égloga III vido de flores y de sombra lleno.

22 SONETO XI Hermosas ninfas, que, en el río metidas, contentas habitáis en las moradas de relucientes piedras fabricadas y en columnas de vidrio sostenidas; agora estéis labrando embebecidas o tejiendo las telas delicadas, agora unas con otras apartadas contándoos los amores y las vidas: dejad un rato la labor, alzando vuestras rubias cabezas a mirarme, y no os detendréis mucho según ando, que o no podréis de lástima escucharme, o convertido en agua aquí llorando, podréis allá despacio consolarme. GARCILASO DE LA VEGA La Mitología

23 LA POESÍA RELIGIOSA Segunda mitad de siglo Reinado de Felipe II
Se impide la influencia europea: peligro de la Reforma Protestante La Iglesia católica inicia su propia Contrarreforma Pretende volver a la religiosidad sincera y eliminar la corrupción Florece un tipo de poesía exclusivo de la literatura española Dos movimientos: Ascética y Mística LA POESÍA RELIGIOSA

24 Ascética Poesía dolorosa: el poeta busca
la unión con Dios por vía intelectual y no lo consigue Sufre: intuye la presencia divina pero no alcanza la fusión Máximo representante: Fray Luis de León Fraile agustino, catedrático en la Universidad de Salamanca. Inmensa cultura clásica, inquietud intelectural. Tradujo algunos libros de la Biblia, lo que le costó el encarcelamiento. Utiliza la inteligencia como medio de conocer a Dios y unirse a él tras un apartamiento ascético del mundo.

25 ¡Qué descansada vida la del que huye el mundanal ruïdo y sigue la escondida senda por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido! Que no le enturbia el pecho de los soberbios grandes el estado, ni del dorado techo se admira, fabricado del sabio moro, en jaspes sustentado. (…) Vivir quiero conmigo, gozar quiero del bien que debo al cielo a solas, sin testigo, libre de amor, de celo, de odio, de esperanzas, de recelo. Fray Luis de León

26 ¡Qué descansada vida TEMA: VIDA RETIRADA la del que huye el mundanal ruïdo DIÉRESIS y sigue la escondida senda por donde han ido SÍMBOLOS POSITIVOS los pocos sabios que en el mundo han sido! Que no le enturbia el pecho de los soberbios grandes el estado, ni del dorado techo SÍMBOLOS NEGATIVOS se admira, fabricado EN ANTÍTESIS CONSTANTE del sabio moro, en jaspes sustentado. (…) Vivir quiero conmigo, gozar quiero del bien que debo al cielo a solas, sin testigo, PARALELISMO: INSISTE libre de amor, de celo, ENUMERACIÓN - ASÍNDETON de odio, de esperanzas, de recelo. Fray Luis de León

27 Mística Poesía exaltada y gozosa El santo se acerca a Dios,
no con la inteligencia, sino con el amor y alcanza la unión Experiencia sobrenatural: éxtasis místico Metáfora del amor humano Poesía erótica de sublime delicadeza, pero los enamorados son el alma y Dios Autores: Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz Bernini. El éxtasis de Santa Teresa

28 San Juan de la Cruz Poesía mística: expresar la vivencia de la unión espiritual con Dios (éxtasis místico) tras un proceso de purificación del alma. Tal vivencia, que es inefable, encuentra como medio de expresión el lenguaje amoroso, que debe interpretarse en clave religiosa (explicado en prosa). Obras: «Noche oscura del alma», «Cántico espiritual», «Llama de amor viva» Estilo: expresividad, las paradojas, el léxico variado y común, símbolos.

29 ¡Oh llama de amor viva,  que tiernamente hieres  de mi alma en el más profundo centro!  pues ya no eres esquiva,  acaba ya, si quieres;  rompe la tela de este dulce encuentro. ¡Oh cauterio suave!  ¡Oh regalada llaga!  ¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado,  que a vida eterna sabe  y toda deuda paga!,  matando muerte en vida la has trocado. Metáfora amor erótico = amor místico Antítesis y paradojas = PLACER + DOLOR Exclamaciones + interjecciones + anáfora = CÍMAX Insistencia con paralelismos y quiasmos

30 En una noche escura, con ansias en amores inflamada, ¡oh dichosa ventura!, salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada. A escuras y segura por la secreta escala, disfrazada, a escuras y en celada, En la noche dichosa, en secreto, que nadie me veía ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía sino la que en el corazón ardía. Aquesta me guiaba más cierto que la luz del mediodía, adonde me esperaba quien yo bien me sabía, en parte donde nadie parecía. ¡Oh noche, que guiaste; oh noche amable más que el alborada; oh noche que juntaste Amado con amada, amada, con el Amado transformada! En mi pecho florido, que entero para él solo se guardaba, allí quedó dormido, y yo le regalaba y el ventalle de cedros aire daba. El aire del almena, cuando yo sus cabellos esparcía, con su mano serena en mi cuello hería y todos mis sentidos suspendía. Quedéme y olvidéme, el rostro recliné sobre el Amado; cesó todo y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado.

31 En una noche escura, VÍA PURGATIVA
con ansias en amores inflamada, ¡oh dichosa ventura!, salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada. A escuras y segura por la secreta escala, disfrazada, a escuras y en celada, En la noche dichosa, VÍA ILUMINATIVA en secreto, que nadie me veía ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía sino la que en el corazón ardía. Aquesta me guiaba más cierto que la luz del mediodía, adonde me esperaba quien yo bien me sabía, en parte donde nadie parecía. ¡Oh noche, que guiaste; VÍA UNITIVA oh noche amable más que el alborada; oh noche que juntaste CLÍMAX: Amado con amada, Exclamat – interj. amada, en el Amado transformada! En mi pecho florido, ANTICLÍMAX que entero para él solo se guardaba, allí quedó dormido, y yo le regalaba LOCUS AMOENUS y el ventalle de cedros aire daba. El aire del almena, cuando yo sus cabellos esparcía, con su mano serena en mi cuello hería y todos mis sentidos suspendía. ALITER Quedéme y olvidéme, el rostro recliné sobre el Amado; cesó todo y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado.

32 Teatro renacentista Se conservan las representaciones religiosas medievales También el teatro universitario, (la comedia humanística) Surgen compañías italianas que hacen un teatro improvisado basado en la mímica, (es la Comedia dell’arte). Nace un teatro cortesano con espectáculos como las mascaradas carnavalescas. También se escriben tragedias para un público culto siguiendo las reglas de Aristóteles. Aparece un precursor: Lope de Rueda, actor y dramaturgo, funda la primera compañía teatral española y crea los “Pasos”, obras cómicas de las que deriva el Entremés barroco

33 LA PROSA RENACENTISTA Desde el siglo XIII los escritores intentaban crear un tipo de narraciones en prosa partiendo del modelo de la épica.

34 1. Las novelas «idealizantes»
El término designa una serie de subgéneros que ofrecen una visión idealizada y esteticista de la realidad Se diferencian varios tipos: - Libros de caballerías - Novela pastoril. Recrea la Arcadia grecolatina - Novela bizantina. Aventuras. (Etiópicas, de Heliodoro) - Novela morisca. Inspiradas en los romances fronterizos Libros de caballerías, (género que se había iniciado en la Edad Media con el Tirant lo Blanc y el Amadís de Gaula). Historia de caballeros imaginarios que luchan en defensa de la justicia para merecer el amor de su dama y viven fantásticas aventuras. Su inverosimilitud merece la condena de Cervantes

35 2. Novelas realistas: la picaresca
ORIGEN A mediados de siglo XVI se desarrolla una novela opuesta en su totalidad a las novelas idealizantes Obtuvo su máximo desarrollo y éxito a lo largo del s. XVII Son obras que no se alejan de la realidad, sino que se acercan a ella de modo crítico: describe la vida miserable de los estamentos populares. La obra que inicia este género, genuino producto hispano, es Lazarillo de Tormes publicada en 1554

36 2. Características PROTAGONISTA: un pícaro (personaje sin oficio ni beneficio que sobrevive con ingenio) GÉNERO: relato autobiográfico de una serie de aventuras (fortunas y adversidades) expuestas de modo organizado. A veces, se sirve del viaje como elemento de cambio de escenario NARRACIÓN EN 1ª PERSONA: Sólo hay un punto de vista, el del propio pícaro OBJETIVO del relato: justificación de una situación final de deshonor y peligro CONVENCIÓN NARRATIVA: presencia de un lector implícito o destinatario de ficción, externo al relato, a quien se dirige el pícaro intentando convencerle con sus argumentos ESTILO: inclinado hacia la oralidad (anacolutos, digresiones, comentarios, chistes…) ESTRUCTURA: el relato se organiza mediante el servicio a distintos amos, con una clara intención de CRÍTICA SOCIAL. CARATERÍSTICAS DEL pícaro: Origen vil, malas compañías y experiencias negativas en un mundo hostil. El afán de medro (ascenso social) guía sus acciones Vive de modo libre en un mundo urbano (lo que le permite el anonimato y el ocultamiento) Antihéroe: figura novedosa, nunca individuos de baja condición protagonizaban obras Su trayectoria es la misma de un héroe pero invertida: VIAJE– AVENTURAS- REGRESO Personaje redondo: No es un estereotipo, sino que experimenta una evolución psicológica desde su niñez hasta la madurez, de la que va dejando constancia por los cambios en su vida y en su personalidad

37 3. Obras Lazarillo de Tormes (1554) Mateo Alemán: Guzmán de Alfarache (1599) Francisco López de Úbeda: La pícara justina (1605) Salas Barbadillo: La hija de Celestina (1612) Vicente Espinel: Marcos de Obregón (1618) Juan Cortés: Lazarillo de Manzanares (1620) Francisco de Quevedo: El buscón (1626) La vida y hechos de Estebanillo González (1646)

38 El Lazarillo de Tormes Obra de autor anónimo.
GÉNERO EPISTOLAR. La narración se presenta como una larga carta que el protagonista escribe a “Vuestra Merced” para justificar lo que él llama “el caso”, es decir, el supuesto adulterio de su mujer con un clérigo, (situación que podía costarle una condena a muerte, de ahí la necesidad de su defensa). Se ve en el Prólogo. GÉNERO AUTOBIOGRÁFICO: Para demostrar que su actitud no es peor que la de otros, Lázaro cuenta su vida casi entera a lo largo de siete Tratados.

39 En su relato nos presenta
una serie de personajes a los que ha servido como criado Todos ellos viven en la mentira, aparentando una honradez que en realidad no tienen, de modo que al final queda demostrado que el protagonista no hace más que vivir de las apariencias, como el resto de la gente, por lo que no debe ser castigado. Los amos de Lazarillo pertenecen a los tres estamentos sociales, (labradores, clérigos y nobles), lo que permite al autor hacer una crítica indirecta de la corrupción que afectaba a todos los sectores de la sociedad.

40 El desarrollo argumental convierte a Lázaro en un modelo de “antihéroe”,
Utiliza el esquema de una relato heroica, (salida del hogar - viaje y aventuras - regreso hogar), pero los ingredientes aparecen con sentido inverso. La familia de Lázaro no es ilustre sino miserable y sus aventuras son desventuras azarosas, El protagonista, en lugar deprogresar, cada vez se degrada más. Finalmente, consigue llegar a “la cumbre de toda buena fortuna”, pero este triunfo consiste en sobrevivir gracias a las relaciones de su mujer con el Arcipreste: Deshonor final y riesgo de muerte.

41 El Lazarillo es la primera narración que tiene un protagonista novelesco, ya que el personaje evoluciona en función de las circunstancias que vive, (pasa de ser un niño inocente a convertirse en un pícaro que vive de la falsedad). Sin embargo, todavía no llegamos a lo que hoy se entiende como “novela”, pues la historia se presenta como un hecho real: habrá que esperar a El Quijote para aceptar que lo que estamos leyendo es sólo una ficción literaria.

42 TEXTOS: LA VIDA DE LAZARILLO DE TORMES Y DE SUS FORTUNAS Y ADVERSIDADES
Prólogo (...) que confesando yo no ser mas santo que mis vecinos, desta nonada, que en este grosero estilo escribo, no me pesara que hayan parte y se huelguen con ello todos los que en ella algún gusto hallaren, y vean que vive un hombre con tantas fortunas, peligros y adversidades. (...) Y pues vuestra merced escribe se le escriba y relate el caso por muy extenso, parecióme no tomalle por el medio, sino por el principio, porque se tenga entera noticia de mi persona, y también porque consideren los que heredaron nobles estados cuán poco se les debe, pues Fortuna fue con ellos parcial, y cuánto más hicieron los que, siéndoles contraria, con fuerza y maña remando, salieron a buen puerto.

43 Tratado Primero. Cuenta Lázaro su vida, y cuyo hijo fue
Pues sepa vuestra merced ante todas cosas que a mí llaman Lázaro de Tormes, hijo de Tomé González y de Antonia Pérez, naturales de Tejares, aldea de Salamanca. Mi nacimiento fue dentro del río Tormes, por la cual causa tome el sobrenombre, y fue desta manera. Mi padre, que Dios perdone, tenia cargo de proveer una molienda de una aceña, que esta ribera de aquel río, en la cual fue molinero mas de quince años; y estando mi madre una noche en la aceña, preñada de mí, tomóle el parto y parióme allí: de manera que con verdad puedo decir nacido en el río. Pues siendo yo niño de ocho años, achacaron a mi padre ciertas sangrías mal hechas en los costales de los que allí a moler venían, por lo que fue preso, y confeso y no negó y padeció persecución por justicia. Espero en Dios que esta en la Gloria, pues el Evangelio los llama bienaventurados. En este tiempo se hizo cierta armada contra moros, entre los cuales fue mi padre, que a la sazón estaba desterrado por el desastre ya dicho, con cargo de acemilero de un caballero que allá fue, y con su señor, como leal criado, feneció su vida. Mi viuda madre, como sin marido y sin abrigo se viese, determino arrimarse a los buenos por ser uno de ellos, y vínose a vivir a la ciudad, y alquilo una casilla, y metióse a guisar de comer a ciertos estudiantes, y lavaba la ropa a ciertos mozos de caballos del Comendador de la Magdalena, de manera que fue frecuentando las caballerizas. Ella y un hombre moreno de aquellos que las bestias curaban, vinieron en conocimiento. Este algunas veces se venia a nuestra casa, y se iba a la mañana...

44 T. Primero. Cuenta Lázaro su vida, y cuyo hijo fue
(...)En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual, pareciéndole que yo sería para adestralle, me pidió a mi madre, y ella me encomendó a él, diciéndole como era hijo de un buen hombre, el cual por ensalzar la fe había muerto en la de los Gelves, y que ella confiaba en Dios no saldría peor hombre que mi padre, y que le rogaba me tratase bien y mirase por mi, pues era huérfano. Él le respondió que así lo haría, y que me recibía no por mozo sino por hijo. Y así le comencé a servir y adestrar a mi nuevo y viejo amo. (...)"Lázaro, llega el oído a este toro, y oirás gran ruido dentro de él." Yo simplemente llegué, creyendo ser así; y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y dióme una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y díjome: "Necio, aprende que el mozo del ciego un punto ha de saber mas que el diablo", y rió mucho la burla. Parecióme que en aquel instante desperté de la simpleza en que como niño dormido estaba. Dije entre mí: "Verdad dice éste, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar cómo me sepa valer.“ Comenzamos nuestro camino, y en muy pocos días me mostró jerigonza, y como me viese de buen ingenio, holgábase mucho, y decía: "Yo oro ni plata no te lo puedo dar, mas avisos para vivir muchos te mostrare."

45 T. Primero. Cuenta Lázaro su vida, y cuyo hijo fue
Y fue así, que después de Dios éste me dio la vida, y siendo ciego me alumbro y adestró en la carrera de vivir. Huelgo de contar a vuestra merced estas niñerías para mostrar cuanta virtud sea saber los hombres subir siendo bajos, y dejarse bajar siendo altos cuanto vicio. Pues tornando al bueno de mi ciego y contando sus cosas, vuestra merced sepa que desde que Dios crío el mundo, ninguno formó más astuto ni sagaz. (...) (...)"Ponme bien derecho, y salta tú el arroyo." Yo le puse bien derecho enfrente del pilar, y doy un salto y póngome detrás del poste como quien espera tope de toro, y díjele: "¡Sus! Salta todo lo que podáis, porque deis deste cabo del agua." Aun apenas lo había acabado de decir cuando se abalanza el pobre ciego como cabrón, y de toda su fuerza arremete, tomando un paso atrás de la corrida para hacer mayor salto, y da con la cabeza en el poste, que sonó tan recio como si diera con una gran calabaza, y cayo luego para atrás, medio muerto y hendida la cabeza. "¿Cómo, y oliste la longaniza y no el poste? ¡Ole! ¡Ole! -le dije yo. Y dejéle en poder de mucha gente que lo había ido a socorrer, y tomé la puerta de la villa en los pies de un trote, y antes que la noche viniese di conmigo en Torrijos. No supe más lo que Dios de él hizo, ni cure de lo saber.

46 Tratado Segundo. Cómo Lázaro se asentó con un clérigo, y de las cosas que con él pasó
Otro día, no pareciéndome estar allí seguro, fuime a un lugar que llaman Maqueda, adonde me toparon mis pecados con un clérigo que, llegando a pedir limosna, me preguntó si sabía ayudar a misa. Yo dije que sí, como era verdad; que, aunque maltratado, mil cosas buenas me mostró el pecador del ciego, y una de ellas fue ésta. Finalmente, el clérigo me recibió por suyo. Escape del trueno y di en el relámpago, porque era el ciego para con este un Alejandro Magno, con ser la misma avaricia, como he contado. No digo más sino que toda la lacería del mundo estaba encerrada en éste. No sé si de su cosecha era, o lo había anexado con el habito de clerecía.

47 Tratado Tercero. Escudero
"¡Bendito seáis vos, Señor -quedé yo diciendo-, que dais la enfermedad y ponéis el remedio! ¿Quién encontrará a aquel mi señor que no piense, según el contento de sí lleva, haber anoche bien cenado y dormido en buena cama, y aun ahora que es de mañana, no le cuenten por muy bien almorzado? ¡Grandes secretos son, Señor, los que vos hacéis y las gentes ignoran! ¿A quién no engañará aquella buena disposición y razonable capa y sayo y quién pensará que aquel gentil hombre se pasó ayer todo el día sin comer, con aquel mendrugo de pan que su criado Lázaro trajo un día y una noche en el arca de su seno, donde no se le podía pegar mucha limpieza, y hoy, lavándose las manos y cara, a falta de paño de manos, se hacía servir de la halda del sayo? Nadie por cierto lo sospechara. ¡Oh Señor, y cuántos de aquestos debéis vos tener por el mundo derramados, que padecen por la negra que llaman honra lo que por vos no sufrirían!" (...)Y por evitar prolijidad, de esta manera estuvimos ocho o diez días, yéndose el pecador en la mañana con aquel contento y paso contado a papar aire por las calles, teniendo en el pobre Lázaro una cabeza de lobo. Contemplaba yo muchas veces mi desastre, que escapando de los amos ruines que había tenido y buscando mejoría, viniese a topar con quien no solo no me mantuviese, mas a quien yo había de mantener. Con todo, le quería bien, con ver que no tenía ni podía mas, y antes le había lastima que enemistad... (...)Así, como he contado, me dejó mi pobre tercero amo, donde acabé de conocer mi ruin dicha, pues, señalándose todo lo que podría contra mí, hacía mis negocios tan al revés, que los amos, que suelen ser dejados de los mozos, en mí no fuese así, mas que mi amo me dejase y huyese de mí.

48 Tratado Cuarto. Cómo Lázaro se asentó con un fraile de la Merced, y de lo que le acaeció con él
Hube de buscar el cuarto, y éste fue un fraile de la Merced, que las mujercillas que digo me encaminaron, al cual ellas le llamaban pariente: gran enemigo del coro y de comer en el convento, perdido por andar fuera, amicísimo de negocios seglares y visitar, tanto que pienso que rompía él mas zapatos que todo el convento. Este me dio los primeros zapatos que rompí en mi vida, mas no me duraron ocho días, ni yo pude con su trote durar más. Y por esto y por otras cosillas que no digo, salí del.

49 Tratado Quinto Tratado Sexto Buldero Capellán
Fueme tan bien en el oficio que al cabo de cuatro años que lo usé, con poner en la ganancia buen recaudo, ahorré para me vestir muy honradamente de la ropa vieja, de la cual compré un jubón de fustán viejo y un sayo raído de manga tranzada y puerta, y una capa que había sido frisada, y una espada de las viejas primeras de Cuéllar. Desde que me vi en hábito de hombre de bien, dije a mi amo se tomase su asno, que no quería más seguir aquel oficio. En el quinto por mi ventura di, que fue un buldero, el más desenvuelto y desvergonzado y el mayor echador de ellas que jamás yo vi ni ver espero ni pienso que nadie vio; porque tenía y buscaba modos y maneras y muy sutiles invenciones.

50 Tratado Séptimo. Alguacil
Despedido del capellán, asenté por hombre de justicia con un alguacil, mas muy poco viví con él, por parecerme oficio peligroso; (...) (...)Y es que tengo cargo de pregonar los vinos que en esta ciudad se venden, y en almonedas y cosas perdidas, acompañar los que padecen persecuciones por justicia y declarar a voces sus delitos: pregonero... (...)En este tiempo, viendo mi habilidad y buen vivir, teniendo noticia de mi persona el señor arcipreste de San Salvador, mi señor, y servidor y amigo de vuestra merced, porque le pregonaba sus vinos, procuró casarme con una criada suya; y visto por mí que de tal persona no podía venir sino bien y favor, acordé de lo hacer. Mas malas lenguas, que nunca faltaron ni faltarán, no nos dejan vivir, diciendo no sé qué, y sí sé qué, de que ven a mi mujer irle a hacer la cama y guisarle de comer. Y mejor les ayude Dios que ellos dicen la verdad...

51 Tratado Séptimo. Alguacil
(...)"Lázaro de Tormes, quien ha de mirar a dichos de malas lenguas, nunca medrará. Digo esto porque no me maravillaría que alguno murmurase, viendo entrar en mi casa a tu mujer y salir de ella. Ella entra muy a tu honra y suya, y esto te lo prometo. Por tanto, no mires a lo que pueden decir, sino a lo que te toca, digo a tu provecho." "Señor -le dije-, yo determiné de arrimarme a los buenos. Verdad es que algunos de mis amigos me han dicho algo de eso, y aun me han certificado que, antes que conmigo casase, había parido tres veces, hablando con reverencia de vuestra merced, porque esta ella delante." (...) Y así quedamos todos tres bien conformes. Hasta el día de hoy, nunca nadie nos oyó sobre el caso; antes, cuando alguno siento que quiere decir algo de ella, le atajo...De esta manera no me dicen nada, y yo tengo paz en mi casa. Esto fue el mismo año que nuestro victorioso Emperador en esta insigne ciudad de Toledo entró y tuvo en ella cortes, y se hicieron grandes regocijos, como vuestra merced habrá oído. Pues en este tiempo estaba en mi prosperidad y en la cumbre de toda buena fortuna, de lo que de aquí adelante me sucediere avisare a vuestra merced.


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