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Publicada porGerardo Aguilar Plaza Modificado hace 8 años
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Pascua III domingo
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Cantos sugeridos: Vaso nuevo; El Señor resucitó; Yo lo resucitaré. Ambientación: Un cirio, rodeado de flores, imagen del Resucitado, frase: Ambientación: Un cirio, rodeado de flores, imagen del Resucitado, frase: ¿Me amas?
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Lago de Tiberíades
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Señor, ayúdanos a que viendo lo que le pediste a tu Apóstol, veamos nosotros nuestra actitud ante ti, para ver cómo estamos viviendo nuestra fe y nuestro seguimiento a ti. Ayúdanos a sincerarnos y ver si te amamos, te queremos o te ignoramos.y ver si te amamos, te queremos o te ignoramos.
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I. LECTIO ¿Qué dice el texto? – Juan 21, 1-19
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3 Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar». Ellos contestaron: «Vamos también contigo». Fueron pues y subieron a la barca; pero aquella noche no cogieron nada.
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4 Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
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Al oír que era el Señor,Al oír que era el Señor, Simón Pedro que estaba desnudo, se ató la túnica y se tiró al agua.
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9 Al bajar a tierra, ven unas brasas, con un pescado puesto encima y pan.
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10 Jesús les dice: «Traigan algunos peces que acaban de pescar».
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12 Jesús les dice: «Vengan a comer». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor.el Señor.
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16 Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»¿me amas?» Él le contesta: «Sí, Señor, Tú sabes que te quiero». Él le dice: «Pastorea mis ovejas».
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Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas.
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19 Esto lo dijo aludiendo a la muerte con que iba a glorificar a Dios. Palabra de Dios Dicho esto, añadió:Dicho esto, añadió:“Sígueme”.
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Juan 21, 1-19 En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a sus discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás «El Mellizo», Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. En esto dijo Pedro: –Voy a pescar. Los otros dijeron: –Vamos contigo. Salieron juntos y subieron a una barca; pero aquella noche no lograron pescar nada. Al clarear el día, se presentó Jesús en la orilla del lago, pero los discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo:–Muchachos, ¿habéis pescado algo? Ellos contestaron: –No. El les dijo: –Echad la red al lado derecho de la barca y pescaréis. Ellos la echaron, y la red se llenó de tal cantidad de peces que no podían moverla. Entonces, el discípulo a quien Jesús tanto quería le dijo a Pedro: –¡Es el Señor! Al oír Simón Pedro que era el Señor, se ciñó un vestido, pues estaba desnudo, y se lanzó al agua. Los otros discípulos llegaron a la orilla en la barca, tirando de la red llena de peces, pues no era mucha la distancia que los separaba de tierra; tan sólo unos cien metros. Al saltar a tierra, vieron unas brasas, con peces colocados sobre ellas, y pan. Jesús les dijo: –Traed ahora algunos de los peces que habéis pescado. Simón Pedro subió a la barca y sacó a tierra la red llena de peces; en total eran ciento cincuenta y tres peces grandes. Y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió. Jesús les dijo: –Venid a comer.... /... Cada un@ puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
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Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntar: «¿Quién eres?», porque sabían muy bien que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan en sus manos y se lo repartió; y lo mismo hizo con los peces. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos, después de haber resucitado de entre los muertos. Después de comer, Jesús preguntó a Pedro: – Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Pedro le contestó: –Sí, Señor, tú sabes que te amo. Entonces Jesús le dijo: –Apacienta mis corderos. Jesús volvió a preguntarle: – Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro respondió: –Sí, Señor, tú sabes que te amo. Jesús le dijo: –Cuida de mis ovejas. Por tercera vez insistió Jesús: –Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro se entristeció, porque Jesús le había preguntado por tercera vez si lo amaba, y le respondió: –Señor tú lo sabes todo. Tú sabes que te amo. Entonces Jesús le dijo: –Apacienta mis ovejas. Te aseguro que cuando eras más joven, tú mismo te ceñías el vestido e ibas adonde querías; mas, cuando seas viejo, extenderás los brazos y será otro quien te ceñirá y te conducirá adonde no quieras ir. Jesús dijo esto para indicar la clase de muerte con la que Pedro daría gloria a Dios. Después añadió: «Sígueme».
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¿Qué hacen cuando llegan a donde está Jesús?
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¿Qué significa la palabra: SÍGUEME? ¿Qué contesta Pedro?
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II. MEDITATIO ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
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¿Escucho la voz del Señor? ¿ A q u é m e i n v i t a h o y ? ¿Dejo que me enseñe y me instruya? ¿ D e j o q u e m e e n s e ñ e y m e i n s t r u y a ?
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¿Dónde tendré que “echar” las redes de mi vida para que la “pesca sea fecunda”?
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Si el Señor me preguntara a mí… ¿me amas más que éstos?..., ¿ e n q u é y c ó m o j u s t i f i c o y m a n i f i e s t o m i r e s p u e s t a ?
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¿De qué manera me implico y me comprometo en la misión que el Señor nos ha dejado en su resurrección?
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Motivación: Como los primero discípulos, también nosotros hemos reconocido al Señor por su Palabra y estamos dispuestos para el servicio misionero. III. ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra? Pero nos cuesta reconocerlo en la dureza de lo cotidiano y obedecer sus indicaciones. Es el momento de pedirle que nunca nos falte el pan de su Palabra y el pan de la Eucaristía.
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Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada.
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Salmo 29 Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
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Motivación: Los Apóstoles exhortaban a la conversión como exigencia necesaria para reconocer a Cristo Resucitado y gozar del gran don de la Resurrección: el Espíritu Santo que nos guía en la misión. Escuchemos la recomendación de Vicente a un misionero: IV. CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?
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“Le pido a Nuestro Señor que podamos morir a nosotros mismos para resucitar con él, que sea él la alegría de nuestros corazones, el objeto y el alma de sus acciones y su gloria en el cielo. Así será si nos humillamos ahora como él se humilló, si renunciamos a nuestras propias satisfacciones para seguirle, llevando nuestras pequeñas cruces, y si entregamos voluntariamente nuestras vidas, como dio él la suya, por nuestro prójimo, a quien él ama tanto y quiere que nosotros amemos como a nosotros mismos.” (III,584)
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Hacer de mi vida un testimonio coherente de Cristo Resucitado, de su persona viva, teniéndolo presente en mis planes y decisiones más importantes.
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Oración final Ayer estuvimos sepultados contigo, ¡Oh Cristo vuelto a la vida! Ayer estuvimos crucificados contigo, a causa de la predicación de tu buena nueva. Ahora recibimos de Ti la vida, el poder y la gloria y somos bendecidos por ti,y somos bendecidos por ti, en cuyo nombre hemos anunciado,en cuyo nombre hemos anunciado, la vida misma. la vida misma.
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Fortifícame siempre, Señor de la Pascua, a los que te proclaman vivo y reinante allí donde dominan las reinante allí donde dominan las sombras, la muerte, la injusticia, el dolor. sombras, la muerte, la injusticia, el dolor. Atrae a muchos hacia ti, por nuestro humilde testimonio, y otorga el gozo que no termina a tus siervos y mensajeros siempre amenazados por tu causa. AMÉN
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Texto de Lectio Divina: Padre César Chávez Alva (Chuno) C.ongregación de la Misión. Power Point : Sor Pilar Caycho Vela - Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl Power Point : Sor Pilar Caycho Vela - Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl www.hijasdelacaridadperu.org www.cm.peru.com.pe
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