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Carta Encíclica del Papa Francisco Lumen Fidei Fr. Wiliam Vásquez Alarcón, OP.

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1 Carta Encíclica del Papa Francisco Lumen Fidei Fr. Wiliam Vásquez Alarcón, OP

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3 ÍNDICE ¿Introducción?  La luz de la fe [1]  ¿Una luz ilusoria? [2-3]  Una luz por descubrir [4-7] CAPÍTULO PRIMERO HEMOS CREÍDO EN EL AMOR (cf. 1 Jn 4,16)  Abrahán, nuestro padre en la fe [8-11]  La fe de Israel [12-14]  La plenitud de la fe cristiana [15-18]  La salvación mediante la fe [19-21]  La forma eclesial de la fe [22]

4 CAPÍTULO SEGUNDO SI NO CREÉIS, NO COMPRENDERÉIS (cf. Is 7,9)  Fe y verdad [23-25]  Amor y conocimiento de la verdad [26-28]  La fe como escucha y visión [29-31]  Diálogo entre fe y razón [32-34]  Fe y búsqueda de Dios [35]  Fe y teología [36] CAPÍTULO TERCERO TRANSMITO LO QUE HE RECIBIDO (cf. 1 Co 15,3)  La Iglesia, madre de nuestra fe [37-39]  Los sacramentos y la transmisión de la fe [40-45]  Fe, oración y decálogo [46]  Unidad e integridad de la fe [47-49]

5 CAPÍTULO CUARTO DIOS PREPARA UNA CIUDAD PARA ELLOS (cf. Hb 11,16)  Fe y bien común [50-51]  Fe y familia [52-53]  Luz para la vida en sociedad [54-55]  Fuerza que conforta en el sufrimiento [56-57] ¿Conclusión?  Bienaventurada la que ha creído (Lc 1,45)[58-60]

6 DESARROLLO ¿Introducción?  La luz de la fe [1] En el mundo pagano se había desarrollado el culto al sol, pero éste no iluminaba la existencia humana. Los cristianos llamaron a Cristo el verdadero sol: Sus rayos dan vida. El que cree ve con la luz que ilumina todo el trayecto del camino. La luz llega desde Cristo resucitado.

7  ¿Una luz ilusoria? [2-3] La luz de Cristo ¿sólo para sociedades antiguas? Si fuera así: la fe = luz ilusoria que impide al ser humano alcanzar el saber. = espejismo que imposibilita avanzar como seres libres hacia el futuro. = oscuridad. Se piensa que ella aparece cuando la luz de la razón ya no puede llegar y el hombre no tiene certezas. La fe sería: un salto al vacío por falta de luz. Sería algo subjetivo (da paz, consuelo), privado, pero que no se puede compartir con los demás.

8 Pero… Sólo la luz de la razón no ilumina lo suficiente el futuro y el hombre queda con el miedo a lo desconocido. El ser humano ha renunciado a la búsqueda de una luz grande y se ha quedado con luces fugases que alumbran breves instantes. Si no hay luz todo es confusión: no se puede distinguir el bien del mal. no se puede diferenciar con claridad la senda que lleva a la meta de aquella que hace dar vueltas, sin dirección fija.

9  Una luz por descubrir [4-7] Si se apaga la fe todas las luces languidecen. La luz de la fe ilumina toda la existencia humana. Si la fe es luz potente debe venir de Dios. Por lo tanto la fe: Viene del encuentro con el Dios vivo que nos ama. Al ser transformados por el amor recibimos ojos nuevos para ver el futuro. Es la luz sobrenatural que orienta nuestro camino en el tiempo. viene del pasado: la vida de Jesús. Viene del futuro: nos desvela vastos horizontes. El año de la fe: 50 años del Concilio de la fe. La encíclica: completa el magisterio de Benedicto XVI. Se apoya en un borrador suyo.

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11 CAPÍTULO PRIMERO HEMOS CREÍDO EN EL AMOR(cf. 1 Jn 4,16)  Abrahán, nuestro padre en la fe [8-11] La fe abre el camino y nos acompaña en la historia. Dios le habla = la fe está en relación con la escucha. La fe adquiere un carácter personal. Dios es capaz de hacer alianza con el hombre. La Palabra a Abraham es una llamada y una promesa. Llamada a un futuro inesperado. Pero con linaje. La fe de Abraham supone memoria, no solo del pasado sino de la promesa que abre al futuro. La fe está ligada a la esperanza. Tener fe = fiarse de la Palabra de Dios, que no es efímera sino una roca firme = fidelidad. Dios se revela como la fuente de la vida y ella no viene de la casualidad.

12  La fe de Israel [12-14] Israel se abre a Dios que quiere librarlo de la miseria. Camino por el desierto, el Sinaí, la tierra prometida. Dt 1,31: Dios lleva a su hijo de la mano por el camino. Dt 26,5-11: Shemá Israel. Transmisión generacional. Israel ha caído y se ha levantado muchas veces. La idolatría (inmediato) opuesta a la fe: becerro de oro. Ídolo: posibilidad de mirar su rostro, de manipularlo. Idolatría: politeísta = presenta muchos senderos. Fe = conversión (volver al Dios vivo por un encuentro personal). En la fe de Israel está Moisés: el mediador = capacidad para participar de la visión del otro. La fe personal se inserta en el nosotros de la comunidad.

13  La plenitud de la fe cristiana [15-18] La fe de Abraham estaba orientada a Cristo. La fe cristiana se centra en Cristo. Fin último. La fe cristiana cree en el amor pleno. Muerte de Cristo. Por su sacrificio, Cristo es digno de fe. Resucitó. Gal 2,20: “Fe en Cristo que ama y se entrega por mi.” La fe en Dios es creer en alguien que está pendiente de nosotros. No es indiferente a la historia humana. Cristo también es aquel con quien creemos. Su propia experiencia nos alecciona y motiva. Dios mismo se ha hecho hombre para orientar al mundo hacia sí. Creer en Dios es vivir con intensidad la existencia.

14  La salvación mediante la fe [19-21] El que cree se convierte en nueva creatura. 1Cor 4,7: “¿Tienes algo que no hayas recibido?” = Don. Uno mismo no puede justificarse ante Dios por sus obras: No mediante las obras de la ley. Se debe reconocer que el origen de la bondad es Dios. Apartarse de Dios para encontrarse con uno mismo es un fracaso. La salvación es apertura. Cristo obra en nosotros y con nosotros. Nos transforma desde dentro y mora en nosotros. Gal 2,20: “No soy yo el que vive, es Cristo que vive en mí.” El cristiano que participa del amor puede tener los ojos de Jesús, sus sentimientos. Sólo con la presencia del Espíritu que es amor podemos confesar a Jesús como Señor (1Cor 12,3).

15  La forma eclesial de la fe [22] El creyente se ve a sí mismo de acuerdo a la fe que profesa. Cristo abraza a todos los creyentes = su cuerpo. El cristiano se comprende dentro de ese cuerpo. La fe es eclesial, se confiesa en el cuerpo de Cristo. Desde ese cuerpo el creyente se abre al mundo. La fe no es ni privada, ni individualista, ni subjetiva. Rom 10,14: “¿Cómo creerán en aquel de quien no han oído hablar? ¿Cómo oirán hablar de él sin nadie que anuncie?” A partir del amor el creyente es operador de la fe. El que ha sido transformado ve de modo distinto… la fe es luz para los ojos.

16 CAPÍTULO SEGUNDO SI NO CREÉIS, NO COMPRENDERÉIS (cf. Is 7,9)  Fe y verdad [23-25] La fe permite conocer la verdad. Dios es fiable, por ello se puede confiar en Él. El ser humano necesita conocer y saber la verdad. La fe sin verdad no salva ni es segura. Es un sentimiento que consuela y entusiasma pero no da continuidad en la vida. La fe con verdad permite ver a un Dios fiel. Hoy en día se piensa que verdad es solo la “ciencia.” Se pasa de la verdad absoluta al relativismo. Pero preguntarse por la verdad es salir de nuestro “yo” limitado. A la luz de la verdad se ve la meta y el sentido del camino en común.

17  Amor y conocimiento de la verdad [26-28] Rom 10,10: “Con el corazón se cree.” Corazón en la Biblia: Centro del hombre. En el corazón el hombre se abre a la verdad y es desde donde se deja transformar. La fe transforma a la persona porque se abre al amor. La fe concede el amor que nos da nuevos ojos. El amor no es sentimiento porque no es voluble. El amor hace Salir del “yo” para ir hacia el “otro” e iniciar una relación duradera. Amor = verdad. La fe nace del amor de Dios y ese amor es sincero e imperecedero. Va más allá de la propia historia personal o colectiva y abarca a toda la creación desde su inicio hasta su consumación.

18  La fe como escucha y visión [29-31] Rom 10,17: “la fe viene del mensaje que se escucha.” El conocimiento asociado a la palabra es personal: reconoce la voz, la acoge con libertad, y la sigue por obediencia. La fe es un conocimiento que se aprende en el caminar. El oído posibilita la llamada personal y la obediencia en el tiempo; la vista aporta la visión completa de todo y permite situarnos en el gran proyecto de Dios. Sin la visión sólo se tienen fragmentos aislados de un todo que queda desconocido. A Cristo se le puede ver y oír: Verbo hecho carne. 1Jn 1,1: “lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos […] y palparon nuestras manos acerca del Verbo de la vida.”

19  Diálogo entre fe y razón [32-34] El encuentro del mensaje evangélico con el pensamiento filosófico fue fundamental. Universalidad. Favoreció la interacción entre fe y razón y ambas se refuerzan mutuamente. La luz del amor (propia de la fe) ilumina toda la existencia y todas las interrogantes que buscan la verdad. La verdad del amor no se impone. Llega al corazón. La fe nos hace humildes porque uno no posee la verdad sino que ella nos posee. La seguridad de la fe nos pone en camino y hace posible el testimonio y el diálogo con todos. La fe despierta el sentido crítico porque el investigador no se conforma con sus formulas. No se puede reducir la naturaleza. La fe abre el horizonte de la razón.

20  Fe y búsqueda de Dios [35] La luz de la fe ilumina el camino de todos los que buscan a Dios. Facilita el diálogo. Dios se deja encontrar por los que lo buscan. Mt 2,1-12: los magos encuentran a Dios. La luz humana no se desvanece ante Dios sino que brilla más. Los que no creen desean hacerlo y no dejan de buscar. El que hace el bien se acerca a Dios = camino de amor.

21  Fe y teología [36] Teología = conocer mejor lo que se ama. Es imposible hacer teología sin fe. Se trata de comprender la auto-revelación de Dios, pero sin reducirlo a un objeto (ciencia experimental). Dios es el sujeto que se manifiesta persona a persona. La fe recta orienta a la razón a abrirse a la luz que viene de Dios, para que, guiada por el amor a la verdad, pueda conocer a Dios más profundamente. Teología = participar en el conocimiento que Dios tiene de sí mismo. Teología supone humildad porque reconoce los límites. Se hace teología en la Iglesia = está al servicio de la fe de los cristianos: custodia y profundiza la fe de todos. El magisterio ofrece seguridad y certeza a la teología. No lo limita.

22 CAPÍTULO TERCERO TRANSMITO LO QUE HE RECIBIDO (cf. 1 Co 15,3)  La Iglesia, madre de nuestra fe [37-39] La fe (escucha y visión) se transmite como palabra y luz. Cristo brilla en los cristianos y por ellos se difunde. La fe se transmite persona a persona = llama de fuego. La fe pasa de generación en generación. Gracias a ello tenemos la certeza de que nos encontramos con Jesús: la fe no es individual. Siempre estamos en relación y recibimos de otros. La Iglesia = madre que nos enseña el lenguaje de la fe. Nadie puede creer por su propia cuenta. Comunión. El que cree nunca está solo porque trata de compartir su alegría con los otros.

23  Los sacramentos y la transmisión de la fe [40-45] La Iglesia transmite y conserva la Tradición Apostólica. La Iglesia con su enseñanza, vida y culto, transmite y conserva lo que es y lo que cree. Los sacramentos son un medio para transmitir la fe. Lo visible y material se abren al misterio de lo eterno. Se transmite la fe mediante: El Bautismo: nos hace creaturas nuevas e hijos de Dios. Nueva doctrina y nueva forma de vida. La Eucaristía: máxima expresión de la naturaleza sacramental. Encuentro con Cristo. Hay 2 ejes: 1- la historia y el hoy; 2- lo visible que lleva a lo invisible. Por los sacramentos la Iglesia transmite su memoria, sobre todo en la profesión de fe = credo = proclamar las verdades de la fe = camino de comunión con Dios. Confesar la fe = ser transformado.

24  Fe, oración y decálogo [46] El Padrenuestro: compartir la experiencia espiritual de Cristo y ver con sus ojos. El decálogo: indicaciones concretas para salir del desierto del “yo” y dialogar con Dios. Es el camino de gratitud, de la respuesta de amor. Recibe una nueva luz: Sermón de la Montaña.

25 Elementos que contienen el tesoro de memoria de la Iglesia: 1.La confesión de fe 2.La celebración de los sacramentos 3.El camino del decálogo 4.La oración La catequesis se ha organizado en torno a ellos (CEC) Es de este modo que se transmite el contenido completo de la fe.

26  Unidad e integridad de la fe [47-49] Ef 4,4: “Un solo cuerpo y un solo espíritu […] una sola fe.” En el amor es posible tener una visión común. Amando aprendemos a ver la realidad con los ojos del otro y eso enriquece nuestra mirada. La fe es “una” porque Dios es uno. porque se dirige a un solo Señor. porque es compartida por toda la Iglesia. Por ser una debe ser confesada con pureza e integridad. No se pueden negar los artículos de la fe. Es universal = católica. La sucesión apostólica sirve a la unidad de la fe. Por ella se garantiza la continuidad de la memoria de la Iglesia. Las personas vivas transmiten y garantizan la conexión con el origen. Magisterio = obediencia a la Palabra.

27 CAPÍTULO CUARTO DIOS PREPARA UNA CIUDAD PARA ELLOS (cf. Hb 11,16)  Fe y bien común [50-51] La fe es un camino pero también una edificación: prepara el lugar para que el hombre pueda convivir con los demás. El confiar en Dios supone confiar en el que confía en Dios. La fe da solidez a los vínculos humanos. La luz de la fe (conectada con el amor) está al servicio de la justicia, el derecho y la paz. El amor une. Pero no por utilitarismo. La fe es un bien para todos = es un bien común. Ayuda a edificar la Iglesia, nuestras sociedades y nos abre a la patria eterna. La fe construye relaciones que se fundamentan en Dios.

28  Fe y familia [52-53] Familia: es lo primero en ser iluminado por la fe. Matrimonio: unión estable de un varón y una mujer. Es fruto de un amor = reflejo del amor de Dios. La promesa de amor compromete toda la vida. Supone entregar nuestro futuro a la persona amada. La fe ayuda a comprender la generación de los hijos. La fe acompaña todas las etapas de la vida de la persona: Infancia: confiar en el amor de los padres. Jóvenes (edad compleja): o Desean sentir la cercanía y atención familiar. o La Iglesia debe acompañarlos en su crecimiento. o Aspiran a una vida grande, sin fraudes. La fe amplía el horizonte de la existencia. Da solidez. La fe ensancha la vida: nuestra vocación es el amor.

29  Luz para la vida en sociedad [54-55] La fe ilumina todas las relaciones sociales. La fraternidad supone un padre en común. Dios se comunica por el hermano: cada hombre es una bendición para mi y Dios me ilumina por el otro. Por la fe sabemos que cada persona es única y posee dignidad. Sin la fe el hombre toma el poder absoluto. Por la fe respetamos todo, incluso la naturaleza. La fe nos hace buscar modos de desarrollo que no se basen sólo en utilidad o el provecho. Permite buscar formas de gobierno justas: la autoridad viene de Dios y sirve al bien común. La fe ayuda al perdón y a conseguir la paz. Sin la fe = confianza, las sociedades sucumbirían. Hb 11,16: “Dios no tiene reparo en llamarse su Dios: porque les tenía preparada una ciudad.”

30  Fuerza que conforta en el sufrimiento [56-57] Hablar de fe = hablar de pruebas dolorosas. En la debilidad y el sufrimiento se percibe el poder de Dios que lo supera todo. Con la fe el sufrimiento cobra sentido = don a Dios. La fe no disipa todas las tinieblas pero alumbra para caminar en las tinieblas. Ante el sufrimiento Dios no lo explica todo sino que responde con su presencia, acompañando. La fe va de la mano con la esperanza: tenemos una mansión eterna. Fe, esperanza, caridad: todas las preocupaciones de los hombres están integradas en nuestra vida. Caminamos juntos hacia la ciudad construida por Dios. La esperanza nos proyecta a un futuro cierto, contrario a las propuestas ilusorias de los ídolos.

31 ¿Conclusión?  Bienaventurada la que ha creído (Lc 1,45)[58-60] Lc 8,15: “…son los que escuchan la palabra con un corazón noble y generoso, la guardan y dan fruto con perseverancia.” María: Todo lo guardaba y meditaba en su corazón. Icono perfecto de la fe (Lc 1,45). Acogió con todo su ser a la Palabra (encarnación). Peregrina de la fe: sigue a su Hijo. Por su verdadera maternidad asegura una verdadera historia humana al Hijo de Dios. Desde la cruz su maternidad se extiende a todos. Cenáculo: acompaña y pide el E.S. Centro de nuestra fe: Cristo nacido de mujer. N° 60: ORACIÓN FINAL.

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33 ¡¡¡ Muchas gracias !!!


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