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Carta del Papa Francisco

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Presentación del tema: "Carta del Papa Francisco"— Transcripción de la presentación:

1 Carta del Papa Francisco
LA LUZ DE LA FE (Lumen Fidei) Carta del Papa Francisco MBM - Agosto 2013

2 “La Luz de la Fe: la tradición de la Iglesia ha indicado con esta expresión el gran don traído por Jesucristo, que en el Evangelio de San Juan se presenta con estas palabras: ‘Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en tinieblas’” (Jn 12, 46) Quien cree ve; ve con una luz que ilumina todo el trayecto del camino, porque llega a nosotros desde Cristo resucitado

3 Hay personas que piensan que la fe, en vez de luz, es oscuridad que no puede convivir con la luz de la razón, pero… ahora hay más conciencia de que la luz de la razón es insuficiente para iluminar la vida humana, y… cuando falta la luz todo se vuelve confuso… no se distingue el bien del mal… y no hay como avanzar… se da vueltas sin rumbo… (LF2)

4 Por eso, es urgente recuperar el carácter luminoso de la fe, que es capaz de iluminar toda la existencia humana Una luz tan potente que no viene de nosotros mismos… La luz que recibimos de Dios como don suyo, es luz en el sendero y orienta nuestro camino: es la luz de Cristo Resucitado

5 PAPA BENEDICTO XVI PAPA FRANCISCO AÑO DE LA FE 50 AÑOS DEL CONCILIO
VATICANO II PAPA BENEDICTO XVI PAPA FRANCISCO

6 En la fe, don de Dios, virtud sobrenatural infusa por Él, reconocemos que se nos ha dado un gran Amor, que se nos ha dirigido una Palabra buena, y que si acogemos esta Palabra, que es Jesucristo, el Espíritu Santo nos transforma, ilumina nuestro camino hacia el futuro, y da alas a nuestra esperanza para recorrerlo con alegría

7 Capítulo Primero: “HEMOS CREÍDO EN EL AMOR” (1 Jn 4, 16)

8 La fe es un don de Dios que se manifiesta a lo largo de una historia… que comienza con Abrahám, nuestro padre en la fe Dios le dirige la Palabra, lo llama por su nombre. Abrahám no ve a Dios, pero oye su voz… La fe está vinculada a la escucha La fe es la respuesta a una Palabra que interpela personalmente, a un Tú que nos llama por nuestro nombre

9 Lo que esta Palabra comunica a Abrahám es una llamada y una promesa:
Una llamada a salir de su tierra, una invitación a abrirse a una nueva vida… Así, la fe “ve” en la medida que camina Lo que se pide a Abrahám es que se fíe de esta Palabra Una promesa: “tu descendencia será numerosa, serás padre de un gran pueblo” “El hombre es fiel creyendo a Dios que promete; Dios es fiel dando al hombre lo que promete” (San Agustín)

10 En la historia de Israel, el gran pecado contra la fe es la incredulidad que se vuelve idolatría… negándose a esperar en la promesa, corre tras los ídolos construidos por los hombres… Moisés es el mediador que hace que el pueblo de Israel camine unido: la fe de cada uno se inserta en el “nosotros” del pueblo de Dios

11 Todo el Antiguo Testamento conduce a Jesucristo
La fe cristiana está centrada en Cristo, es proclamar que Jesús es el Señor, y Dios lo ha resucitado de entre los muertos

12 La mayor prueba del amor creíble de Cristo es la entrega de su vida… Él la ofreció por todos…
Por eso, los evangelistas han situado en la hora de la Cruz el momento culminante de la fe, porque en esa hora resplandece el amor divino en toda su altura y amplitud

13 Cristo resucitado es testigo fiable, digno de fe, es apoyo sólido para la fe: “si Cristo no ha resucitado, nuestra fe no tiene sentido” (1 Cor 15, 17) La fe no sólo mira a Jesús Resucitado, sino que mira desde el punto de vista de Jesús, con sus ojos: es participación en su modo de ver “creemos que” es verdad lo que Jesús nos dice “creemos a” Jesús cuando aceptamos su Palabra, porque Él es veraz “creemos en” Jesús cuando lo acogemos personalmente y nos confiamos a Él

14 Por eso, somos salvados mediante la fe: el que cree es hecho una creatura nueva, recibe el ser hijo en el Hijo, y –con Jesús- dice “Abbá, Padre” Sólo abriéndonos a este don de Dios es posible ser transformados, dejando que la salvación obre en nosotros y haga fecunda la vida, llenándola de buenos frutos “En efecto, por gracia están salvados, mediante la fe. Y esto no viene de ustedes, es don de Dios” (Ef 2, 8)

15 El creyente es transformado por el Amor, al que se abre por la fe, y al abrirse a este Amor que se le ofrece, su existencia se dilata más allá de sí mismo “Ya no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí” (Gál 2, 20) “Que Cristo habite por la fe en los corazones de ustedes” (Ef 3, 17) Esta es la obra del Espíritu Santo: el cristiano puede reconocer a Jesús como Señor, tener sus ojos, sus sentimientos, su condición de hijo, porque recibe su Amor, que es el Espíritu Santo

16 Así, la vida creyente es una vida en Iglesia: somos el Cuerpo de Cristo!
La fe tiene forma eclesial, no es algo privado o individual, una opinión subjetiva, sino que nace de la escucha y está destinada a pronunciarse y convertirse en anuncio Quien ha sido transformado de este modo adquiere una nueva forma de ver: la fe se convierte en luz para sus ojos

17 “SI NO CREEN, NO COMPRENDERÁN”
Capítulo segundo “SI NO CREEN, NO COMPRENDERÁN” (cf. Is 7,9)

18 “Si no creen, no comprenderán” (Is 7, 9) significa que el ser humano tiene necesidad de conocimiento, de verdad, porque sin ella no puede vivir ni avanzar. La fe, sin verdad, no salva, no da seguridad a nuestros pasos… se queda en una bella fábula o como una proyección de nuestros deseos o como un sentimiento que depende de nuestros estados de ánimo o de lo que pase… Hay que recuperar la conexión entre fe y verdad: hay una crisis de verdad en la sociedad se tiende a aceptar como verdad sólo la verdad tecnológica o lo que cada uno piensa que es verdad… todo es relativo… Dios ya no interesa…

19 ¿Puede la fe cristiana ofrecer un servicio al bien común indicando el modo justo de entender la verdad? Pero… la cultura moderna cree que el amor tiene poco que ver con la verdad, sino que es un sentimiento cambiante, y no se puede proponer una verdad válida para todos ¡Pero! El amor es mucho más que un sentimiento que va y viene… es un compromiso en la verdad con la persona amada “Con el corazón se cree” (Rom 10, 10) la fe transforma toda la persona porque la fe se abre al amor la fe conoce porque está vinculada al amor, y el amor trae una luz al conocimiento: nos da ojos nuevos para ver toda la realidad

20 Verdad y amor no se pueden separar: - sin verdad, el amor no es duradero - sin amor, la verdad es fría y no ilumina Así, el conocimiento de la fe está unido a la alianza de amor de un Dios fiel: “la fe nace del mensaje que se escucha” (Rom 10, 17) el conocimiento de la fe es personal: reconoce la voz, la acoge en libertad, la sigue en obediencia La verdad de la fe es la que se oye y se ve en el Señor Jesús: Él es la Palabra hecha carne (Jn 1, 14) Él es el Rostro en que se ve al Padre (Jn 14,9)

21 “Tocar con el corazón, eso es creer” (S. Agustín)
“Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida” (1 Jn 1, 1) “Tocar con el corazón, eso es creer” (S. Agustín) Por eso, los creyentes impulsamos un diálogo entre fe y razón en la búsqueda y acogida de la verdad: por ejemplo, como lo vivió S. Agustín

22 La luz de la fe –que nace del amor- no es intransigente, sino que crece en la convivencia y el diálogo que respeta al otro Al creyente, la verdad le hace humilde, sabiendo que más que poseerla, es ella la que le abraza y le posee En lugar de hacernos intolerantes, la seguridad de la fe nos pone en camino y hace posible el testimonio y el diálogo con todos

23 “TRANSMITO LO QUE HE RECIBIDO”
Capítulo tercero “TRANSMITO LO QUE HE RECIBIDO” (1 Cor 15, 3)

24 Quien se ha abierto al amor de Dios, ha escuchado su voz y ha recibido su luz, no puede retener este don para sí La fe, que es visión y escucha, se transmite como palabra y luz La palabra recibida se convierte en anuncio, invitando a otros a creer La fe se transmite por contacto, de persona a persona, como una llama enciende otra llama

25 Por una cadena ininterrumpida de testimonios llega a nosotros el rostro del Señor Jesús
¡Es imposible creer cada uno por su cuenta! La fe se da y se vive en el “nosotros” de la Iglesia por eso, quien cree nunca está solo: recibe la fe de la Iglesia cree con la Iglesia vive su fe en la Iglesia: testimonio, anuncio, oración y sacramentos La Iglesia es una Madre que nos enseña a hablar el lenguaje de la fe; el Espíritu Santo es la memoria viva de la fe: “Él les recordará todo lo que les he dicho” (Jn 14, 26)

26 Alimentados por el amor de Cristo Sumergidos en el amor de Cristo
En los sacramentos, celebrados en la liturgia de la Iglesia, se comunica la gracia, la memoria de la fe, e implican a la persona en la comunidad de fe: son sacramentos de la fe BAUTISMO EUCARISTÍA Alimentados por el amor de Cristo Sumergidos en el amor de Cristo

27 También, la memoria de la fe de la Iglesia se transmite en la oración y en los mandamientos del Señor “Padre nuestro…”, la oración de los hijos en el Hijo El camino de los mandamientos es una respuesta agradecida de amor, vivida a la luz de las Bienaventuranzas

28 La unidad de la Iglesia se vive en la unidad de la fe: “un solo cuerpo y un solo Espíritu… una sola fe” (Ef 4,4) Proclamando la misma fe, nos apoyamos sobre la misma roca, somos transformados por el mismo Espíritu de amor, irradiamos una única luz tenemos una única mirada para penetrar la realidad El Señor ha dado a la Iglesia como servicio a la unidad e integridad de la fe el don de la sucesión apostólica y el Magisterio de la Iglesia

29 Capítulo cuarto “DIOS PREPARA UNA CIUDAD PARA ELLOS” (Heb 11, 16)

30 La fe ilumina las relaciones humanas, porque nace del amor y sigue la dinámica de Dios; así, la luz de la fe se pone al servicio de la justicia, del derecho, de la paz la fe no aparta del mundo, es una riqueza para la vida de todos La fe es un bien común; su luz no brilla sólo dentro de la Iglesia, ni sirve sólo para construir una ciudad eterna en el más allá; nos ayuda a edificar nuestras sociedades para que avancen hacia el futuro con esperanza

31 El primer ámbito que la fe ilumina en la ciudad de los hombres es la familia
el sentido del amor entre un hombre y una mujer en el matrimonio la educación de los hijos en la fe y en valores sólidos la valoración y el cuidado de los adultos mayores

32 La fe ilumina todas las relaciones que se dan en la sociedad
el valor de la vida humana y el respeto a su dignidad el respeto a la naturaleza, buscando un desarrollo que la cuide la justicia en las formas de gobierno y justicia social el valor del perdón en la vida de la sociedad La fe pone todo lo que vivimos en relación con el origen y el destino de todo en el amor del Padre

33 La fe es fuerza que conforta en el sufrimiento
El cristiano sabe que siempre hay sufrimientos, pero sabe que le puede dar sentido como un acto de amor de entrega confiada en las manos de Dios que no nos abandona puede ser ocasión de crecimiento en la fe y en el amor incluso la muerte es transformada como la última llamada de la fe

34 Al ser humano que sufre, Dios no le da un razonamiento que explique todo, sino que le responde con una presencia que le acompaña y le abre a la esperanza En Cristo, Dios mismo ha querido compartir con nosotros este camino y ofrecernos su mirada para darnos luz. Cristo es aquel que habiendo soportado el dolor, “inició y completa nuestra fe” (Heb 12, 2)

35 “Bienaventurada la que ha creído” (Lc 1, 45)
En María, la Madre de Jesús, la fe ha dado su mejor fruto ¡Madre, ayuda nuestra fe!


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