El aula es el espacio propio de concreción del currículo, por tanto, el espacio natural en que se desarrollan la mayor parte de las operaciones didácticas.

Presentación del tema: "El aula es el espacio propio de concreción del currículo, por tanto, el espacio natural en que se desarrollan la mayor parte de las operaciones didácticas."— Transcripción de la presentación:

1 El aula es el espacio propio de concreción del currículo, por tanto, el espacio natural en que se desarrollan la mayor parte de las operaciones didácticas que se producen en el centro educativo. Este papel fundamental que asume en el desarrollo de la enseñanza y el aprendizaje hace que precise de una organización determinada, siempre centrada en el alumno.

2 El aula como espacio de operaciones didácticas requiere un ambiente determinado que propicie un clima positivo y de mutuo enriquecimiento entre alumnos y profesores; de esta forma, surge la exigencia de planteamientos y decisiones metodológicas adecuadas y orientadas en este mismo sentido, metodologías activas y renovables, que propicien modelos de actuación en el plano educativo con la perspectiva de utilidad para la vida.

3 Las propuestas didácticas referidas al aula generaran un ambiente de clase. Debemos ser conocedores de que todo lo que hagamos en el aula incide directamente en las posibilidades reales del desarrollo de todos y cada uno de los alumnos, incluso de los propios docentes. Configuración del aula y ambiente de clase: Schwartz y Pollishuke plantean la organización del aula centrada en el alumno, señalando que el ambiente que creemos en el aula tiene un profundo efecto en el desarrollo social, efectivo, físico e intelectual de los alumnos a los que enseñamos. Para que adquieran una actitud positiva hacia el colegio y el aprendizaje, necesitan estimulación visual. Organización, espacio y una sensación de acogida y seguridad.

4 Planificación y configuración física del aula: Preparar en el aula una zona de reunión de grupo, elemento esencial de una clase centrada en el alumno. La proximidad al profesor y a los compañeros estimula el diálogo, la interacción en grupo y el flujo relajado de ideas. Fijar áreas de trabajo específicas dentro del aula para estimular a los alumnos para que compartan, cooperen y trabajen juntos. Establecer diversos lugares de exposición realza el aspecto físico de la clase y, además, el hecho de que los alumnos vean expuesto su trabajo eleva su autoestima y su sentido de propiedad e incrementa la motivación para el rendimiento.

5 Driscoll propone mejorar el ambiente de clase y señala que tanto la historia como la propia experiencia demuestran que los procesos de enseñanza y de aprendizaje pueden desarrollarse en cualquier parte. Incluso, estudios demuestran que la elección del espacio físico influye de manera notoria el comportamiento de los alumnos. Este autor también le dedica mucha importancia a cuidar las cosas de la clase.

6 Estos mismos autores formulan unas aportaciones respecto a la disposición del ambiente, el entorno como instrumento y tareas de disposición ambiental: Relaciones entre entornos físicos y conductas, entre disposiciones ambientales y aprendizaje. Cada ambiente resulta singular, ofreciendo respuestas y explicaciones, y apropiado a cada alumno y a cada profesor. El entorno como instrumento. El entorno de aprendizaje puede ser un poderoso instrumento docente a disposición del profesor o puede constituir una influencia no dirigida ni reconocida, tanto sobre la conductas de los profesores, como sobre la de los alumnos. Una comprensión de las influencias ambientales resulta importante para todos los profesores, sea cual fuere la edad de los alumnos o el grado de formalismo de los programas.

7 Clima de trabajo en el aula: Aportaciones conceptuales y prácticas planteadas por Schwartz y Pollishuke: Cuando se haya creado una atmósfera cálida, acogedora y no amenazadora en clase, el profesor descubrirá que sus alumnos aprenden de un modo nuevo, dinámico. No obstante, no es fácil crear este ambiente tan deseable. Ha de irse estableciendo de forma gradual un mutuo respeto entre él y los alumnos a los que enseña. Puede conseguirlo estimulando el diálogo, haciendo auténticas preguntas y no cuestiones mecánicas y buscando siempre lo mejor de sus alumnos. Para tener éxito en esta tarea, es imprescindible realizar una planificación minuciosa y bien pensada.

8 El docente puede ayudar a sus alumnos a creer en sí mismos y a aprender a ser responsables de sus propias acciones. Una forma de hacerlo consiste en dejarles que participen en el establecimiento y la supervisión de las normas y rutinas de clase. De este modo les permite que tomen posesión de ellas. Los alumnos empiezan a comprender que todo el mundo comete errores y que aprende de ellos y por medio de ellos. Esto mismo configura un ambiente que permite arriesgarse. En consecuencia, la responsabilidad de atender su propia conducta y mejorarla recae sobre los alumnos.

9 El profesor puede estimular y demostrar la importancia de la cooperación planificando actividades en la que los alumnos tengan que colaborar. Ellos necesitan aprender a cooperar, dado que la cooperación constituye una destreza básica, un requisito necesario y fundamental de la sociedad actual. El trabajo en grupo estimula a los alumnos, se sienten más cómodos, de esa manera pueden intervenir con más facilidad y aclarar las dudad existentes. No a la excepción. Un profesor que promueve el respeto, la capacidad de arriesgarse, la enseñanza entre compañeros, la decisión, la resolución de problemas y la cooperación, estará en mejor situación para convertirse en facilitador del aprendizaje.

10 Para crear un ambiente de aprendizaje eficaz es preciso: Construir una fuerte relación con los alumnos: Hacerles participar en conversaciones, demostrándoles que realmente nos interesa lo que ellos quieren decir; preparar cuidadosamente las preguntas que se vayan a hacer; saber cuándo escuchar y cuándo intervenir, ser sensible a sus necesidades e intereses. Estimular el trabajo en equipo entre la familia y el colegio para promover actitudes positivas de los padres y de los alumnos con respecto a la enseñanza y al aprendizaje. Para obtener más información, sugerencias, estrategias e ideas para modificar programas para los alumnos con necesidades especiales, consultar a los psicopedagogos y al personal de apoyo.

11 Agrupar a los alumnos de forma heterogénea, de manera que en cada grupo haya alumnos de capacidades diferentes que puedan ayudarse y complementarse entre sí. Integrar en esos grupos a aquellos alumnos que tengan necesidades especiales. Resulta esencial respetar el derecho de los demás, no reírse de los errores que cometió la otra persona, elogiar los esfuerzos de los demás. Todo grupo o centro posee una estructura y forma social determinada. Se realizan actividades en diferentes tipos de agrupamiento: el gran grupo de actividades globales del centro, asamblea, actividades deportivas o culturales, etc. Existen diferentes talleres, actividades optativas, niveles, etc. ´También solemos encontrarnos con exposiciones, asambleas, debates, etc.

12 Organización del aula: Establecer grupos. Organización de espacios. Distribución de tiempos. Utilización de materiales (recursos) A la hora de establecer grupos es importante tener en cuenta la flexibilidad. Los tipos de contenidos son una de las variables que más influyen en la modalidad de agrupamiento. Otro factor de suma importancia es la interacción.

13 Organización de espacios: Es uno de los aspectos claves de la organización del aula, que va ligado a otras cuestiones, como los materiales y tiempos,. Está directamente relacionado con la propia metodología y alternativas organizativas: trabajo individual, de grupo, facilitar la autonomía, la interacción de los alumnos, etc. Es importante que en la escuela el espacio sea entendido como un elemento educativo en el que los alumnos puedan asumir responsabilidades y adoptar actitudes de respeto, limpieza, colaboración, etc.

14 Distribución de tiempos: El conocimiento y el inicio de la participación de los alumnos en la organización temporal deben permitir y potenciar también el desarrollo de su autonomía. Lentamente y de forma progresiva el educador irá creando situaciones que permitan a los alumnos organizar y controlar sus tareas. En estas situaciones de aprendizaje es donde el profesor puede constatar tanto la diversidad de ritmos de trabajo como de niveles de autonomía, que constituyen elementos o aspectos que hay que evaluar en el proceso de aprendizaje y de enseñanza.

15 En relación con la organización del tiempo debemos procurar: Tener programadas la secuencia de actividades (adaptar los métodos y los recursos de cada una de las actividades, teniendo en cuenta tanto al conjunto del grupo como a los alumnos que requieren una atención específica), así como la temporalización de las mismas. En la elaboración de los horarios se debe tener en cuenta: *Las decisiones metodológicas. *La flexibilidad para ajustarse a las circunstancias o necesidades del grupo o del tema de trabajo, evitando en todo caso provocar cortes artificiales en el desarrollo de las actividades programadas.

16 Utilización de materiales (recursos): Es uno de los factores determinantes de la práctica educativa. Tan importante como la selección de los materiales y recursos didácticos es el uso y la organización de los mismos. La participación de los alumnos en la organización de los materiales y recursos didácticos en el aula puede servir para iniciar y aplicar el aprendizaje de algunos procedimientos y actividades básicos. Los materiales deben estar al alcance de los alumnos, y estos pueden utilizarlos.