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Publicada porMaría Luz Alcaraz Soto Modificado hace 8 años
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El acompañamiento: un diálogo desde el Espíritu
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¿Qué es acompañar espiritualmente? Es el cuidado pastoral que pretende ayudar a otra persona para que esté más atenta a las comunicaciones que Dios establece con ella; para responder personalmente a ese Dios y para vivir en consecuencia con esa relación. “Hacer existir a la otra persona”.
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Acompañamiento espiritual El arte de formar a las personas es un fenómeno puramente individual. Se forma interviniendo, a la manera artesanal, sobre la persona individual. Sólo el contexto de la libertad y la gratuidad hace posible el examen serio de las experiencias personales y de las vivencias profundas. Es insustituible el diálogo del tú a tú, y esto implica reservar lugares y tiempo que garanticen seriedad y regularidad.
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Acompañamiento espiritual Ninguna persona puede abrirse a otra si no existe un mínimo de seguridad y confianza Poder entrar en el otro no significa perder la objetividad y la sana distancia que permiten confrontar y corregir con vistas al bien No hay auténtica comunicación si no existe la intención de suscitar una respuesta. Esta intención debe partir de la atención a lo que el otro vive, siente o desea Se puede caer en la tentación de considerar el diálogo como un simple intercambio de opiniones
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Acompañamiento espiritual Es indispensable una respetuosa y paciente capacidad de escucha y, por tanto, de silencio. Es un silencio que exige apertura y acogida de la presencia del otro en toda su realidad Es preciso saber escuchar el lenguaje o los diferentes lenguajes en que se expresa. Es importante comprender no sólo lo que es expresado sino cómo es expresado Escuchar es más que oír. Escuchar es un acto ético. Significa permanecer abiertos a la trascendencia y sus signos. Escuchar significa fiarse de Dios
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Acompañamiento espiritual Es necesario introducir al joven en una disciplina de la reflexión encaminada a su propia interioridad y hacia todo lo que le rodea La escucha amerita poner al otro antes que yo. Es menester educarse en la benevolencia y en la paz interior El animador que no haya descubierto que puede acompañar personal y espiritualmente a otros, no tiene la preparación adecuada para animar a un grupo, ni para guiar a otros en el seguimiento de Jesús
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Acompañamiento espiritual El acompañamiento espiritual es la pieza clave en el proceso madurativo del joven Es importantísimo descubrir los aspectos de su vida: –Valorar todo lo humano desde Dios –Naciendo de nuevo –Leyendo críticamente la realidad personal –Comulgando con Dios y solidarizándose con los más pobres –Dejándose seducir del amor de Dios
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Medios que facilitan el acompañamiento Cuaderno personal Temas formativos Proyecto personal
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El diálogo en el acompañamiento espiritual Avanza poco a poco, refleja las actitudes frente a las personas y comunica la propia experiencia transformada en sabiduría existencial para la otra persona El diálogo no da recetas mágicas ni suple al acompañado en la búsqueda de las respuestas que debe ir dando en su caminar creyente Para que pueda haber diálogo hay que salir al encuentro del otro
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El diálogo en el acompañamiento espiritual Muchas veces se tendrá la sensación de perder el tiempo y de hacer un esfuerzo grande para desprendernos de nuestras inseguridades y entrar en el camino inseguro de la persona a la que se quiere acompañar (Jn 4, 4 – 42) El acompañante debe sentirse mediador de una relación en la que el Espíritu y la Gracia son los protagonistas, situando la relación de ayuda para que el acompañado madure todas sus potencialidades
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Orientar desde la no directividad Lo fundamental es ser auténtico y acoger a la otra persona con sus defectos y limitaciones La relación de ayuda empieza con una acogida que dé confianza y serenidad, y por una actitud de escucha atenta que manifieste a la otra persona que estamos atenta de ella La escucha atenta ayuda al acompañado a escucharse a sí mismo y a escuchar a Dios
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Orientar desde la no directividad Las intervenciones del acompañante deben tener estas características: –Reflejar lo que el acompañado ha comunicado desde su propio marco referencial –Ayudar al acompañado a conocer mejor su propia realidad –Facilitar el hallazgo de los medios para seguir avanzando como persona y como creyente
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Orientar desde la no directividad Lo propio de la función del acompañante es la relación interpersonal para ayudar a la persona que acompaña a rastrear el paso de Dios por su vida e historia y a dar una respuesta vocacional La exigencia fundamental de que un acompañante pueda acompañar a otro es que haya vivido bien la experiencia del acompañamiento El acompañante observará: madurez, competencia, espiritualidad, discernimiento
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A modo de conclusión El acompañante espiritual es un medio imprescindible en los procesos con adolescentes y jóvenes. El acompañamiento es un reto para los animadores en un doble sentido: ¿en qué medida lo vivimos como jóvenes en la fe? ¿en qué medida lo practicamos como componentes de un grupo al que pertenecemos? El éxito tendrá lugar únicamente si esta teoría va acompañada con la práctica
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