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LA UNIDAD DE LA IGLESIA EN LA VIDA Y EN LA TEOLOGÍA DE Y. CONGAR Vicente Botella Cubells OP 26 de Noviembre de 2014.

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1 LA UNIDAD DE LA IGLESIA EN LA VIDA Y EN LA TEOLOGÍA DE Y. CONGAR Vicente Botella Cubells OP 26 de Noviembre de 2014

2 Introducción Fe y vida, teología y vida van siempre de la mano Fe y vida, teología y vida van siempre de la mano

3 Introducción La fe=una relación de confianza del ser humano en el Dios de Jesús que afecta a todas las facetas de la existencia de aquel La fe=una relación de confianza del ser humano en el Dios de Jesús que afecta a todas las facetas de la existencia de aquel La fe=una vida humana modelada de acuerdo al camino de Jesús, el Cristo, el Señor La fe=una vida humana modelada de acuerdo al camino de Jesús, el Cristo, el Señor

4 Introducción La teología=reflexión sobre la fe, cultura de la fe La teología=reflexión sobre la fe, cultura de la fe Por lo tanto, la teología nace de la vida modelada por el camino de Jesús (fe), aunque con el objeto de comprender lo que se cree Por lo tanto, la teología nace de la vida modelada por el camino de Jesús (fe), aunque con el objeto de comprender lo que se cree Y la teología cumple este cometido desde una contexto histórico determinado. Y la teología cumple este cometido desde una contexto histórico determinado. Fe y y teología siempre están situadas Fe y y teología siempre están situadas

5 Introducción La conexión teología/vida vale para cualquier creyente/teólogo La conexión teología/vida vale para cualquier creyente/teólogo Sin embargo, dice J. Bosch que esa ley general tiene una incidencia particular en el caso de Y. Congar, cuando afirma: Sin embargo, dice J. Bosch que esa ley general tiene una incidencia particular en el caso de Y. Congar, cuando afirma: “(que) nunca será entendido del todo si se prescinde de su itinerario vital”

6 Introducción Se me ha pedido que exponga el tema de “la unidad de la Iglesia en la vida y en la teología de Congar” Se me ha pedido que exponga el tema de “la unidad de la Iglesia en la vida y en la teología de Congar” Se trata de una petición pertinente y cuya formulación facilita su cumplimiento: Se trata de una petición pertinente y cuya formulación facilita su cumplimiento: Se trata de relacionar la senda existencial de nuestro autor con su aportación a la cuestión de la unidad de la Iglesia Se trata de relacionar la senda existencial de nuestro autor con su aportación a la cuestión de la unidad de la Iglesia

7 Introducción Con todo hay un pequeño problema: la amplitud de la tarea, dada la vasta producción de Congar (más de 1700 obras: libros, artículos, recensiones…) Con todo hay un pequeño problema: la amplitud de la tarea, dada la vasta producción de Congar (más de 1700 obras: libros, artículos, recensiones…) Se impone una delimitación del tema que permita un tratamiento asequible, aunque necesariamente parcial Se impone una delimitación del tema que permita un tratamiento asequible, aunque necesariamente parcial ¿Qué vamos a hacer? ¿Qué vamos a hacer?

8 Introducción Introducción Después de una breve presentación de las raíces vitales que explican la pasión por la unidad de la Iglesia en Congar, Después de una breve presentación de las raíces vitales que explican la pasión por la unidad de la Iglesia en Congar, señalaremos las líneas mayores de su comprensión de la teología de la unidad de la Iglesia; señalaremos las líneas mayores de su comprensión de la teología de la unidad de la Iglesia; a continuación, y en continuidad, apuntaremos algunas claves de su teología ecuménica. a continuación, y en continuidad, apuntaremos algunas claves de su teología ecuménica.

9 Introducción/Itinerario 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar 3. Algunos apuntes de la teología ecuménica de Y. Congar 3. Algunos apuntes de la teología ecuménica de Y. Congar

10 Introducción/Bibliografía Nuestra exposición se centrará principalmente en la siguiente literatura: Nuestra exposición se centrará principalmente en la siguiente literatura: Y.CONGAR, Cristianos desunidos, Estella, 1967 Y.CONGAR, Cristianos desunidos, Estella, 1967 Y.CONGAR, “Propiedades esenciales de la Iglesia”, en MS IV/1, Madrid, 1973, pp.371-516 Y.CONGAR, “Propiedades esenciales de la Iglesia”, en MS IV/1, Madrid, 1973, pp.371-516 Y.CONGAR, Cette Église que j’aime, Paris, 1967 Y.CONGAR, Cette Église que j’aime, Paris, 1967 Y.CONGAR, Diversités et commnunion, Paris, 1982 Y.CONGAR, Diversités et commnunion, Paris, 1982 J.BOSCH, A la escucha del cardenal Congar, Madrid, 1994 J.BOSCH, A la escucha del cardenal Congar, Madrid, 1994 J.BOSCH, “Y.Congar”, en Diccionario de teólogos/as contemporáneos, Burgos, pp.231-239 J.BOSCH, “Y.Congar”, en Diccionario de teólogos/as contemporáneos, Burgos, pp.231-239 V.BOTELLA, “La espiritualidad ecuménica según Y. Congar y Juan Bosch”, en Pastoral ecuménica XXIX (2012), pp. 57-73 V.BOTELLA, “La espiritualidad ecuménica según Y. Congar y Juan Bosch”, en Pastoral ecuménica XXIX (2012), pp. 57-73 V. BOTELLA, “Santo Tomás de Aquino en el Vaticano II: una aproximación a la luz de las estadísticas”, en Teología Espiritual 57 (2013), pp.29-48 V. BOTELLA, “Santo Tomás de Aquino en el Vaticano II: una aproximación a la luz de las estadísticas”, en Teología Espiritual 57 (2013), pp.29-48

11 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Congar, que nace en Sedán (Francia) un 13 de abril de 1904, se define a sí mismo como “un celta de las Ardenas”. Congar, que nace en Sedán (Francia) un 13 de abril de 1904, se define a sí mismo como “un celta de las Ardenas”. Él mismo describe el influjo de su terruño sobre sus pobladores en los siguientes términos: Él mismo describe el influjo de su terruño sobre sus pobladores en los siguientes términos: “He conocido en mi infancia una sociedad, no jansenista, pero sí fría. Somos serios. Aplaudimos difícilmente. Reímos poco. Mostrar la propia intimidad es casi considerado como una incongruencia” “He conocido en mi infancia una sociedad, no jansenista, pero sí fría. Somos serios. Aplaudimos difícilmente. Reímos poco. Mostrar la propia intimidad es casi considerado como una incongruencia”

12 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Conforme a sus propias apreciaciones, se podría decir que Congar, en lo personal, era de temperamento rudo y un poco testarudo, cumplidor del deber y muy disciplinado para el trabajo. Impaciente en las cosas pequeñas, pero con una paciencia activa para las grandes. Conforme a sus propias apreciaciones, se podría decir que Congar, en lo personal, era de temperamento rudo y un poco testarudo, cumplidor del deber y muy disciplinado para el trabajo. Impaciente en las cosas pequeñas, pero con una paciencia activa para las grandes. Por formación religiosa y estructura personal afirmaba de sí mismo ser “netamente latino y fuertemente romano”; y sería justo añadir también, de una fe inquebrantable Por formación religiosa y estructura personal afirmaba de sí mismo ser “netamente latino y fuertemente romano”; y sería justo añadir también, de una fe inquebrantable

13 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Junto a estos rasgos de su personalidad y psicología no hay que olvidar que Congar fue un hombre marcado por el sufrimiento tanto físico como espiritual-personal Junto a estos rasgos de su personalidad y psicología no hay que olvidar que Congar fue un hombre marcado por el sufrimiento tanto físico como espiritual-personal

14 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar La enfermedad le vino a visitar muy pronto y, sobre todo, le acompañó en la parte final de su vida, hasta el punto de que, desde 1984 y hasta su muerte 1995, tuvo que residir en el Hospital de Los Inválidos en París La enfermedad le vino a visitar muy pronto y, sobre todo, le acompañó en la parte final de su vida, hasta el punto de que, desde 1984 y hasta su muerte 1995, tuvo que residir en el Hospital de Los Inválidos en París

15 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Sobre esta realidad vital escribe nuestro autor: Sobre esta realidad vital escribe nuestro autor: “La enfermedad es un hecho en mi vida; la vivo un poco como un animalillo. Un perro que tiene una pata herida, que anda con las otras tres: o un árbol destrozado: da sus frutos, sin embargo, a través de las ramas que todavía le quedan…; confieso que mi enfermedad me aísla y sufro por ello porque me faltan contactos humanos”

16 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Pero si el dolor físico provoca sufrimiento en la vida de Congar, mayor fue el dolor interior que le causó la incomprensión, la censura por parte de los responsables de la Iglesia a causa de su propuesta teológica. Pero si el dolor físico provoca sufrimiento en la vida de Congar, mayor fue el dolor interior que le causó la incomprensión, la censura por parte de los responsables de la Iglesia a causa de su propuesta teológica. Se trata del tipo de sufrimiento que suscita aquel a quien se ama y, precisamente, por el amor que se le profesa (“La Iglesia a la que amo” (1968), es el título de una de sus obras) Se trata del tipo de sufrimiento que suscita aquel a quien se ama y, precisamente, por el amor que se le profesa (“La Iglesia a la que amo” (1968), es el título de una de sus obras)

17 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Escribe nuestro autor: Escribe nuestro autor: “Desde los primeros días de 1947 hasta fines de 1956 fui objeto o sujeto de una serie ininterrumpida de denuncias, avisos, medidas restrictivas o discriminatorias, de intervenciones cargadas de desconfianza”

18 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Congar, en 1954, tiene que dejar su cátedra; a causa de ello, vive tres “destierros” en el interior de la Orden (Jerusalén, Roma y Cambridge); se le llega a pedir que someta “a la aprobación romana todo lo que publique”; Congar, en 1954, tiene que dejar su cátedra; a causa de ello, vive tres “destierros” en el interior de la Orden (Jerusalén, Roma y Cambridge); se le llega a pedir que someta “a la aprobación romana todo lo que publique”; Algunos de los testimonios escritos de Congar de esta etapa de su vida revelan una situación de angustia y de quebranto cercana a la depresión… Algunos de los testimonios escritos de Congar de esta etapa de su vida revelan una situación de angustia y de quebranto cercana a la depresión…

19 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Aquí, una vez más, nos sale al paso la conexión de la fe y la vida, la teología y la existencia. Aquí, una vez más, nos sale al paso la conexión de la fe y la vida, la teología y la existencia. Aquí, igualmente, hallamos una paradoja que hace pensar: Aquí, igualmente, hallamos una paradoja que hace pensar: El apasionado por la unidad de la Iglesia, sufre una pasión por la Iglesia a manos de quienes con la legítima autoridad eclesial estiman que su reflexión quiebra dicha unidad El apasionado por la unidad de la Iglesia, sufre una pasión por la Iglesia a manos de quienes con la legítima autoridad eclesial estiman que su reflexión quiebra dicha unidad

20 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar La celebración del Vaticano II vino a cambiar el signo de esta etapa de sospechas y censuras. La celebración del Vaticano II vino a cambiar el signo de esta etapa de sospechas y censuras. Juan XXIII lo nombra perito del Concilio. Congar se convierte en unos de los teólogos más destacados y laboriosos de la reflexión teológica tanto en el propio Vaticano II como en el posconcilio. Juan XXIII lo nombra perito del Concilio. Congar se convierte en unos de los teólogos más destacados y laboriosos de la reflexión teológica tanto en el propio Vaticano II como en el posconcilio. Juan Pablo II, finalmente, lo crea cardenal en 1994. Congar es un hijo de la Iglesia plenamente reconocido y reconciliado Juan Pablo II, finalmente, lo crea cardenal en 1994. Congar es un hijo de la Iglesia plenamente reconocido y reconciliado

21 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Si quisiéramos encontrar las raíces vitales que explican su teología podríamos seguir el hilo conductor que él mismo nos ofrece, cuando habla de su vocación o su llamada: Si quisiéramos encontrar las raíces vitales que explican su teología podríamos seguir el hilo conductor que él mismo nos ofrece, cuando habla de su vocación o su llamada: “creo que, por una lógica profunda… mi vocación ha sido, desde el principio, a la vez sacerdotal y religiosa, dominicana y tomista, ecuménica y eclesiológica”

22 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Esta formulación interesa porque: Esta formulación interesa porque: a) manifiesta la convicción de la existencia de una unidad que da sentido a las distintas vertientes de su vocación, a pesar de sus matices a) manifiesta la convicción de la existencia de una unidad que da sentido a las distintas vertientes de su vocación, a pesar de sus matices b) esa unidad vocacional apunta en último término a su pasión por la cuestión de la unidad, el tema de nuestra exposición; estamos ante una unidad diferenciada, matizada… b) esa unidad vocacional apunta en último término a su pasión por la cuestión de la unidad, el tema de nuestra exposición; estamos ante una unidad diferenciada, matizada… Vamos a decir una palabra sobre cada una de las facetas de su vocación Vamos a decir una palabra sobre cada una de las facetas de su vocación

23 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar 1. Vocación: sacerdotal y religiosa 1. Vocación: sacerdotal y religiosa La vocación sacerdotal nace muy pronto en Congar, con apenas 13 o 14 años. Está relacionada con la contemplación del espectáculo de la miseria, la pobreza y la desgracia causada por la primera guerra mundial. La vocación sacerdotal nace muy pronto en Congar, con apenas 13 o 14 años. Está relacionada con la contemplación del espectáculo de la miseria, la pobreza y la desgracia causada por la primera guerra mundial. Esa vocación tiene una clara orientación o sentido: la predicación (¡Deseaba predicar la conversión de los hombres!) Esa vocación tiene una clara orientación o sentido: la predicación (¡Deseaba predicar la conversión de los hombres!)

24 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Aquella vocación al sacerdocio en relación con la predicación se iba a explicitar y concretar más tarde. Aquella vocación al sacerdocio en relación con la predicación se iba a explicitar y concretar más tarde. Con las orientaciones del sacerdote Daniel Lallement (profesor del Instituto Católico de Paris), el joven Congar es introducido en el estudio de Santo Tomás y en el mundo de la vida religiosa. Con las orientaciones del sacerdote Daniel Lallement (profesor del Instituto Católico de Paris), el joven Congar es introducido en el estudio de Santo Tomás y en el mundo de la vida religiosa. En agosto de 1919, Lallement le invita a pasar unos días en una abadía benedictina en Bélgica. Allí descubre que su verdadera vocación es la vida religiosa. Pero todavía falta precisar bajo qué carisma En agosto de 1919, Lallement le invita a pasar unos días en una abadía benedictina en Bélgica. Allí descubre que su verdadera vocación es la vida religiosa. Pero todavía falta precisar bajo qué carisma En 1921 ingresa en el seminario parisino de El Carmen y frecuenta el Instituto Católico de Paris, donde encontrará a varios profesores dominicos. Tomás de Aquino le sale de nuevo al paso En 1921 ingresa en el seminario parisino de El Carmen y frecuenta el Instituto Católico de Paris, donde encontrará a varios profesores dominicos. Tomás de Aquino le sale de nuevo al paso Finalmente, su vocación sacerdotal y religiosa se decantará por los dominicos: la predicación y santo Tomás son factores decisivos en su decisión Finalmente, su vocación sacerdotal y religiosa se decantará por los dominicos: la predicación y santo Tomás son factores decisivos en su decisión

25 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar 2. La vocación dominicana y tomista 2. La vocación dominicana y tomista Congar entra en la Orden de Predicadores en noviembre de 1925 en el convento de Amiens. Congar entra en la Orden de Predicadores en noviembre de 1925 en el convento de Amiens. Tras el noviciado marcha a Le Saulchoir (Bélgica). Allí se forma en el tomismo de nuevo cuño que se fomenta en aquella verdadera “escuela de teología” (Chenu). Tras el noviciado marcha a Le Saulchoir (Bélgica). Allí se forma en el tomismo de nuevo cuño que se fomenta en aquella verdadera “escuela de teología” (Chenu). Se trataba de un tomismo histórico: “Era una aproximación histórica a Santo Tomás, no para relativizar lo que no es relativizable, sino para situar su pensamiento en una época, porque todo es histórico, absolutamente todo, incluida la Biblia y Jesús” Se trataba de un tomismo histórico: “Era una aproximación histórica a Santo Tomás, no para relativizar lo que no es relativizable, sino para situar su pensamiento en una época, porque todo es histórico, absolutamente todo, incluida la Biblia y Jesús” De esa escuela, como profesor, él mismo formaría parte, pues su primer destino, acabada la formación, iba a ser Le Saulchoir. De esa escuela, como profesor, él mismo formaría parte, pues su primer destino, acabada la formación, iba a ser Le Saulchoir.

26 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar De esta vida dominicana que descubre en Bélgica le seducía su tenor comunitario y su rigor intelectual; ambas cosas al servicio de la predicación de la Palabra a través de todos los medios posibles De esta vida dominicana que descubre en Bélgica le seducía su tenor comunitario y su rigor intelectual; ambas cosas al servicio de la predicación de la Palabra a través de todos los medios posibles Aquella comunidad-escuela dominicana, además, estaba abierta a las necesidades del mundo circundante (acción católica, curas obreros, el Islam…) Aquella comunidad-escuela dominicana, además, estaba abierta a las necesidades del mundo circundante (acción católica, curas obreros, el Islam…)

27 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Recordaba con afecto Congar de aquella experiencia: Recordaba con afecto Congar de aquella experiencia: “Para mí y para aquellos de mi generación (la aspiración comunitaria) podría resumirse muy bien en aquello dicho por Sainte-Exupéry: no mirarse mutuamente, sino mirar juntos en la misma dirección” “Para mí y para aquellos de mi generación (la aspiración comunitaria) podría resumirse muy bien en aquello dicho por Sainte-Exupéry: no mirarse mutuamente, sino mirar juntos en la misma dirección”

28 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Santo Tomás, dentro de la Orden de Predicadores, es otro de los amores vocacionales de Congar. Santo Tomás, dentro de la Orden de Predicadores, es otro de los amores vocacionales de Congar. ¿Qué significa el Aquinate para Congar? ¿Qué significa el Aquinate para Congar? a. El rigor en las ideas y la claridad (la búsqueda del principio y la conclusión, la causa y el efecto) que ayuda a estructurar el pensamiento a. El rigor en las ideas y la claridad (la búsqueda del principio y la conclusión, la causa y el efecto) que ayuda a estructurar el pensamiento b. La búsqueda del aspecto formal de cada una de las cuestiones para entender de qué se habla (hablar de una cuestión formalmente es hablar de ella bajo un aspecto preciso para evitar las confusiones) b. La búsqueda del aspecto formal de cada una de las cuestiones para entender de qué se habla (hablar de una cuestión formalmente es hablar de ella bajo un aspecto preciso para evitar las confusiones) c) El sentido de apertura (la verdad diga quien la diga, pero la verdad) y el diálogo honesto (con las cuestiones candentes) c) El sentido de apertura (la verdad diga quien la diga, pero la verdad) y el diálogo honesto (con las cuestiones candentes)

29 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar 3. Vocación ecuménica y eclesiológica 3. Vocación ecuménica y eclesiológica Hablar de la Iglesia y de ecumenismo en Congar prácticamente es lo mismo Hablar de la Iglesia y de ecumenismo en Congar prácticamente es lo mismo Probablemente la llamada del ecumenismo resonó primero en el niño Congar. El mismo nos cuenta un hecho ciertamente significativo acaecido durante la I Guerra Mundial en su tierra: Probablemente la llamada del ecumenismo resonó primero en el niño Congar. El mismo nos cuenta un hecho ciertamente significativo acaecido durante la I Guerra Mundial en su tierra: “En un gesto de anticlericalismo, los soldados alemanes, quemaron la Iglesia. Habían reunido los bancos en el coro y los rociaron con gasolina, mientras conducían a nuestro cura al cementerio donde lo retuvieron una jornada entera… Liberado el cura, fue recibido por el pastor protestante que le ofreció su pequeño templo para que celebrase los oficios católicos” “En un gesto de anticlericalismo, los soldados alemanes, quemaron la Iglesia. Habían reunido los bancos en el coro y los rociaron con gasolina, mientras conducían a nuestro cura al cementerio donde lo retuvieron una jornada entera… Liberado el cura, fue recibido por el pastor protestante que le ofreció su pequeño templo para que celebrase los oficios católicos” Además, su tierra natal es una tierra en la que se ha vivido con naturalidad el respeto entre cristianos: “los príncipes de Sedán se convirtieron al protestantismo ya en el siglo XVI, pero respetaron a los católicos: del mismo modo que éstos respetaron a los protestantes cuando, en 1642, la ciudad se hizo católica por su incorporación a Francia. Sedán siempre fue una tierra de libertad” Además, su tierra natal es una tierra en la que se ha vivido con naturalidad el respeto entre cristianos: “los príncipes de Sedán se convirtieron al protestantismo ya en el siglo XVI, pero respetaron a los católicos: del mismo modo que éstos respetaron a los protestantes cuando, en 1642, la ciudad se hizo católica por su incorporación a Francia. Sedán siempre fue una tierra de libertad”

30 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Más tarde, durante los ejercicios espirituales de su ordenación sacerdotal (1930), esa vocación ecuménica se iba a confirmar y a explicitar: Más tarde, durante los ejercicios espirituales de su ordenación sacerdotal (1930), esa vocación ecuménica se iba a confirmar y a explicitar: “para prepararme a mi ordenación había escogido una serie de lecturas, entre las que se encontraba el evangelio de san Juan que había estudiado con el P. Lagrange, y el comentario de santo Tomás. Fue meditando particularmente el capítulo 17 de san Juan cuando claramente me fue revelada mi vocación ecuménica” “para prepararme a mi ordenación había escogido una serie de lecturas, entre las que se encontraba el evangelio de san Juan que había estudiado con el P. Lagrange, y el comentario de santo Tomás. Fue meditando particularmente el capítulo 17 de san Juan cuando claramente me fue revelada mi vocación ecuménica”

31 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Por su parte, su refinada vocación eclesiológica se relaciona con otro hecho para muchos inadvertido, nos cuenta J. Bosch. Por su parte, su refinada vocación eclesiológica se relaciona con otro hecho para muchos inadvertido, nos cuenta J. Bosch. En 1935 tras la lectura de los resultados de una encuesta sobre la increencia, publicados en la revista Vie Spirituelle, Congar se siente llamado a dar una respuesta proporcionada al problema. En 1935 tras la lectura de los resultados de una encuesta sobre la increencia, publicados en la revista Vie Spirituelle, Congar se siente llamado a dar una respuesta proporcionada al problema. Esa respuesta será una presentación del rostro verdadero de la Iglesia a través de la colección Unam Sanctam Esa respuesta será una presentación del rostro verdadero de la Iglesia a través de la colección Unam Sanctam Congar cree que los cristianos tienen también responsabilidad en la falta de fe de la gente; piensa que “dicha responsabilidad provenía de que la Iglesia mostraba a los hombres un rostro que, más que manifestarla, traicionaba su verdadera naturaleza, conforme al Evangelio y su tradición profunda” Congar cree que los cristianos tienen también responsabilidad en la falta de fe de la gente; piensa que “dicha responsabilidad provenía de que la Iglesia mostraba a los hombres un rostro que, más que manifestarla, traicionaba su verdadera naturaleza, conforme al Evangelio y su tradición profunda”

32 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Su convicción: con una renovación de la teología y una reforma de la vida de la Iglesia, a mucha gente le resultaría más fácil creer Su convicción: con una renovación de la teología y una reforma de la vida de la Iglesia, a mucha gente le resultaría más fácil creer "Algunos aceptarían bastante fácilmente la fe si se presentara tal como brota de sus fuentes, pues cuesta trabajo reconocer el evangelio bajo esta envoltura histórica que esconde su realidad viva y parece heterogénea a él” "Algunos aceptarían bastante fácilmente la fe si se presentara tal como brota de sus fuentes, pues cuesta trabajo reconocer el evangelio bajo esta envoltura histórica que esconde su realidad viva y parece heterogénea a él”

33 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar "No se trata de reformar abusos: no los hay. Se trata de revisar estructuras. Esto va más lejos de lo que puede ir un simple recuerdo de los cánones. Exige que se remonte más arriba, hacia las fuentes: porque no se trata de volver a su patrón una forma deformada, sino de inventar nuevas formas, por encima de los patrones dados actualmente, sencillamente partiendo del espíritu y del tipo esencial de los orígenes, partiendo de la tradición profunda de la Iglesia siempre viva, bajo la intendencia del magisterio... La solución no se quiere hallar al lado o contra la tradición de la Iglesia, sino en la profundidad de esta tradición“(Verdaderas y falsas reformas en la Iglesia, 1950) "No se trata de reformar abusos: no los hay. Se trata de revisar estructuras. Esto va más lejos de lo que puede ir un simple recuerdo de los cánones. Exige que se remonte más arriba, hacia las fuentes: porque no se trata de volver a su patrón una forma deformada, sino de inventar nuevas formas, por encima de los patrones dados actualmente, sencillamente partiendo del espíritu y del tipo esencial de los orígenes, partiendo de la tradición profunda de la Iglesia siempre viva, bajo la intendencia del magisterio... La solución no se quiere hallar al lado o contra la tradición de la Iglesia, sino en la profundidad de esta tradición“(Verdaderas y falsas reformas en la Iglesia, 1950)

34 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Todo ello justifica su decisión de lanzar una colección dedicada al servicio de la renovación de la eclesiología: la colección Unam Sanctam”, cuyo segundo volumen sería una traducción de La unidad de la Iglesia de Möhler Todo ello justifica su decisión de lanzar una colección dedicada al servicio de la renovación de la eclesiología: la colección Unam Sanctam”, cuyo segundo volumen sería una traducción de La unidad de la Iglesia de Möhler No ha de extrañar que Congar se sintiese fundamentalmente un eclesiólogo y que hubiera querido escribir una eclesiología total, que nunca pudo realizar… No ha de extrañar que Congar se sintiese fundamentalmente un eclesiólogo y que hubiera querido escribir una eclesiología total, que nunca pudo realizar…

35 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar “Forma parte el presente trabajo de un conjunto de Ensayos sobre la comunión católica. Nacieron de un proyecto mío, viejo de más de veinte años: escribir un tratado de la Iglesia que en mi mente se titula la Iglesia, Pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo. Por desgracia, mil obstáculos impidieron y siguen impidiendo la realización de mi proyecto: el número y el volumen de los problemas que es preciso abordar en él, mis obligaciones docentes y de apostolado oral y escrito, un correo abrumador, colaboraciones múltiples, el servicio difícil y en auge de la unidad cristiana, el peso de una revista científica y de una colección y, en fin, los acontecimientos… seis años de guerra y de cautividad..” (Verdaderas y falsas reformas en la Iglesia, 1950)

36 1. “Una pasión: la unidad”. Las raíces vitales que iluminan la teología de Y. Congar Recogemos el pensamiento en este primer apartado Recogemos el pensamiento en este primer apartado Congar define su propia vocación cristiana a través de tres binomios: sacerdotal y religiosa, dominicana y tomista, ecuménica y eclesiológica. Binomios, a su vez, enraizados en su experiencia vital y creyente Congar define su propia vocación cristiana a través de tres binomios: sacerdotal y religiosa, dominicana y tomista, ecuménica y eclesiológica. Binomios, a su vez, enraizados en su experiencia vital y creyente Lo realmente significativo es que solo hay una vocación que se irradia en cada uno de sus aspectos. Es una vocación única que, a su vez, se sostiene y enriquece en la diversidad de sus vertientes Lo realmente significativo es que solo hay una vocación que se irradia en cada uno de sus aspectos. Es una vocación única que, a su vez, se sostiene y enriquece en la diversidad de sus vertientes Esta unidad diferenciada es la figura de la comunión que define al Dios cristiano, a la Iglesia y al propio ser humano. Esta unidad diferenciada es la figura de la comunión que define al Dios cristiano, a la Iglesia y al propio ser humano. Parece lógico que Congar entienda que la causa de la unidad- comunión sea el gran tema al servicio del cual había de estar su vida cristiana y teológica. Un tema que, por su arraigo vital, era una auténtica pasión, incluso, sufrida en sus propias carnes (Una pasión: la unidad, 1974). Parece lógico que Congar entienda que la causa de la unidad- comunión sea el gran tema al servicio del cual había de estar su vida cristiana y teológica. Un tema que, por su arraigo vital, era una auténtica pasión, incluso, sufrida en sus propias carnes (Una pasión: la unidad, 1974). Todo ello conduce con cierta naturalidad el discurso a la presentación de este tema en su obra bajo dos caras de una misma moneda: la unidad de la Iglesia y el ecumenismo Todo ello conduce con cierta naturalidad el discurso a la presentación de este tema en su obra bajo dos caras de una misma moneda: la unidad de la Iglesia y el ecumenismo

37 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar En la presentación de estos trazos vamos a basarnos fundamentalmente en dos obras separadas entre sí por 32 años: En la presentación de estos trazos vamos a basarnos fundamentalmente en dos obras separadas entre sí por 32 años: Cristianos desunidos (1937) y Propiedades esenciales de la Iglesia (MS IV/1), 1969 Cristianos desunidos (1937) y Propiedades esenciales de la Iglesia (MS IV/1), 1969 A pesar de su distancia las ideas centrales en torno a la unidad de la Iglesia permanecen A pesar de su distancia las ideas centrales en torno a la unidad de la Iglesia permanecen Igualmente, se aprecian algunas diferencias que expresan la lógica evolución del pensamiento de un autor en el tiempo Igualmente, se aprecian algunas diferencias que expresan la lógica evolución del pensamiento de un autor en el tiempo

38 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar Cristianos desunidos es una obra de juventud y su intención es básicamente ecuménica; una temática que lleva a Congar a planteamientos que, según su estimación, pudieran parecer, incluso, duros, pero que, por fidelidad a la verdad, hay que dar a conocer. Escribe nuestro autor: Cristianos desunidos es una obra de juventud y su intención es básicamente ecuménica; una temática que lleva a Congar a planteamientos que, según su estimación, pudieran parecer, incluso, duros, pero que, por fidelidad a la verdad, hay que dar a conocer. Escribe nuestro autor: “Es posible que esto o aquello les parezca duro a tal o cual. Muchas cosas, en este libro, han comenzado por parecernos duras a nosotros mismos. Pero, habiéndolas reconocido como verdaderas, después de un esfuerzo que en ocasiones fue un combate, no podríamos callarlas. La obediencia a la verdad ha sido una ley en primer lugar para nosotros mismos” “Es posible que esto o aquello les parezca duro a tal o cual. Muchas cosas, en este libro, han comenzado por parecernos duras a nosotros mismos. Pero, habiéndolas reconocido como verdaderas, después de un esfuerzo que en ocasiones fue un combate, no podríamos callarlas. La obediencia a la verdad ha sido una ley en primer lugar para nosotros mismos”

39 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar Por su parte la reflexión sobre Las propiedades esenciales de la Iglesia es una obra de madurez y con una intencionalidad académica y manualística. Por su parte la reflexión sobre Las propiedades esenciales de la Iglesia es una obra de madurez y con una intencionalidad académica y manualística. No olvidemos que forma parte del empeño gigante de presentar la teología desde la perspectiva de la historia de la salvación No olvidemos que forma parte del empeño gigante de presentar la teología desde la perspectiva de la historia de la salvación

40 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar Congar al comenzar su obra de 1969 reconoce las diferencias de su pensamiento con respecto al de 1937. En Cristianos desunidos, nos dice, su exposición sobre las notas o propiedades de la Iglesia fue mucho más esencialista y olvidó el carácter funcional de la unidad y la apostolicidad: Congar al comenzar su obra de 1969 reconoce las diferencias de su pensamiento con respecto al de 1937. En Cristianos desunidos, nos dice, su exposición sobre las notas o propiedades de la Iglesia fue mucho más esencialista y olvidó el carácter funcional de la unidad y la apostolicidad: “debido a esta unidad esencial y a esta interioridad mutua de las propiedades de la Iglesia, no se puede, como nosotros hicimos demasiado esquemáticamente en el libro Cristianos desunidos, reservar el calificativo de dinámica a la santidad y a la catolicidad. Las cuatro propiedades esenciales son dadas y por realizar. Toda la Iglesia es misionera. Toda la Iglesia es dinámica” “debido a esta unidad esencial y a esta interioridad mutua de las propiedades de la Iglesia, no se puede, como nosotros hicimos demasiado esquemáticamente en el libro Cristianos desunidos, reservar el calificativo de dinámica a la santidad y a la catolicidad. Las cuatro propiedades esenciales son dadas y por realizar. Toda la Iglesia es misionera. Toda la Iglesia es dinámica”

41 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar ¿Qué itinerario vamos a seguir en la exposición de las líneas maestras de la teología de la unidad de la Iglesia en Congar? ¿Qué itinerario vamos a seguir en la exposición de las líneas maestras de la teología de la unidad de la Iglesia en Congar? 1. El fundamento divino y trascendente de la unidad eclesial 1. El fundamento divino y trascendente de la unidad eclesial 2. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia 2. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia 3. La Iglesia es una comunión 3. La Iglesia es una comunión

42 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar: El fundamento divino y trascendente de la unidad eclesial El origen, fuente, fundamento y explicación de la unidad eclesial es el misterio de la unidad del Dios cristiano. El origen, fuente, fundamento y explicación de la unidad eclesial es el misterio de la unidad del Dios cristiano. Congar, sigue en esto muy de cerca al autor de referencia, S.Cipriano: Congar, sigue en esto muy de cerca al autor de referencia, S.Cipriano: “Dice el Señor: El Padre y Yo somos una sola cosa. E igualmente, del Padre, del Hijo y del ES está escrito: Estos tres son uno. ¿Quién puede creer, pues, que esta unidad, que procede de la estabilidad divina y es conforme a los misterios celestes, pueda romperse en la Iglesia, desgarrarse por la oposición de voluntades en desacuerdo?” (De unitate ecclesiae) “Dice el Señor: El Padre y Yo somos una sola cosa. E igualmente, del Padre, del Hijo y del ES está escrito: Estos tres son uno. ¿Quién puede creer, pues, que esta unidad, que procede de la estabilidad divina y es conforme a los misterios celestes, pueda romperse en la Iglesia, desgarrarse por la oposición de voluntades en desacuerdo?” (De unitate ecclesiae) En consecuencia, en un primer término que no puede ser nunca superado, la unidad eclesial es la comunicación y la prolongación de la unidad de Dios y, por eso, es y será del orden de la gracia y del don. En consecuencia, en un primer término que no puede ser nunca superado, la unidad eclesial es la comunicación y la prolongación de la unidad de Dios y, por eso, es y será del orden de la gracia y del don. En este sentido, hay que hablar de unidad (una) y de unicidad (única, exclusiva) de la Iglesia, como comunicación y reflejo de la misma realidad del Dios Trinitario (Uno y Único). En este sentido, hay que hablar de unidad (una) y de unicidad (única, exclusiva) de la Iglesia, como comunicación y reflejo de la misma realidad del Dios Trinitario (Uno y Único).

43 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y.Congar: El fundamento divino y trascendente de la unidad eclesial Por la obra del Hijo de Dios encarnado y del don del ES, esta unidad trascendente ha creado una forma (de la que es prolongación) en la que, humana y terrenalmente, se ha de realizar aquella unidad de origen divino. Por la obra del Hijo de Dios encarnado y del don del ES, esta unidad trascendente ha creado una forma (de la que es prolongación) en la que, humana y terrenalmente, se ha de realizar aquella unidad de origen divino. Esta forma, por la ley de la encarnación a la que se ajusta toda la dinámica salvífica cristiana, constituye el medio adaptado y proporcionado para que, en materia de unidad, la realidad humana de la Iglesia siga fielmente a su fuente trascendente. Esta forma, por la ley de la encarnación a la que se ajusta toda la dinámica salvífica cristiana, constituye el medio adaptado y proporcionado para que, en materia de unidad, la realidad humana de la Iglesia siga fielmente a su fuente trascendente.

44 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y.Congar: El fundamento divino y trascendente de la unidad eclesial Congar expresa bellamente este hecho poniendo en relación tres términos latinos. Congar expresa bellamente este hecho poniendo en relación tres términos latinos. La Iglesia, en principio, es ecclesia de Trinitate. Para que ésta se pueda hacer ecclesia ex hominibus precisa de la mediación de Jesucristo, Hijo de Dios encarnado; es decir, ha de ser ecclesia in Christo. Nos enseña: La Iglesia, en principio, es ecclesia de Trinitate. Para que ésta se pueda hacer ecclesia ex hominibus precisa de la mediación de Jesucristo, Hijo de Dios encarnado; es decir, ha de ser ecclesia in Christo. Nos enseña: “Antes de considerar la forma humana de la unidad de la Iglesia, es preciso poner de relieve un rasgo de su sobrenatural esencia; para que la “Ecclesia de Trinitate” pueda hacerse con la “Ecclesia ex hominibus”, fue preciso que Dios se convirtiese en el “homo factus ex Maria Virgine”. El “ex hominibus” y el “de Trinitate solamente se unen en Christo”, porque ‘uno es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús’ (1 Tim 2, 5)” “Antes de considerar la forma humana de la unidad de la Iglesia, es preciso poner de relieve un rasgo de su sobrenatural esencia; para que la “Ecclesia de Trinitate” pueda hacerse con la “Ecclesia ex hominibus”, fue preciso que Dios se convirtiese en el “homo factus ex Maria Virgine”. El “ex hominibus” y el “de Trinitate solamente se unen en Christo”, porque ‘uno es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús’ (1 Tim 2, 5)”

45 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar: El fundamento divino y trascendente de la unidad eclesial Por tanto, la Iglesia es divina y humana al mismo tiempo; y, con toda lógica, la unidad en ella será, simultáneamente, don (que viene dado de lo alto) y tarea a implementar en el transcurso de la historia a través de la forma humana de la unidad. Por tanto, la Iglesia es divina y humana al mismo tiempo; y, con toda lógica, la unidad en ella será, simultáneamente, don (que viene dado de lo alto) y tarea a implementar en el transcurso de la historia a través de la forma humana de la unidad. Esta estructura divino-humana de la Iglesia, que se revela aquí desde la propiedad de su unidad, es sacramental, pero en la prolongación y en dependencia de la sacramentalidad de Jesucristo. Esta estructura divino-humana de la Iglesia, que se revela aquí desde la propiedad de su unidad, es sacramental, pero en la prolongación y en dependencia de la sacramentalidad de Jesucristo. Este hecho explicará, por ejemplo, que el Vaticano II presente a la Iglesia como un sacramento de unidad: Este hecho explicará, por ejemplo, que el Vaticano II presente a la Iglesia como un sacramento de unidad: “Y porque la Iglesia es en Cristo como un sacramento, o sea signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano” (LG 1)

46 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y.Congar: El fundamento divino y trascendente de la unidad eclesial 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y.Congar: El fundamento divino y trascendente de la unidad eclesial Conviene matizar, como hace Congar, que la unidad teándrica (de lo divino y lo humano) en Jesucristo y en la Iglesia, a pesar de la cercanía, son distintas: Conviene matizar, como hace Congar, que la unidad teándrica (de lo divino y lo humano) en Jesucristo y en la Iglesia, a pesar de la cercanía, son distintas: –“La unión de Dios con la humanidad en Cristo y su unión con la humanidad en la Iglesia son muy diferentes, aun cuando los dos misterios están mutuamente relacionados. En Cristo la humanidad está unida en Dios in persona (para formar un solo ser divino-humano ontológica y sustancialmente uno). En la Iglesia, la humanidad está unida a Dios con una unión vital, no personal, para formar una realidad divino-humana místicamente una”

47 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El fundamento divino y trascendente de la unidad eclesial Este fundamento divino y trascendente de la unidad de la Iglesia, en su aportación a MS, es explicado de una manera más funcional y dinámica, con el recurso a la escatología. Este fundamento divino y trascendente de la unidad de la Iglesia, en su aportación a MS, es explicado de una manera más funcional y dinámica, con el recurso a la escatología. Afirma: “La Iglesia no puede ser comprendida rectamente más que partiendo de la escatología, es decir, arrancando de lo que debe ser cuando llegue a realizarse en su total perfección” Afirma: “La Iglesia no puede ser comprendida rectamente más que partiendo de la escatología, es decir, arrancando de lo que debe ser cuando llegue a realizarse en su total perfección” Este estado de perfección lo conocemos por la Escritura, que hace recaer sobre Dios el acento principal en todas las imágenes eclesiales; Dios, pues, es el término soberano de referencia y comunicador de su unidad y unicidad… Este estado de perfección lo conocemos por la Escritura, que hace recaer sobre Dios el acento principal en todas las imágenes eclesiales; Dios, pues, es el término soberano de referencia y comunicador de su unidad y unicidad… El primer principio de unidad de la Iglesia y la razón fundamental de su unicidad radican en la unidad y unicidad de Dios El primer principio de unidad de la Iglesia y la razón fundamental de su unicidad radican en la unidad y unicidad de Dios

48 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El fundamento divino y trascendente de la unidad eclesial Explica Congar que esta unidad eclesial que brota de Dios y que se consumará y alcanzará escatológicamente, a su vez, se refleja, en primer lugar, en la naturaleza humana que, además, ha de ser percibida en el marco de la unidad del mundo Explica Congar que esta unidad eclesial que brota de Dios y que se consumará y alcanzará escatológicamente, a su vez, se refleja, en primer lugar, en la naturaleza humana que, además, ha de ser percibida en el marco de la unidad del mundo Por esta vía y desde esta perspectiva, la Iglesia “representa la forma que toma la unidad de la naturaleza humana cuando refleja perfectamente la unidad de Dios por el hecho de haber sido asumida por el Hijo único de Dios, asunción que, realizada por Cristo, es aplicada a los hombres”. Por esta vía y desde esta perspectiva, la Iglesia “representa la forma que toma la unidad de la naturaleza humana cuando refleja perfectamente la unidad de Dios por el hecho de haber sido asumida por el Hijo único de Dios, asunción que, realizada por Cristo, es aplicada a los hombres”. “Esta unidad debe consumarse escatológicamente”; por tanto, “La ciudad de Dios se prepara y comienza en el pueblo de Dios todavía itinerante por la tierra” “Esta unidad debe consumarse escatológicamente”; por tanto, “La ciudad de Dios se prepara y comienza en el pueblo de Dios todavía itinerante por la tierra”

49 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El fundamento divino y trascendente de la unidad eclesial Este hecho confiere a la Iglesia un estatuto paradójico. Un estatuto escatológico. Este hecho confiere a la Iglesia un estatuto paradójico. Un estatuto escatológico. La unidad eclesial nace de Dios y se comunica al Pueblo de Dios por medio de Cristo y del Espíritu, pero esa unidad no se alcanzará en plenitud sino en la consumación final. De este modo el ser de la Iglesia actual es del todo singular: La unidad eclesial nace de Dios y se comunica al Pueblo de Dios por medio de Cristo y del Espíritu, pero esa unidad no se alcanzará en plenitud sino en la consumación final. De este modo el ser de la Iglesia actual es del todo singular: “Esta situación dialéctica y paradójica de la Iglesia durante su etapa itinerante le confiere una estructura igualmente dialéctica caracterizada por una dualidad que corresponde a ese “ya-todavía no” “Esta situación dialéctica y paradójica de la Iglesia durante su etapa itinerante le confiere una estructura igualmente dialéctica caracterizada por una dualidad que corresponde a ese “ya-todavía no” Cristo es el garante de este estatuto peculiar: asegura lo uno (ya) y lo otro (el todavía no) a su Iglesia Cristo es el garante de este estatuto peculiar: asegura lo uno (ya) y lo otro (el todavía no) a su Iglesia

50 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El fundamento divino y trascendente de la unidad eclesial De todo ello se deriva que, en su etapa terrena, la unidad de la Iglesia ha de ser considerada en dos planos: el de los medios externos a su servicio y el de su realidad interior De todo ello se deriva que, en su etapa terrena, la unidad de la Iglesia ha de ser considerada en dos planos: el de los medios externos a su servicio y el de su realidad interior Los medios externos están dispuestos al servicio de la realidad interior. El ideal, en consecuencia, será obtener la plenitud de la realidad interior (la unidad divina) utilizando los medios dispuestos por Dios para lograrla. Los medios externos están dispuestos al servicio de la realidad interior. El ideal, en consecuencia, será obtener la plenitud de la realidad interior (la unidad divina) utilizando los medios dispuestos por Dios para lograrla. De esta forma la unidad eclesial será, a la vez, carnal y espiritual, externa e interna. Tal es el designio del Dios. De esta forma la unidad eclesial será, a la vez, carnal y espiritual, externa e interna. Tal es el designio del Dios.

51 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El fundamento divino y trascendente de la unidad eclesial Congar, a esta altura de su explicación, advierte que “por su carácter dialéctico, la condición terrena de la Iglesia entraña la posibilidad de una distancia e incluso de una separación entre el plano de los medios y el de la realidad interior” Congar, a esta altura de su explicación, advierte que “por su carácter dialéctico, la condición terrena de la Iglesia entraña la posibilidad de una distancia e incluso de una separación entre el plano de los medios y el de la realidad interior” De ahí que la Iglesia sea santa y pecadora y necesitada siempre de purificación y reforma (LG 8) De ahí que la Iglesia sea santa y pecadora y necesitada siempre de purificación y reforma (LG 8)

52 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia El fundamento de la unidad de la Iglesia es Trinitario y escatológico, El fundamento de la unidad de la Iglesia es Trinitario y escatológico, pero esa unidad, por comunicación y prolongación, se hace real en una comunidad humana que está en la historia. pero esa unidad, por comunicación y prolongación, se hace real en una comunidad humana que está en la historia. La razón que explica esta comunicación es la encarnación del Hijo de Dios, que, por eso mismo, da una forma carnal, sensible, social y sacramental a la unidad de la Iglesia. La razón que explica esta comunicación es la encarnación del Hijo de Dios, que, por eso mismo, da una forma carnal, sensible, social y sacramental a la unidad de la Iglesia.

53 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia Comenta Congar: Comenta Congar: “La vida divina no nos es dada bajo una modalidad homogénea y connatural… Se nos da bajo una modalidad humana, adaptada a las condiciones del hombre…; por lo tanto si la sociedad de la Santísima Trinidad se prepara y comienza verdaderamente aquí abajo, en la humanidad, no según su modo de realización propio… sino según el modo de ser homogéneo y connatural de esa humanidad, forzosamente habremos de esperar una Iglesia de forma social, encarnada en las realidades sensibles, docente, gobernante, activa y militante” “La vida divina no nos es dada bajo una modalidad homogénea y connatural… Se nos da bajo una modalidad humana, adaptada a las condiciones del hombre…; por lo tanto si la sociedad de la Santísima Trinidad se prepara y comienza verdaderamente aquí abajo, en la humanidad, no según su modo de realización propio… sino según el modo de ser homogéneo y connatural de esa humanidad, forzosamente habremos de esperar una Iglesia de forma social, encarnada en las realidades sensibles, docente, gobernante, activa y militante”

54 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia “De principio a fin, las realidades celestes que constituyen fundamentalmente la Iglesia estarán, en la Iglesia de la tierra, encarnadas y sacramentalizadas: en ella, la fe será comunicada en términos humanos y por ministerio de hombres” “De principio a fin, las realidades celestes que constituyen fundamentalmente la Iglesia estarán, en la Iglesia de la tierra, encarnadas y sacramentalizadas: en ella, la fe será comunicada en términos humanos y por ministerio de hombres”

55 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia Pero, ¿cuál es la forma humana de la unidad eclesial? Pero, ¿cuál es la forma humana de la unidad eclesial? Congar hace la presentación detallada de esta forma a la luz del texto de Act. 2, 42: Congar hace la presentación detallada de esta forma a la luz del texto de Act. 2, 42: “Se mostraban asiduos a la enseñanza de los apóstoles, fieles a la comunión fraterna, a la fracción del pan y a la oración” “Se mostraban asiduos a la enseñanza de los apóstoles, fieles a la comunión fraterna, a la fracción del pan y a la oración”

56 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia De este texto deduce nuestro autor que la forma humana de la unidad ha de tener en cuenta los siguientes principios: De este texto deduce nuestro autor que la forma humana de la unidad ha de tener en cuenta los siguientes principios: A. La unidad de la fe A. La unidad de la fe B. Unidad en el culto y por los sacramentos B. Unidad en el culto y por los sacramentos C. Unidad de vida social orientada y gobernada por la caridad C. Unidad de vida social orientada y gobernada por la caridad

57 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia A. La unidad de fe es fundamental y central en la Iglesia; de ahí que se haga presente en los otros principios de la forma humana de unidad: A. La unidad de fe es fundamental y central en la Iglesia; de ahí que se haga presente en los otros principios de la forma humana de unidad: - los sacramentos la suponen y expresan - los sacramentos la suponen y expresan - toda la organización social en la Iglesia son un servicio a la fe - toda la organización social en la Iglesia son un servicio a la fe

58 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia A. Y es que la fe es un principio de unidad interior y exterior en la Iglesia. A. Y es que la fe es un principio de unidad interior y exterior en la Iglesia. Es principio de unidad interior porque: Es principio de unidad interior porque: “ compartiendo la misma fe, adhiriéndose a la misma palabra del mismo Dios y del mismo Cristo, todos los fieles tienen como término de su conocimiento y de su adhesión o consagración de la fe la misma realidad… La fe en los fieles es la realización de una misma forma de vida” “ compartiendo la misma fe, adhiriéndose a la misma palabra del mismo Dios y del mismo Cristo, todos los fieles tienen como término de su conocimiento y de su adhesión o consagración de la fe la misma realidad… La fe en los fieles es la realización de una misma forma de vida”

59 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia A. La fe también es un principio de unión externo por comportar en la economía presente una estructura de mediaciones: A. La fe también es un principio de unión externo por comportar en la economía presente una estructura de mediaciones: “La revelación no es dada a cada uno personalmente en la intimidad de su conciencia, sino públicamente, a una colectividad, por medio de unos ministros y de unos medios. Así hablamos de la fe, del testimonio apostólico, del magisterio, del bautismo y de los sacramentos. Estos son los medios por los que se realiza la primera unidad de la Iglesia” “La revelación no es dada a cada uno personalmente en la intimidad de su conciencia, sino públicamente, a una colectividad, por medio de unos ministros y de unos medios. Así hablamos de la fe, del testimonio apostólico, del magisterio, del bautismo y de los sacramentos. Estos son los medios por los que se realiza la primera unidad de la Iglesia”

60 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia A. En suma, esta capacidad unitiva de la fe manifiesta “que no es sólo principio de unidad para la Iglesia como comienzo de la realización de una forma sobrenatural de vida común a todos los fieles; lo es también como medio que une la Iglesia con el principio del cual recibe su existencia y su vida” A. En suma, esta capacidad unitiva de la fe manifiesta “que no es sólo principio de unidad para la Iglesia como comienzo de la realización de una forma sobrenatural de vida común a todos los fieles; lo es también como medio que une la Iglesia con el principio del cual recibe su existencia y su vida”

61 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia B. Unidad en el culto y por los sacramentos B. Unidad en el culto y por los sacramentos El culto es una expresión externa de la fe que, por su misma naturaleza, es social, comunitaria. El culto es una expresión externa de la fe que, por su misma naturaleza, es social, comunitaria. No solo une por este hecho social; el culto une también por entregar un mismo contenido a todos los participantes en él: Jesucristo en su misterio pascual; Jesucristo, centro y principio de vida y maestro No solo une por este hecho social; el culto une también por entregar un mismo contenido a todos los participantes en él: Jesucristo en su misterio pascual; Jesucristo, centro y principio de vida y maestro

62 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia B. La unidad de culto alcanza su culmen en los sacramentos B. La unidad de culto alcanza su culmen en los sacramentos Los sacramentos no solo son signos por los cuales al expresar la fe nos unimos a Jesucristo Salvador: Los sacramentos no solo son signos por los cuales al expresar la fe nos unimos a Jesucristo Salvador: “En los sacramentos se produce un lazo corporal, a través de un medio corporal, que desde Dios y Cristo, y por su voluntad, prolonga el acto supremo y por el cual Dios mismo se ha hecho medio corporal de nuestra salvación”; “se trata, pues, de una unidad de ser y de existencia que deriva de una fuente única” “En los sacramentos se produce un lazo corporal, a través de un medio corporal, que desde Dios y Cristo, y por su voluntad, prolonga el acto supremo y por el cual Dios mismo se ha hecho medio corporal de nuestra salvación”; “se trata, pues, de una unidad de ser y de existencia que deriva de una fuente única” Y todo esto, claro se ha de afirmar de forma particular de la eucaristía Y todo esto, claro se ha de afirmar de forma particular de la eucaristía

63 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia C. Unidad de vida social orientada y guiada por la caridad C. Unidad de vida social orientada y guiada por la caridad Toda sociedad o comunidad supone en sus miembros un amor al mismo objeto que une las voluntades y las acciones de personas diferentes. Toda sociedad o comunidad supone en sus miembros un amor al mismo objeto que une las voluntades y las acciones de personas diferentes. Entre los cristianos este amor es la caridad, que actúa desde el interior de éstos como una presencia personal vital del mismo Dios. Entre los cristianos este amor es la caridad, que actúa desde el interior de éstos como una presencia personal vital del mismo Dios. Congar, cuando habla de la caridad como motor de la unidad en la Iglesia distingue dos niveles: Congar, cuando habla de la caridad como motor de la unidad en la Iglesia distingue dos niveles: “en primer lugar, está la fuerza que reúne a la multiplicidad en la unidad por el hecho de unir a un gran número de personas en la búsqueda del mismo bien y de hacerlos cooperar en toda clase de servicios (caridad de servicio)…; en segundo lugar, la caridad hace participar de la misma raíz o fuente de vida, Cristo (caridad- comunión). Por una parte, reduce la diversidad a la unidad; por otra parte, realiza de alguna manera la difusión de la unidad en la diversidad” “en primer lugar, está la fuerza que reúne a la multiplicidad en la unidad por el hecho de unir a un gran número de personas en la búsqueda del mismo bien y de hacerlos cooperar en toda clase de servicios (caridad de servicio)…; en segundo lugar, la caridad hace participar de la misma raíz o fuente de vida, Cristo (caridad- comunión). Por una parte, reduce la diversidad a la unidad; por otra parte, realiza de alguna manera la difusión de la unidad en la diversidad”

64 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia C. Sostiene Congar que la “caridad de servicio” se deriva de la “caridad-comunión o comunicación”: C. Sostiene Congar que la “caridad de servicio” se deriva de la “caridad-comunión o comunicación”: “La unidad de vida, por la acción del mismo principio, precede y suscita la unidad de cooperación y de servicio” “La unidad de vida, por la acción del mismo principio, precede y suscita la unidad de cooperación y de servicio” A esta doble perspectiva caritativa, y como parte de ella, se unirá el ejercicio de la autoridad que regulará y promoverá la vida de comunión en la Iglesia A esta doble perspectiva caritativa, y como parte de ella, se unirá el ejercicio de la autoridad que regulará y promoverá la vida de comunión en la Iglesia

65 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia C. Caridad-servicio. Matiza nuestro autor: C. Caridad-servicio. Matiza nuestro autor: “Toda la vida cristiana es servicio. Esto se deriva del hecho de que la vida cristiana, en primer lugar, es participación a la vida de Cristo, que es el Servidor, y, en segundo lugar, una vida social en un mismo cuerpo”; “Toda la vida cristiana es servicio. Esto se deriva del hecho de que la vida cristiana, en primer lugar, es participación a la vida de Cristo, que es el Servidor, y, en segundo lugar, una vida social en un mismo cuerpo”; “el NT emplea para designar tales actividades (de servicio en la comunidad) el término koinonía, que significa comúnmente servicio, pero que significa también específicamente, ministerio. Esto nos lleva a tener que ampliar esa noción de ministerio, reducida en la práctica al ámbito de los ministerios instituidos o jerárquicos, a los que se concibe de ordinario como autoridad y poder más que como servicio.” “el NT emplea para designar tales actividades (de servicio en la comunidad) el término koinonía, que significa comúnmente servicio, pero que significa también específicamente, ministerio. Esto nos lleva a tener que ampliar esa noción de ministerio, reducida en la práctica al ámbito de los ministerios instituidos o jerárquicos, a los que se concibe de ordinario como autoridad y poder más que como servicio.”

66 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia C. Caridad-comunión C. Caridad-comunión Explica Congar en relación con la otra perspectiva: Explica Congar en relación con la otra perspectiva: “El amor del mismo bien absoluto y de todo lo que ese bien abarca crea entre todos aquellos que están animados por ese amor una unidad de vida, debido al hecho de que todos tienen un mismo objeto determinante de vida. En la medida en que este amor es comunicado por el mismo Espíritu Santo y por el mismo Cristo, la unidad por el objeto se ve reforzada por una unidad de sujeto, de raíz o de fuente. De esta forma, entre los miembros del cuerpo de Cristo se realiza una comunidad de vida análoga a la que existe dentro de un cuerpo individual” “El amor del mismo bien absoluto y de todo lo que ese bien abarca crea entre todos aquellos que están animados por ese amor una unidad de vida, debido al hecho de que todos tienen un mismo objeto determinante de vida. En la medida en que este amor es comunicado por el mismo Espíritu Santo y por el mismo Cristo, la unidad por el objeto se ve reforzada por una unidad de sujeto, de raíz o de fuente. De esta forma, entre los miembros del cuerpo de Cristo se realiza una comunidad de vida análoga a la que existe dentro de un cuerpo individual”

67 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia C. Caridad-comunión C. Caridad-comunión Esta comunión-comunicación entre los miembros hace que uno actúe sobre el otro e, igualmente, aunque dentro de ciertos límites, que unos puedan actuar por otros. Es lo que se llama comúnmente comunión de los santos, porque el fiel es un ser en comunión. Esta comunión-comunicación entre los miembros hace que uno actúe sobre el otro e, igualmente, aunque dentro de ciertos límites, que unos puedan actuar por otros. Es lo que se llama comúnmente comunión de los santos, porque el fiel es un ser en comunión. El ser y el haber del cristiano son ser y haber de miembro. Incluso lo que él es, lo que tiene de más íntimo y personal, lo tiene en el cuerpo y en el todo de la Iglesia El ser y el haber del cristiano son ser y haber de miembro. Incluso lo que él es, lo que tiene de más íntimo y personal, lo tiene en el cuerpo y en el todo de la Iglesia Desde este mismo presupuesto se explicaría también el pecado de cisma, si alguien adoptase un comportamiento contrario y obstinado a la comunión Desde este mismo presupuesto se explicaría también el pecado de cisma, si alguien adoptase un comportamiento contrario y obstinado a la comunión

68 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia C. Participación en la vida de la comunidad de los cristianos C. Participación en la vida de la comunidad de los cristianos Finalmente, dentro de esta tercera forma de la unidad, además de la caridad-servicio y de la caridad-comunión, Congar habla de la regulación eclesiástica de la unidad en la Iglesia por medio de la autoridad. Finalmente, dentro de esta tercera forma de la unidad, además de la caridad-servicio y de la caridad-comunión, Congar habla de la regulación eclesiástica de la unidad en la Iglesia por medio de la autoridad. Explica no solo hay una regla interior en las personas, ni una regla puramente objetiva en relación con la unidad eclesial; existe también una realidad eclesiástica que ha de velar y regular la vida de la comunión en la Iglesia, en el ejercicio de una tarea análoga a la que ejerce la autoridad en la sociedad Explica no solo hay una regla interior en las personas, ni una regla puramente objetiva en relación con la unidad eclesial; existe también una realidad eclesiástica que ha de velar y regular la vida de la comunión en la Iglesia, en el ejercicio de una tarea análoga a la que ejerce la autoridad en la sociedad

69 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. El reflejo encarnado del fundamento divino de la unidad: la forma humana de la unidad de la Iglesia C. Asegura el dominico francés: C. Asegura el dominico francés: “la autoridad apostólica y las autoridades derivadas de ella tienen en la Iglesia la misión, es decir, la tarea y el poder, de promover y regular la vida de comunión de los fieles…” “la autoridad apostólica y las autoridades derivadas de ella tienen en la Iglesia la misión, es decir, la tarea y el poder, de promover y regular la vida de comunión de los fieles…” y hacerlo como un servicio de la caridad, dado que el amor es el fin de la ley y de todo cuanto se realiza en la Iglesia. y hacerlo como un servicio de la caridad, dado que el amor es el fin de la ley y de todo cuanto se realiza en la Iglesia. “La Iglesia que establece las reglas de derecho es un servicio de la Iglesia que existe y se unifica por el amor, y no hay dos Iglesias, sino una y la misma” “La Iglesia que establece las reglas de derecho es un servicio de la Iglesia que existe y se unifica por el amor, y no hay dos Iglesias, sino una y la misma”

70 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión Congar está convencido que el concepto que mejor expresa la identidad de la Iglesia desde la perspectiva de la unidad es la comunión. Congar está convencido que el concepto que mejor expresa la identidad de la Iglesia desde la perspectiva de la unidad es la comunión. Explica que la unidad de la Iglesia no es uniformidad y esto tanto desde la parte de Dios como desde la parte humana Explica que la unidad de la Iglesia no es uniformidad y esto tanto desde la parte de Dios como desde la parte humana

71 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión Por parte de Dios la uniformidad está excluida: Por parte de Dios la uniformidad está excluida: - porque no actúa por necesidad sino libremente, - porque no actúa por necesidad sino libremente, - porque es trascendente y no puede ser representado y reflejado, incluso en su unidad, más que por una pluralidad que expresa una unidad más rica - porque es trascendente y no puede ser representado y reflejado, incluso en su unidad, más que por una pluralidad que expresa una unidad más rica

72 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión Por parte de la humanidad se excluye la uniformidad: Por parte de la humanidad se excluye la uniformidad: - porque Dios trata a los hombres como personas libres, ya se trate de personas individuales, ya de personalidades morales (comunidades naturales, pueblos) - porque Dios trata a los hombres como personas libres, ya se trate de personas individuales, ya de personalidades morales (comunidades naturales, pueblos) - de este modo los dones de Dios son recibidos por parte de unos sujetos vivos que tienen una historia, un alma propia (de ahí expresiones diversas de realidades fundamentalmente idénticas: teologías, ritos, devociones, costumbres, espiritualidades) - de este modo los dones de Dios son recibidos por parte de unos sujetos vivos que tienen una historia, un alma propia (de ahí expresiones diversas de realidades fundamentalmente idénticas: teologías, ritos, devociones, costumbres, espiritualidades)

73 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión Pero es que junto a esto, la unidad de la Iglesia se realiza en unidades parciales en las que se efectúa la naturaleza del todo. Pero es que junto a esto, la unidad de la Iglesia se realiza en unidades parciales en las que se efectúa la naturaleza del todo. Este hecho abre una cuestión muy interesante a la que Congar le dedica una matizada reflexión: la relación entre la Iglesia local y la Iglesia universal Este hecho abre una cuestión muy interesante a la que Congar le dedica una matizada reflexión: la relación entre la Iglesia local y la Iglesia universal

74 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión Congar recuerda que en el NT se aplica indiferentemente el nombre de Iglesia a nivel local y a escala universal. Congar recuerda que en el NT se aplica indiferentemente el nombre de Iglesia a nivel local y a escala universal. Y, recurriendo a la teología de los Padres, asevera que en este tema, el hecho de que cada parte contenga la totalidad no la hace ser esa totalidad; y que el hecho de que las comunidades o iglesias locales sean homogéneas al todo no las exime de estar en el todo y concurrir a realizarlo mediante lo que hay en cada una de ellas de singular y diferente Y, recurriendo a la teología de los Padres, asevera que en este tema, el hecho de que cada parte contenga la totalidad no la hace ser esa totalidad; y que el hecho de que las comunidades o iglesias locales sean homogéneas al todo no las exime de estar en el todo y concurrir a realizarlo mediante lo que hay en cada una de ellas de singular y diferente

75 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión ¿Qué solución propone? ¿Qué solución propone? Nuestro autor señala que la solución ha de ser buscada en: Nuestro autor señala que la solución ha de ser buscada en: A) una teología de la comunión y A) una teología de la comunión y B) una eclesiología de la Iglesia universal en su condición itinerante B) una eclesiología de la Iglesia universal en su condición itinerante

76 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión A. Una teología de la comunión A. Una teología de la comunión Congar argumenta de modo progresivo: Congar argumenta de modo progresivo:. En el NT la primera realidad afirmada es la Iglesia única (ekklesia), que no está ligada a ningún lugar. Realidad virtualmente y de suyo universal. El bautismo es la puerta de entrada a esta Iglesia. En el NT la primera realidad afirmada es la Iglesia única (ekklesia), que no está ligada a ningún lugar. Realidad virtualmente y de suyo universal. El bautismo es la puerta de entrada a esta Iglesia. Pero el NT y el cristianismo antiguo conocen una aplicación del término ekklesia a las asambleas locales; en ellas se realizaba el único Pueblo de Dios con posibilidad de ser universal. Pero el NT y el cristianismo antiguo conocen una aplicación del término ekklesia a las asambleas locales; en ellas se realizaba el único Pueblo de Dios con posibilidad de ser universal. Existía, pues, entre la Iglesia única y virtualmente universal y las Iglesias locales una unidad a la vez que una diferencia; por tanto, había una tensión. Existía, pues, entre la Iglesia única y virtualmente universal y las Iglesias locales una unidad a la vez que una diferencia; por tanto, había una tensión

77 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión A. Una teología de la comunión A. Una teología de la comunión ¿Cómo se puede resolver esta tensión? ¿Cómo se puede resolver esta tensión? Congar indica que hay tres direcciones: la federación, la organización unitaria y la comunión Congar indica que hay tres direcciones: la federación, la organización unitaria y la comunión Congar, en su explicación, dejará de lado la primera por ser ajena a los datos del cristianismo antiguo Congar, en su explicación, dejará de lado la primera por ser ajena a los datos del cristianismo antiguo

78 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión A. Una teología de la comunión A. Una teología de la comunión El régimen de la comunión se dio sobre todo en la Iglesia antigua y ha seguido predominando en la eclesiología oriental. El régimen de la comunión se dio sobre todo en la Iglesia antigua y ha seguido predominando en la eclesiología oriental. Atiende primero a la Iglesias y después establece entre ellas una serie de lazos que hacen de todas una comunión Atiende primero a la Iglesias y después establece entre ellas una serie de lazos que hacen de todas una comunión

79 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión A. Una teología de la comunión A. Una teología de la comunión El régimen de organización unitaria o de una Iglesia que constituye un solo cuerpo con una estructura, incluso visible, es al que tendió el papado (eclesiología latina) El régimen de organización unitaria o de una Iglesia que constituye un solo cuerpo con una estructura, incluso visible, es al que tendió el papado (eclesiología latina)

80 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión A. Una teología de la cominión A. Una teología de la cominión Ambas posiciones expresan algo verdadero pero no dicen toda la verdad de una plena teología de la comunión Ambas posiciones expresan algo verdadero pero no dicen toda la verdad de una plena teología de la comunión En esta línea propone su comprensión de la comunión. Está basada en la siguiente clave: una presencia mutua o reciprocidad de la Iglesia universal en la particular y de la particular en la universal porque el mismo misterio se realiza en ambas En esta línea propone su comprensión de la comunión. Está basada en la siguiente clave: una presencia mutua o reciprocidad de la Iglesia universal en la particular y de la particular en la universal porque el mismo misterio se realiza en ambas

81 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión A. Una teología de la comunión A. Una teología de la comunión Esta presencia mutua o reciprocidad entre la Iglesia universal y la local se expresa: Esta presencia mutua o reciprocidad entre la Iglesia universal y la local se expresa: -en los obispos que representan a la Iglesias particulares, pero que son consagrados simultáneamente al servicio de ellas y para ser miembros del colegio episcopal (por eso, son consagrados por otros obispos que representan la colegialidad o la comunión universal); -en los obispos que representan a la Iglesias particulares, pero que son consagrados simultáneamente al servicio de ellas y para ser miembros del colegio episcopal (por eso, son consagrados por otros obispos que representan la colegialidad o la comunión universal); - en la fe, la eucaristía, la caridad, los dones espirituales y los ministerios que poseen una intención universal. Tales dones no son sólo la presencia del todo en la parte, sino que implican el orden de las partes en el todo - en la fe, la eucaristía, la caridad, los dones espirituales y los ministerios que poseen una intención universal. Tales dones no son sólo la presencia del todo en la parte, sino que implican el orden de las partes en el todo

82 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión A. Una teología de la comunión A. Una teología de la comunión Congar termina señalando que la comunión así entendida tiene: 1) un contenido espiritual y 2) unos medios de realización o expresión Congar termina señalando que la comunión así entendida tiene: 1) un contenido espiritual y 2) unos medios de realización o expresión

83 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión A. Una teología de la comunión A. Una teología de la comunión 1. El espíritu de comunión consiste en un comportarse como solidario del todo más pleno que es la Iglesia universal, aunque la Iglesia particular lleve el todo en sí mismo; 1. El espíritu de comunión consiste en un comportarse como solidario del todo más pleno que es la Iglesia universal, aunque la Iglesia particular lleve el todo en sí mismo; regular la propia fe de acuerdo con la de la Iglesia universal; regular la propia fe de acuerdo con la de la Iglesia universal; y cultivar la concordia y cultivar la concordia

84 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión A. Una teología de la comunión A. Una teología de la comunión 2. Los medios o expresiones de esta comunión son: intercambios de cartas entre jerarcas; profesiones de fe; encuentros y actividades colegiales de los obispos y, sobre todo, los concilios; la concelebración para la consagración de un obispo etc. 2. Los medios o expresiones de esta comunión son: intercambios de cartas entre jerarcas; profesiones de fe; encuentros y actividades colegiales de los obispos y, sobre todo, los concilios; la concelebración para la consagración de un obispo etc.

85 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión A. Una teología de la comunión A. Una teología de la comunión Y todo ello derivado y dirigido por el Espíritu Santo que es el motor y el regulador de toda comunión Y todo ello derivado y dirigido por el Espíritu Santo que es el motor y el regulador de toda comunión

86 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión B. La unidad eclesial en la historia del mundo B. La unidad eclesial en la historia del mundo Afirma Congar que, la cuestión de la unidad de la Iglesia entendida como comunión, ha de tener en cuenta otras cuestiones. Entre ellas, señala dos: Afirma Congar que, la cuestión de la unidad de la Iglesia entendida como comunión, ha de tener en cuenta otras cuestiones. Entre ellas, señala dos: 1) la unidad de la Iglesia, en cuanto forma humana, está siempre por hacer 1) la unidad de la Iglesia, en cuanto forma humana, está siempre por hacer 2) La unidad de la Iglesia apunta a la unidad del género humano de la que es signo y medio, como enseña LG 1 2) La unidad de la Iglesia apunta a la unidad del género humano de la que es signo y medio, como enseña LG 1

87 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión B. La unidad eclesial en la historia del mundo B. La unidad eclesial en la historia del mundo 1. La unidad de la Iglesia en su vertiente humana e histórica está por hacer. La gran tentación sería afirmar que es un marco perfectamente trazado. Pero esto sería desconocer la verdad de lo que debe recibir y asumir de los hombres, de sus dones y carismas y de sus iniciativas. 1. La unidad de la Iglesia en su vertiente humana e histórica está por hacer. La gran tentación sería afirmar que es un marco perfectamente trazado. Pero esto sería desconocer la verdad de lo que debe recibir y asumir de los hombres, de sus dones y carismas y de sus iniciativas. Esto introduce en la vida eclesial, sobre todo en las Iglesias locales, un aspecto de búsqueda y también de pluralismo que la unidad ha de asumir, aceptando la búsqueda y las tensiones de la vida Esto introduce en la vida eclesial, sobre todo en las Iglesias locales, un aspecto de búsqueda y también de pluralismo que la unidad ha de asumir, aceptando la búsqueda y las tensiones de la vida

88 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión B. La unidad eclesial en la historia del mundo B. La unidad eclesial en la historia del mundo 2. La unidad de la Iglesia no termina en sí misma apunta a todo el género humano. La Iglesia es signo e instrumento de la unión de todo el género humano; es decir, en cuanto pueblo mesiánico es signo y medio de la salvación y del reino que se ha iniciado ya aquí para todo el género humano, tal y como dice LG 9. La Iglesia, por tanto, ha de trabajar en ese sentido. 2. La unidad de la Iglesia no termina en sí misma apunta a todo el género humano. La Iglesia es signo e instrumento de la unión de todo el género humano; es decir, en cuanto pueblo mesiánico es signo y medio de la salvación y del reino que se ha iniciado ya aquí para todo el género humano, tal y como dice LG 9. La Iglesia, por tanto, ha de trabajar en ese sentido.

89 2. Los trazos mayores de la teología de la unidad en Y. Congar. La Iglesia es una comunión B. La unidad eclesial en la historia del mundo B. La unidad eclesial en la historia del mundo 2. La unidad de la Iglesia no termina en sí misma 2. La unidad de la Iglesia no termina en sí misma Para lograrlo la Iglesia ha de emplear mediaciones proporcionadas y eficaces. Para lograrlo la Iglesia ha de emplear mediaciones proporcionadas y eficaces. La historia conoce algunas de estas mediaciones, sobre todo políticas y jurídicas (Imperio, Cristiandad). Estas mediaciones ya han desaparecido. La historia conoce algunas de estas mediaciones, sobre todo políticas y jurídicas (Imperio, Cristiandad). Estas mediaciones ya han desaparecido. Sostiene Congar: Sostiene Congar: “Hoy, las mediaciones deben ser las del desarrollo económico y cultural, que entraña evidentemente implicaciones políticas y jurídicas” “Hoy, las mediaciones deben ser las del desarrollo económico y cultural, que entraña evidentemente implicaciones políticas y jurídicas”

90 3. Algunos apuntes de la teología ecuménica de Y. Congar Hablar de unidad en la Iglesia también es plantearse el problema de la ruptura entre cristianos a la luz del impulso espiritual que hace y reclama que la Iglesia sea una comunión. Teología de la unidad y ecumenismo van de la mano en Y. Congar Hablar de unidad en la Iglesia también es plantearse el problema de la ruptura entre cristianos a la luz del impulso espiritual que hace y reclama que la Iglesia sea una comunión. Teología de la unidad y ecumenismo van de la mano en Y. Congar Necesariamente hemos de ser muy esquemáticos. Necesariamente hemos de ser muy esquemáticos. A) Recogeremos algunas pinceladas del coraje ecuménico de Congar A) Recogeremos algunas pinceladas del coraje ecuménico de Congar B) Puntearemos algunas de las claves de la espiritualidad que anima el ecumenismo en Congar B) Puntearemos algunas de las claves de la espiritualidad que anima el ecumenismo en Congar C) Señalaremos algunos datos en la evolución ecuménica de Congar C) Señalaremos algunos datos en la evolución ecuménica de Congar

91 3. Algunos apuntes de la teología ecuménica de Y. Congar A. El coraje ecuménico A. El coraje ecuménico Congar fue un hombre y un cristiano apasionado. La unidad es su pasión. Congar fue un hombre y un cristiano apasionado. La unidad es su pasión. Se trata, claro, de una unidad eclesial no sólo teórica sino real. Congar estudiando la eclesiología se introduce plenamente en la causa del ecumenismo. Se trata, claro, de una unidad eclesial no sólo teórica sino real. Congar estudiando la eclesiología se introduce plenamente en la causa del ecumenismo. Congar va a ser militante de esta causa. Una causa que, en los primeros decenios del siglo XX, no estaba abiertamente reconocida en el seno de la Católica. Se necesitaba valor y coraje para trabajar por ella. Él lo tenía… Congar va a ser militante de esta causa. Una causa que, en los primeros decenios del siglo XX, no estaba abiertamente reconocida en el seno de la Católica. Se necesitaba valor y coraje para trabajar por ella. Él lo tenía…

92 3. Algunos apuntes de la teología ecuménica de Y. Congar A. El coraje ecuménico A. El coraje ecuménico En 1937, daba muestras de esta pasión ecuménica valerosa cuando escribía en Cristianos desunidos: En 1937, daba muestras de esta pasión ecuménica valerosa cuando escribía en Cristianos desunidos: “No podemos por lo tanto, permanecer indiferentes ante nuestras divisiones. Ciertamente, sólo Dios puede reedificar a Jerusalén y reunir a los dispersos de Israel. Pero, si sólo Dios puede hacer lo que supera toda posibilidad humana, también es cierto que no prescinde de las criaturas en su acción y que lo que se haga, aun siendo obra de Dios, será hecho por hombres. Tenemos, pues, que hacer algo y, al menos, prepararnos verdaderamente a ser instrumentos de Dios el día en que a Él le plazca hacernos misericordia. Si no tenemos el poder de realizar una obra divina, tenemos al menos que bosquejarla torpemente. No es seguro que lo que nosotros podamos emprender sea bendecido por Dios…; pero es seguro, en cualquier hipótesis, que si no hacemos nada, nada se hará; que, si no cambiamos nada, nada cambiará” “No podemos por lo tanto, permanecer indiferentes ante nuestras divisiones. Ciertamente, sólo Dios puede reedificar a Jerusalén y reunir a los dispersos de Israel. Pero, si sólo Dios puede hacer lo que supera toda posibilidad humana, también es cierto que no prescinde de las criaturas en su acción y que lo que se haga, aun siendo obra de Dios, será hecho por hombres. Tenemos, pues, que hacer algo y, al menos, prepararnos verdaderamente a ser instrumentos de Dios el día en que a Él le plazca hacernos misericordia. Si no tenemos el poder de realizar una obra divina, tenemos al menos que bosquejarla torpemente. No es seguro que lo que nosotros podamos emprender sea bendecido por Dios…; pero es seguro, en cualquier hipótesis, que si no hacemos nada, nada se hará; que, si no cambiamos nada, nada cambiará”

93 3. Algunos apuntes de la teología ecuménica de Y. Congar B. La espiritualidad ecuménica B. La espiritualidad ecuménica Congar habla de espiritualidad ecuménica porque el ecumenismo es una obra del Espíritu Congar habla de espiritualidad ecuménica porque el ecumenismo es una obra del Espíritu El objetivo de esta obra espiritual es la concentración o la reunión de los cristianos en un solo cuerpo; una obra que se sitúa en el corazón mismo del plan de Dios El objetivo de esta obra espiritual es la concentración o la reunión de los cristianos en un solo cuerpo; una obra que se sitúa en el corazón mismo del plan de Dios Si tal es el arraigo y la proyección del ecumenismo en la espiritualidad cristiana, no extrañe que nuestro dominico señale que el ecumenismo sea una especie de eje transversal de la experiencia de la fe y de la vida espiritual. Sus palabras exactas son: “el ecumenismo… es más bien una cierta dimensión o calidad de todo lo que hacemos: teología, pastoral, acción cristiana…” Si tal es el arraigo y la proyección del ecumenismo en la espiritualidad cristiana, no extrañe que nuestro dominico señale que el ecumenismo sea una especie de eje transversal de la experiencia de la fe y de la vida espiritual. Sus palabras exactas son: “el ecumenismo… es más bien una cierta dimensión o calidad de todo lo que hacemos: teología, pastoral, acción cristiana…”

94 3. Algunos apuntes de la teología ecuménica de Y. Congar B. La espiritualidad ecuménica B. La espiritualidad ecuménica Avanzando por esta senda, Congar deja muy claro que al ecumenismo le concierne e interesa la totalidad de los cristianos, del cristianismo e, incluso, la integridad de lo que cada cristiano es en sí mismo. Avanzando por esta senda, Congar deja muy claro que al ecumenismo le concierne e interesa la totalidad de los cristianos, del cristianismo e, incluso, la integridad de lo que cada cristiano es en sí mismo. -El ecumenismo concierne a la totalidad de los cristianos porque está en juego, nada más y nada menos, su unidad; -El ecumenismo concierne a la totalidad de los cristianos porque está en juego, nada más y nada menos, su unidad; -Concierne a la totalidad del cristianismo porque persigue su pureza y plenitud conforme a su verdad. -Concierne a la totalidad del cristianismo porque persigue su pureza y plenitud conforme a su verdad. -Finalmente, incumbe a la integridad de cada cristiano porque afecta al conjunto de su vida espiritual, corazón y espíritu, inteligencia y entrega -Finalmente, incumbe a la integridad de cada cristiano porque afecta al conjunto de su vida espiritual, corazón y espíritu, inteligencia y entrega

95 3. Algunos apuntes de la teología ecuménica de Y. Congar B. Espiritualidad ecuménica B. Espiritualidad ecuménica Esta espiritualidad ecuménica tiene algunos rasgos. Esta espiritualidad ecuménica tiene algunos rasgos. En concreto, Y. Congar habla de cuatro rasgos o actitudes mayores de la espiritualidad ecuménica (la conversión, el diálogo, la paciencia y la penitencia) que acompañan a un eje espiritual trasversal: la oración En concreto, Y. Congar habla de cuatro rasgos o actitudes mayores de la espiritualidad ecuménica (la conversión, el diálogo, la paciencia y la penitencia) que acompañan a un eje espiritual trasversal: la oración

96 3. Algunos apuntes de la teología ecuménica de Y. Congar C. Evolución ecuménica en Congar C. Evolución ecuménica en Congar En esta cuestión nos dejamos guiar por la reflexión de J.P. Jossua. En esta cuestión nos dejamos guiar por la reflexión de J.P. Jossua. Dada la extensión cronológica de la obra congariana es normal hallar en ella una evolución. Ya lo hemos visto a propósito de la teología de la unidad. Dada la extensión cronológica de la obra congariana es normal hallar en ella una evolución. Ya lo hemos visto a propósito de la teología de la unidad.

97 3. Algunos apuntes de la teología ecuménica de Y. Congar C. Evolución ecuménica de Congar C. Evolución ecuménica de Congar El primer dato a tener en cuenta afecta al concepto mismo de unidad y a sus dimensiones: la catolicidad como capacidad universal de la unidad y la diversidad como valor interno de la unidad El primer dato a tener en cuenta afecta al concepto mismo de unidad y a sus dimensiones: la catolicidad como capacidad universal de la unidad y la diversidad como valor interno de la unidad En Cristianos desunidos Congar insistía más en la catolicidad desde una perspectiva más doctrinal, englobante y cerrada; en sus últimos obras desarrolla la idea de diversidad con una mayor atención a la vida, a la historia, con mayor apertura En Cristianos desunidos Congar insistía más en la catolicidad desde una perspectiva más doctrinal, englobante y cerrada; en sus últimos obras desarrolla la idea de diversidad con una mayor atención a la vida, a la historia, con mayor apertura

98 3. Algunos apuntes de la teología ecuménica de Y. Congar C. Evolución ecuménica C. Evolución ecuménica Por otra parte, en 1937 había en la obra de Congar una cierta tendencia a identificar el misterio de la Iglesia con el de la Iglesia católico-romana; Por otra parte, en 1937 había en la obra de Congar una cierta tendencia a identificar el misterio de la Iglesia con el de la Iglesia católico-romana; Después, se acentúa en Congar la unidad pero desde perspectivas mistéricas, como una comunión de iglesias y de personas, con referencias no solo cristológicas sino pneumatológicas, dando, incluso un paso desde lo social a lo histórico. Después, se acentúa en Congar la unidad pero desde perspectivas mistéricas, como una comunión de iglesias y de personas, con referencias no solo cristológicas sino pneumatológicas, dando, incluso un paso desde lo social a lo histórico.

99 3. Algunos apuntes de la teología ecuménica de Y. Congar C. Evolución ecuménica C. Evolución ecuménica En 1937 la unidad aparece como ya dada en la Iglesia Católica y, por eso, la finalidad del ecumenismo sería el retorno de los cristianos separados a esta unidad ya dada, aunque sin renunciar a todo lo positivo que ya tenían en sus propias confesiones; En 1937 la unidad aparece como ya dada en la Iglesia Católica y, por eso, la finalidad del ecumenismo sería el retorno de los cristianos separados a esta unidad ya dada, aunque sin renunciar a todo lo positivo que ya tenían en sus propias confesiones; Posteriormente, la unidad aparece como algo que se ha de conseguir, que debe venir y ser buscada por todos, aunque no todos se hallen a la misma distancia respecto a ella. Posteriormente, la unidad aparece como algo que se ha de conseguir, que debe venir y ser buscada por todos, aunque no todos se hallen a la misma distancia respecto a ella. Además, cada comunidad eclesial permanecerá diferente en el seno de una unidad reencontrada Además, cada comunidad eclesial permanecerá diferente en el seno de una unidad reencontrada

100 3. Algunos apuntes de la teología ecuménica de Y. Congar C. Evolución ecuménica C. Evolución ecuménica En suma: son varios los elementos que con el paso del tiempo Congar va ponderando y añadiendo a su teología ecuménica: En suma: son varios los elementos que con el paso del tiempo Congar va ponderando y añadiendo a su teología ecuménica:. El eje del ecumenismo ya no está centrado en Roma. El eje del ecumenismo ya no está centrado en Roma. El juicio sobre las comunidades separadas en cuanto Iglesias es mucho más positivo. El juicio sobre las comunidades separadas en cuanto Iglesias es mucho más positivo El principio de la jerarquía de verdades permite ahora la diversidad y el desacuerdo en tantos puntos siempre que aparezca nítidamente la unidad en lo esencial de la fe. El principio de la jerarquía de verdades permite ahora la diversidad y el desacuerdo en tantos puntos siempre que aparezca nítidamente la unidad en lo esencial de la fe.

101 Texto conclusivo “ ¡Dios mío! ¿Por qué tu Iglesia condena siempre? Verdad es que tiene el deber de guardar el depósito, ¿pero no hay otra manera de hacerlo sino condenando; sobre todo, condenando tan rápido? En el caso de la Acción Francesa se condenó inmediatamente, sin ninguna explicación … ¡Dios mío, sabes que amo tu Iglesia!, pero veo muy claro que sólo un movimiento de conjunto es fuerte; veo que en otros tiempos, tu admirable Iglesia tuvo, en la vida civil, en la vida humana total, un ingente y espléndido papel, mientras que ahora apenas le corresponde ninguno.¡Dios mío, ojalá tu Iglesia fuera más comprensiva, más estimulante!

102 Texto conclusivo ¡Dios mío, tu Iglesia es tan latina, está tan centralizada! Cierto que el Papa es el dulce Cristo en la tierra y que nosotros sólo vivimos de Cristo, vinculados a Cristo. Pero Roma no es el mundo; ni la civilización latina, ni la humanidad. Dios mío, que has creado al hombre y que sólo has podido recibir una alabanza digna (o menos indigna) multiplicando no sólo las especies, sino también, dentro de una misma especie, las razas y las naciones … ¡Dios mío, ensancha nuestros corazones! ¡Haz que los hombres nos comprendan y que también nosotros comprendemos, a los hombres a todos los hombres!

103 Texto conclusivo ¡Dios mío! Haz mi alma conforme a tu Iglesia. Tu Iglesia es ancha y prudente, rica y prudente, inmensa y prudente. ¡Dios mío! Basta ya de banalidades; no tenemos tiempo en entretenernos en banalidades. ¡Cuánto trabajo hay, Dios mío! ¡Danos jefes, dame un alma de jefe! ¡La unión de las Iglesias! ¿Por qué, Dios mío, tu Iglesia, que es Una, Santa y Única, Santa y Verdadera, tiene a menudo un rostro austero y ceñudo, cuando en realidad está colmada de juventud y de vida? En realidad el rostro de la Iglesia somos nosotros; nosotros somos los que hacemos su visibilidad, Da, Dios mío, a tu Iglesia un rostro auténticamente vivo” (1930)


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