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IGLESIA DE CONVERTIDOS A CRISTO

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Presentación del tema: "IGLESIA DE CONVERTIDOS A CRISTO"— Transcripción de la presentación:

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2 IGLESIA DE CONVERTIDOS A CRISTO

3 SE COMPLACE EN PRESENTARLES
El Seminario para Obreros Cristianos Pastor Samuel Pérez Millos Expositor Iglesia de Convertidos a Cristo Anfitriona Copyright 2004 © IGLESIA DE CONVERTIDOS A CRISTO. Santo Domingo, República Dominicana

4 CARACTERÍSTICAS BÍBLICAS DEL SERVICIO MINISTERIAL
Basado en el Libro de Nehemías

5 ARREPENTIMIENTO Y CONFESIÓN
Estudio 10 ARREPENTIMIENTO Y CONFESIÓN Pasaje: 9:1-38

6 OBJETIVOS DEL ESTUDIO Conocer los acontecimientos del arrepentimiento y confesión del pueblo, conforme al relato bíblico. Entender el reconocimiento que hicieron de las distintas manifestaciones de la acción de Dios a su favor. Conocer el modo humilde de la confesión del pecado. Entender el compromiso final a que condujo la confesión del pecado. Aplicar las lecciones a la vida personal.

7 TAREAS 1. Dedicar tiempo a la oración pidiendo la ayuda y dirección del Señor sobre el estudio, y su posterior aplicación personal. 2. Leer varias veces el pasaje que se estudia y, si es posible, en versiones distintas para familiarizarse mejor con su contenido. 3. Con la ayuda sólo del “Bosquejo del Libro”, estudiar el pasaje personalmente, anotando las conclusiones que se alcancen en cada uno de los apartados. 4. Volver a hacerlo con ayuda de las notas y contrastar los resultados. 5. Responder a las preguntas de repaso.

8 INTRODUCCIÓN: La restauración espiritual del pueblo de Israel siguió el proceso que es natural en toda ocasión que se produce. Primeramente la lectura y aplicación personal de la Palabra, que produce una acción correctora en el corazón del creyente, al impulso del Espíritu. La Escritura revela la situación real en que se encuentra el creyente, en razón de su poder vivificante (He. 4:12). Enviada por Dios surte el efecto para lo que fue enviada.

9 Posiblemente el pueblo de Israel había escuchado las mismas porciones de la ley, leídas en otras muchas ocasiones, pero en aquella convocatoria solemne surtió los efectos previstos por Dios. Siendo toda la Escritura inspirada por Dios, es el instrumento perfecto para la enseñanza, pero también lo es para redargüir (2 Ti. 3:16). Penetrando como espada cortante de dos filos, profundiza hasta la parte más íntima del ser, poniendo al descubierto las realidades espirituales más ocultas.

10 Esa acción condujo a todo el pueblo a llorar su pecado delante de Dios (8:9). Estaban ya preparados para iniciar un acto de confesión real que restaurara la esfera de la comunión interrumpida por el pecado. El pasaje ofrece el relato histórico de la congregación reunida entonces para confesión y renovación del compromiso con Dios. Veinticuatro días habían transcurrido entre la primera gran convocatoria para la lectura de la ley, y esta segunda para confesión (8:2; 9:1).

11 Las demandas de la Escritura se estaban cumpliendo y era el momento para una verdadera confesión (vv. 1-3). Los levitas exhortan al pueblo a un acto, no sólo de confesión, sino también de adoración y reconocimiento (vv. 4-5). La oración colectiva es, primero un reconocimiento colectivo de algunas de las bendiciones que Dios otorgó a la nación.

12 Se reconoce en ella la elección y liberación divinas (vv
Se reconoce en ella la elección y liberación divinas (vv. 6-15); luego el reconocimiento de la gracia de Dios sobre el pueblo (vv ); y a continuación el recuerdo de las muchas ocasiones en que Dios perdonó las maldades de los suyos (vv ). Concluido el reconocimiento que alaba la bondad y misericordia de Dios, el pueblo procedió a la confesión de su pecado, para concluir con un compromiso suscrito por todos que evidenciaba la realidad del arrepentimiento (vv ).

13 C) El arrepentimiento del pueblo (9:1-38).
a) La manifestación del arrepentimiento (9:1-6). 1. La preparación para la confesión (9:1). 1.1. El registro histórico de la fecha. Veinticuatro días después de la gran convocatoria para la lectura de la ley (8:2). 1.2. Un día de ayuno. Aunque fue designado por los hombres de Israel, no hay duda que obedecía a la predisposición divina en ellos.

14 1.2.2. Era la ocasión para afligir el alma (Is. 58:5).
En muchas otras ocasiones de la historia de Israel, el ayuno era un mero formulismo religioso (Is. 58:4). 1.3. La expresión visible del duelo por el pecado. Vinieron vestidos de cilicio. (1) Modo habitual para el duelo por la pérdida de un ser muy querido (Gn :34). (2) Modo natural para expresar una situación de tristeza profunda.

15 1. 3. 2. Tierra sobre sí, como. manifestación de profunda
Tierra sobre sí, como manifestación de profunda conmoción espiritual. (1) Así había hecho Josué a causa de la derrota en Hai (Jos. 7:6). (2) Fue la manifestación del benjaminita que corrió a dar aviso a Elí de la captura del arca (1 S. 4:12). (3) El aspecto del joven que comunicó a David la muerte de Saúl y Jonatán (2 S. 1:3). (4) Era el estado en que se encontraba Job a causa de las penalidades que sufría (Job 2:12).

16 1.4. Aplicación. Ayuno, en el sentido de disposición espiritual para una entrega total a Dios. Ayuno es la disposición que deja todo para dedicarse a Dios. No es algo propio del Antiguo Testamento, sino también del Nuevo. Los cristianos ayunaban en los momentos de ministerio comprometido o de decisiones solemnes.

17 (1) En el ministerio comprometido (Hch. 13:1).
(2) En la encomienda de hermanos para la obra misionera (Hch. 13:3). (3) En el tiempo de consolidación de la iglesia local, al establecer los ancianos que la dirijan (Hch. 14:23). (4) En momentos de peligro (Hch. 27:9, ).

18 1.4.5. Cristo lo enseño también (Mr. 2:19- 20).
Ayuno sin oración y dedicación no sirve de nada. La iglesia necesita, sobre todo en momentos en que se hace preciso una restauración espiritual, dedicar tiempo para la oración. Es notable observar la necesidad de una vida más intensa de oración que busque en confesión, la restauración al poder y a las bendiciones de Dios.

19 2. Disposición para la confesión (9:2).
2.1. Separación de los extranjeros. El ayuno y las manifestaciones externas de sentimiento, no sirven si no hay una reacción contra el pecado. La unión con gentes de otros pueblos había traído malas consecuencias, corrompiéndose a causa de ello.

20 2. 1. 3. Dios había prohibido a Su pueblo
Dios había prohibido a Su pueblo unirse con los pueblos de la tierra (Ex. 34:115-16). (1) Israel había comenzado a prostituirse con las mujeres de Moab (Nm. 25:1-2). (2) Había razones fundadas para que Dios prohibiera la unión con los otros pueblos (Dt. 7:3-4). (3) Salomón fue desviado de Dios a causa de desobedecer ese mandamiento (1 R. 11:1-2). El problema de las uniones ilícitas se produjo años antes, en tiempos de Esdras (Es. 9:2).

21 2. 1. 5. La Palabra de Dios había hecho
La Palabra de Dios había hecho efecto en el corazón del pueblo, llevándolos a separarse de aquellos a quienes se habían unido impíamente, desobedeciendo a Dios. 2.2. Comienza la confesión del pecado delante del Señor. Una postura reverente, estaban en pie. Una posición comprometida, puestos delante del Señor para ser examinados por Él y confesar su situación espiritual.

22 2.2.3. Confesaron sus pecados.
(1) “Confesar” (del latín “con fesare”), significa “decir lo mismo”. (2) Aquellos estaban manifestando delante del Señor, que lo que Él decía en su Palabra era aceptado plenamente por ellos. (3) Reconocían que habían quebrantado su mandamiento y estaban dispuestos a rectificar, como habían comenzado a hacer.

23 2.2.4. Confesaban las iniquidades de sus padres.
(1) La situación a que habían llegado no obedecía sólo a sus pecados, sino a los de sus padres. (2) La nación había sido llevada en cautiverio a causa del juicio de Dios sobre la actuación pecaminosa de sus antecesores. (3) Por años se habían revelado contra Dios. (4) La confesión era una aceptación de la correcta actuación del Señor con ellos.

24 2.3. Aplicación. La confesión delante de Dios es el medio establecido para el creyente de restauración de la comunión con Dios (1 Jn. 1:9). En relación con la falta de bendiciones en la iglesia, se hace necesaria la confesión del pecado, tanto actual como del pasado sin confesar. No hay restauración posible sin confesión.

25 3.1.1. Dedicaron la cuarta parte del día para la lectura de la Ley.
3. Lectura y confesión (9:3). 3.1. Dividiendo el tiempo. Dedicaron la cuarta parte del día para la lectura de la Ley. Dedicaron la otra cuarta parte para la confesión de sus pecados. Debe entenderse este tiempo como tres horas, que sería la cuarta parte del día, sin contar la noche.

26 3.1.4. Un largo tiempo dedicado al Señor.
(1) Es la consecuencia natural de un despertar espiritual. (2) Lo contrario se produce cuando hay pecado oculto sin confesar (Mal :13).

27 3.1. La Ley leída nuevamente.
Vinieron primero para oír la voz de Dios. La lectura y exposición de la Ley les hacía conocer más profundamente lo que Dios demandaba. Posiblemente había otros males que debían ser confesados y que se apreciaban por la lectura y aplicación de la Palabra.

28 3.2. Un largo tiempo de confesión.
Durante tres horas confesaron delante del Señor sus maldades. Primero oyeron hablar a Dios y luego le hablaban ellos. El ayuno sin oración es tan estéril como un campo que se llena de sal. 3.3. La adoración. Era un día de restaurar la comunión con Dios.

29 3. 3. 2. Adorar equivale a entregarse. totalmente al Señor,
Adorar equivale a entregarse totalmente al Señor, reconociéndole por lo que es y aceptando sin reservas el cumplimiento de Su voluntad. Es interesante notar que no hubo adoración sin confesión previa. La adoración exige una relación de comunión con Dios, que se produce en la ausencia de pecado sin confesar.

30 3.4. Aplicación. La Palabra de Dios es la única referencia para la confesión delante del Señor. La realidad de una confesión sincera se manifiesta en el deseo de oír la Palabra para obedecer sus demandas. No es posible hablar de auténtica confesión para restauración espiritual sin hablar también de un retorno genuino a la lectura, exposición y meditación de la Palabra de Dios.

31 3. 4. 4. La actitud que lleva al. arrepentimiento es el resultado de
La actitud que lleva al arrepentimiento es el resultado de la acción de la Palabra en el creyente, por el Espíritu Santo (2 Ti. 3:16). La actividad de la Palabra lleva al discernimiento de las acciones y de las motivaciones que las causaron (He. 4:12). La Palabra es la única que tiene poder para cambiar al creyente (Jer. 23:29).

32 3. 4. 7. No va a producirse ningún. avivamiento espiritual que no
No va a producirse ningún avivamiento espiritual que no descanse en un retorno incondicional a la Palabra de Dios. La urgente necesidad de la iglesia está en colocar sobre el púlpito del ministerio de la enseñanza y exhortación, a la Palabra de Dios.

33 4. La alabanza al Señor (9:4).
4.1. Los levitas. Habían estado ayudando en la enseñanza de la Ley. Habían estado en pie con todo el pueblo mientras se producía la confesión. Queda registrado el nombre de los levitas. Los levitas dieron ejemplo proclamando el nombre del Señor.

34 4.2.1. Se dirige al Señor con aclamación. 4.2.3. Alaban a Jehová.
4.2. La alabanza. Se dirige al Señor con aclamación. Alaban a Jehová. (1) En cuyo nombre se manifiesta su gracia y misericordia, como Dios del pacto. Era Dios para el pueblo, pero lo era también de las personas. (1) Los levitas alababan a “Jehová su Dios”.

35 5. Exhortando a la alabanza (9:5).
5.1. Llamando al pueblo a la alabanza. Exhortan a que se pongan en pie, como señal de respeto y reverencia y se unan a ellos en la alabanza al Señor. Jehová era digno de ser alabado porque es Dios eterno. La eternidad de Dios le hace inmutable, por tanto Sus promesas son seguras y su misericordia es nueva cada mañana (Lm. 3:22.23).

36 5. 2. 1. El conductor de la oración de. alabanza, adoración y
El conductor de la oración de alabanza, adoración y reconocimiento se dirige a Dios proclamando sus perfecciones. El nombre de Dios es “glorioso y alto sobre toda bendición y alabanza”. Tal vez el que dirigía la oración fuese Esdras, el mismo que había sido comisionado para la lectura de la Ley (8:4).

37 6. La base de la adoración y alabanza (9:6).
6.1. Dios es el único Dios verdadero. “Tú solo eres Jehová.” Además del único verdadero Dios, es el único Jehová, el Dios de pacto, de la gracia y de la misericordia (Ex. 34:6-7). 6.2. Dios es el Creador. El cielo atmosférico y el cielo de las estrellas son el resultado de la obra creadora de Dios (Gn. 1:1).

38 6.2.3. Creador de la tierra con todo cuanto hay en ella.
Los ángeles, el “ejército del cielo”, surgió también de Su poder creador (Col. 1:16). (1) Creados antes del mundo material (Job. 38:6-7). Creador de la tierra con todo cuanto hay en ella. Vivificador, comunicando vida a todo lo que vive. Adorado por los ángeles. (1) Un ejemplo claro de la adoración angélica (Is. 6:1-3).

39 7. Aplicación. 7.1. La adoración y la alabanza no son “actividades” sino actitudes. 7.2. No es aceptable la adoración que se expresa meramente con actos externos (Is. 29:13). La adoración aborrecible al Señor (Is. 1:10-13). 7.3. La acción de Dios en la presente dispensación es el establecimiento de adoradores (Jn. 4:23-24). 7.4. Todos los creyentes son sacerdotes espirituales (1 P. 2:9).

40 7.5. El modo de la adoración (Jn. 4:24).
Es espíritu, esto es, dirigidos por el Espíritu. En verdad, vinculados y en comunión con el Señor, que es la Verdad (Jn :6). Cristo sustenta la adoración. (1) El creyente es acepto a Dios en Él (1 P :5; Ef. 1:6). 7.6. Para una correcta adoración es preciso un correcta comunión. 7.7. El creyente debe confesar sus fracasos para ser restaurado (1 Jn. 1:9).

41 b) Reconocimiento de la elección y redención (9:7-15)
1. La soberanía en relación con Abraham (9:7). 1.1. Dios de la elección. Claramente se hace referencia al acto de elección de Dios en relación con Abraham. No había razón personal alguna que moviera a Dios en tal sentido. Dios escogió a Abraham en razón de su soberanía y propósito. Su padre era adorador de dioses, como los demás hombres de aquella tierra (Jos. 24:2).

42 1.2.1. Lo sacó de Ur de los caldeos (Gn. 12:1-4).
1.2. Dios separó a Abraham. Lo sacó de Ur de los caldeos (Gn :1-4). Lo que impulsó a Abraham para salir conforme al llamado de Dios, fue la manifestación gloriosa que recibió del Señor estando en Ur (Hch. 7:2). (1) Dios se apareció a Abraham. (2) La gloria de Dios eclipsó cualquier otra gloria de los hombres y sirvió de estímulo a Abraham para dejar todo y seguir tras el llamado del Señor. Es notable observar que no fue Abraham el que salió, sino que fue “Dios que lo sacó”.

43 1.3. Dios le puso nombre. Es señal de autoridad sobre alguien. El cambio de nombre está relacionado con la respuesta de fe de Abraham a la promesa del Señor. Anteriormente se llamaba “Abram” que pudiera significar algo así como “padre exaltado”. Dios le cambió el nombre por “Abraham” que significa “padre de multitudes” (Gn. 17:5).

44 2. La fidelidad de Dios con Abraham (9:8).
2.1. El creyente Abraham. Fue hallado “fiel” delante de Dios. La fe de Abraham se relaciona especialmente con la aceptación de la promesa sobre el nacimiento de su hijo Isaac (Gn. 15:6). Abraham fue justificado, “hallado fiel”, en razón de su fe en la promesa de Dios.

45 2.2. El pacto de Dios con Abraham.
Dios hizo pacto con Abraham (Gn :1-4). El pacto fue confirmado posteriormente (Gn. 13:14-17; 15:1- 7; 17:1-8). Uno de los compromisos del pacto tenía que ver con la tierra que daría a su descendencia, en el lugar que habitaban naciones como los cananeos, heteos, jebuseos y gergeseos (Gn. 13:15; 17:8).

46 2.3. La tierra dada a su descendencia.
Dios introdujo, conforme a su promesa, a Israel en la tierra de Canaán, en tiempos de Josué (Jos. 1:2). Por razones de fracaso espiritual, no llegaron a poseer toda la tierra de la promesa. En el reinado de David y Salomón, llegaron a poseer la parte más extensa.

47 2.4. La fidelidad de Dios. Dios había cumplido su pacto. La situación en que se encontraba aquel pequeño grupo de retornados en la tierra de la promesa, no era debido a la falta de cumplimiento de la promesa hecha por Dios, sino a causa del pecado de sus padres y de ellos mismos (vv. 2). Dios cumplió su promesa, porque es justo.

48 3. Dos manifestaciones de la gracia de Dios (9:9).
3.1. La compasión hacia el pueblo en esclavitud. Dios “miró” la aflicción de los esclavizados en Egipto. Los reconoció como sus hijos, por tanto no podían continuar en la esclavitud de Egipto (Ex. 2:25). La razón para la acción liberadora de Dios, descansaba en la fidelidad hacia lo establecido en Su pacto con Abraham (Ex. 2:24).

49 3.1.4. El Señor “oyó” el gemido de su pueblo y actuó en consecuencia (Ex. 2:24a).
Es un recuerdo necesario para una ocasión en que están rogando al Señor por la liberación de su esclavitud bajo los babilonios.

50 3.2. La experiencia del Mar Rojo.
Junto al recuerdo de la liberación, el del milagro que permitió atravesar en seco el mar (Ex. 14). El pueblo clamó a Dios (Ex. 14:10). Sin duda lo hicieron con una notoria falta de fe, creyendo que serían muertos en aquel lugar.

51 4. La intervención de Dios contra Faraón y sus siervos (9:10).
4.1. Señales y maravillas contra Faraón. Podría estar pensando en los milagros que Dios hizo por medio de Moisés, cuando este demandaba al Faraón que dejara ir al pueblo (Ex. cap. 7, 8, 9, 10,12). El contexto de la oración exige más bien una referencia a las maravillas hechas con motivo del cruce del Mar Rojo (Ex. 14). Las acciones de Dios fueron señales para el rey y para todo el pueblo, de Su poder y autoridad.

52 4.2. La causa de los juicios divinos sobre Egipto.
Habían procedido con soberbia. Desde el primer momento en que Moisés pidió a Faraón que dejara ir al pueblo, este se negó a reconocer al Señor (Ex. 5:2). Sus soberbia contra el mandato de Dios, ocasionó las plagas sobre toda la tierra de Egipto (Ex. 18:11).

53 4.3. El nombre del Señor fue glorificado en sus acciones.
El nombre del Señor llegó a causar temor a los pueblos alejados de Egipto, al conocer sus actos (Jos. 2:9-11). Este fue el pensamiento de Pablo cuando habla de Faraón (Ro. 9:17). 4.4. La fe en el poder del Señor. El nombre del Señor fue grande, en tiempo de los egipcios como “lo es en este día”. Quien ora está seguro del poder permanente e inalterable de Dios.

54 5. Una acción de la omnipotencia de Dios (9:11).
5.1. La división del mar. Referencia histórica al paso del Mar Rojo (Ex. 14:21-22). El pueblo de Israel pasó en seco por donde antes había estado el mar. 5.2. La acción victoriosa sobre le egipcios. Los egipcios entraron en el mar tras el pueblo que había pasado en seco. Dios cerró las aguas sobre ellos, que quedaron sepultados en el mar (Ex. 15:5, 10).

55 5. 2. 3. Se compara aquí como si se. tratara de una piedra arrojada en
Se compara aquí como si se tratara de una piedra arrojada en aguas profundas. 6. La providencia de Dios sobre su pueblo (9:12). 6.1. La conducción del pueblo. La nube de Dios, cubría a Israel como un dosel, durante el día (Ex. 13:21). No sólo impedía que se fatigaran con el sol del desierto, sino que manifestaba sobre ellos la presencia de Dios (Ex. 13:21a).

56 6. 1. 3. Aquella columna era elemento de
Aquella columna era elemento de guía, avanzando delante de ellos e indicándoles el camino a seguir (Ex. 13:21a). Por la noche resplandecía sobre ellos como una antorcha, de modo que pudieran avanzar sin contratiempos, teniendo luz para su camino (Ex. 13:22).

57 6.2. La protección del pueblo.
La columna de la nube de Dios, se interpuso, en un determinado momento entre Israel y los egipcios, impidiendo que estos se aproximaran a los que caminaban (Ex. 14:19). La nube de Dios oscurecía el terreno donde estaban los egipcios, mientras alumbraba con sus luz al pueblo que avanzaba hacia el mar (Ex. 14:20).

58 7. La introducción de la Ley (9:13).
7.1. Dios en medio de su pueblo en el Sinaí. Descendió sobre el monte (Ex :3, 20). Habló con Moisés y le comunicó el pacto mosaico (Ex. 19:4-6). Moisés fue el interlocutor entre Dios y el pueblo. El pueblo salió a la distancia establecida delante del Sinaí para recibir a Dios (Ex. 19:17). Israel debía mantenerse a una distancia del monte, para que no fueran muertos, a causa de la presencia de Dios en aquel lugar (Ex. 19:21).

59 7.2.1. Los mandamientos de la Ley son calificados.
7.2. Dios dio la Ley. Los mandamientos de la Ley son calificados. (1) Juicios rectos. (2) Leyes verdaderas. (3) Estatutos. (4) Mandamientos buenos. Pablo hará referencia en sus escritos a la condición buena de la Ley entregada por Dios (Ro. 7:12).

60 8. Las ordenanzas de Dios. 8.1. El día de reposo establecido en la Ley. Quedó registrado en el cuarto mandamiento del Decálogo (Ex. 20:8-11). La primera razón de ese mandamiento era la conmemoración del reposo divino después de la creación (Dt. 5:12). La segunda razón era el propósito social de proveer una oportunidad para hacer bien al prójimo (Mt :12).

61 8. 1. 4. La tercera era para el. reconocimiento como día en que
La tercera era para el reconocimiento como día en que debía recordarse la liberación de Egipto (Dt. 5:15). (1) Preparaba el corazón para el séptimo año en que debía liberarse a los esclavos (Dt. 15:12-15). (2) Para compartir el gozo del día de la pascua con los siervos (Dt. 16:11-12). (3) Preparaba el corazón para dejar alguna provisión en el campo para el huérfano y el extranjero (Dt. 24:17-22). El cuarto propósito era la provisión de descanso para el trabajo cotidiano (Dt. 5:14).

62 8.2. La Ley escrita. Moisés fue el instrumento en manos de Dios para prescribir a todo el pueblo la normativa de vida que el Señor establecía para ellos. 9. La provisión divina para el pueblo (9:15). 9.1. El alimento y el agua en el desierto. Dios proveyó de sustento al pueblo en las jornadas del desierto mediante el maná (Ex :14-15). Junto con el alimento, el agua para sus necesidades, haciéndola brotar de la roca (Ex. 17:6; Nm :9).

63 9.2. Tierra para establecerse.
La tierra de la promesa había sido prometida a Abraham. Dios mismo recordó al pueblo esa promesa durante su desplazamiento por el desierto (Dt. 1:8). La posesión de la tierra y el inicio de la conquista, ocurrió durante los días de Josué. Dios reprodujo el milagro del Mar Rojo, haciendo pasar a Israel en seco el Jordán, para que poseyeran la tierra (Jos. 3:14-17).

64 4. Las demandas de la ley para el pueblo (8:14-15).
4.1. La fiesta de los tabernáculos (v. 14). Había sido establecida por Dios para que el pueblo la celebrase en el mes séptimo. Era la segunda festividad de aquel mes (Lv. 23:34; Dt. 26:13-15).

65 c) Reconocimiento de la gracia de Dios (9:16-25).
1. El pecado de insensibilidad y rebeldía de Israel (9:16). 1.1. Un pueblo soberbio. Lleno de orgullo personal que les impedía someterse a la voluntad de Dios y los conducía a la desobediencia. La condición de soberbia fue reconocida también por el salmista (Sal. 106:6-7).

66 1.2. Un pueblo desobediente.
Se les califica como “duros de cerviz”. Gente que no doblaba el cuello fácilmente para inclinar la cabeza en sometimiento a Dios. Moisés testificó, a causa de su experiencia con ellos, de esta condición (Dt. 31:27). 1.3. Un pueblo rebelde. Se negaron a escuchar, en el sentido de obedecer, los mandamientos de Dios.

67 1. 3. 2. Esta actitud está vinculada con la. dureza de cerviz (2 R
La situación en que se encontraban era consecuencia de la rebeldía manifestada continuamente contra el Señor (Jer. 19:15).

68 2. Pecado y gracia (9:17). 2.1. El pecado manifestado. Desobediencia y olvido de las bendiciones recibidas. El pueblo recibía bendiciones y provisión de Dios, que pronto quedaban olvidadas como si nunca se hubieran producido (Sal. 78:11, 42, 43). 2.2. Rebelión y desprecio hacia Dios. Pensaron en retornar a Egipto, sin importarles toda la impresionante obra de Dios hecha a su favor.

69 2. 2. 2. Despreciaron al Señor y a Moisés
Despreciaron al Señor y a Moisés como conductor del pueblo en Su nombre, para buscar otro líder que los retornara a Egipto (Nm. 14:4). Tal vez pensaban en un capitán que negociara el retorno con los egipcios y les permitiera vivir allí sirviéndoles, pero sin ser esclavos. La tierra prometida y las bendiciones anunciadas fueron consideradas como imposibles de ser hechas realidad. El pueblo dudaba, no sólo del poder, sino de la intención de Dios.

70 2.3.1. La clemencia de Dios, capaz de perdonarles.
2.3. La gracia de Dios. La clemencia de Dios, capaz de perdonarles. Dios con “paciencia” suficiente para soportarlos. (1) Por eso se dice que es “tardo para la ira”. Dios proclamó su gracia cuando proclamó su nombre ante Moisés (Ex. 34:6).

71 2. 3. 4. La gracia de Dios se manifestó, no
La gracia de Dios se manifestó, no sólo en el perdón de la maldad del pueblo, sino en que no los había abandonado. (1) La mejor evidencia de esto eran ellos mismos en la tarea de reconstruir la ciudad y el retorno del cautiverio. (2) Así lo proclamó el profeta Jeremías (Lm. 3:22-23).

72 3. Un ejemplo de gracia (9:18-19).
3.1. El becerro de oro. Se le llama aquí “becerro de fundición”. Se refiere al acontecimiento del desierto, mientras Moisés hablaba en el monte con Dios (Ex. 32:4-6). El becerro fue para aquellos la representación visible de Jehová. Habían proclamado que aquel becerro era el libertador que los había sacado de Egipto.

73 3.2. Las abominaciones. Junto con el pecado de idolatría, las abominaciones que la acompañaban. Muchas acciones podrían identificarse con este reconocimiento. Tal vez la abominación con las hijas de Moab (Nm. 25:1-2).

74 3.3. La misericordia de Dios demostrada.
No fueron abandonados en el desierto. Dios había mostrado su compromiso de fidelidad con el pacto hecho (Sal. 106:45).

75 3.4. La fidelidad misericordiosa de Dios.
La columna de nube continuó sobre el pueblo a pesar de su rebeldía, cumpliendo la misión que había mostrado en la salida de Egipto (Ex. 13:21-22). La presencia de Dios en medio de su pueblo, era conocida por los pueblos por donde pasaban en su camino hacia Canaán (Nm :14). Pablo recuerda la misma realidad histórica (1 Co. 10:1).

76 4. La acción del Espíritu. 4.1. Dios enseñando al pueblo. Primero y esencialmente, tenía que ver con la acción del Espíritu sobre Moisés, guiándole para escribir el Pentateuco y para la tarea de enseñar al pueblo conforme a lo que Dios le indicaba (Is. 66:11). (1) Los escritores bíblicos lo hicieron bajo el “impulso” del Espíritu, que los guiaba en los escritos producidos (2 P. 1:21).

77 4. 1. 2. El Espíritu reposó sobre el grupo de
El Espíritu reposó sobre el grupo de ayudantes de Moisés, para que supieran como llevar a cabo su tarea (Nm. 11:17). El Espíritu capacitó a los creyentes para hacer el trabajo que Dios había determinado, sin preparación previa (Ex. 35:30-35).

78 4.2. Dios manteniendo la fidelidad en la provisión para el pueblo.
No les retiró el maná. (1) Lo hizo descender sobre ellos al principio de su peregrinación (Ex :15). (2) Cesó al día siguiente de haber entrado en la tierra prometida (Jos :12). Proveyó de agua durante todo el tiempo (Ex. 17:6). Aunque ellos fueron infieles, Dios permaneció fiel a sus promesas y cuidado.

79 5. El recuerdo de la providencia (9:21).
5.1. Provisión en el desierto. Todo el pueblo fue sustentado por Dios a lo largo de los cuarenta años en el desierto. Fue algo continuo a pesar de las permanentes provocaciones del pueblo. La comunión de Dios con ellos es evidente, porque Moisés dijo que “conocía tu caminar en el desierto” (Dt. 2:7).

80 5.3.1. Los vestidos no se envejecieron.
5.2. La provisión completa. No tuvieron ningún tipo de necesidad que no hubiera recibido la oportuna provisión. Ninguno de los israelitas podrían testificar de algo que no hubieran podido tener, de todo cuanto necesitaron. 5.3. Milagro y salud. Los vestidos no se envejecieron. (1) En una situación comprometida, peregrinando por el desierto, no había muchas posibilidades de comprar vestidos. (2) Dios actuó para que conservaran su utilidad sin desgastarse.

81 5.3.2. La salud para poder caminar por el desierto.
(1) El calor y las largas marchas podrían afectar a los pies de las personas, especialmente de los mayores. (2) Dios los preservó para que pudieran caminar sin que sus pies se debilitaran para ello.

82 6. Las victorias sobre los enemigos (9:22).
6.1. La conquista de la tierra. Reinos y pueblos fueron entregados por el Señor en manos de los ejércitos de Israel, en la conquista de la tierra. (1) Baste leer el libro de Josué, para darse cuenta de la acción divina. Dios les había prometido la tierra y se la había entregado en sus manos.

83 6. 1. 3. Cierto es que no habían eliminado. totalmente a las naciones
Cierto es que no habían eliminado totalmente a las naciones asentadas en Canaán, pero Dios dejó el territorio en situación de ser limpiado totalmente en los años siguientes al asentamiento en la tierra. 6.2. Victorias antes de entrar en Canaán. La acción sobre Sehón (Nm. 21:21 ss.). La victoria sobre Og, rey de Basán (Nm. 21:33 ss.; Dt. 1:4; 3:3, 4).

84 7. La multiplicación del pueblo y el cumplimiento de la promesa (9:23).
7.1. Un pueblo que se multiplicó. Ya en días de la esclavitud, había una gran procreación por parte de los israelitas en Egipto, que motivó la acción del Faraón contra ellos (Ex. 1:7, 15, 16). Durante el caminar por el desierto, no disminuyó el número de ellos, a pesar de los muertos que se produjeron por castigo divino.

85 7. 1. 3. La razón era el cumplimiento de la. promesa dada a Abraham,
La razón era el cumplimiento de la promesa dada a Abraham, recordada también en el texto: “como las estrellas de los cielos” (Gn. 22:17). 7.2. El Señor cumplió su promesa. No fueron ellos que salieron de Egipto y llegaron a Canaán, sino que fue el Señor que los llevó. La razón evidente es la fidelidad de Dios. Dios había prometido a Abraham darle la tierra a su descendencia y cumplió la promesa dada.

86 8. La acción de Dios en la conquista de la tierra (9:24).
8.1. Israel entró en posesión de la tierra. Una realidad histórica reiterada a lo largo de la oración (Jos. 1:2). 8.2. La acción de Dios sobre los pueblos de la tierra. El Señor actuó sobre ellos condicionando su ánimo para que fueran fácilmente derrotados por Israel (Jos. 2:10-11).

87 8.3. Dios entregó la tierra en manos de Israel.
Las batallas de la conquista fueron llevadas a cabo por Israel, como instrumento en manos de Dios. Las batallas eran del Señor, que peleaba por su pueblo (Jos. 6:2). La entrega fue tan completa que hubieran podido hacer con los moradores de Canaán, lo que hubieran querido.

88 9. La admirable bondad de Dios (9:25).
9.1. Entraron en posesión de ciudades y tierras. Las ciudades de Palestina fueron conquistadas por los ejércitos de Israel, mediante el auxilio divino. Las tierras fértiles, que habían sido cultivadas y estaban preparadas para ello, fueron tomadas por los israelitas. No tuvieron que prepararlas para poder cultivarlas, ya estaban preparadas.

89 9.2. La tierra fértil que recibieron.
Era un territorio que producía abundancia de recursos alimenticios. Ya lo habían verificado, antes de la conquista, los espías enviados por Moisés para reconocerla (Nm. 13:27). Una tierra dotada de todo lo necesario para que fuera un vergel en manos de Israel (Dt. 8:7, 8). No sólo era fértil, sino también hermosa (Ez. 20:6).

90 9.3. La abundancia de bienes que recibieron.
Las casas que tomaron estaban llenas de recursos que fueron de ellos. Junto con la abundancia de bienes materiales que los habitantes de Canaán habían adquirido en el tiempo, estaban las plantaciones de viñas y otros frutales, así como el trigo en los campos (Dt. 6:11).

91 9. 3. 3. Las cisternas para el. almacenamiento de agua para
Las cisternas para el almacenamiento de agua para riego estaban hechas, de modo que no tuvieron que invertir tiempo ni esfuerzo para construir la infraestructura que necesitaban. 9.4. La provisión que encontraron. Había comida abundante, de modo que tuvieron provisión hasta saciarse.

92 9.5. La bendición que recibieron.
Un territorio lleno de recursos y provisiones, les hizo sentir el gozo de la dimensión contenida en la promesa del Señor. No habían sido ellos, sino la “gran bondad” de Dios que lo había hecho posible Debieran haber tenido continuamente el recuerdo de la provisión que habían recibido de Dios, para agradecer lo recibido y amarle por ello (Dt. 6:10-12).

93 d) Reconocimiento del perdón de Dios (9:26-31).
1. La confesión (9:26). 1.1. El pecado en contraste con la bendición recibida de Dios. Cinco acciones impías. 1.2. “Te provocaron a ira.” La desobediencia continuada contra Dios. Especialmente manifestada en el tiempo de los Jueces. Tales acciones comenzaron muy temprano, en los días de la conquista. A modo de ejemplo el pecado de Acán (Jos. 7:1).

94 1.3. “Se rebelaron contra Ti.”
La rebeldía fue una actitud continuada del pueblo de Israel. Aposentados en la tierra, dejaron de seguir al Señor y sirvieron a los ídolos (Jue. 2:11-12). Así siguieron continuamente hasta el tiempo de la conquista por los babilonios. Dios tuvo que actuar para preservar su Nombre de ser profanado entre las naciones (Ez. 20:21).

95 1.4. “Echaron tu ley tras sus espaldas.”
Expresión idiomática que equivale a olvidarse y despreciar la Ley que Dios les había dado. Dar espaldas a la Ley equivale a dar espaldas a Dios (1 R. 14:9). Dios denunció esta situación y advirtió del juicio que vendría sobre ellos por esa actitud (Sal :17).

96 1.5. “Mataron a tus profetas.”
Dios había enviado profetas que llamaran al pueblo al arrepentimiento. La intención del mensaje profético era la restauración de Israel. La acción fue procurar eliminar a quienes exhortaban y llamaban a un retorno a Dios. Tal fue el modo de actuación de Acab, bajo el influjo de Jezabel (1 R. 18:4; 19:10).

97 1. 5. 5. Así ocurrió también con Zacarías,
Así ocurrió también con Zacarías, el hijo del sacerdote Joiada (2 Cr. 24:20-21). El Señor recordó esta conducta durante su ministerio (Mt. 23:37). La misma denuncia pronunciada por Esteban (Hch. 7:52). 1.6. “Hicieron grandes abominaciones.” El resumen genérico de la actuación indigna del pueblo contra Dios. A bendiciones respondieron con abominaciones.

98 2. Disciplina y gracia (9:27).
2.1. La consecuencia del pecado. El Señor abría su mano de protección y el pueblo caía bajo el poder de los enemigos. Es notable la experiencia en este sentido, del tiempo de los jueces (Jue. 2:14-15; 3:8). Los enemigos les infringían sufrimiento, que servía para hacerles reflexionar en su condición y retornar a Dios en arrepentimiento.

99 2.2. La misericordia de Dios.
El pueblo clamaba a Dios en medio de sus tribulaciones y eran oídos. Una y otra vez aparece esto en el libro de Jueces. Un buen resumen de esta situación (Sal. 106:41-46). 2.3. La provisión de Dios. Les enviaba libertadores.

100 2. 3. 2. Personas que levantó para. conducir al pueblo en las
Personas que levantó para conducir al pueblo en las acciones de liberación de sus enemigos (Jue. 2:14; 3:18; etc.). Dios compasivo intervenía en favor de los suyos, a pesar de la condición rebelde que habían mostrado y que seguirían haciendo después de un tiempo de paz.

101 3. La rebeldía contra Dios manifiesta (9:28).
3.1. El ciclo de la impiedad. Se acordaban de Dios cuando estaban en la aflicción. Se olvidaban de Dios cuando tenían paz. Se rebelaban contra Dios cuando nadie los oprimía. Es el ciclo continuo dentro de la historia de Israel (Jue. 3:11, 12, 30; 4:1; 5:31: 6:1).

102 3.2. Repetición de la disciplina.
Cuando abandonaban a Dios, Él los entregaba en manos de los enemigos. La acción de opresión se reproducía. El retorno a Dios volvía a manifestarse. Dios los restauraba nuevamente (Sal. 106:43).

103 4. El cuidado paternal de Dios (9:29).
4.1. La acción de Dios. Dios amonestándolos como Padre a hijos. La amonestación era una invitación par que se volvieran en obediencia a su Ley.

104 4.2. La rebeldía del pueblo a la amonestación de Dios.
Era la expresión de soberbia íntima (v. 16). Despreciaban la Ley. El cumplimiento de lo establecido por Dios era vida para ellos, al ajustar su modo de vida a las demandas de Dios (Lv. 18:5; Ez :11; Ro. 10:5; Gá. 3:12). No se salvaban por guardar la ley, pero recibían bendiciones por estar en armonía con la voluntad de Dios, lo que les permitía gozar de sus bendiciones.

105 4.3. El resumen de la condición del pueblo.
Eran rebeldes: “se rebelaron”. Eran orgullosos: “endurecieron su cerviz”. Eran desobedientes: “no escucharon”.

106 5. Paciencia y disciplina (9:30).
5.1. La paciencia de Dios. A pesar de la continua acción rebelde del pueblo, el Señor los “soportaba”. No fue un tiempo breve de paciencia, sino extenso: “por muchos años”.

107 5.2. La compasión de Dios. Un trabajo continuo de amonestación. El llamado al arrepentimiento lo hacía el Señor por medio de los profetas enviados por Él para hablar al pueblo en Su nombre (2 R. 17:13). Dios obraba así porque tenía misericordia de ellos (2 Cr. 36:15). Ni una sola época de la historia de Israel estuvo sin la presencia de profetas enviados por Dios (Jer. 7:25; 25:4).

108 5.4.1. Dios los entregó “en mano de los pueblos de la tierra”.
5.3. La reacción del pueblo. No escucharon a Dios. 5.4. La consecuencia. Dios los entregó “en mano de los pueblos de la tierra”. “Quienes no quisieron servir a Dios en su propio país, tuvieron que servir a sus enemigos en un país extranjero, como se les había amenazado (Dt. 28:47, 28).” [1] Los profetas les habían anunciado ese juicio en nombre del Señor (Is. 5:5; 42:24-25). [1] F. Lacueva. Matthew Henry. Nehemías. Pág

109 6. El reconocimiento de la misericordia de Dios (9:31).
6.1. La misericordia evidenciada. No permitió que el pueblo fuera extinguido como tal. Cuando anunció el juicio sobre la nación, anunció también la misericordia para que no se extinguiera como pueblo (Jer. 4:27). La soberanía de Dios intervino para que quedara un remanente del pueblo (Jer. 5:10, 18).

110 6.2. El amparo manifestado. Llevados en cautiverio no fueron desamparados. Como Padre protegió a sus hijos y los hizo retornar nuevamente a su tierra. Aquel grupo de personas reunidas para confesar y alabar a Dios era la evidencia palpable de la compasión de Dios. 6.3. La razón. A causa de la clemencia y misericordia de Dios. Esa es la gloriosa dimensión de aquel que es amor en esencia (1 Jn. 4:8).

111 7. Aplicación. 7.1. El pueblo de Dios hoy, en situaciones similares. 7.2. El orgullo es una característica propia de tiempos de alejamiento de Dios (Ap. 3:17-18). No hay bendición sobre quienes se consideren grandes y autosuficientes. Dios resiste la soberbia y sólo da gracia a los humildes (1 P. 5:5).

112 7. 3. En alguna medida se puede detectar un
7.3. En alguna medida se puede detectar un espíritu de rebeldía contra la voluntad de Dios (2 Ti. 4:1-4). No hay una verdadera obediencia a las demandas de la Palabra. Se aprecia el rechazo de cualquier ministerio que llame al compromiso del cristiano con Dios. 7.4. La ausencia de bendiciones es el resultado de una situación así (Is. 66:2).

113 7. 5. La gravedad de conocer lo que es. bueno y negarse a hacerlo (Stg
7.6. Con cierta frecuencia se produce un olvido de los ejemplos del pasado (1 Co. 10:6). La historia de acciones de Dios a causa del pecado sobre su iglesia, no se tienen en cuenta.

114 e) Confesión y compromiso (9:32-38).
1. Orando bajo el peso de la dificultad (9:32). 1.1. Lo que era Dios para ellos. Dios personal: “Dios nuestro.” (1) No sólo era Dios, sino que lo era de ellos. (2) El Creador alcanzaba para ellos la condición del Dios personal, que necesitaban en su situación. Dios grande. (1) Así había proclamado Su nombre delante de Moisés (Ex. 34:6-7). (2) La grandeza de Dios se había manifestado, tanto en la liberación de Egipto, como en cada paso desde entonces hasta el retorno del cautiverio babilónico.

115 1.1.3. Dios poderoso: “fuerte y temible.”
(1) Poderoso por sus obras. (2) Temible por su justicia. Dios fiel. (1) Hacía honor a Sus compromisos en el pacto. (2) Manifestaba continuamente su misericordia. (3) Por esa causa no habían sido consumidos (Lam. 3:22-23).

116 1.2. La petición delante de Dios.
Confiando en la bondad de Dios. Presentan ante Él, el estado calamitoso en que se encuentran. La situación de sufrimiento obedecía a su pecado. Había afectado a toda la nación. Había comenzado a manifestarse en la gravedad presente, con la actuación de los Asirios contra Israel (2 R. 17:3).

117 2. Reconocimiento de la justicia de Dios (9:33).
2.1. Dios es justo en su obrar. Todo el sufrimiento que había venido sobre ellos, obedecía a la manifestación de la justicia de Dios, a causa de su pecado. Las advertencias de juicio establecidas en la Ley, se habían cumplido conforme a Su palabra. Dios era justo en su modo de obrar (Dn. 9:14). Estaban reconociendo lo que expresó tiempo atrás el salmista (Sal. 119:137).

118 2.2. Reconociendo y confesando el pecado.
El obrar justo de Dios, correspondía al pecado obrado por el pueblo. Estaban confesando realmente la razón de aquel estado de miseria y sufrimiento. Había sido la norma de comportamiento desde la salida de Egipto (Sal. 106:6-7). Reproducen la confesión hecha años antes por Daniel (Dn. 9:5-8).

119 3. Confesando la desobediencia de los antepasados (9:34).
3.1. Nadie en la nación quedaba excluido del pecado de desobediencia y rebeldía. Se mencionan a los reyes. Los príncipes. Los sacerdotes. El pueblo en general: “nuestros padres.”

120 3.2. El pecado reconocido. Un pecado de omisión: “no pusieron por obra tu Ley.” Un pecado de desobediencia: “no atendieron a tus mandamientos.” Un pecado de rebeldía: “no atendieron a tus amonestaciones.”

121 4. La ausencia de arrepentimiento (9:35).
4.1. Conocedores de la bondad de Dios. Habían entrado a poseer un reino de abundancia, que Dios les había entregado. (1) Ya lo habían recordado antes en la oración (v. 25). Habían entrado a poseer una tierra espaciosa y fértil. (1) Tanto que el Señor les había dicho la causa por la que no expulsaba en el tiempo en que entraron a poseer la tierra, a todos sus enemigos. (2) El pueblo de Israel no era lo suficiente numeroso para hacer segura la tierra en que habitaban.

122 4.1.3. La tierra había les había sido entregada por Dios mismo.
4.2. La respuesta a las bendiciones recibidas. Rehusaron servir a Dios. (1) Tal actitud manifiesta ingratitud y desprecio. (2) Traería consecuencias graves sobre ellos, como Dios mismo había anunciado en su Ley (Dt. 28:47-48). Se mantuvieron alejados de Él. (1) No se convirtieron de sus malas obras.

123 5. La situación del pueblo (9:36).
5.1. Esclavos. Eran esclavos de las naciones, como Dios había anunciado (Dt :48). 5.2. Esclavos en la tierra de su libertad. No eran esclavos lejos de la tierra de la promesa, sino en ella misma. La tierra de la promesa tenía que ver con la libertad. Dios los había sacado de la Esclavitud de Egipto y los había llevado a la tierra donde podían ser libres.

124 6. El reconocimiento de las causas de su situación (9:37).
6.1. Esclavos a causa de sus pecados. La tierra que habían poseído estaba bajo la jurisdicción de los persas. Eran vasallos de los reyes de Persia. Reconocen delante del Señor que habían llegado a tal situación como resultado de sus pecados (Dt. 28:33, 51).

125 6.2. La esclavitud afectaba a sus propias personas.
Estaban al arbitrio de quienes eran sus señores. Afectaba a la libertad de sus personas. Afectaba a la libre disposición de sus propiedades.

126 6.3. Una situación angustiosa.
“Estamos en grande angustia.” La situación venía de muchos años atrás, desde los reyes de Asiria (v. 32). Presentan al Señor su situación, reconociendo su justicia.

127 7. La promesa hecha (9:38). 7.1. Promesa solemne y escrita. Estaban formulando un pacto firme con Dios. Algo semejante había sido hecho en tiempos del rey Josías (2 R :3). También se produjo un compromiso en días de Ezequías (2 Cr. 29:10).

128 7.2. El compromiso aceptado.
No sólo se redactaría el compromiso, sino que se asumiría con la firma de los representantes del pueblo. El compromiso escrito figura en el siguiente capítulo. Los representantes del pueblo y del sacerdocio, hacían promesa solemne de fidelidad, después de haber confesado su pecado delante del Señor.

129 8. Aplicación. 8.1. El arrepentimiento es una necesidad propia de quienes reconocen una situación espiritual delicada. 8.2. La Escritura enseña claramente sobre la necesidad de un arrepentimiento, en un volverse incondicionalmente a Dios, si se desea el disfrute de bendiciones del Señor. 8.3. El arrepentimiento bíblico exige un cambio de actitud, además de un cambio de mentalidad. La enseñanza (Ap. 2:5). El arrepentimiento auténtico exige un retorno a Dios en confesión (Lc. 15:18-20).

130 8.4. La confesión se produce a causa de la aplicación de la Palabra.
La iglesia debe dar prioridad a la exposición bíblica a fin de que la Escritura condicione y oriente la vida de los creyentes. 8.5. El arrepentimiento exige un compromiso de separación del mundo (2 Co. 6:14- 7:1). 8.6. El verdadero arrepentimiento entraña un compromiso de entrega al Señor (Ro. 12:1). 8.7. El arrepentimiento exige una actitud de renuncia personal (Fil. 3:7). 8.8. El único modo de vida cristiana consiste en “vivir a Cristo” (Fil. 1:21).

131 APLICACIÓN PERSONAL 1. La necesidad de confesión es propia del cristiano consecuente. 1.1. El pueblo de Israel que se volvía en confesión a Dios, era pequeño en número. 1.2. Es posible que sea también pequeño el número de creyentes hoy, que sientan la necesidad de un avivamiento espiritual. 1.3. Aunque sea pequeño el número, debe tenerse la certeza de que Dios puede usar lo poco, para Su gloria, si se viene en humildad ante Él. 1.4. A la luz del pasaje, sería bueno que cada uno hiciéramos nuestra la oración de Asa (2 Cr. 14:11).

132 PREGUNTAS DE REPASO PARA EL ESTUDIO 10
1. ¿Cómo manifestó el pueblo su actitud de arrepentimiento? 2. ¿Que acción habían tomado antes de venir a confesar el pecado? 3. ¿Con qué comenzó la confesión pública? 4. ¿Qué características destacan de Dios, en el tiempo de la alabanza? 5. Haz una relación de las bendiciones que el pueblo de Israel había recibido de Dios, en el pasaje que se considera. 6. ¿De qué manera reaccionó el pueblo a las misericordias de Dios? 7. ¿Cuales son las características de gracia que se mencionan de Dios en el v. 17? 8. Relaciona algunas evidencias que sirvan para confirmar que Dios les había enviado su Espíritu (v. 20).

133 9. ¿Cuales son los cinco pecados que se citan en el v. 26?
10. Indica las cinco manifestaciones del amor de Dios hacia el pueblo rebelde, que aparecen en los vv 11. ¿Qué perfección de Dios reconoce el pueblo en el v. 33? 12. ¿Cómo manifiestan la realidad del compromiso que hacen delante de Dios?

134 Pastor Samuel Pérez Millos.
CRÉDITOS Esta presentación en Power Point ha sido creada por el Pastor José R. Mallén Malla, para el Pastor Samuel Pérez Millos. Con el propósito de ser presentada en la Iglesia de Convertidos a Cristo, en Santo Domingo, República Dominicana. Puedes utilizarla todas las veces que quieras, siempre y cuando respetes el derecho de autor y conserves esta nota al final de la misma. Agradecemos tanto sus oraciones como sus comentarios. Puedes contactarnos en la siguiente dirección: E.mail 2004


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