“Consumismo versus consumo” Zygmunt Bauman
Zygmunt Bauman (1925) Sociólogo, filósofo y ensayista polaco. Modernidad y postmodernidad versus modernidad sólida y líquida. Estudia problemáticas sociales y la forma de abordarlas desde lo teórico y lo práctico. Tipo ideal (Weber).
El consumo es una condición permanente e inamovible, que no está atada ni a tiempo ni a espacio. Determina los patrones de las relaciones interhumanas. Con la revolución neolítica (sedentarismo y domesticación), surge la acumulación, y con ella la “revolución consumista”.
El consumismo surge cuando el consumo se convierte en la razón de ser de la mayoría de personas. Es un acuerdo social que resulta de la reconversión de los deseo en la principal fuerza de funcionamiento de la sociedad. En el consumismo, se separa la capacidad individual de desear, querer y anhelar y se convierte en una fuerza externa social.
La moderna sociedad sólida de los productores. Búsqueda de seguridad en la sociedad moderna sólida (grandes objetos de larga duración). Exhibición pública de la riqueza sólida y durable.
La moderna sociedad líquida de los consumidores. Inestabilidad de lo deseos e insaciabilidad de las necesidades. Objetos de corta duración. “Cultura ahorista” o “cultura acelerada”: renegociación del significado del tiempo (rupturas y discontinuidades).
El “tiempo de necesidades” se reemplaza por el “tiempo de oportunidades”. En la vida “ahorista” el apremio es adquirir y acumular, de eliminar y reemplazar. Exceso y deshecho, exceso de información.
La sensación de felicidad o su ausencia, dependen de las esperanzas y las expectativas, así como los hábitos aprendidos, todos ellos que varían de un marco social a otro. Felicidad en vida terrenal, aquí y ahora. Felicidad instantánea y perpetua. La felicidad en el consumo es limitada.
Sociedad de los deseos insatisfechos, el reino de la hipocresía. El consumismo es una economía del engaño, busca despertar la emoción del consumidor, no cultivar su razón. Tasa de mortalidad de las expectativas es alta.
La sociedad de consumo absorbe cualquier disenso y lo emplea como un recurso para su propia expansión. Modernidad líquida desrutinizada y desregulada: individualización.