Entre la fantasía y la realidad
La caverna es refugio de los débiles (ancianos, mujeres y niños) que aguardan al cazador. La cultura es invención de los débiles físicos que inventan el horizonte de sentido que el cazador necesita
La perspectiva platónica que denuesta de la caverna como espacio del artificio y el simulacro, es desmentido por los hechos: es en la caverna en donde emerge la cultura en forma de imagen, mitos y ritos… es decir, de artificio
Es justamente bajo estas condiciones en donde emerge la fantasía: la cultura emerge en medio de la fantasía y el despliegue de lo imaginario, o más aún de la capacidad de los débiles de producir realidad
Tal como lo revelan los exámenes de André Leroi- Gourhan de las pinturas rupestres en las cavernas europeas, las mismas obedecen a regularidades y hay un principio de orden: la fantasía no es por tanto desorden, sino expresión de otro orden
Esta fantasía alimenta la memoria La caverna a su vez, favorece la cultura del cuidado La amplitud de la realidad viene a ser representable como posibilidad: cosmovisiones. En esta dimensión entendemos la proximidad entre teoría y magia. “El excluido de la caza se convierte en soñador, cuentista, bufón, imaginero o mimo, para enriquecer los tiempos hasta entonces muertos de vida…” (Blumenberg, Salidas de la caverna, p.33)
Sentimiento centrípeto Se orienta a la entrada y engendra el rasgo meditativo, estático y mágico Lo teórico no está escindido de lo mágico Culturas orientales Sentimiento Centrífugo Se orienta a la salida y va hacia el exterior: termina abandonando lo mágico. Escinde la teoría de la magia Grecia y el mundo occidental
- Prioridad por el logos en cuanto discurso y luego razón - En la Modernidad: escisión entre teoría y magia, entre saber y conocer. - Constitución de un sujeto, en la modernidad, desde lo normal
- La Fantasía se relaciona con la locura o con lo que se acerca a ella. - Se construye el vínculo poesía-locura - El Quijote en ese sentido, es una figura fundamental. - Implica la opción por considerar el pensamiento como algo alejado de las imágenes y de lo imaginario, que se expresa en lo fantástico.
Lo imaginario es la expresión simbólica por excelencia del ser humano. Alude a unas condiciones del pensar allende de lo lógico, argumentativo y lineal.
Ayuda a encontrar justamente, en todo proceso de elaboración simbólica, los fundamentos de la representación. La indagación sobre lo imaginario vuelve a vincular lo que la Modernidad había escindido: magia, teoría; saber y conocer, etc. No porque sean iguales, sino porque se fundamentan en puntos de partida similares: LA CONDICIÓN REPRESENTATIVA Y SIMBÓLICA DEL SER HUMANO.
El cuerpo como elemento definidor de la imagen y lo imaginario Dominantes posturales: 1.Dominante de posición: Que define lo vertical y lo horizontal 2.Dominante de nutrición: Que define lo que se guarda y lo que se abandona 3.Dominante sexual: Que define lo cíclico y lo rítmico. La dominante 2 y 3 se conjugan en muchas ocasiones, al acercar los órganos digestivos y los sexuales. Lo imaginario y su condición corporal
Ahora bien, cada gesto inscrito en estas dominantes, exige una materia y una técnica; “suscita un material imaginario y, si no una herramienta, por lo menos un utensilio” (Durand, p. 57) Dominante de posición o postural Materias: luminosas y visuales Técnicas: de separación y purificación Símbolos e imágenes: armas, flechas, espadas Imagen de la cueva de Toquepala (Perú) 7600 a.C
Dominante digestiva: Materias de la profundidad: agua o tierra cavernosa Utensilios: Copas y cofres Símbolos: de ensoñación técnica de la bebida o el alimento Sarcófado con imágenes de Dionisos, s. V a.C. Museo de Arte Metropolitano de Nueva York
Dominante sexual: “Se proyecta sobre los ritmos estacionales y su cortejo astral, anexando todos los sustitutos técnicos del ciclo: la rueda y el torno, la mantequera y el eslabón; y finalmente, sobredeterminan todo frotamiento tecnológico mediante la rítmica sexual.” (Íbid.) Venus de Willendorf, a.C. Museo de Historia Natural de Viena