Las fuerzas armadas de Mexico en el lugar 19 del ranking mundial

General Galván Galván: "La degradación de nuestro poder militar es notable“ Mientras organismos internacionales dan a México el lugar 19 en poderío militar en el mundo, la Sedena revela las limitaciones de las Fuerzas Armadas tras 40 años de abandono y un presupuesto militar de 0.5 del PIB. Por su poder militar y sus características geopolíticas, México está ubicado a escala mundial en el sitio número 19 de entre 42 naciones a las cuales la organización Global Fire Power (GFP) monitorea para medir sus capacidades bélicas. Desde esa posición, que supera la de las Fuerzas Armadas de países como Corea del Norte, Irán o Canadá, el Ejército mexicano sostiene una lucha frontal contra los cárteles de la droga en diversos puntos del país, mediante un poder militar calificado de manera positiva en el extranjero pero cuestionado severamente por el propio secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván, debido a una larga lista de carencias históricas acumuladas.

Porque sin una guerra qué librar contra potencias vecinas y sin enfrentar rebeliones subversivas en zonas rurales o urbanas, como ocurrió hace dos y tres décadas, las fuerzas armadas mexicanas concentran el poder de fuego de poco más de 45 mil efectivos (de un total de 195 mil) para combatir al crimen organizado en objetivos ubicados principalmente en la zona norte del país. LO QUE SE SUPONE QUE TENEMOS Mientras GFP, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) o el sitio Index Mundi sitúan a nuestro país en el tercer lugar militar en Latinoamérica (por encima de ejércitos como los de Argentina, Chile o Perú) y en el décimo noveno o vigésimo a nivel mundial, el alto mando advertía a diputados de la anterior Legislatura que esos estudios no reflejaban la situación real y las condiciones en que operan el Ejército y Fuerza Aérea mexicanos.

En octubre de 2007, el alto mando de la Sedena reveló ante legisladores de las Comisiones de Defensa de todos los partidos que el armamento era obsoleto, que los chalecos antibala caducarían en el 2009, que prácticamente la mitad de las aeronaves militares estaban en condiciones críticas, que había un fuerte déficit de tripulaciones aéreas, que cerca de tres cuartas partes de la flota de transporte podría desaparecer debido a las condiciones de desgaste en que se encontraba y que la deserción era uno de los principales problemas de la dependencia. El análisis, contenido en el documento “Agenda. Panorama General del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos”, cimbró a diputados y senadores por la advertencia que el general Galván Galván hacía al final de la presentación del texto: “La degradación de nuestro poder militar es tan notable, que en los próximos cinco años este proceso puede tornarse irreversible”, les señaló.

Minutos antes de emitir la contundente afirmación, el secretario de la Defensa se refirió precisamente al problema que representaban para la Sedena los estudios y análisis internacionales sobre la capacidad bélica de un país como México. “No se engañen”, les decía a los legisladores al señalarles que el poder militar es sólo una parte del poder nacional y que al elaborar tales estudios, los países se reservan la entrega de información clasificada por convenir así a sus intereses. Esto hace que los datos vertidos en dichos informes no sean del todo precisos y objetivos, agregaba Galván. “Estos estudios otorgan a México un poder militar de 13 puntos, a Estados Unidos 100, a Cuba 3.3, a Guatemala dos, a Belice 0.73 y a Venezuela 3.7”, señaló el alto mando militar. Minutos antes de emitir la contundente afirmación, el secretario de la Defensa se refirió precisamente al problema que representaban para la Sedena los estudios y análisis internacionales sobre la capacidad bélica de un país como México.

“No se engañen”, les decía a los legisladores al señalarles que el poder militar es sólo una parte del poder nacional y que al elaborar tales estudios, los países se reservan la entrega de información clasificada por convenir así a sus intereses. Esto hace que los datos vertidos en dichos informes no sean del todo precisos y objetivos, agregaba Galván. “Estos estudios otorgan a México un poder militar de 13 puntos, a Estados Unidos 100, a Cuba 3.3, a Guatemala dos, a Belice 0.73 y a Venezuela 3.7”, señaló el alto mando militar.

Galván se refirió a otro estudio que arrojó resultados distintos al primero y en el que se señalaba que “los indicadores más empelados son: objetivos y principios de la política exterior del país, Estado de las relaciones internacionales, Situación general del entorno regional, Porcentaje del PIB destinado a gasto de defensa, Doctrina militar, Articulación de los sistemas de las Fuerzas Armadas, Efectivos militares, Nivel tecnológico, Cantidad y estado operativo de las aeronaves, Piezas de artillería, Vehículos blindados, Unidades navales de guerra, Capacidad de movilidad, Reservas disponibles, etcétera”. Así, el estudio sobre las capacidades militares de México aseguraba que en nuestro país alcanzaban “17.37 puntos (en 2007), en Estados Unidos de América de 74.3 puntos, en Cuba de 11.9 puntos, en Guatemala de 4.8 puntos y en Belice de 2.6”.

Sin embargo, la misma Sedena, en informes elaborados por órdenes de sus titulares, ha presentado cifras que no concuerdan o varían de año en año al referirse a la cantidad y tipo de armamento que poseen las tropas. Por ejemplo, en los años 2005 y 2006, la dependencia entonces bajo el mando del general Clemente Vega García revelaba por primera vez cuáles eran los recursos tácticos con que se contaba, y señalaba ante legisladores de la Comisión de Defensa que, entre otras cosas, los 194 mil 143 efectivos tenían 42 mil 502 pistolas y 230 mil 618 fusiles. Un año más tarde, bajo el mando del general Guillermo Galván Galván, el reporte a senadores y diputados en un encuentro a puerta cerrada revelaba, basado en las cifras oficiales, una disminución drástica en el armamento individual: el general Galván indicó entonces que los soldados mexicanos contaban con 26 mil 904 pistolas ametralladoras, con 126 mil fusiles y con siete mil 518 carabinas de diversos calibres. Las cuatro mil 501 ametralladoras en existencia —tres mil 197 ametralladoras, 893 ametralladoras lanzagranadas y 411 ametralladoras (sic)— anunciadas a los legisladores contrastaban con las seis mil 393 del 2005 y 2006 del general Vega García.

A la vez, si en su informe de octubre de 2007 a los legisladores el general Galván no presentaba dato alguno sobre cuántas escopetas tenían sus tropas (Vega García señaló en 2005 y 2006 que había mil 521 piezas), en cambio sí revelaba que la Sedena acababa de adquirir ocho Sistemas de Tiro Milan (misiles Milan), un arma antitanque diseñada en 1972 por Francia y que se fabrica también en la India con licencia de la Unión Europea. Es operada por tres soldados, pesa alrededor de siete kilos y medio, tiene un alcance mínimo de 400 metros y máximo de dos mil, lleva una carga explosiva que funde el metal y que puede atravesar hasta un metro de blindaje. La Sedena adquirió los misiles Milan como parte de un paquete por haber comprado seis helicópteros tácticos Cougar, artillados y con blindaje suplementario, cuyo precio fue de tres mil 600 millones de pesos.

MAS SI OSARE Sin submarinos en su flota naval, sin portaviones ni flotilla de buques destructores y sin poseer una escuadrilla de aviones a reacción, la Armada de México aparece junto con el Ejército y Fuerza Aérea mexicanos en el lugar 19 del ranking mundial de fuerzas bélicas de Global Fire Power. Esa firma se ha dedicado desde 2005 a recopilar y sistematizar una base de datos muy completa sobre las que considera son las principales fuerzas armadas del mundo, indicando en su escala de calificaciones 33 aspectos para medir el poderío militar de los 42 países enlistados. Los indicadores utilizados por Global Fire Power (GFP) son Población total; Recursos humanos militares disponibles; Recursos humanos en forma para cumplir el Servicio Militar; Personal que cada año está en posibilidad de cumplir con el Servicio Militar; Militares en Activo; Reservas Militares; Grupos paramilitares en activo; Armamento aéreo; Armamento terrestre; Total de unidades navales; Total de artillería móvil;

Fortaleza de la Marina Mercante; Principales puertos y terminales marítimas; Número de portaviones; Buques destructores; Fragatas; Submarinos; Buques de patrulla costera; Buques antiminas; Buques para operaciones anfibias; Presupuesto de defensa/Gastos; Reservas económicas; Poder de compra; Producción petrolera; Consumo de petróleo; Fuerza laboral total; Cobertura ferroviaria; Cobertura carretera; Cobertura costera; Aeropuertos más importantes y Tamaño del territorio nacional. En junio de este año México aparecía en el sitio 14 del ranking de países monitoreados por GFP, ubicado por encima de Israel, Pakistán y Taiwán. En casi cinco meses perdió cuatro puestos en la medición de su capacidad militar sin que GFP ofreciera detalles sobre el descenso de de las Fuerzas Armadas mexicanas a su actual sitio 19.

LA CRUDA REALIDAD De acuerdo con estimaciones del Estado Mayor de la Defensa Nacional (Emaden), elaboradas por cada una de las armas que integran al Ejército y Fuerza Aérea, el fuego de artillería de cañones de.105 mm alcanzaría para combatir tan sólo durante 5.5 días, disparando de manera continua las 15 mil granadas existentes para dicha arma. Las Unidades Blindadas, según el análisis, cuentan con dos mil 662 granadas calibre.75 mm. De entrar en combate, las tropas blindadas gastarían todos estos cartuchos en sólo nueve días. En cuanto a la Fuerza Aérea, se señala que existen poco más de 1.7 millones de cartuchos calibre 7.62 mm que son empleados por los aviones PC-7 y PC-9, así como por los helicópteros Bell 212 y MD-530. En una conflagración armada esos 1.7 millones de cartuchos se agotarían en sólo cinco días de fuego aéreo.

La dependencia advierte que los 594 equipos de visión nocturna y los tres mil 95 GPS usados por la Fuerza Especiales para combatir a los cárteles de la droga “ya cumplieron su tiempo de servicio”. Las carencias y el desgaste en las filas del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos son patentes y alcanzan niveles no imaginados en las áreas operativas de la institución: el análisis de la Defensa Nacional señala que los gogles de visión nocturna y los GPS tienen entre cinco y 13 años de antigüedad, y “ya cumplieron su tiempo de servicio”. Lo mismo ocurre con los “150 mil 392 cascos antifragmento” que usan las tropas: 70 por ciento cumplió su tiempo de vida útil en 2008, y los 41 mil 160 chalecos antibala cumplirán su vida útil en El documento de la Sedena referente a las carencias mencionadas señala también que la industria militar está en capacidad de fabricar anualmente 10 mil armas de diferentes modelos.

En cuanto a las municiones para la Fuerza Aérea, se indica que existe capacidad industrial instalada para fabricar 15 millones cartuchos, “cantidad equivalente a 98 por ciento de las necesidades anuales”. Asimismo, se pueden fabricar “182 mil granadas de diferentes calibres, cantidad equivalente a 30 por ciento de la dotación anual”. En este panorama, la Fuerza Aérea resulta el arma más golpeada por la situación de atraso y dependencia tecnológica hacia el extranjero, en especial hacia Estados Unidos e Israel. De acuerdo con los datos de la Sedena, en los depósitos de armas de la FAM existen 753 bombas de 250 a mil libras cada una. Los aviones F-5 y los PC-7 Pilatus usan este tipo de arma. Las 753 piezas existentes sólo alcanzan para combatir aire-aire, durante un día. Las 87 mil 740 granadas calibre 20 milímetros con que están dotados los jets F-5 alcanzan para combatir contra enemigos externos o internos durante seis días. La dotación total de misiles aire-aire con que cuentan los aviones F-5 es de tan sólo 45 piezas, lo cual representa únicamente un día de fuego aéreo, indicaba la Sedena en octubre de 2007.

Cincuenta años de abandono gubernamental hacia el Ejército y Fuerza Aérea —el porcentaje del PIB del presupuesto militar es del 0.5 por ciento (fuente Index Mundi 2006)— provocaron no sólo el retraso, la falta de modernización y el envejecimiento del material bélico, sino también la modificación de la doctrina de defensa del país. Los planes de trabajo han tenido que adecuarse a lo que hay y no al revés, explicaba el general casi al final de su presentación ante un nutrido y boquiabierto grupo de legisladores federales de todos los partidos representado en el Congreso de la Unión: en todo este tiempo, les recordó el titular de la Sedena, el Ejército mexicano ha sufrido “la ausencia de una política de defensa nacional” (sic).

Recursos y situación militar de México La edad mínima para hacer el Servicio Militar, que es obligatorio por un periodo de 12 meses, es de 18 años. Los varones de 16 años de edad pueden unirse al Servicio Militar con el permiso de sus padres y como Voluntarios. Los conscriptos prestan servicios solamente al Ejército, Fuerza Aérea y la Marina. Desde 2007 las mujeres pueden hacer el Servicio Militar Voluntario. Fuerzas en disponibilidad (en reserva, voluntarios, con cartilla) Hombres de edad entre años: 27 millones 774 mil 688 personas. Mujeres de edad entre años: 29 millones 376 mil 791 personas (estimaciones del 2008)

Fuerzas militares en condiciones de prestar servicio militar Hombres de edad entre años: 22 millones 188 mil 284. Mujeres de edad entre 16-49: 24 millones 884 mil 614 (2008) Fuerzas militares (habitantes que alcanzan la edad mínima al año) Hombres de edad entre 16-49: 1,110,544 Mujeres de edad entre 16-49: 1,073,223 (2008)

1.- EUA 2.- China 3.- Rusia 4.- India 5.- Reino Unido 6.- Francia 7.- Alemania 8.- Brasil 9.- Japón 10.- Turquía 11.- Israel 12.- Corea del Sur 13.- Italia 14.- Indonesia 15.- Pakistán 16.- Taiwán 17.- Egipto 18.- Irán 19.- México 20.- Corea del Norte 21.- Suecia 22.- Grecia 23.- Canadá 24.- Arabia Saudita 25.- Ucrania 26.- Australia 27.- España 28.- Tailandia 29.- Dinamarca 30.- Polonia 31.- Filipinas 32.- Sudáfrica 33.- Argentina 34.- Siria 35.- Noruega 36.- Georgia 37.- Iráq 38.- Venezuela 39.- Libia 40.- Afganistán 41.- Nepal 42.- Líbano Países por su poder militar

América Latina Otro dato que llama la atención en la clasificación de GFP es la ausencia de Chile, país que posee una Fuerza Aérea importante y recién modernizada, tiene enorme experiencia en operaciones navales combinadas y conjuntas y organiza o participa cada año en alrededor de 20 ejercicios navales con armadas latinoamericanas y de otras naciones. Argentina, que posee 10 fragatas (cuatro más que México), tres submarinos y dos buques antiminas, sólo tiene nueve patrullas costeras (México posee 60), carece de buques anfibios (México tiene 25) y no cuenta con sistemas de artillería móviles (México tiene 130).

En cambio, Brasil aparece en el octavo lugar del ranking, con una superficie territorial mucho mayor (ocho millones 511 mil 965 kilómetros cuadrados) por proteger que la de México (que es de un millón 972 mil 550 km cuadrados): Brasil tiene 19 fragatas (contra nueve de México), cinco submarinos y seis buques antiminas, y se caracteriza por tener una auténtica industria bélica que produce aeronaves de última generación (los aviones radar Embraer, utilizados por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos), lanchas interceptoras, aviones caza de turbohélice y para entrenamiento de pilotos, armas de fuego largas y cortas, miras nocturnas, miras telescópicas, municiones de diversos calibres y sistemas avanzados de radar e infrarrojo.

Venezuela, que acaba de firmar una línea de crédito por más de dos mil millones de dólares con Rusia para renovar su flota aérea y adquirir cerca de 70 mil fusiles de asalto AK-47 y armamento diverso, aparece en el sitio 38 en el listado de 42 países. Finalmente, Colombia, cuyo gobierno acaba de autorizarle a los EU el uso de siete bases militares para operaciones contrainsurgentes y antinarco, y que posee un importante arsenal naval, terrestre y aéreo, no aparece en el listado de países con poderío bélico.