CONSTRUYENDO EL CONSENSO SOCIAL EN REGIONES MINERAS Mons. Luis A. Bambaren Gastelumendi, S.J Ex Presidente de la Conferencia Episcopal del Perú

El Perú es rico en recursos naturales, pero hay que tener en cuenta que la mayor riqueza es nuestro pueblo. Soy partidario de las inversiones mineras con responsabilidad social y ambiental, siempre considerando que la persona humana vale más que el oro y la plata. Es fundamental fomentar una cultura del diálogo en forma permanente y no solo cuando surgen conflictos.

NOS INSPIRAMOS EN EL MAGISTERIO DEL GRAN PAPA JUAN PABLO II “ El signo más profundo y gra- ve de las implicancias morales, inherentes a la cuestión eco- lógica, es la falta de respeto a la vida, como se ve en mu- chos comportamientos contaminantes. Las razones de producción prevalecen a menudo sobre la dignidad del trabajador, y los intereses económicos se anteponen al bien de cada persona, o incluso al de poblaciones enteras".

LA IGLESIA ASUME UN ROL FUNDAMENTAL EN LA SOLUCIÓN PACÍFICA DE LOS CONFLICTOS: El rol de la Iglesia, en varios conflictos minero ambientales, se ha dado para favorecer, mediar, y facilitar procesos de diálogo que contribuyan a la resolución pacífica de los conflictos. Esta acción se ha dado a solicitud del Estado, de las empresas y de los actores sociales locales. Rol que ha sido reconocido y agradecido por los propios interesados.

4. A la luz del Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia; se plantean con mayor énfasis los siguientes desafíos: a)Promover un diálogo veraz, responsable y solidario entre las partes interesadas, asegurando el bien para las poblaciones locales. b)Ayudar en la reflexión, acompañar en una participación activa en el desarrollo sostenible de sus localidades. c) Promover espacios de diálogo para contribuir al procesamiento pacífico y responsable de los conflictos mineros.

5. DIALOGO TRIPARTITO: En muchas zonas de la sierra, la iglesia es la única entidad con una cierta capacidad de ayudar a los campesinos, ronderos y autoridades locales, a procesar el conflicto desde una posición de diálogo y solución pacífica. - Prevenir, no es perder tiempo, es garantizar la paz social como base de una sana y justa explotación minera. - Para contrarrestar la campaña anti-inversión minera es necesario evaluar qué actores económicos y políticos se encuentran articulados y manipulan a los actores en sus demandas. - Es necesario descartar la ingerencia de grupos políticos y de agentes delincuenciales como son los narcotrafi- cantes, entre otros.

Propongo a esta Convención Minera, el siguiente slogan: LA NUEVA MINERÍA DEL TERCER MILENIO CON RESPONSABILIDAD SOCIAL Y AMBIENTAL PARA EL DESARROLLO REGIONAL Y NACIONAL DEL PERÚ.

La Nueva Minería del Tercer Milenio: Difundir por todos los medios formales e informales, que ya la Minería de hoy no es la del milenio anterior, para superar así las imágenes negativas que están en la memoria del pueblo.

Con responsabilidad social y ambiental: Contando con el liderazgo de peruanos que conozcan la cultura y el idioma, dando a conocer los proyectos de futuras exploraciones y explotaciones. No despertar falsas expectativas. Respetar su cultura y costumbres, fortalecer su vida familiar y capacitar para pasar de la agricultura artesanal a la tecnificada, con mejoras en sus cultivos y sus animales. Por ser un tema muy sensible, la población merece una especial información acerca del tratamiento de las aguas.

Para el desarrollo regional y nacional: Debe darse a conocer los casos ejemplares de empresas que vienen contribuyendo al desarrollo regional con carreteras, centros de salud, mejoras en la educación, fomento del arte, la cultura, el deporte y otros servicios. Deseo terminar con una recomendación: Conviene que las empresas colaboren técnicamente en la elaboración de proyectos locales. Es penoso que reciban millones y no sepan emplearlos bien.

Conclusión: Dios ha creado el mundo preñado de riquezas en las entrañas de la tierra y de los mares, para que el hombre perfeccione la creación con el buen uso de esos recursos para el progreso de la humanidad. Con la cabeza, logramos el adelanto de la ciencia y la tecnología. Con el corazón, haremos del hombre, no el esclavo, sino el rey de la creación, convirtiéndonos así en “expertos en humanidad”.