En un jardín, llamado Getsemaní, que significa: “prensa de olivas” comenzó la Pasión del Señor. Allí fue herido y prensado en nuestro favor.
Y en el gran conflicto con el mal, próximo a cargar sobre sí con todos los pecados de todos los pecadores, enfrentando la mayor angustia jamás enfrentada, nos mostró la razón de su fortaleza, su vínculo de comunión.
En comunión con el Padre
Intensidad Privacidad “Estando en agonía, oraba más intensamente”. “adelantándose un poco, se apartó de ellos”.
Humildad Confianza “se postró rostro en tierra” “Padre mío” esta aproximación indica confianza.
Aceptación Perseverancia Fortaleza “Si es posible, pase de mí esta copa” Perseverancia De nuevo se apartó, y oró por segunda vez (v.42) y después, por tercera (v.44). Fortaleza “Fue fortalecido” (Luc.22:43).
En comunión con los discípulos
Interés Reprensión Vino […] y los halló durmiendo (v.40, 43). ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? (v.40).
Consejo Amor Velad y orad, para que no entréis en tentación (v.41). El espíritu a la verdad, está animoso, pero la carne es débil (v.41).
Conclusión
Si queremos transitar ese camino de esperanza que nos lleva a la eternidad, tenemos que seguir los Pasos de comunión dados por nuestro Señor.
Y solo quienes crecen en comunión con Dios, pueden crecer en comunión con sus semejantes, mostrando interés en ellos, reprendiendo, aconsejando y amando por sobre todas las cosas.