La Globalización La globalización es algo casi tan antiguo como la historia de la humanidad, aunque ahora se pretenda mostrarlo como algo novedoso. El mundo ya estuvo globalizado, hace aproximadamente unos 4200 años y el hecho está registrado en un libro que no es de historia, pero que contiene historia de la humanidad. Tal vez usted se sorprenda si le dicen que este libro se llama La Biblia. Y en este libro podemos ver los reiterados y a veces logrados intentos de globalizar al mundo en diferentes épocas del pasado.

Después del diluvio, los descendientes de Noé comenzaron a poblar la tierra. Y dice la Biblia que: “tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras”. Génesis 11:1. Ellos estaban globalizados, a tal punto que hasta hablaban todos el mismo idioma y tenían las mismas ideas (las mismas palabras). Pero ésta globalización, (así como las que siguieron), no fue para bien, porque los hombres y mujeres se alejaron de Dios y él tuvo que intervenir para detenerla. Génesis 11:2-9. Las guerras en el mundo vienen por las pasiones, la codicia y la envidia del Ser humano. (Santiago 4:1-3). Luego los intentos de globalizar por imposición del más fuerte, se dio a través de naciones poderosas y de los diferentes imperios en la antigüedad.

Procurando éstos dominar a las regiones, los pueblos, las naciones y los continentes tratando de eliminar el concepto de Patria y de Nación de los mismos, procurando convencer a los pueblos de que la única solución era acceder al sometimiento que les era impuesto, influyendo estos imperios, con sus ideas, sus culturas, sus creencias, sus políticas económicas y para requerir por diferentes vías, tributos de aquellos que eran dominados; los cuales tenían que pagarles los impuestos, sea con oro o plata o bien con mano de obra. A veces no llegaban a tomar una ciudad o pueblo, si los gobernantes del lugar les daban oro o recaudaban constantemente para ellos, y si luego, no consideraban suficiente, el beneficio obtenido, pedían más, y terminaban tomando y dominando la ciudad, pueblo o nación según fuera el caso.

Es decir que pagaban o les tomaban la ciudad y los mataban o llevaban como esclavos a otros lugares o bien quedaban allí como sirvientes de los nuevos gobernantes que se instalaban en el lugar. (2da. Reyes capítulo 18) Esta forma de dominio consistía en no dejar crecer y prosperar a un pueblo o nación, no fuera cosa que terminaran siendo numerosos, teniendo poder militar, político o económico y se convirtieran de este modo en rivales peligrosos. (Éxodo 1:9-10) A veces les hacían un bloqueo, comercial, rodeando la ciudad para que no pudieran entrar los mercaderes, y tampoco salir a vender afuera. (2da Reyes 18:27)

O por ejemplo trataban de destruir de algún modo la industria, sobre todo de las armas, para que no pudieran defenderse, (1ra Samuel 13:16-23) y además procuraban destruir de algún modo la agricultura y la ganadería para que estuvieran hambreados y sin poder económico propio, para salir adelante. (Jueces 6:1-16). La Biblia, en el libro de Eclesiastés 1:9 dice: ”... y nada hay nuevo debajo del sol.” La Biblia menciona a Egipto, como imperio dominante en su momento, y esclavizando a pueblos enteros, como por ejemplo a los israelitas, a los que obligaban a trabajar para ellos, en la época de Moisés, unos 1450 años antes de Cristo. (Éxodo 1:1-14 y Éxodo capítulo 5)

El Profeta de Dios llamado Daniel, que escribió allá por el siglo sexto antes de Cristo, fue llamado para interpretar un sueño del rey de Babilonia Nabucodonosor. En éste sueño Dios le dio a entender, al rey, que habría cuatro imperios mundiales (uno vigente en ese momento) y otros tres que surgirían luego; pero el cuarto y último imperio, después de caer, volvería a resurgir. En el sueño, hay una imagen cuya cabeza de oro es el imperio babilónico vigente en ese momento. El pecho y los brazos de plata del cuerpo representan al imperio siguiente, o sea el Medo-Persa. El vientre y los muslos de bronce, representan al imperio griego. Y las piernas y pies de hierro representan al imperio romano. Es interesante notar que los diez dedos de los pies son en parte, de barro. ( La Biblia, Daniel capítulo 2).

Los dedos representan a diez gobernantes de naciones que surgirán de la región que fue dominada por el antiguo imperio romano. Hoy tenemos la unión europea, el mercado común y el Euro (moneda común), como la base del resurgimiento de éste cuarto y último imperio logrado por el hombre alejado de Dios y que según la Biblia será el más terrible de todos. (Daniel 7:23-27). Habrá un día, una desaparición misteriosa de millones de personas en un instante, que en realidad serán arrebatadas al cielo por Jesucristo. (1ra Corintios 15:51-52 y 1ra Tesalonicenses 4:16-17). Europa será el imperio dominante del cual surgirá un gobernante mundial con poder durante siete años de los cuales, los últimos tres años y medio serán los peores y los más penosos que la humanidad haya vivido.

Con guerras, hambre y pestes en todo el mundo como nunca hubo ni volverá a haber, y que sufrirán todos los que se hayan quedado en la tierra. (Apocalipsis 13:1-8 y 2da Tesalonicenses 2:3-12 también San Mateo 24:7-22. Después de esto el gobernante mundial y el imperio globalizado serán destruidos, porque Jesucristo vendrá por segunda vez, en forma visible, pero como Rey de reyes, (Apocalipsis 19:11-21 y San Mateo 25:31-43) a juzgar, a establecer orden en la tierra y un gobierno mundial dirigido por él; que durará mil años, y será éste el gobierno más justo y equitativo que jamás haya existido sobre la tierra. Después de estos mil años vendrá el juicio sobre la humanidad que vivió alejada de Dios; la condenación del infierno para muchos y el establecimiento de cielos nuevos y tierra nueva por toda la eternidad, para aquellos que creyeron a Dios y fueron salvos por su gracia. (Apocalipsis capítulos 20 y 21).

La globalización actual, probablemente sea la última, y avanzará hasta que venga Cristo a detenerla. Pero permítame querido lector que le haga unas preguntas. ¿Qué actitud tiene usted para con Jesucristo? y ¿En que lugar piensa usted pasar la eternidad? Cuando millones de personas, sean arrebatadas al cielo, ¿Usted estará entre ellas o se quedará aquí para sufrir la tremenda tribulación que sobrevendrá sobre la tierra?. Dios le ama a usted y quiere salvarle de la tribulación que vendrá y regalarle la salvación eterna. (1ra Tesalonicenses 1:10). Cristo murió voluntariamente en una cruz, pagando nuestra deuda de pecado para con Dios, y si nos reconocemos pecadores, nos arrepentimos de nuestros pecados y recibimos a Cristo como Salvador, somos perdonados y salvados. (Hechos 3:18-20)

Escrito y diseñado por Daniel Pappalardo Quiere recibir a Cristo ahora?. Dígale a Dios: Señor se que soy pecador o pecadora me arrepiento de mis pecados, perdóname. Señor Jesús te recibo ahora como mi Salvador. Amén Si lo desea puede enviar a otras personas este mensaje Escrito y diseñado por Daniel Pappalardo