INTENTOS DE EXPLICACIÓN DE LA PREHISTORIA DE LOS TEXTOS DEL NUEVO TESTAMENTO Teoría de la historia de las formas. Teoría de la historia de la redacción.

La teoría de la “historia de las formas” coincide cronológicamente (1900) con una etapa caracterizada por el pesimismo sobre el carácter histórico de los evangelios. Por el contrario la teoría de la “historia de la redacción” coincide en el tiempo (1950) con el cambio de actitud hacia los Evangelios, cuando de nuevo se confía en su valor histórico.

HISTORIA DE LAS FORMAS

El estudio de las relaciones entre los sinópticos y la búsqueda de sus fuentes no basta. Hay que remontarse más arriba y estudiar la prehistoria de la tradición, es decir, las perícopas evangélicas en la tradición oral de la Iglesia primitiva. Para ello nació la escuela de la Historia de las formas (formgeschichte)

Los tres principales creadores de esta escuela son K. L. Schmid, M Los tres principales creadores de esta escuela son K. L. Schmid, M. Dibelius, y R. Bultmann.

Según esta teoría, los evangelios sinópticos sufrieron un proceso de formación en el seno de las primeras comunidades cristianas. La llamada “teoría de las formas” afirma que cada episodio de los evangelios (pasaje, perícopa o “forma”) son unidades muy trabajadas, fruto de la predicación apostólica y de su recepción en las comunidades cristianas.

Prueba de ello es que se puede decir que, de alguna manera, cada “forma” contiene el evangelio entero. Es decir que las perícopas o formas son tan ricas en contenido doctrinal o espiritual que cada una resume el mensaje de Cristo entero.

Esto no puede ser casual, sino debido a un intenso trabajo que se ha realizado sobre cada perícopa. Ese trabajo sería sobre todo de reflexión y de predicación en el seno de las primitivas comunidades cristianas.

La teoría de las formas llevada a su extremo resulta incompatible con la fe: 1.- Asigna una exagerada actividad creadora a las comunidades primitivas en detrimento de los evangelistas. 2.- Despoja apriorísticamente de casi todo valor histórico a los relatos evangélicos. Se desinteresa del Jesús histórico. 3.- Acerca los evangelios a la Iglesia, pero separa a la Iglesia y a los evangelios de Cristo. 4.- Apenas queda lugar para la inspiración.

Cuando esta teoría se aplica con moderación resulta útil y respetuosa con la historicidad de Cristo y la inspiración de la Sagrada Escritura: 1.- Revaloriza la función de la tradición en la redacción de los Evangelios escritos. 2.- Ilumina la reconstrucción crítica de la prehistoria literaria o formación de los Evangelios. 3.- Consigue un análisis literario mucho más preciso de los textos evangélicos contribuyendo a la captación del sentido de las perícopas.

Así pues hoy día se piensa que cada Evangelio es el producto de un proceso de formación (historia de las formas). Y esta teoría ha dejado huella en el Vaticano II. Este proceso se describe en Dei Verbum n. 19 como en tres etapas.

1.- Vida de Cristo: Hechos y dichos de Jesús. Memoria. 2.- Etapa postpascual, los apóstoles predican lo que han oído y visto. Mayor comprensión y distinto contexto 3.- Elaboración de los Evangelios. A base de la predicación.

El que haya habido un proceso de formación en los evangelios no quita que cada uno sea atribuible a su autor y que éste estuviera inspirado por el Espíritu Santo.

HISTORIA DE LA REDACCIÓN

Esta escuela fue una consecuencia lógica y una corrección al método de “historia de las formas”. Consecuencia porque pone el acento en el estudio del último eslabón de la cadena la obra de cada evangelista. Corrección porque parte del presupuesto de que los evangelistas son algo más que recopiladores y por tanto deben estudiarse sus objetivos y sus puntos de vista.

Los iniciadores de este método fueron: H. Conzelmann (1954), W Los iniciadores de este método fueron: H. Conzelmann (1954), W. Marxen (1956), y W. Trilling (1958).

El interés de este método se centra en la investigación de cada Evangelio, subrayando las diversas concepciones de sus autores respectivos, por lo que interesa descubrir el contexto vital del Evangelista, para investigar la labor redaccional de cada uno, reconstruyendo la circunstancias y contexto de las comunidades a las que cada Evangelio iba dirigido en primer lugar.

Los autores de este método aseguran que los Evangelistas fueron verdaderos autores, que poseían un plan de ordenación literaria del material de que disponían, y también de una verdadera y peculiar concepción teológica del Evangelio y de Jesucristo.

Este método surgió como reacción contra el postulado cultural-sociológico de la Historia de las formas (Formgeschichte) en el cual se aseguraba que los Evangelistas fueron meros compiladores.

También la historia de la redacción tiene sus riesgos doctrinales: Algunos de estos autores han exagerado la peculiaridad redaccional de cada hagiógrafo, llegando a afirmar que cada autor del NT había tenido no sólo un plan distinto de redacción de su respectiva obra, sino una concepción y un proyecto diversos e irreconciliables de Cristología y de Cristianismo. Y de ahí la imposibilidad de tener una única Cristología y de tener una única concepción válida del Cristianismo.

VALORACIÓN La teoría de la “historia de las formas” coincide cronológicamente (1900) con una etapa caracterizada por el pesimismo sobre el carácter histórico de los evangelios. Por el contrario la teoría de la “historia de la redacción” coincide en el tiempo (1950) con el cambio de actitud hacia los Evangelios, cuando de nuevo se confía en su valor histórico.