Literatura finisecular: EL MODERNISMO Y LA GENERACIÓN DEL 98
CONTEXTO HISTÓRICO • 1898: La crisis de Cuba (humillación nacional). • Problemas internos: caciquismo, oligarquía, escaso desarrollo industrial, crisis económica de las clases medias, emigración a América. • La guerra de Marruecos: bajas humanas y gasto económico. Proteccionismo, monopolio empresarial, carrera imperialista por el control de las materias primas (causa de la 1ª G. M.). Conflictividad social y auge del anarquismo.
ESPÍRITU FINISECULAR • Desconfianza en la razón: actitud pesimista, subjetiva e irracional. • Ideas científicas, filosóficas, psicológicas y políticas renovadoras (Marx, Einstein, Freud). Auge de las doctrinas ocultistas, el misticismo y el panteísmo. Sentimiento antiburgués: los autores se muestran rebeldes con los pilares de la sociedad (ciencia, materialismo, liberalismo) y con la vulgaridad y el conformismo y muestran amargura ante la vida (spleen) que les llevará a desarrollar un gusto por el culto al placer y el erotismo para combatir el vacío existencial: – Unos se marginan socialmente: BOHEMIOS (pobreza e incomprensión). – Otros se refugian en ambientes elitistas y decadentes: los DANDIS (placeres y lujos). Evasión, decadentismo y satanismo.
MODERNISMO MOVIMIENTO ARTÍSTICO INTERNACIONAL DE FINALES DEL SIGLO XIX Y PRIMERAS DÉCADAS DEL SIGLO XX NACIDO EN HISPANOAMÉRICA.
CARACTERÍSTICAS Objetivo principal: búsqueda de la belleza. El arte por el arte. Sacralización de la poesía, el arte, la naturaleza y el erotismo. • Crean desde la subjetividad y la imaginación mundos fantásticos, sensuales y exóticos. • Mezclan libremente elementos estéticos diversos. (Arte de fusión = Art Nouveau) y se basan en movimientos artísticos y literarios como el prerrafaelismo, el decadentismo o el simbolismo. Creencia de una armonía universal (simbolismo) • Huyen a épocas pasadas o culturas lejanas, pero presumen de ser cosmopolitas. • Género literario preferente: la poesía y el cuento. • Estilo: abundancia de adjetivos, metáforas y símbolos, sintaxis y léxico culto. Búsqueda de la musicalidad y el ritmo, libertad e innovación métrica y pretensión de perfección formal (prerrafaelismo)
MODERNISMO PICTÓRICO A. MUCHA T. STEINLEN
MODERNISMO PICTÓRICO GUSTAV KLIMT EGON SCHIELE
MODERNISMO ARQUITECTÓNICO ANTONIO GAUDÍ OTTO WAGNER
MODERNISMO LITERARIO RUBÉN DARÍO “¡Torres de Dios!, ¡poetas!” Poeta nicaragüense llamado Félix Rubén García Sarmiento. Su familia era conocida por el apellido de su abuelo, "la familia de los Darío“. En 1888 publicó Azul, libro elogiado desde España por Juan Valera. Posteriormente escribiría Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza. Fue enviado como embajador a España. Siempre tuvo tendencia a beber demasiado alcohol y a llevar una vida bohemia. Viajó por toda Europa y muchos países hispanoamericanos. Se relacionó con los grandes escritores españoles del momento e influyó en ellos.
DE INVIERNO En invernales horas, mirad a Carolina. Medio apelotonada, descansa en el sillón, envuelta con su abrigo de marta cibelina y no lejos del fuego que brilla en el salón. El fino angora blanco junto a ella se reclina, rozando con su hocico la falda de Alençón, no lejos de las jarras de porcelana china que medio oculta un biombo de seda del Japón. Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño; entro, sin hacer ruido; dejo mi abrigo gris; voy a besar su rostro, rosado y halagüeño como una rosa roja que fuera flor de lis. Abre los ojos, mírame con su mirar risueño, y en tanto cae la nieve del cielo de París. (Azul de Rubén Darío)
Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo, botón de pensamiento que busca ser la rosa; se anuncia con un beso que en mis labios se posa al abrazo imposible de la Venus de Milo. Adornan verdes palmas el blanco peristilo; los astros me han predicho la visión de la Diosa; y en mi alma reposa la luz como reposa el ave de la luna sobre un lago tranquilo. Y no hallo sino la palabra que huye, la iniciación melódica que de la flauta fluye y la barca del sueño que en el espacio boga; y bajo la ventana de mi Bella-Durmiente, el sollozo continuo del chorro de la fuente y el cuello del gran cisne blanco que me interroga. Prosas profanas
Lo fatal Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, y más la piedra dura, porque ésa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente. Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... Y el espanto seguro de estar mañana muerto, y sufrir por la vida y por la sombra y por lo que no conocemos y apenas sospechamos, y la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, y no saber adónde vamos, ¡ni de dónde venimos!... Cantos de vida y esperanza
A JUAN RAMÓN JIMÉNEZ ¿Tienes, joven amigo, ceñida la coraza para empezar, valiente, la divina pelea? ¿Has visto si resiste el metal de tu idea la furia del mandoble y el peso de la maza? ¿Te sientes con la sangre de la celeste raza que vida con los números pitagóricos crea? ¿Y, como el fuerte Herakles al león de Nemea, a los sangrientos tigres del mal darías caza? ¿Te enternece el azul de una noche tranquila? ¿Escuchas pensativo el sonar de la esquila cuando el Angelus dice el alma de la tarde?... ¿Tu corazón las voces ocultas interpreta? Sigue, entonces, tu rumbo de amor. Eres poeta. La belleza te cubra de luz y Dios te guarde.
MODERNISMO LITERARIO ESPAÑOL • Fuerte influencia de Rubén Darío pero con rasgos diferentes: no tan centrado en temas mitológicos y orientales, no tan descriptivo ni sensorial. • El exotismo de R. Darío fue sustituido por el folclore andaluz, la magia de la Galicia finisecular o los paisajes castellanos. • Autores: Manuel Machado, Francisco Villaespesa, 1ª etapa de Juan R. Jiménez, de Antonio Machado y de Valle-Inclán.
AUTORES MANUEL MACHADO Nació en Sevilla. Cuando tenía 9 años la familia se trasladó a Madrid, donde terminó licenciándose en Filosofía y Letras y vivió una vida bohemia. En el año 1938 fue designado para ocupar un sillón en la Real Academia Española. En 1939 dedicó una poesía a Franco titulada “Al sable del Caudillo”, de la que, según parece, se arrepintió poco después. Sus obras presentan un gusto por el folclore andaluz y el flamenco.
de la barbarie oriental vencer supiste el espanto, Al sable del Caudillo de la barbarie oriental ¡Bienvenido, Capitán! vencer supiste el espanto, Bienvenido a tu Madrid, y alcanza tu gloria tanto con la palma de la lid que con tu invencible tropa y con la espiga del pan. fue España escudo de Europa como en Granada y Lepanto. Dios bendice el santo afán que tu espada desnudó De tu soberbia campaña, y la victoria te dió, Caudillo noble y valiente, poniendo en esa victoria ha resurgido esplendente toda la luz de la gloria una y grande y libre España. de un mundo que se salvó. Que hoy sean tu nueva hazaña Con esa hueste triunfal estas paces que unirán que tras tu enseña desfila en un mismo y puro afán -y que lleva en la mochila al hermano y el hermano… estrellas de general-, Con la sombra de tu mano es bastante, ¡Capitán!
Adelfos Ni el vicio me seduce, ni adoro la virtud. Yo soy como las gentes que a mi tierra De mi alta aristocracia dudar jamás se pudo. vinieron No se ganan, se heredan elegancia y blasón... -soy de la raza mora, vieja amiga del sol-, Pero el lema de casa, el mote del escudo, que todo lo ganaron y todo lo perdieron. es una nube vaga que eclipsa un vano sol. Tengo el ama de nardo del árabe español. Nada os pido. Ni os amo ni os odio. Con Mi voluntad se ha muerto una noche de luna dejarme en que era muy hermoso no pensar ni lo que hago por vosotros hacer podéis por mí... querer... ¡Que la vida se tome la pena de matarme, Mi ideal es tenderme, sin ilusión ninguna... ya que yo no me tomo la pena de vivir!... De cuando en cuando un beso y un nombre de mujer. en que era muy hermoso no pensar ni querer... En mi alma, hermana de la tarde, no hay De cuando en cuando un beso, sin ilusión contornos... ninguna. y la rosa simbólica de mi única pasión ¡El beso generoso que no he de devolver! es una flor que nace en tierras ignoradas y que no tiene aroma, ni forma, ni color. Besos, ¡pero no darlos! Gloria... ¡la que me deben! ¡Que todo como un aura se venga para mí! Que las olas me traigan y las olas me lleven y que jamás me obliguen el camino a elegir. ¡Ambición!, no la tengo. ¡Amor!, no lo he sentido. No ardí nunca en un fuego de fe ni gratitud. Un vago afán de arte tuve... Ya lo he perdido
CANTARES Madre, pena, suerte, pena, madre, muerte, Vino, sentimiento, guitarra y poesía ojos negros, negros, y negra la hacen los cantares de la patria mía. suerte... Cantares... Quien dice cantares dice Andalucía. En ellos el alma del alma se vierte. A la sombra fresca de la vieja parra, Cantares. Cantares de la patria mía, un mozo moreno rasguea la guitarra... quien dice cantares dice Andalucía. Algo que acaricia y algo que desgarra. No tiene más notas la guitarra mía. La prima que canta y el bordón que llora... Y el tiempo callado se va hora tras hora. Son dejos fatales de la raza mora. No importa la vida, que ya está perdida, y, después de todo, ¿qué es eso, la vida?... Cantando la pena, la pena se olvida.
FIGULINAS ¡Qué bonita es la princesa! ¡qué traviesa! ¡qué bonita la princesa pequeñita de los cuadros de Watteau! Yo la miro, ¡yo la admiro, yo la adoro! Si suspira, yo suspiro; si ella llora, también lloro; si ella ríe, río yo. Cuando alegre la contemplo, como ahora, me sonríe, ...y otras veces su mirada en los aires se deslíe pensativa. ¡Si parece que está viva la princesa de Watteau! Al pasar la vista, hiere, elegante, y ha de amarla quien la viere. ...Yo adivino en su semblante que ella goza, goza y quiere, vive y ama, sufre y muere... como yo.
ANTONIO MACHADO - Hermano menor del poeta Manuel Machado. Frecuentó los ambientes literarios, donde conoció a J. R. Jiménez, R. del Valle-Inclán y M. de Unamuno. Obtuvo la cátedra de francés en el instituto de Soria, donde conoció a Leonor. Tras su muerte pasó al instituto de Baeza. - Desempeñó su cátedra en Segovia y fue elegido miembro de la Real Academia Española. - Conoció a la poetisa Pilar de Valderrama, la "Guiomar" de sus poemas, con la que mantuvo relaciones secretas durante años. - Defensor acérrimo de las ideas republicanas, en enero de 1939 emprendió camino al exilio junto a su madre, pero la muerte lo sorprendió en el pueblecito francés de Colliure. - En su primera etapa como escritor siguió la corriente modernista (Soledades, galerías y otros poemas) pero después conectó con las preocupaciones de la gen’ 98.
Recuerdo infantil Una tarde parda y fría de la lluvia en los cristales. de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de lluvia tras los cristales. Es la clase. En un cartel se representa a Caín fugitivo, y muerto Abel, junto a una mancha carmín. Con timbre sonoro y hueco truena el maestro, un anciano mal vestido, enjuto y seco, que lleva un libro en la mano. Y todo un coro infantil va cantando la lección: «mil veces ciento, cien mil; mil veces mil, un millón».
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ • Nació en Palos de Moguer (Huelva). • Estudia Derecho en la Universidad de Sevilla, pero lo abandona para dedicarse a la literatura influenciado por Rubén Darío y los simbolistas franceses. • Tiene varias crisis de neurosis depresiva (una de ellas a raíz de la muerte de su padre) y es ingresado en Francia y en Madrid. • Realiza viajes a Francia y a Estados Unidos, donde se casa con Zenobia Camprubí. • Al estallar la Guerra Civil apoya a la República y se exilia a Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico. En este último país recibe la noticia de la concesión del Premio Nobel de Literatura en 1956. • La poesía constituyó el sentido de su vida, a ella de dedicó plenamente. Su ideal era crear una poesía pura, sin artificios, pero tuvo una primera etapa influida por el Modernismo.
Señor, matadme, si queréis. (Pero, señor, ¡no me matéis!) Señor dios, por el sol sonoro, por la mariposa de oro, por la rosa con el lucero, los corretines del sendero, por el pecho del ruiseñor, por los naranjales en flor, por la perlería del río, por el lento pinar umbrío, por los recientes labios rojos de ella y por sus grandes ojos... ¡Señor, Señor, no me matéis! (...Pero matadme, si queréis)
Platero y yo
RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN Nació en Villanueva de Arousa (Pontevedra). Viajó por diversos países y vivió en Madrid, donde frecuentó los cafés y sus tertulias. Se le reconoció siempre por su indumentaria extravagante y su capacidad inventiva. Sus primeras obras se inscribieron en el modernismo dando vida a uno de los personajes decadentes más conocidos de nuestra literatura: el marqués de Bradomín. Escribió tres libros de poesía que se agrupan en una trilogía llamada Claves líricas que nos presentan primitivismo del mundo rural gallego (Aromas de leyenda), deformación grotesca propia del esperpento (La pipa de Kif) y decadentismo y satanismo (El pasajero).
Rosa de bronce con el estrago bárbaro de atila. La casa profané con mi lascivia, Fui luzbeliano. En la contraria suerte la sangre derramé. Fui el hijo pródigo. dictó el orgullo su sonrisa al labio, Encendida pantera de la libia miré la vida hermana de la muerte se alzó mi corazón. Mi orgullo, código. y tuve al sonreír arte de sabio. El mundo atravesé como un atlante El pasajero cargado con las odres del pecado, y con la vida puesta en cada instante hice rodar la vida como un dado. Altivo en el dolor, siempre secreta tuve mi pena. La encendida furia de eros me pasó con su saeta, y mi melancolía fue lujuria. Llevé sobre los ojos una venda, dando sangre una herida en el costado, y en los hombros la capa de leyenda con que va a sus concilios el malvado. Y quise despertar las negras ayes que duermen en el fondo del abismo, y sobre el mar, en zozobrantes naves, ser bello como un rojo cataclismo. De sangriento laurel alcé una rama, con el iris del tigre en la pupila, y dio, doncel, mi corazón su llama
Fragmento de Sonata de Otoño Yo recibí su carta en Viana del Prior, donde cazaba todos los otoños. El Palacio de Brandeso está a pocas leguas de jornada. Antes de ponerme en camino, quise oír a María Isabel y a María Fernanda, las hermanas de Concha, y fui a verlas. Las dos son monjas en las Comendadoras. Salieron al locutorio, y a través de las rejas me alargaron sus manos nobles y abaciales, de esposas vírgenes. Las dos me dijeron, suspirando, que la pobre Concha se moría, y las dos, como en otro tiempo, me tutearon. ¡Habíamos jugado tantas veces en las grandes salas del viejo Palacio señorial! Salí del locutorio con el alma llena de tristeza. Tocaba el esquilón de las monjas: Penetré en la iglesia, y a la sombra de un pilar me arrodillé. La iglesia aún estaba oscura y desierta. Se oían las pisadas de dos señoras enlutadas y austeras que visitaban los altares: Parecían dos hermanas llorando la misma pena e implorando una misma gracia. De tiempo en tiempo se decían alguna palabra en voz queda, y volvían a enmudecer suspirando. Así recorrieron los siete altares, la una al lado de la otra, rígidas y desconsoladas. La luz incierta y moribunda de alguna lámpara, tan pronto arrojaba sobre las dos señoras un lívido reflejo, como las envolvía en sombra. Yo las oía rezar medrosamente. En las manos pálidas de la que guiaba, distinguía el rosario: Era de azabaches, y la cruz y las medallas de lucientes oros. Recordé que Concha rezaba con un rosario igual y que tenía escrúpulos de permitirme jugar con él. Era muy piadosa la pobre Concha, y sufría porque nuestros amores se le figuraban un pecado mortal. ¡Cuántas noches al entrar en su tocador, donde me daba cita, la hallé de rodillas! Sin hablar, levantaba los ojos hacia mí indicándome silencio. Yo me sentaba en un sillón y la veía rezar: Las cuentas del rosario pasaban con lentitud devota entre sus dedos pálidos. Algunas veces, sin esperar a que concluyese, me acercaba y la sorprendía. Ella tornábase más blanca y se tapaba los ojos con las manos. ¡Yo amaba locamente aquella boca dolorosa, aquellos labios trémulos y contraídos, helados como los de una muerta! Concha desasíase nerviosamente, se levantaba y ponía el rosario en un joyero. Después, sus brazos rodeaban mi cuello, su cabeza desmayaba en mi hombro, y lloraba, lloraba de amor, y de miedo a las penas eternas.
GENERACIÓN/GRUPO DEL 98 MOVIMIENTO LITERARIO NACIONAL
Características generales • Ante los problemas que tenía España un grupo de escritores se marcaron el propósito de regenerar el país, mediante la revolución primero, después con la educación y, minoritariamente, con ayuda de la ciencia. Sus ideas entroncaron con el Regeneracionismo de J. Costa y las teorías educativas de la ILE de Giner de los Ríos. • A partir de 1910 cayeron en el pesimismo y dejaron de preocuparse por España para pasar a reflexionar sobre temas políticos, filosóficos o religiosos y a contemplar el paisaje. • Compartían con los modernistas su rebeldía social y su afán por renovar la literatura.
Géneros literarios preferidos: ensayo y novela. Primitivismo: rechazo de las actitudes burguesas frente a una exaltación de lo popular y sencillo. Subjetivismo Renovación formal • Estilo: comunicativo y antirretórico, con léxico tradicional (arcaísmos). Dirigido a un público amplio. • Huyen de la ciudad para refugiarse en los pueblos y paisajes de Castilla, se interesan por la intrahistoria. • Temas: descripción lírica del paisaje castellano, reflexión y crítica sobre los problemas de España (caciquismo, el poder de la Iglesia, subdesarrollo económico, militarismo…), evocación de personajes tradicionales (Don Juan, Don Quijote…)y las manifestaciones literarias medievales, temas existenciales (paso del tiempo, el destino, la existencia de Dios…). • Autores: Miguel de Unamuno, José Martínez Ruiz (Azorín), Pío Baroja, Antonio Machado, Valle-Inclán, Ángel Ganivet y Ramiro de Maeztu.
NOVELA: CARACTERÍSTICAS • Tienen un hilo argumental débil. Hay abundantes reflexiones y anécdotas. Los protagonistas experimentan con frecuencia una crisis vital. • Se combinan la 1ª y 3ª persona y el monólogo interior. • Tratamiento literario del lenguaje: adjetivación, lirismo. • Subjetivismo, simbolismo y pesimismo.
JOSÉ MARTÍNEZ RUIZ, AZORÍN • José Martínez Ruiz nació en un pueblo de Valencia. • Compartió, junto a R. de Maeztu y Baroja, una viva admiración por la obra de Nietzsche, así como doctrinas de carácter revolucionario. Cultivó preferentemente el ensayo y la novela, en la cual trata el tema recurrente del tiempo. • Viajó por tierras de la meseta castellana. • Se licenció en Derecho y se dio a conocer a través de sus colaboraciones en la prensa, que firmaba con el seudónimo de Azorín. Obras narrativas más destacadas: Diario de un enfermo, La voluntad, Antonio Azorín, Confesiones de un pequeño filósofo Ensayo: Ruta de Don Quijote
No puede ver el mar la solitaria y melancólica Castilla No puede ver el mar la solitaria y melancólica Castilla. Está muy lejos el mar de estas campiñas llanas, rasas, yermas, polvorientas; de estos barrancales pedregosos; de estos terrazgos rojizos, en que los aluviones torrenciales han abierto hondas mellas; mansos alcores y terreros, desde donde se divisa un caminito que va en zigzag hasta un riachuelo. Las auras marinas no llegan hasta esos poblados pardos de casuchas deleznables, que tienen un bosquecillo de chopos junto al ejido. Desde la ventana de este sobrado, en lo alto de la casa, no se ve la extensión azul y vagarosa; se columbra allá en una colina con los cipreses rígidos, negros, a los lados, que destacan sobre el cielo límpido. A esta olmeda que se abre a la salida de la vieja ciudad no llega el rumor rítmico y ronco del oleaje; llega en el silencio de la mañana, en la paz azul del mediodía, el cacareo metálico, largo, de un gallo, el golpear sobre el yunque de una herrería. Estos labriegos secos, de faces polvorientas, cetrinas, no contemplan el mar; ven la llanada de las mieses, miran sin verla la largura monótona de los surcos en los bancales. Estas viejecitas de luto, con sus manos pajizas, sarmentosas, no encienden cuando llega el crepúsculo una luz ante la imagen de una Virgen que vela por los que salen en las barcas; van por las callejas pinas y tortuosas a las novenas, miran al cielo en los días borrascosos y piden, juntando sus manos, no que se aplaquen las olas, sino que las nubes no despidan granizos asoladores. " Castilla, de Azorín.
Miguel de Unamuno Escritor bilbaíno que, tras estudiar en Madrid, llegó a ser rector de la Universidad de Salamanca (cargo que ocupó en tres ocasiones). • Se enfrentó a la dictadura de Primo de Rivera y estuvo exiliado en Francia. • Al iniciarse la Guerra Civil, apoyó inicialmente a los rebeldes, pensando que encauzarían la deriva del país. Pocos meses después se arrepintió públicamente de su apoyo a la sublevación y rechazó públicamente a los golpistas, por lo que fue arrestado. Cultivó la poesía, el teatro, el ensayo y la novela. • Concibió la novela (nivola) como un medio para expresar sus ideas filosóficas en las que mostraba sus ansias de inmortalidad y sus crisis de fe: Niebla o San Manuel Bueno, mártir. Ensayos: En torno al casticismo, Del sentimiento trágico de la vida.
PÍO BAROJA Nació en San Sebastián, donde vivió sus primeros años. El trabajo de su padre, ingeniero de minas, les obligó a muchos cambios de residencia. • Estudió en Pamplona, Madrid y Valencia, donde acabó la carrera de Medicina, aunque prestaba más atención a la literatura. • Ejerció la Medicina en un pueblo del País Vasco pero aguantó poco. Acabó saliendo de allí, asqueado y habiendo reñido con el alcalde, el párroco y el viejo médico. • Fue a Madrid a encargarse de la panadería que dejó su hermano. El trabajo no le gustaba pero pudo retomar sus relaciones literarias y colaborar en periódicos y revistas. • Fue un gran viajero, estuvo en París (donde huyó al estallar la guerra). Tenía un carácter pesimista, arisco y rebelde, lo que le ocasionó enemistades. • Fue miembro de la Academia de la Lengua. • En sus novelas, se sitúa en la escuela realista (Balzac, Tolstoi, Dickens…). Normalmente deja los finales abiertos y le caracteriza su estilo claro. Novelas: Trilogía “La lucha por la vida” (La busca, Mala hierba y Aurora Roja); “La raza” ( El árbol de la ciencia, la dama errante y la ciudad de la niebla)
Las costumbres de Alcolea eran españolas puras, es decir, de un absurdo completo. El pueblo no tenía el menor sentido social; las familias se metían en sus casas, como los trogloditas en su cueva. No había solidaridad; nadie sabía ni podía utilizar la fuerza de la asociación. Los hombres iban al trabajo y a veces al casino. Las mujeres no salían más que los domingos a misa. Por falta de instinto colectivo el pueblo se había arruinado. En la época del tratado de los vinos con Francia, todo el mundo, sin consultarse los unos a los otros, comenzó a cambiar el cultivo de sus campos, dejando el trigo y los cereales, y poniendo viñedos; pronto el río de vino de Alcolea se convirtió en río de oro. En este momento de prosperidad, el pueblo se agrandó, se limpiaron las calles, se pusieron aceras, se instaló la luz eléctrica...; luego vino la terminación del tratado, y como nadie sentía la responsabilidad de representar el pueblo, a nadie se le ocurrió decir: Cambiemos el cultivo; volvamos a nuestra vida antigua; empleemos la riqueza producida por el vino en transformar la tierra para las necesidades de hoy. Nada. El pueblo aceptó la ruina con resignación. —Antes éramos ricos —se dijo cada alcoleano—. Ahora seremos pobres. Es igual; viviremos peor, suprimiremos nuestras necesidades. Aquel estoicismo acabó de hundir al pueblo. El árbol de la ciencia, Pío Baroja
ANTONIO MACHADO Y LA GENERACIÓN DEL 98 El poeta de esta generación. Sus primeras obras se caracterizan por la presencia del simbolismo y se inscriben dentro del modernismo literario: Soledades, galería y otros poemas Sus obras posteriores entroncan con las ideas generales del grupo del 98: Campos de Castilla y Nuevas canciones: Poemas descriptivos sobre el paisaje castellano, breves de carácter sentencioso y filosófico, críticos, poemas a Leonor y a Guiomar. Gusto por las formas métricas tradicionales como el romance. Su obra en prosa destaca por ser la expresión de sus inquietudes filosóficas a través de sus apócrifos Abel Martín y Juan de Mairena (aforismos). También escribió obras teatrales junto con su hermano Manuel de cierto éxito.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna. A distinguir me paro las voces de los ecos, y escucho solamente, entre las voces, una. ¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera mi verso, como deja el capitán su espada: famosa por la mano viril que la blandiera, no por el docto oficio del forjador preciada. Converso con el hombre que siempre va conmigo —quien habla solo espera hablar a Dios un día—; mi soliloquio es plática con ese buen amigo que me enseñó el secreto de la filantropía. Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito. A mi trabajo acudo, con mi dinero pago el traje que me cubre y la mansión que habito, el pan que me alimenta y el lecho en donde yago. Y cuando llegue el día del último vïaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar. POEMAS Retrato Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero; mi juventud, veinte años en tierras de Castilla; mi historia, algunos casos que recordar no quiero. Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido —ya conocéis mi torpe aliño indumentario—, más recibí la flecha que me asignó Cupido, y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario. Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, pero mi verso brota de manantial sereno; y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, soy, en el buen sentido de la palabra, bueno. Adoro la hermosura, y en la moderna estética corté las viejas rosas del huerto de Ronsard; mas no amo los afeites de la actual cosmética, ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Noche de verano Es una hermosa noche de verano Noche de verano Es una hermosa noche de verano. Tienen las altas casas abiertos los balcones del viejo pueblo a la anchurosa plaza. En el amplio rectángulo desierto, bancos de piedra, evónimos y acacias simétricos dibujan sus negras sombras en la arena blanca. En el cenit, la luna, y en la torre, la esfera del reloj iluminada. Yo en este viejo pueblo paseando solo, como un fantasma. Campos de Soria Es la tierra de Soria árida y fría. Por las colinas y las sierras calvas, verdes pradillos, cerros cenicientos, la primavera pasa, dejando entre las hierbas olorosas sus diminutas margaritas blancas. La tierra no revive, el campo sueña. Al empezar abril está nevada la espalda del Moncayo; el caminante lleva en su bufanda envueltos cuello y boca, y los pastores pasan cubiertos con sus luengas capas.
El crimen fue en Granada Se le vio, caminando entre fusiles, por una calle larga, salir al campo frío, aún con estrellas, de la madrugada. Mataron a Federico cuando la luz asomaba. El pelotón de verdugos no osó mirarle la cara. Todos cerraron los ojos; rezaron: ¡ni Dios te salva! Muerto cayó Federico -sangre en la frente y plomo en las entrañas-. ...Que fue en Granada el crimen sabed -¡pobre Granada-, en su Granada... Canciones a Guiomar No sabía si era un limón amarillo lo que tu mano tenía, o el hilo de un claro día, Guiomar, en dorado ovillo. Tu boca me sonreía. Yo pregunté: ¿Qué me ofreces? ¿Tiempo en fruto, que tu mano eligió entre madureces de tu huerta? ¿Tiempo vano de una bella tarde yerta? ¿Dorada esencia encantada? ¿Copla en el agua dormida? ¿De monte en monte encendida, la alborada verdadera? ¿Rompe en sus turbios espejos amor la devanadera de sus crepúsculos viejos?
RAMIRO DE MAEZTU Nació en Vitoria. De ideas políticas socialistas en un principio, fue migrando hacia ideas más reaccionarias y militaristas. Colaboró durante la II República en la revista “Acción española”, de cuño contrarrevolucionario y monárquico. Fue el impulsor del concepto de “hispanidad”. Cultivó el ensayo: “Hacia otra España” Fue encarcelado y asesinado durante la Guerra Civil.
Fragmento de Hacia otra España (…) Pero en nuestra España despoblada, atrasa e ignorante, en nuestra nación envilecida por el sistema de la recomendación y el compadrazgo, que ha disuelto las más justas ambiciones y anulado los estímulos más nobles, así en la política como en la ciencia y en las artes, así en el comercio como en la población agrícola e industrial, ¿cómo ha de brotar espontáneamente gente nueva, capaz de llevar a feliz término la obra magna de nuestra generación? Se nos dice que esa gente nueva no ha de salir de ninguno de los actuales partidos políticos. ¿Y dónde se hallan? Preguntamos nosotros. ¿En esa prensa que solo cuida de halagar al público, cultivando y endureciendo sus prejuicios? ¿En esa literatura enclenque y mustia que cuando se aparta del clasicismo ya sin jugo cae en el tipo chulesco, simpático a nuestra holgazanería, o en la lejana imitación del vaivén de las modas extranjeras? ¿En esas universidades, cuyos claustros de profesores interinos deben sus cátedras al favor oficial y cuyos claustros de estudiantes solo se agitan para adelantar las vacaciones o para defender a los catedráticos tildados de tauromáquicas aficiones?(...) ¿En esa tierra cuyos dueños la abandonan para hacer míseramente el señorito en las ciudades y cuyos arrendatarios se encorvan sobre ella por un impulso cien veces secular y del mismo modo que sus antepasados de cien siglos?(...)