Calentamiento y vuelta a la calma.
Antes de realizar una actividad que requiere un esfuerzo mayor que de costumbre, debes CALENTAR.
Durante el calentamiento comienza con una intensidad suave, aumentando ésta poco a poco.
El calentamiento prepara al organismo de forma progresiva para un esfuerzo mayor,
permitiendo la adaptación del corazón, la circulación sanguínea, la respiración, y el trabajo a nivel de tendones y músculos
y evitando posibles lesiones de músculos, articulaciones, tendones y huesos.
La duración estará de acuerdo a la actividad física, siendo de entre 8 y 15 minutos;
considerando que a mayor esfuerzo en la actividad central, mayor será la duración del calentamiento.
A la hora de calentar, vamos a diferenciar dos partes:
1ª parte: Carrera moderada de diversas formas y variando las direcciones y sentidos de nuestros desplazamientos.
2ª parte: Empezar a “estirar” los músculos, en especial aquellos que más van a trabajar posteriormente.
Actividades centrales
Sin
¿A qué intensidad debo calentar?
Oscilará entre las 90-100 pulsaciones por minuto al inicio y las 120-140 con los ejercicios más intensos.
¿Por qué debemos realizar una parte de relajamiento al final de la sesión de trabajo?
Para evitar brusquedades desde la actividad al reposo y normalizar paulatinamente los sistemas cardiovascular y respiratorio.
Medios más usuales para la fase final: - Carrera o trote lento. - Ejercicios de relajación.
- Ejercicios respiratorios. - Estiramientos. - Juegos relajantes.
¿Qué hacer después de la sesión de trabajo?
No debemos beber inmediatamente sino una vez que hayamos recuperado la frecuencia cardiaca y respiratoria, beber a pequeños tragos.
Ducharse.
Presentación realizada por Rafael Zamora Quesada 13-02-07