E E ste Salmo supera a todos los de su género por la intensidad de la súplica y por la impresionante descripción de los sufrimientos que aquejan al.

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Hosanna al Hijo de David
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Gritos de Adviento AGPolo.
//ALABARÉ, ALABARÉ ALABARÉ A MI SEÑOR// JUAN VIO EL NÚMERO
23 de junio de 2013 Domingo XII del año
Introducción Este Salmo supera a todos los de su género por la intensidad de la súplica y por la impresionante descripción de los sufrimientos que.
En esta súplica, el reconocimiento del propio pecado se une a la confiada seguridad de obtener el perdón divino. ● El salmista, lejos de sentirse.
NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD
Pasión del Líbano Según el Salmo 22.
“Iesus Christus, Heri, Hodie et Semper” Semana Santa.
Privado del templo y desterrado en tierra pagana, un levita expresa sus actuales tormentos, debido a las burlas vejatorias de los paganos que le rodean.
En medio de la soledad y la aflicción (v En medio de la soledad y la aflicción (v. 16), el salmista apela confiadamente a la misericordia divina (v.
El amor y la fidelidad del Señor (v El amor y la fidelidad del Señor (v. 2), que reconforta y protege a los humildes (vs. 3, 6), motivan este canto.
► Ante la inminencia del combate, la comunidad congregada en el Templo (v. 3) implora la protección divina y la victoria del rey (vs. 2-6). Como era.
La confianza y el gozo profundo que brotan de la intimidad con Dios, son los sentimientos predominantes en este Salmo. Los vs. 5-6 permiten suponer.
Ante la amenaza de un peligro mortal, el salmista suplica al Señor que responda favorablemente a sus ruegos, librándolo de la muerte (vs. 1-3). No.
Este salmo es un mezcla se súplica individual y también de salmos sapienciales En la primera parte, el salmista expresa totalmente su confianza en.
Este Salmo es como el estallido de una indignación largamente reprimida (vs. 3-4). El diálogo del salmista con el Señor tiene un tono de amarga protesta,
+ En plena confusión, a causa de la enfermedad y la persecución , el pobre llama angustiosamente a Dios. + Su liberación por Dios causará vergüenza.
+ Este Salmo es la súplica de un hombre perseguido y acusado injustamente. + Seguro de su inocencia (v. 5), el salmista pide que sus enemigos sean.
Un anciano gravemente enfermo acude al Señor para que no lo abandone en los penosos días de su vejez (vs. 9, 18). En lugar de describir minuciosamente.
Rezamos juntos: Espíritu Santo, Tú que eres viento: llévame donde quieras; Tú que eres brisa: déjame respirar lo nuevo; Tú que eres fuerza: levántame.
MISA FAMILIAR NO OLVIDES APAGAR TU MÓVIL MISA FAMILIAR 2014.
Introducción: “Tu conocerás cuan bueno es Dios. Tendrás que sufrir hasta que lo digas a tu director. No te faltaran contradicciones; más te asistirá la.
Domingo de Ramos  Procesión de los ramos Mt 21,1-11: Bendito el que viene en nombre del Señor.  En el templo Is 50,4-7: No me tapé el rostro ante los.
Decimo noveno domingo T.O. Cantos sugeridos: Cristo está conmigo; Si vienes conmigo. Temor Temor Temor Temor.
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DOMINGO de RAMOS DOMINGO de RAMOS Bendito el que viene en el nombre del Señor. Bendito el que viene en el nombre del Señor.
“Iesus Christus, Heri, Hodie et Semper” Semana Santa.
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JESÚS y sus seguidores.
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EL ALFARERO: UNA FRATERNA REFLEXIÓN
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Para quien no sabe mirar, todo puede ser “ordinario”, sin relieve, sin mensaje, sin poder liberador. Para quien sabe mirar, lo más ordinario se convierte.
La confianza y el gozo profundo que brotan de la intimidad con Dios, son los sentimientos predominantes en este Salmo. Los vs. 5-6 permiten suponer que.
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¡Da vida! ¡Disfruta de la vida!. Nº 7 Cerca del hogar que calienta mi alma Quiero yo saber lo que en comunidad tu quieres de mi. Sintiendo el calor que.
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PENTECOSTÉS. Ven a la fiesta. VEN A LA FIESTA,ES EL MOMENTO DE REZAR Y DE CANTAR. HOY CELEBRAMOS QUE EN NUESTRAS VIDAS DIOS VIVIENDO SIEMPRE ESTÁ. Ven.
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13 de mayo VEN A LA FIESTA, ES EL MOMENTO DE REZAR Y DE CANTAR. HOY CELEBRAMOS QUE EN NUESTRAS VIDAS DIOS VIVIENDO SIEMPRE ESTÁ. Ven a la fiesta.
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ORAMOS con el SALMO Pasionistas.
Este Salmo supera a todos los de su género por la intensidad de la súplica y por la impresionante descripción de los sufrimientos que aquejan al salmista.
Este Salmo supera a todos los de su género por la intensidad de la súplica y por la impresionante descripción de los sufrimientos que aquejan al salmista.
Transcripción de la presentación:

E E ste Salmo supera a todos los de su género por la intensidad de la súplica y por la impresionante descripción de los sufrimientos que aquejan al salmista. desamparo + En él se encuentra expresado el desamparo de un hombre justo, que ha tocado el límite del sufrimiento físico y moral, sobre todo, el de sentirse abandonado por Dios (v. 2). confianza + Sin embargo, incluso en medio de los mayores sufrimientos, el salmista suplica con una inquebrantable confianza en Dios (vs ) y está seguro de la liberación final. alabanza + Por eso, su oración concluye con un canto de alabanza y de acción de gracias, en el que todos los fieles son invitados a celebrar al Señor, que no niega su ayuda a los pobres (vs ). + Este Salmo ocupa un lugar excepcional en la piedad cristiana, porque Jesús, en el momento de la crucifixión, lo utilizó para expresar los tormentos de su agonía.

1. CON ISRAEL 2. CON JESÚS 3. CON NUESTRO TIEMPO Las últimas palabras de este salmo son las que le dan su sentido esencial: aunque parezca paradójico, se trata de un salmo de acción de gracias. El salmista canta la acción de gracias de Israel resucitado a la vuelta del exilio. Lo que más llama la atención, es que este poeta describe la liberaci6n de su pueblo, bajo el «ropaje» de un «crucificado vuelto a la vida». Sí, en Jesús se dan hasta los más mínimos detalles sugeridos por el salmista: la agonía, el carácter infamante del suplicio, la sed causada por la deshidratación, los miembros dislocados, la sangre que mana de pies y manos, el golpe de gracia con la lanza, las vestiduras dadas a los verdugos según la costumbre, los insultos de los acusadores... «Por qué me has abandonado...» Esta oración la podemos hacer nuestra. Pero vayamos hasta el final y digamos: «¡los que buscan al Señor le alabarán... a vosotros, vida y felicidad... Yo vivo para El... He ahí la obra de Dios!».

Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado? a pesar de mis gritos, mi oración no te alcanza.

Dios mío, de día te grito, y no respondes; de noche, y no me haces caso; aunque tú habitas en el santuario, esperanza de Israel.

En tí confiaban nuestros padres; confiaban, y los ponías a salvo; a tí gritaban, y quedaban libres; en tí confiaban, y no los defraudaste.

Pero yo soy un gusano, no un hombre, vergüenza de la gente, desprecio del pueblo; al verme, se burlan de mí, hacen visajes, menean la cabeza: "acudió al Señor, que lo ponga a salvo; que lo libre si tanto lo quiere".

Tú eres quien me sacó del vientre, me tenías confiado en los pechos de mi madre; desde el seno pasé a tus manos, desde el vientre materno tú eres mi Dios. No te quedes lejos, que el peligro está cerca y nadie me socorre.

Me acorrala un tropel de novillos, me cercan toros de Basán; abren contra mí las fauces leones que descuartizan y rugen.

Estoy como agua derramada, tengo los huesos descoyuntados; mi corazón, como cera, se derrite en mis entrañas; mi garganta está seca como una teja, la lengua se me pega al paladar; me aprietas contra el polvo de la muerte.

Me acorrala una jauría de mastines, me cerca una banda de malhechores; me taladran las manos y los pies, puedo contar mis huesos. Ellos me miran triunfantes, se reparten mi ropa, echan a suerte mi túnica.

Pero tú, Señor, no te quedes lejos; fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. líbrame a mí de la espada, y a mí única vida de la garra del mastín; sálvame de las fauces del león; a éste pobre, de los cuernos del búfalo.

Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré.

Es tu Salmo, Señor. Tú lo dijiste en la cruz, en la profundidad de tu agonía, cuando el sufrimiento de tu alma llevaba a su colmo al sufrimiento de tu cuerpo en último abandono. «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Son tus palabras, Señor. ¿Cómo puedo hacerlas mías? ¿Cómo puedo equiparar mis sufrimientos a los tuyos? ¿Cómo puedo pretender subirme a tu cruz y dar tu grito, consagrado para siempre en la exclusividad de tu pasión? Este Salmo es tuyo, y a ti se te ha de dejar como reliquia de tu pasión, como expresión herida de tu propia angustia, como testigo dolorido de tu encuentro con la muerte en tu cuerpo y en tu alma. Estas palabras son palabras de Viernes Santo, palabras de pasión, palabras tuyas. No he de tocarlas yo. Y, sin embargo, siento por otro lado que este Salmo también me pertenece a mí, que también hay momentos en mi vida en los que yo tengo la necesidad y el derecho de pronunciar esas palabras como eco humilde de las tuyas. También yo me encuentro con la muerte, una vez en mi cuerpo al final de la vida, y veces sin cuento en la desolación de mi alma al caminar por la vida en las sombras del dolor. No quiero compararme a ti, Señor, pero también yo sé lo que es la angustia y la desesperación, también yo sé lo que es la soledad y el abandono. También yo me he sentido abandonado por el Padre, y las palabras sin redención han salido de mis labios resecos: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Tenía que llegar yo al fin de mis fuerzas para caer en la cuenta de que la salvación me viene solamente de ti. Mi queja ante ti era en sí misma un acto secreto de fe en ti, Señor. Me quejaba a ti de que me habías abandonado, precisamente porque sabía que estabas allí. «Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré».

S eñor Dios, que no salvaste de la muerte la vida de tu Hijo, sino que, por la misma muerte, le condujiste a la suprema victoria: haznos comprender en la fe la paradoja del sufrimiento y la gloria, para que nuestras vidas te sean gratas. Por Jesucristo, nuestro Señor.