NUESTRAS CUALIDADES
Nuestras cualidades Todos nos parecemos a nuestros padres o abuelos. A veces tenemos el mismo color de ojos o de pelo. También nos parecemos en el carácter, los gustos, las preferencias, y la forma de ser. Además de asemejarnos a nuestros familiares, también nos parecemos a nuestro Creador, pero no en los rasgos físicos, sino en cualidades que hacen del hombre y la mujer unos seres únicos en medio de todo lo creado. A la luz del texto bíblico, los creyentes destacan cualidades del ser humano: el don de la vida, la inteligencia, la libertad, la voluntad y la capacidad de amar.
El don de la vida La inteligencia La libertad La vida es el don más precioso que Dios nos ha dado. A través de ella crecemos y nos desarrollamos física e intelectualmente. Además de un don, es una responsabilidad pues supone el cuidado y el respeto de nuestro cuerpo y el de los demás. La inteligencia Dios nos ha dado la capacidad de pensar, de reflexionar. Todas las personas tenemos la obligación de desarrollar la inteligencia a través del estudio, del esfuerzo, de una vida en sociedad sana y del trabajo. La libertad La libertad es la capacidad de decidir entre el bien y el mal, entre lo que debemos hacer y aquello que nos conviene evitar. Depende de nosotros elegir una cosa u otra.
La voluntad La capacidad de amar La voluntad nos permite tomar decisiones en uno u otro sentido y empeñarnos en aquello que hemos resuelto hacer. Mediante ella se puede ser perseverante en las tareas que se hayan decidido y emprendido. La capacidad de amar Esta capacidad se traduce en acciones concretas de ayuda, de perdón, etc. Cada vez que una persona lleva a cabo estas y otras acciones, fruto del amor, se parece a su creador porque Dios es amor.
¡¡ Se parece más a Dios. !! Así cada vez que el ser humano: Cuida y promociona responsablemente la vida; Reflexiona adecuadamente; Opta por el bien; Persevera en lo bueno; Ama; ¡¡ Se parece más a Dios. !!
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