VERDAD

Juan 8:31-36 31Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. 33Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?

Juan 8:31-36 34Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 35Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

VERDAD

Todos queremos ser libres Libres en el sentido más profundo, más pleno. Lo opuesto es atadura y esclavitud. Esclavizados a algunos hábitos placenteros, y en ése sentido amamos la esclavitud. Dios nos invita a considerar la felicidad sin esa esclavitud. Feliz en la libertad, no esclavo a adicciones placenteras.

Todos somos esclavos La gente respondió, como algunos de nosotros hubiéramos hecho: ¡Ya somos libres! v.33 Enfocados en algunos aspectos de la libertad. Jesús aclara v.34: Quien nos conoce mejor que nosotros a nosotros mismos. Todos pecan. Cada persona es esclava del pecado. 33Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? 34Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.

El pecado no es solo una mala acción, sino un poder en nuestros corazones que nos hace realizar malas acciones. Pecamos porque somos pecadores.

Nuestra esclavitud es una esclavitud a ese poder en nosotros Nuestra esclavitud es una esclavitud a ese poder en nosotros. Esta esclavitud es demasiado profunda. Y todos la tenemos. Y sólo Jesús puede liberarnos v.36 36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

El Pecado esclaviza en 2 maneras Primero: El pecado nos esclaviza produciendo deseos persuasivos. El pecado nos esclaviza haciendo que todo luzca más deseable que Jesús. Pecado: desear algo por encima de Jesús y luego actuar según ese deseo.

El Pecado esclaviza en 2 maneras Segundo: El pecado nos esclaviza condenándonos (daño permanente). “No tengo problemas con desear las cosas más que a Jesús. Para mí ésa es la libertad”. ¿Y si vieras claramente que al final del camino, eso lo lleva hacia la destrucción?

2 tipos de esclavitud: la dominación y el daño del pecado.

Jesús nos liberta en 2 maneras Él nos liberta del daño del pecado, volviéndose el daño en nuestro lugar. "Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros" (Gálatas 3:13).

Jesús nos liberta en 2 maneras Nos liberta de la dominación del pecado cambiando, de raíz, nuestra naturaleza mediante el nuevo nacimiento. Nos da ojos para ver que nuestro Salvador es más digno de ser deseado que cualquier otra cosa en el mundo.

4 Tipos de libertad Y cada una añade una dimensión crucial de libertad a la última, hasta que llegamos a la plena libertad: "realmente libres".

4 Tipos de libertad 1 Si no tienes el deseo de hacer algo, no eres totalmente libre de hacerlo.

4 Tipos de libertad 2 Si tienes el deseo de hacer algo, pero no la habilidad de hacerlo, no eres totalmente libre para hacerlo.

4 Tipos de libertad 3 Si tienes el deseo de hacer algo, pero no la oportunidad de hacerlo, no eres totalmente libre para hacerlo.

4 Tipos de libertad 4 Si tiene el deseo de hacer algo y la habilidad, y la oportunidad, pero al final eso te destruye, no eres real y totalmente libre.

4 Tipos de libertad Si no tienes el deseo de hacer algo… Si tienes el deseo, pero no la habilidad… Si tienes el deseo, la habilidad pero no la oportunidad… Si tienes el deseo de hacer algo, la habilidad, la oportunidad, pero al final eso te destruye, no eres real y totalmente libre.

Eres real y totalmente libre cuando tienes el deseo, la habilidad, y la oportunidad de hacer lo que nunca te dará remordimientos.

Hacia nuestra espiritualidad... Paracaidismo Algo ocurre en el camino (oportunidad) No hiciste clases (habilidad) Tu miedo te paraliza (deseo) Saltas…. (¿libre?)

Hacia nuestra espiritualidad... Y si tu paracaídas está defectuoso y sabes que va abrirse… ¿eres libre, completamente libre, realmente libre? Lo que te está haciendo tan feliz y libre, te matará. Parece libertad pero es ilusión. En treinta segundos estarás muerto.

Hacia nuestra espiritualidad... No tenemos un paracaídas… tenemos un SALVADOR. Jesús rompió la atracción inexorable de la gravedad de nuestros pecados. Él nos ha atrapado a mitad de la caída y se ha convertido en nuestro Salvador.