LA ÉTICA DE KANT
LA ÉTICA DE KANT Kant es un filósofo del siglo XVIII. La Ilustración supuso un gran proyecto de mejora de la humanidad mediante la razón.
En muchas ocasiones nuestros deseos no coinciden con lo que tenemos que hacer.
A veces nos mueve a actuar la razón y otras el capricho (la satisfacción particular de los propios deseos). LOS DOS “MOTORES” DE LA VOLUNTAD
La razón nos guía hacia acciones en que manda el sentido del deber y la buena voluntad.
Por el contrario, el capricho nos guía hacia acciones egoístas, en las que solo importa el propio bienestar y nuestro interés.
Por tanto, necesitamos un MANDATO o IMPERATIVO que nos obligue. Este mandato tiene que ser según Kant Categórico y Autónomo.
CATEGÓRICO (“Debes hacer X”) Ordena que hagas algo de forma incondicionada, mandan algo absolutamente. Se obedecen por respeto a la ley, POR DEBER.
No puede ser condicionado (“Si…entonces”, si quieres conseguir tal cosa, debes hacer tal). Solo nos moveríamos por lograr una recompensa o evitar un castigo.
Distingue entre actuar: Por deber (vender algo a un precio justo porque creo que debo). Conforme al deber (vender algo a buen precio por no perder la clientela). Contra el deber (vender algo muy por encima del precio que creo justo).
AUTÓNOMO El que se da uno a sí mismo. La AUTONOMÍA o LIBERTAD significa que solo yo puedo dictarme a mí mismo mis propias normas.
No puede ser heterónomo No puede ser heterónomo. La fuerza o autoridad de este mandato viene de los otros (órdenes) o de mis caprichos.
La LIBERTAD es obedecer nuestra propia conciencia. Es lo que permite que las conductas puedan ser buenas o malas y que podamos responsabilizarnos de ellas.
“EL HOMBRE ES UN FIN, NO UN MEDIO” Cada ser humano es un fin en sí mismo, no un medio o instrumento para que lo usen otros, lo que lo convertiría en una cosa.