“No pudo hacer allí ningún milagro,… Y se extrañó de su falta de fe” DOMINGO XIV T.Ordinario - B “No pudo hacer allí ningún milagro,… Y se extrañó de su falta de fe” BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano.
ORACIÓN COLECTA DE LA MISA DEL DOMINGO XIV T. Ordinario – B “Oh Dios, que por medio de la humillación de tu Hijo levantaste a la humanidad caída, concede a tus fieles la verdadera alegría, para que quienes han sido liberados de la esclavitud del pecado alcancen también la felicidad eterna”.
“Misericordia, Señor, misericordia” Salmo (122)
Marcos 6, 1 - 6 “En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada : ¿De dónde saca todo eso?¿Qué sabiduría es esa que le han enseñado?¿Y esos milagros de sus manos?
¿No es éste el carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanos ¿no viven con nosotros aquí? Y esto les resultaba escandaloso. Tanto el hebreo como el arameo (lenguaje de Jesús y sus discípulos) utilizan la misma palabra para designar a hermanos, a primos y a miembros del mismo clan. El Nuevo Testamento fue escrito en griego pero sus autores eran de cultura hebrea. La palabra hebrea que significa "hermanos" o "primos" fue traducida al texto original griego de la Biblia como "adelphos". A diferencia del hebreo o el arameo, el griego tiene una palabra específica para primos: "anepsios", pero los traductores del Nuevo Testamento, siendo de cultura hebrea, prefirieron usar "adelphos" para traducir la palabra aramea "hermanos" que, como hemos dicho incluye primos y otras relaciones. Es decir, utilizaron la palabra griega pero en el sentido original del lenguaje de Jesús. Información completa en : http://www.corazones.org/apologetica/hermanos_jesus.htm
Lo fueron los oyentes de Jesús entonces y nosotros, ahora. Se tiende a descalificar al que nos es conocido, como si ser conocido nuestro lo disminuyera. ¿No es absurdo? Como dijo el profeta Ezequiel (Cf.2, 2-5) somos un pueblo rebelde, testarudo, obstinado. Lo fueron los oyentes de Jesús entonces y nosotros, ahora. Pero Dios siempre nos habla, hagamos caso o no a su Palabra. Antes y hoy el problema es no ser capaces de reconocer y aceptar a Jesús.
Jesús les decía : No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa. No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos Y se extrañó de su falta de fe.
tener fe viva en su amor y su poder. El Señor requiere de nuestra colaboración : escucharlo, creerle, confiar, tener fe viva en su amor y su poder. Debemos recordar que : el Señor, como sus profetas, no siempre nos dirán lo que nos guste o lo que nos acomode escuchar.
Y recorría los pueblos de alrededor enseñando”. Palabra de Dios.
El Señor Jesús sufrió la incomprensión, sufrió el menosprecio. Pero eso no fue motivo para que se desanimara y dejara de enseñar y ayudar. ¿No debemos hacer lo mismo?
Todo bautizado es un profeta Su misión es manifestar a Dios con sus palabras y su vida Enseñar que hay un solo Dios Que Dios es Amor, justo, sabio, poderoso Que estamos llamados a la santidad porque Dios quiere nuestra salvación
no permitas que yo pueda verte y desconocerte; Señor, no permitas que yo pueda verte y desconocerte; escucharte y rechazarte. Que la alegría siempre esté contigo Tob.5,10 BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano.