Había un vez una escuela en donde el coco de los estudiantes era la investigación
Era un monstruo que se ocultaba en la biblioteca o en el laboratorio
Una criatura come – libros, come – tiempo, come – papel, come- aburrimiento y come- ignorantes.
Un espantajo de mal genio que echaba fuego por la boca y devoraba a los alumnos
Hasta que un día, el profesor motivó a sus discípulos y todos se llenaron de valentía para enfrentar a la bestia
No tenían armas de rayos láser, ni pistolas virtuales, ni espadas intergalácticas
Lo enfrentaron a punta de curiosidad experimentación, debate, juegos científicos, interés e imaginación.
Descubrieron que el monstruo era un mito ( de los malos) y comprobaron que estaba hecho a punta de suposiciones
Regresaron con un montón de preguntas, pero salieron ilesos: El miedo y la pereza habían sido vencidos.
Investigar no duele !