"Y ustedes, ¿quién dicen que soy? DOMINGO XXIV T.Ordinario - B "Y ustedes, ¿quién dicen que soy? BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano.

ORACIÓN COLECTA DE LA MISA DEL DOMINGO XXIV T. Ordinario – B “Oh Dios, creador y dueño de todas las cosas, míranos y, para que sintamos el efecto de tu amor, concédenos servirte de todo corazón”.

“Caminaré en presencia del Señor" Salmo (114)

Marcos 8, 27 - 35 “En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a los pueblos de Cesarea de Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos : ¿Quién dice la gente que soy yo? Ellos le contestaron : Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas.

Jesús, viajando, viviendo entre el pueblo, enseñando, ayudando, debe sentir que lo que explica desconcierta a sus oyentes y que no lo entienden. Pregunta sobre quién es Él para los demás y para sus seguidores más cercanos.

Él les preguntó : Y ustedes, ¿quién dicen que soy Él les preguntó : Y ustedes, ¿quién dicen que soy? Pedro le contestó : Tú eres el Mesías. Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.

¿Quién soy para ti? Todos somos interpelados por Jesús : Nosotros, como Pedro, sabemos quién es Jesús. Pero no basta saberlo. Hay que adherirse a Jesús, no en teoría, sino con el corazón y la vida.

Y empezó a instruirlos : El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días. Se los explicaba con toda claridad. Entonces, Pedro lo llevó aparte y se puso a increparlo.

Pedro se preguntaría, igual como a veces nos cuestionamos nosotros : ¿un Mesías no triunfante? ¿un Mesías sin gloria humana? ¿un Mesías sufriente y rechazado?

Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro : ¡Quítate de mi vista, Satanás!¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!

Después llamó a la gente y a sus discípulos y les dijo : El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará". Palabra de Dios

Pero ¿lo amamos hasta comprometer nuestra vida con Él? Lo reconocemos y lo respetamos Pero ¿queremos seguirlo en medio del dolor y el sufrimiento? Lo seguimos en lo fácil o en lo útil ¿Permitimos que Jesús ocupe el primer lugar en nuestra vida?

Jesús NO DICE que tengamos que sufrir para poder seguirle. Pero sabemos que el dolor es parte de la vida. Así que, llega siempre. Jesús nos avisa que cuando llegue el dolor no debemos alejarnos de Él. No nos asustemos como si no contáramos con el Señor.

Sufrir contigo es consolador. Morir por Ti es Vivir. Señor, Sufrir contigo es consolador. Morir por Ti es Vivir. Tenerte a Ti es tenerlo todo. Que la alegría siempre esté contigo Tob.5,10 BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano.