MERCEDES DE JESÚS MOLINA Mujer de la Misericordia

TESTIGO DE LA MISERICORDIA COMO EDUCADORA Hna. Marina Aguilar Vázquez Religiosa Marianita

MERCEDES DE JESÚS MOLINA EDUCADORA Cuando parte como misionera al Oriente Ecuatoriano, uno de sus objetivos era fundar una escuela para los niños Shuar. No se hizo realidad esta posibilidad. Una vez fundado el Instituto, promover una formación integral de las niñas huérfanas y de otras niñas externas, fue un imperativo para Mercedes y sus Religiosas. Muchas personas en Riobamba, suplicaron por una educación integral para sus hijas y confiaron esta misión a las Marianitas. En la estrechez de la casa fundacional, se adecuaron los espacios necesarios para esta noble misión.

MERCEDES DE JESÚS MOLINA EDUCADORA Tomaba para sí las niñas más pequeñas, quienes a veces se dormían sobre sus rodillas. Quería tener alas como la gallina para cobijarlas a todas, creyéndoles sus propias hijas en el Señor. A su cargo también estaban las niñas de carácter más difícil a quienes con ternura y firmeza les inculcaba la manera de comportarse, cuidando sus reacciones. No hacía distinciones, entre las niñas huérfanas y niñas externas, en todas descubría la presencia de Dios y estaba pronta para acoger a quienes se acercaban buscando un porvenir.

MERCEDES DE JESÚS MOLINA EDUCADORA La pedagogía de Mercedes de Jesús Molina, como educadora fue la misma del Maestro de Galilea “Jesús”. Mujer sabia y prudente pedagoga, en la formación que imparte, toma en cuenta la realidad del grupo y las condiciones personales. Les llama e invita al diálogo para la confidencia, la oportuna corrección, particularmente a las que tienen mayores dificultades. Con increíble ternura y firmeza les orienta y educa, convirtiéndose en su fiel acompañante. Serena y prudente, suave y firme. Las niñas la ven como Madre y Maestra.

MERCEDES DE JESÚS MOLINA EDUCADORA Fiel seguidora de Jesús, aprendió de El a conocer a sus educandos, quererles, aceptarles y como una tierna madre, orientarles con su palabra y testimonio de vida hacia una relación de cercanía y amor al prójimo, al entorno, y a Dios. Descubrió el Rostro lastimado de Jesús camino del Calvario en el rostro de algunas niñas y jóvenes un tanto difíciles por sus precarias condiciones familiares y económicas. Desde su pedagogía de ternura y firmeza les dio mayor atención, confianza y cercanía, conduciéndoles así a una experiencia personal de un Jesús redentor misericordioso, que las ama, prefiere y busca devolverles su dignidad.

Hna. Marina Aguilar Vázquez Religiosa Marianita