ÉTICA UTILITARISTA John Stuart Mill

Una teoría ética consecuencialista ¿Qué hace que una acción (como mentir) sea buena o mala? ¿La intención de la persona que la lleva a cabo o sus consecuencias? Kant defiende que la intención y el utilitarismo defiende que las consecuencias. Por eso, el utilitarismo es una teoría consecuencialista: sostiene que una acción es buena cuando tiene “buenas consecuencias” (produce beneficios), y es mala cuando tiene “malas consecuencias” (produce perjuicios). ADV. Para el Utilitarismo, la bondad de una acción depende de las consecuencias probables, y no de las consecuencias reales: solo cuenta las consecuencias “previsibles”, porque predecir los resultados exactos de un hecho concreto resulta extremadamente difícil, cuando no imposible.

Ideas principales del Utilitarismo El bien o fin último de toda actividad humana es la utilidad, entendida como bienestar, felicidad o placer. BIEN = UTILIDAD (bienestar = felicidad = placer) Según Bentham (padre del utilitarismo), el bienestar o la felicidad se reduce a sentir placer. Además, dice Bentham, el bienestar es la meta que todos persiguen: todos buscan aumentar el placer y reducir el dolor. El principio moral por el que debemos regirnos es el Principio de Utilidad: «escoge siempre la opción que maximiza la utilidad esperada». Este principio suele identificarse con el Principio de Maximización del Bienestar: «escoge siempre la opción que aporte el nivel medio de bienestar más alto», «la mayor felicidad para el mayor número». En cada decisión se debe realizar un cálculo de utilidad: sumar la cantidad de felicidad e infelicidad resultante en todas las personas involucradas en la acción. ¿Hago A o no? Hay 10 personas afectadas. Si hago A, 8 personas serán más felices que si no hiciera A y 2 lo serán menos. Por tanto, tengo que hacer A.

Idea clave: ¿Cómo hacer del mundo un lugar más feliz? ¿Mi acción aumenta la felicidad general? ¿Somos más o menos felices como resultado?

[1] Los animales no humanos son objeto de consideración moral VALORACIÓN CRÍTICA [1] Los animales no humanos son objeto de consideración moral

[2] Es muy difícil, sino imposible ponerlo en práctica y calcular el nivel de felicidad general

[2'] Es muy difícil, sino imposible ponerlo en práctica y calcular los resultados de una acción

[3] El placer no es lo único que importa El placer (no solo sensual, sino también intelectual) es un valor importante al que no se debería renunciar, pero hay otros valores, como la verdad y la autenticidad, que son irrenunciables para la mayoría de las personas y son tan importantes como el placer o más. En la película Matrix, el personaje Cifra traiciona a sus compañeros a cambio de que lo dejen volver a Matrix, previo borrado de memoria, para disfrutar de una vida de lujo. Cifra dice explícitamente que “la felicidad es la ignorancia”, queriendo defender con ello que solo importa disfrutar, obtener placer, incluso aunque la experiencia no sea auténtica, sino una falsa mentira. En este sentido recuerda también mucho a la película española Familia (de Fernando León de Araona), en la que el protagonista, para aliviar su soledad, decide contratar a un grupo de actores para que finjan ser su familia el día de su cumpleaños. Contrario a esta postura, el filósofo contemporáneo Robert Nozick ideó un experimento mental titulado la “máquina de las experiencias”, queriendo demostrar con ello que la búsqueda de placer no está por encima de todo.

¿Tú qué piensas? ¿Estás de acuerdo? ¿Habría que echar extasis en el agua?

[4] Justifica acciones que solemos considerar como inmorales A) MATAR A UN INOCENTE

B) NO MANTENER COMPROMISOS

[5] Considera a las personas como remplazables, y no insustituibles El individuo es visto como «uno más», como una «pieza» reemplazable en el cálculo del mejor o peor estado de cosas. Para el utilitarismo, «siempre que mantengamos o aumentemos el nivel de experiencias placenteras en el mundo, la desaparición deliberada de ciertos individuos no es inmoral», de modo que no importa que un individuo desaparezca, siempre y cuando sea sustituido por otro con una experiencia similar o superior. Y ello porque aquí el individuo es visto como una especie de «contenedor de experiencias», del que sólo importa el contenido-experiencia, y no el continente.