EDUCACIÓN SEXUAL = EDUCACIÓN PARA EL AMOR
“La Definición de la RAE” amor: Del lat. amor, -ōris. 1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. 2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear. 3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. 4. m. Tendencia a la unión sexual.
“El concepto de amor de Maria Montessori” El amor es concedido al hombre como un don destinado a un fin determinado y con una intención particular, como todo lo que es prestado a los seres vivientes por la conciencia cósmica. Debe ser atesorado, desarrollado y ampliado al máximo de sus posibilidades. El hombre es el único de los seres vivos que puede sublimar esta fuerza que se le ha concedido y desarrollarla lentamente, y su deber es convertirla más y más en un tesoro: precisamente porque es una fuerza que mantiene unido al universo.
La posición de Montessori sobre la sexualidad humana es que se encuentra conectada de forma indeleble con el amor implícito de los padres, un amor que está programado por la naturaleza.
Maria Montessori escribió: "El niño nace en medio del amor, su origen es por el amor, y una vez nacido estará rodeado por el amor de la madre y el padre. Este amor que los padres hacen es algo natural; que hace que dedicar su vida a sus hijos les de alegría y no se sienta como un sacrificio”.
"Por lo tanto la "educación sexual“ es realmente una “educación para el amor” y no un mero ejercicio para evitar que los niños se mal informen.
“A diferencia de los animales (los seres humanos) tienen la libertad de controlar su conducta sexual y deben de desarrollar auto-disciplina, costumbres sociales y conducta responsable”.
Como educadores y padres, no podemos negar que las influencias sobre el sexo, son muy visibles en nuestra sociedad y que están afectando a nuestros niños.
Lo que sugerimos es comenzar temprano, primero definiendo nuestras normas y luego reforzarlas de manera abierta y consistentemente.
En la escuela, llamamos todas las partes del cuerpo por sus nombres correctos y mostramos como tener una privacidad apropiada.
En casa se sugiere: Hablar con su pareja sobre sus actitudes hacia el romance, el sexo o la pornografía. Ser abiertamente afectuosos con su cónyuge e hijos. Modelar sus creencias sobre el romance y la intimidad. Piense en lo que es apropiado para la edad de su hijos.
Usar la terminología correcta es siempre lo más apropiado. Escuche las preguntas de su hijo y responda con la capacidad de asombro que este tema merece. No "deje el tema" para los próximos cinco años y pensar que de momento todo está bien. Muéstrese involucrado en el tema. Sea proactivo sobre las normas de su familia respecto al sexo opuesto, la modestia, la castidad, y sobre el significado de amor.
Si un niño desde la primera infancia, es testigo del respeto y la compatibilidad de sus padres, su ternura y su afecto serán los ejemplos más significativos sobre las relaciones serias y bellas entre un hombre y una mujer.
NO HAY LUGAR COMO EL HOGAR PARA LA EDUCACIÓN SEXUAL. LO QUE ESTÁ EN JUEGO ES EL AMOR, CAUSA AUTÉNTICA DE FELICIDAD Y REALIZACIÓN PERSONAL
Referencia Bibliográfica: Montessori María; La Mente Absorbente; Ed. Diana, México, 1986 Polk Lillard Paula; Montessori Today A Comprehensive Approach to Education from Birth to Adulthood; 1996 Standing E., Mortimer; La Revolución Montessori en la Educación; Ed. Siglo XXI, México, 1985