TAREAS DEL ASESOR EN RELACION CONSIGO MISMO… Formarse-capacitarse para tener una visión más clara y siempre actualizada de la realidad y cultura juvenil. Participar en instancias de formación de formadores. Leer, seleccionar materiales, sistematizar sus experiencias, organizar su trabajo, distribuir tiempo y tareas en relación al servicio sin descuidar la vida personal. Evaluar su propio ser y quehacer como asesor, con otros asesores-laicos comprometidos… continúa...

Vivir en clave de Proyecto…implica… Poner en juego su propia verdad, sus dinamismos más íntimos, sus actitudes, y opciones auténticas. La voluntad de llegar a conocerse y aceptarse tal como uno es Discernir desde el corazón…. Quién soy yo? Cuáles son mis capacidades y limitaciones? Qué valoración tengo de mi mismo? En qué se fundamenta mi vida? Qué es lo que quiero de verdad? Qué imagen de Dios tengo? Cuáles son las trampas en las que me “atrinchera” mi inconsciente… cuáles son esas trampas donde se juega mi propia vida?

“EL PROYECTO PERSONAL NACE DE LA CONVICCION DE QUE EL REINO DEBE COMENZAR POR UNO MISMO. De otra forma fácilmente convertiremos la evangelización en funcionariado.” Señor: qué quieres que haga? Y yo, ahora qué estoy haciendo? Por dónde anda mi vida? En dónde estoy poniendo mis mejores energías?

PARA ENTRAR EN LA DINAMICA DEL PROYECTO PERSONAL ES NECESARIO…. EL PROYECTO PERSONAL ES EL MEDIO PRIVILEGIADO DE FORMACION CRISTIANA PARA ASESORES DE JUVENTUD PARA ENTRAR EN LA DINAMICA DEL PROYECTO PERSONAL ES NECESARIO…. Autonomía Autenticidad Discernimiento Acompañamiento

EN RELACION CON LA PERSONA DEL JOVEN De la animación del grupo juvenil al acompañamiento personal. Ayuda a los jóvenes a clarificar y definir su Proyecto de Vida, es decir: a tomar opciones que configurarán su ser y su quehacer en la Iglesia y en la sociedad Realiza un acompañamiento integral, procesual y gradual, que no puede realizarse de forma espontánea y voluntarista. Ayuda a encontrar un sentido a la profesionalidad-ocupación del joven como servicio a la sociedad.

Tiene especialmente en cuenta la dimensión afectiva del joven: relación con pareja, familia, amigos, etc. Colabora a que el joven entienda y desarrolle su compromiso y participación en estructuras sociales y políticas a la vez que va madurando su espiritualidad cristiana. Ayudar a descubrir al joven la vida como unidad y a descubrir la presencia y el Plan de Dios en todas sus actividades, y no acentuar como válido solo lo referido a su quehacer en la PJ

EN RELACION CON EL GRUPO: Acompañar los procesos de los grupos juveniles Aportará al grupo: Ser un elemento de cohesión, integrador, de amistad, desde su ser persona integradora, dialogante. Favorecer su organización (la del grupo): escuchará la propuesta de organización de los jóvenes y buscará integrarla a la Propuesta Educativa que considera necesaria impulsar con ellos. Ayuda a clarificar funciones dentro del grupo. Se encargará de impulsar la ejecución CORRESPONSABLE de planes y proyectos pactados con el grupo. Favorecerá la sistematización de las experiencias realizadas

Favorecerá la conformación de redes con otras personas, grupos e instituciones tanto del ámbito eclesial como social que trabajen con jóvenes. Educará al grupo para la organización: no sólo para la vida misma del grupo sino para que el joven interiorice esto para su vida misma. Exigirá el cumplimiento de los compromisos asumidos, desde una actitud de permanente evaluación, pero no “control”

Es responsable del proceso formativo de los jóvenes, siendo necesaria la inserción en su realidad social y en la realidad de su grupo. Promueve liderazgos, descubre y potencia las aptitudes personales de los jóvenes Delega funciones para promover el desarrollo de sus capacidades. Utiliza metodologías y pedagogías significativas para los jóvenes. Busca integrar el teatro, la danza, el deporte, la música, el cine, el arte.. (SD 119). Acompañará el proceso de los grupos desde la acción y no sólo desde la reflexión y la convivencia.

Favorecerá una visión del compromiso cristiano hacia la sociedad. Promoverá el crecimiento de la espiritualidad de los grupos: promoverá la experiencia comunitaria de la fe, se ocupa en conocer, respetar y valorar las expresiones religiosas de los jóvenes. Presentará a los jóvenes como modelo de referencia, la vivencia de Jesús y la vivencia del Evangelio. Animará, invitará, explicará en lenguaje sencillo y cercano, qué es la vida de oración, los sacramentos, las celebraciones, los tiempos fuertes…

En relación con los otros asesores: Se asegurará de no trabajar solo, sino en intima colaboración con los asesores y en vinculación con las instancias de coordinación que correspondan. Favorecerá la conformación del Equipo de Asesores.

El Equipo de Asesores no es una instancia de planificación o de coordinación de actividades para los jóvenes. Es un ámbito para compartir la vida, para confrontar ideas y experiencias, para discernir comunitariamente los signos de la vida juvenil, para encontrar apoyo en la oración, en la reflexión y evaluación de su Ministerio. Es un espacio para celebrar la presencia de Jesús vivo en cada joven y en ellos mismos.

EN RELACION CON LA COMUNIDAD: Buscará concretar una mayor presencia de los jóvenes en la vida de la Iglesia y abrirles mejores y más reales “espacios de participación” (SD 119) Se preocupará de los jóvenes que participan esporádicamente y no están integrados al proceso orgánico de la PJ. Fomenta la comunión eclesial siendo nexo entre el mundo adulto y mundo joven Reconoce la comunidad cristiana como espacio vital de la asesoría de PJ: en ella encuentra su ámbito de desarrollo y aporte de su vida y Ministerio.

Es tarea del Asesor educar en valores democráticos; en promover la conciencia social de los jóvenes. Se reconoce tanto en la comunidad eclesial como la social, como un “Enviado” al Mundo juvenil. Ayudará al Mundo adulto a ver y entender al mundo juvenil y viceversa, no solo acompañará al joven en sí mismo y a los grupos juveniles.

NIVELES DE LA ASESORIA Un 1° Nivel: la asesoría al grupo. Nuestra Pastoral Juvenil Latinoamericana ha hecho una opción pedagógica por los grupos. Un 2° Nivel: Cuando los grupos parroquiales o las Pastorales Específicas de Juventud se multiplican, comienzan las articulaciones o coordinaciones. La asesoría se asume aquí como vínculo de unidad y comunión. Cuidará especialmente que los organismos que se creen en este nivel estén realmente AL SERVICIO DE LOS JOVENES.

MEDIOS DE LA ASESORÍA La formación a través de la acción reflexionada. La atención y respeto a la obra de Dios en los jóvenes y en la realidad para revelarla. La elaboración de síntesis: entre la fe y la vida. EL ACOMPAÑAMIENTO: en el Asesor se une el servicio de la orientación en la tarea de la PJ y el acompañamiento tanto personal como de procesos grupales en la experiencia de fe.