Algunas herramientas para reducir la brecha de la escucha Introducción Retomando la idea sobre las diferencias que existirán entre lo que se dice y lo que interpretamos, Echeverría (2006) nos sugiere algunas acciones que nos pueden ayudar a disminuir el espacio entre un orador y su(s) oyente(s). La primera de ellas es verificar escuchas. La segunda, compartir inquietudes Y finalmente, indagar. Ésta constituye una lista de posibles acciones no limitativa y ninguna de las acciones es excluyente de las otras.
Algunas herramientas para reducir la brecha de la escucha a) Verificar escuchas Para llevarlo a cabo habrá que pedirle al oyente que nos exprese su interpretación de lo que ha escuchado, no que repita de memoria palabra por palabra del mensaje (ello, como ya se ha mencionado representaría sólo que se oyó lo dicho). Incluso como oyente puedo hacer verificación de lo que he escuchado, emitiendo mi interpretación de lo dicho y preguntando a quien emitió el mensaje si he efectivamente lo he percibido tal como se expresó.
Algunas herramientas para reducir la brecha de la escucha b) Compartir inquietudes Para intercambiar inquietudes es válido realizar preguntas al orador con respecto a qué lo llevó a decir algo, es decir, a partir de qué inquietud actúa. Esto implica también no asumir desde antes de compartir las inquietudes que se está actuando con una razón que contradice la estructura de coherencia del orador. Se trata de ir más allá de lo que dice y también de nuestra interpretación.
Algunas herramientas para reducir la brecha de la escucha c) Indagar La indagación por definición se trata de cuestionar a nuestro orador con la intención de obtener más datos de los que ya nos ha expresado, conseguir más información para aumentar el rango de nuestra interpretación y corregir, si es que acaso esto es necesario, para tener mayor precisión en el mensaje. Finalmente se trata de escuchar con mayor atención, de clarificar lo indispensable.
Bibliografía Echeverría R. (2006). Actos de Lenguaje volumen I: La escucha (JC Sáez editor). Santiago de Chile: Granica.