Las 6 fuentes del Estrés Inteligencia intrapersonal. Inteligencia interpersonal. Amor. Proyecto. Trabajo. Salud.
Inteligencia Intrapersonal Es la que conjuga los mecanismos de razonamiento con el mundo de las emociones. La caracteriza la habilidad para entender y sincronizar en nuestro mundo interior todo lo referente a nuestras necesidades y posibilidades. La carencia de ella es motivo de insatisfacción y de frustraciones por no alcanzar nuestros objetivos.
Inteligencia Interpersonal Funcional razón-emoción. Es la habilidad para relacionarse con el mundo de los demás, es una condición que permite ponerse en el lugar del otro y entender sus necesidades y sentimientos. La carencia de esta es responsable de los desajustes con los demás, de los malos entendidos de las relaciones frustradas, de los desengaños.
Amor Este sentimiento genera seguridad y tranquilidad constituyen el mejor antídoto contra la soledad. Las personas satisfechas afectivamente se encuentran en mejores condiciones de hacerle frente a contingencias y adversidades. Ciertas relaciones superficiales, circunstanciales, hipócritas, nacidas de la obligación o de la conveniencia producen un microclima afectivo ficticios.
Proyecto Es nuestro plan, carta de navegación y ruta. Es lo que queremos, a lo que aspiramos y que vislumbramos en el horizonte como nuestro objetivo personal de satisfacción. La falta de un proyecto personal es fuente de insatisfacción. Uno es tan joven como sus proyectos y tan viejo como sus recuerdos. En síntesis: tener proyectos es tener algo por lo que vale la pena soñar y luchar.
Trabajo No es solamente la forma de ganarse el sustento. Representa una fuente de concreciones y de satisfacciones personales. Es necesario indagar, sin prejuicios y honestamente, cual es la relación entre nosotros y el trabajo. Si constatamos que presenta algún punto débil, debemos esforzarnos para corregirlo y mejorarlo.
Salud La relación cuerpo-mente constituye un binomio indisoluble. Intervienen las impresiones subjetivas en el terreno de la salud: a). La tendencia a creerse enfermo. b). La conformidad con el propio esquema corporal.