LA MISIÓN DEL ANIMADOR Y ANIMADORA DE INFANCIA MISIONERA Ser un gran discípulo y misionero de Jesús. Prepararse permanentemente en el ámbito humano, cristiano y misionero. Responsabilidades: Conformación de los grupos de Infancia Misionera. Animación y formación de los niños y niñas. Preparación del material y de los temas. Presentar la persona de Jesús, a los niños y niñas de infancia misionera. Ayudar a que el niño y niña descubra el rostro de Dios en cada persona. Ayudar a que el niño y niña sienta la humanidad como la gran familia de Dios.

ACTITUDES DEL ANIMADOR DE INFANCIA MISIONERA SERVIDOR “Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: El que quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”. Mc 9,35 ACOGEDOR “Pero Jesús llamó hacia sí a los niños y dijo: Dejen que los niños vengan a mí y no lo impidan porque de los que son como ellos es el Reino de Dios”. Lc 18, 16

FIEL “Si permanecen fieles a mi palabra, ustedes serán verdaderamente mis discípulos”. Jn 8, 31 AMIGO “Desde ahora los llamaré amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre”. Jn 15,15 TESTIGO “Brille su luz delante de los hombres de modo que, al ver sus buenas obras, den gloria a su Padre que está en los cielos”. Mt 5,16

CONVOCA a la misión. “Subió después a la montaña, llamó a los que él quiso y se acercaron a él”. Mc 3, 13 EVALUA “De regreso los apóstoles refirieron a Jesús todo lo que habían hecho. Él los tomó consigo y se retiró a un lugar solitario, hacia una ciudad llamada Betsaida”. Lc 9, 10

CORRIGE “Jesús, al darse cuenta de la discusión, tomó a un niño, lo puso a su lado y les dijo:… el más pequeño entre ustedes es el más importante”. Lc 9,47 ENSEÑA “Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar”. Lc 11, 1

OBSERVA la realidad. “Estaba Jesús viendo cómo los ricos depositaban sus ofrendas en las arcas del templo. Vio también a una viuda muy necesitada que echó allí dos monedas de poco valor”. Lc 21,1 ESCUCHA la Palabra y la vive “El que escucha mis palabras y las pone en práctica, es como aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca”. Mt 7, 24}

ES CONCIENTE DE SU MISIÓN UNIVERSAL “Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos.. Mt 28,19 ES AGRADECIDO “Uno de ellos, al verse sano, regresó a los pies de Jesús dándole gracias. Era un Samaritano. Lc 17, 16 ES SENCILLO Y HUMILDE EN SU SERVICIO “Así también ustedes, cuando hayan hecho lo que se les había mandado, digan: “Somos siervos inútiles; hicimos lo que teníamos que hacer”. Lc 17, 10

ENCONTRANDO NUESTRA MISIÓN A TRAVÉS DE LAS PARÁBOLAS. “Concédeme, Señor, entrar en tu corazón. ¿Qué tenías dentro cuando decías las parábolas? ¿Qué claridades, qué fuego, qué emoción, qué indignación, qué grito te impulsaba a usar ese lenguaje?

Lo nuevo nace pequeño. Mt 13, 31-32 Jesús compara el Reino de Dios con una semilla de mostaza, la más pequeña. Sin embargo, es capaz de transformarse en un árbol en el que los pájaros encuentran un lugar donde hacer sus nidos y cobijarse. Jesús nos enseña, que el Reino se cultiva en lo pequeño y desde lo pequeño. Así, es la labor de infancia misionera, con los más pequeños y pequeñas. Allí, es donde se reciben todos los elementos para poder crecer y servir. Allí, Dios está preparando algo grande. La misión del animador o animadora, es descubrir en los niños y niñas, con los que comparte y a quienes enseña, esas semillas pequeñas pero con grandes posibilidades de ser los continuadores de la misión de la Iglesia.  

La fuerza del Reino Mt 13,33 Jesús compara el Reino de Dios con la levadura, una pequeña cantidad capaz de transformar toda la masa. En esta parábola, Jesús se refiere al Reino de Dios, como una fuerza que cambia la vida, la sociedad, el mundo desde adentro, es decir, desde lo más profundo y central de esas realidades. El animador(a) de infancia misionera con sus niños y niñas, son la levadura que va cambiando y transformando desde adentro una comunidad, un país, el mundo.

Sembrar, sembrar y sembrar… Mt 13,1-9 Jesús comparó el Reino con una semilla que un sembrador siembra en la tierra, pero cae en distintos terrenos y no siempre produce los frutos esperados. El sembrador a pesar de los pocos resultados (sólo una cuarta parte de lo sembrado produce frutos), no se desanima y sigue sembrando. Él sabe bien que lo que produzca la semilla, por buena que sea, dependerá de muchas otras cosas que no dependen de él. El animador(a) de infancia misionera tiene la misión de sembrar, sembrar y sembrar. Cada niño y niña es un terreno, para hacer posible el crecimiento del Reino.

El dueño del Reino es Dios Mc 4,26-29 Jesús compara el Reino de Dios con una semilla que un hombre echa en la tierra. Sea que duerma o esté despierto, el crecimiento de la misma seguirá su ritmo. Con esta parábola Jesús nos enseña que el Reino ya está sembrado y que su crecimiento depende de nuestro trabajo pero principalmente de Dios. En la infancia misionera, acompañamos a los niños y niñas en su crecimiento humano, espiritual, en su proceso de fe; los animadores y animadoras, somos signos e instrumentos, pero quien realiza la obra en el corazón de cada niño y niña es Dios. Esta parábola es una invitación a la paciencia, para esperar el crecimiento y la maduración de los niños y niñas, sin atropellar los procesos.

EL Reino se hace con obras Mt 7, 24-27 El discípulo que escucha a Jesús se parece a un hombre sensato que construyó su casa sobre roca. El terreno donde edificamos nuestra casa o nuestra vida son todos los valores, las costumbres buenas, las obras de amor al prójimo, la solidaridad que vamos haciendo como una manera de vivir. La parábola ilustra que cimentar la vida sobre la roca, para un discípulo, es construirla en la relación con la persona de Jesús; y que con Él es posible hacer frente a todos los vientos contrarios, a las inundaciones, a todas aquellas dificultades que se presentan en la misión. El animador de infancia misionera, tiene la misión de ayudar, orientar y llevar a los niños y niñas, a cimentar su vida sobre la roca que es Jesús.  

La vida de todo cristiano debe ser una gracia para los demás, un don dado gratuitamente, desinteresadamente, sin buscar ningún tipo de provecho personal, ni material, ni espiritual LA ANIMACION MISIONERA COPN LOS NIÑOS Nuestro corazón misionero tiene su propia historia. Nuestra tarea es avivar el fuego misionero en nosotros y en nuestros hermanos.