Fernando Rodríguez Garrapucho, scj Capítulo 2: En la Iglesia, servidores y testigos de la comunión en la comunidad fraterna Fernando Rodríguez Garrapucho, scj 1. LA COMUNIDAD FRATERNA Situar la dimensión comunional de la fraternidad de la vida religiosa y su inserción en la Iglesia a la luz de la eclesiología actual Objetivo Inserción de la vida religiosa en la Iglesia Los religiosos son testigos y servidores de la comunión en medio de los hombres La forma concreta de estar en la Iglesia como religiosos es la comunidad fraterna: No siempre está claro el lugar teológico de la vida consagrada La VR aporta a la Iglesia algo fundamental de lo que debe ser: comunión con Dios y con los hombres La VR aporta a la Iglesia algo fundamental: la comunión de bienes espirituales y materiales ¿Cómo encaja hoy la vida religiosa y fraterna en la estructura y misión de la Iglesia dentro de la eclesiología de comunión?

Incluye y afecta a todas sus realidades 2. EL ÁMBITO DE LA ECLESIOLOGÍA DE COMUNIÓN Categoría de Comunión Marca la vida eclesial Incluye y afecta a todas sus realidades Es el centro de la constitución de la Iglesia No es algo sencillo de definir y menos de vivir en la práctica Fundamental en el diálogo ecuménico: concepto teológico de koinonía y una eclesiología ecuménica de comunión: Iglesia una en Cristo Ejemplo de ello son los muchos documentos que el diálogo entre cristianos ha producido Tiene su último fundamento en la realidad de Dios como Trinidad. Comunión de personas diversas en la más perfecta unidad Iglesia de iglesias. Comunión de comuniones En todos los documentos la categoría communio es imprescindible. En Occidente la Iglesia como comunión fue sustituida por una eclesiología jurídica y jerarcológica. Hoy no se puede estudiar la Iglesia como koinonía mirando sólo a la propia Confesión

3. EL LUGAR TEOLÓGICO DE LA VIDA RELIGIOSA La Iglesia es una comunión de carismas y ministerios, una unidad-totalidad de elementos interrelacionados. Comprender uno de ellos reclama la comprensión de todos en su unidad. Estructura comunional y de reciprocidad de las vocaciones en la Iglesia. a) En la Iglesia Importancia de la categoría Pueblo de Dios Las diversas vocaciones en la Iglesia hacen siempre referencia la una a la otra. Ha faltado una eclesiología totalizadora y comunional. Acierto de los 3 sínodos Christifideles laiici (1987) --------- LAICOS Pastores dabo vobis (1990) ------- SACERDOTES Vita consecrata (1994)---- VIDA CONSAGRADA La identidad, diversidad y complementariedad de los estados de vida en la Iglesia deben tratarse primero en clave eclesiológica y después en clave teológica espiritual, pastoral o canónica. Sólo la Iglesia en su totalidad es la que posee la capacidad de manifestar la inagotable riqueza humano-divina de Cristo. La teología de la vida religiosa debe estar unida a la de otras vocaciones y ministerios, sin los cuales la Iglesia no podría vivir en el tiempo y en el mundo como Iglesia de Cristo.

b) El lugar de las diversas vocaciones o estados en la comunión eclesial Todas las vocaciones en la Iglesia nacen de una ontología cristiana común a todos los fieles y son desarrollo de lo sacramental común que se da en los sacramentos de la iniciación cristiana El contenido de esta común condición bautismal no es lo propio de cada estado de vida, sino de todos. La igual dignidad es obra del Espíritu Es una forma diversa de participación en el único sacerdocio de Cristo. Aunque no pertenezca a la estructura jerárquica de la Iglesia, la VR sí pertenece sin discusión a su vida y santidad (cfr LG 44). No hay Iglesia ni plenitud de vida cristiana sin VR Los carismas no apuntan sólo a la persona que los recibe, sino también a formas de expresar el ser y la misión de la Iglesia en el mundo. Complementarios e insuprimibles.

c) La vida religiosa como vida fraterna en la Iglesia comunión No podemos pensar una Iglesia que no contenga en su seno el signo más visible de su fraternidad: la VR. La VR es una de las mejores expresiones y realizaciones de lo que la Iglesia ES en su constitución simbólico-sacramental y un reclamo profético de lo que DEBE LLEGAR A SER Los acentos que subraya cada estado de vida, no son exclusivos: no se deja lo secular sólo a los laicos, lo sacramental a los pastores, lo escatológico a los religiosos. Todas ellas tienen algo de todo. Cada uno de “forma” distinta. Las distintas vocaciones son como rayos de una única luz de Cristo “que resplandece sobre el rostro de la Iglesia” (LG 1) El icono del Cristo transfigurado aparece como la mejor imagen de lo que la VC tiene como identidad propia: su carácter “cristiforme”. Anticipa la condición futura del hombre y muestra la configuración “cristiforme” de toda la Iglesia.

Templo del Espíritu (LG 4) La VC está en medio de la Iglesia como un “signo eficaz” para que toda la Iglesia vaya siendo en la vida real y cotidiana lo que está llamada a ser. No es sólo algo EN la Iglesia sino DE la Iglesia A pesar de que el Código de Derecho Canónico (cc. 207 y 588) sólo reconozca la presencia de clérigos y laicos en la configuración de la Iglesia POR SU CARÁCTER TRINITARIO, LA IGLESIA PROCEDE…. De la voluntad del Padre Pueblo de Dios (LG 2) Del Hijo Cuerpo de Cristo (LG 3) Del Espíritu (efusión de carismas) Templo del Espíritu (LG 4) La VC es parte de la propia constitución de la Iglesia y no como un estado de vida que puede o no estar en ella Su propio carisma debe vivirse en la complementariedad de carismas y vocaciones en la Iglesia