TFG PSICOLOGÍA CLÍNICA Y SALUD EL ENGAÑO, ETERNAMENTE PRESENTE TFG PSICOLOGÍA CLÍNICA Y SALUD Consultora: María José Serrano Fernández Alumna: Sandra Martínez Martín

INTRODUCCIÓN Mentira o engaño: conducta propia de determinadas personas bajo circunstancias en las que encuentran razones para justificar dichas conductas. Mentir: actividad que ocurre de forma constante en nuestros contextos sociales. Las situaciones de mentira se distinguen de otro tipo de interacciones porque emisores y receptores son conscientes de la posibilidad de aparición de mensajes falsos. La mentira apunta a un objetivo consciente; el auto – engaño, la mentira hacia nosotros mismos, forma parte de una dimensión más inconsciente (ignorando, en ocasiones, lo que uno mismo hace). Mentira (engaño) y auto – engaño son términos relacionados con los problemas psicológicos (y su tratamiento); se convierten en la cobertura de los problemas psicológicos y, como se neutralizan con psicoterapia, se incorpora la mentira en la intervención.

OBJETIVOS Utilización de bibliografía validada: recoger información, contrastada y validada, sobre definiciones y existencia de mentira y auto- engaño y, si su uso, es una herramienta útil en las relaciones terapéuticas. Adquirir conocimientos sobre el uso y existencia de la mentira en los trastornos psicológicos y su presencia en la relación terapéutica. Utilización de indicadores para determinar la presencia de mentiras, su fiabilidad y son el enemigo de la verdad. Determinar si la comunicación engañosa como estrategia de persuasión.

HIPÓTESIS H1: Debido a la existencia de las mentiras en las relaciones sociales, las personas seríamos conscientes de su uso y las utilizaríamos para favorecer la interrelación. H2: Dada la gran existencia de la mentira en todas las relaciones, no la consideraríamos la gran enemiga de la verdad y, no siempre, quién está mintiendo, sería descubierto y/o acusado de hacerlo. H3: Los indicadores de mentira, tal y como están planteados en el modelo de filtraje, no nos proporcionarían una fiabilidad total para determinar la mentira y, por lo tanto, no podría ser el único elemento a considerar. H4: A causa de la presencia y aceptación de la mentira en las relaciones, sería viable su uso en las relaciones entre terapeuta y paciente.

METODOLOGÍA El procedimiento metodológico utilizado se centra en el uso de las TIC y la recopilación bibliográfica relacionada con el tema de este trabajo final de grado. El procedimiento se basa en la búsqueda bibliográfica de libros, artículos de revistas e investigaciones publicadas relacionadas con la mentira, el engaño y el auto – engaño y su presencia en los problemas psicológicos, en las terapias y los indicadores para detectarlos. La información ha sido extraído de material físico pero también de los catálogos y bases de datos. También se ha utilizado información de distintas páginas de Internet pertenecientes a entidades y colegios profesionales para poder contrastar con mayor fiabilidad sus datos. Tras el análisis de los documentos recopilados,se produce la selección de los datos más representativos para poder ser plasmados y elaborar un TFG objetivo.

no ser conscientes de la falsedad de lo que estamos diciendo. MENTIRA AUTO - ENGAÑO La mentira se caracteriza por tratarse de un proceso mental, que se disfraza mediante la conducta intencionado y consciente. La persona tiene una intención porque busca unos determinados resultados y es consciente porque sabe que está realizando el acto de mentir. El auto – engaño es “el acto de mentirse a uno mismo y la información verdadera es excluida de la conciencia y/o relegada y mantenida en el inconsciente y, lo que accede a la conciencia es, la mentira” (Trivers, 2002). La mentira es la transmisión de una información, intencional y consciente, que sabemos que es falsa pero de la que esperamos un beneficio y que ha requerido un esfuerzo por confeccionarla y mantenerla. El auto – engaño no sería tanto mentirse a uno mismo porque, al hacer uso de él, lo que hacemos es no ser conscientes de la falsedad de lo que estamos diciendo.

SENTIMIENTOS ANTE LA MENTIRA Tengo miedo Me siento culpable ¡Esto me gusta!

¿TRASTORNO PSICOLÓGICO? - El trastorno psicológico implica una o varias alteraciones significativas de los procesos cognitivos, afectivos, comportamentales e interpersonales que dificultan o impiden al sujeto adaptarse a las condiciones de su vida. - Una persona con un problema psicológico, que miente, no considera necesitar ayuda (auto – engaño) ya que considera que sus mentiras son parte de su forma de ser y son quienes están a su alrededor quienes consideran que es un problema produciendo en el paciente escepticismo y/o enfado ante tal afirmación. - Mentira y auto – engaño, no son motivos explícitos de consulta en la mayoría de los pacientes, pero sí que se encuentran incluidos como criterios diagnósticos de una gran mayoría de trastornos por lo cuales se solicita tratamiento psicológico.

¿TRASTORNO PSICOLÓGICO? - Una cosa es pensar si mentir está o mal pero la realidad demuestra que se ha convertido en herramienta útil y, la supervivencia, depende de la propia capacidad para utilizar la mentira. Y lo mismo sucede con el auto – engaño al afirmar, Luis Rojas Marcos, “es una peculiar estrategia de supervivencia de nuestra especie, verdaderamente única y de inigualable utilidad en tantos momentos de prueba y vulnerabilidad que nos depara la vida. Gracias al auto – engaño superamos una realidad devastadora con una ilusión reconfortante, neutralizamos una verdad implacable con una falacia benevolente, justificamos una conducta intolerable con una excusa persuasiva”. - Las mentiras “bien” utilizadas no se convierten en problemas ni para emisores ni receptores. - El auto – engaño tampoco tiene porque convertirse en un grave problema ya que, todos poseemos cierto nivel de auto – engaño en el sentido de ilusiones o fantasías; no se trata de ser ignorantes respecto a lo que nos ocurre o rodea, ni directamente no verlo, sino de rechazar su significado.

¿TRASTORNO PSICOLÓGICO? - Las mentiras y auto – engaños, tanto propios como los de otros que nos rodean, presentes en nuestra vida, no reunirían las características para que las considerásemos un problema (psicológico) pero el abuso si que puede convertirse en algo problemático para quien haga uso (y abuso) de ello. - Hay algunos pacientes para los que la mentira es un trastorno psicológico, es el caso del mentiroso compulsivo o adicción a mentir o, lo que es lo mismo, quien es diagnosticado de mitomanía: * Mentir de forma patológica falseando la realidad. * Mentir es la única forma de comportarse y relacionarse con los demás. * Mienten sin necesidad. * Atrapado en el círculo vicioso de la mentira. - Lo que realmente se acaba de poner de manifiesto es la existencia de un auto – engaño patológico que está presente en una gran mayoría de trastornos.

TERAPIA PSICOLÓGICA En todo tratamiento, el profesional de la psicología, ya sea por no herir a los pacientes, para intentar seguir avanzando en el proceso o por simple educación y profesionalidad, se ve obligado a disimular, guardar silencio, expresar verdades a medias, e incluso no mostrar toda la verdad y/o mentir. El profesional hará uso del engaño para mantener a su paciente en el convencimiento de que se va a conseguir una solución al problema, solución que no existirá al inicio del tratamiento, pero que puede convertirse en verdadera siempre que el psicólogo mantenga la mentira de que está en poder de tal solución, única manera de mantener al paciente dentro del proceso terapéutico donde, al final, es el mismo quien tiene en su poder la solución.

RELACIÓN TERAPEUTA – PACIENTE El echo de mostrarnos tal cual somos, dejando ver debilidades, miedos, complejos, que, habitualmente, ocultamos, es una situación que atemoriza y más ante un terapeuta por quedar en manos de un desconocido. La presencia del miedo favorece la aparición de la mentira como instrumento protector del paciente pero dificultando una parte importantísima de todo proceso terapéutico, el momento de establecer el vínculo, la relación, la alianza terapéutica basada en la sinceridad, confianza, autenticidad y colaboración. Los profesional mienten a sus pacientes ya que, si un paciente decide acudir a terapia, entendemos que acude por voluntad propia y, engañarles, es una manera de controlar su voluntad y mantenerles en terapia. No se miente por mentir ni se mantiene al paciente en una terapia si realmente no se está consiguiendo nada positivo para él. La obligación y responsabilidad del terapeuta es que sus pacientes estén bien y se van a utilizar todos los mecanismos, técnicos y recursos necesarios para alcanzarlo y, las mentiras van a cumplir este objetivo. Se trataría de mentiras beneficiosas para ayudarle a él y al proceso.

DETECCIÓN DE LA MENTIRA Asumimos la mentira como algo presente en todas nuestras relaciones. Hay quienes la utilizarán en momentos puntuales, ante personas concretas, quienes harán uso de ella siempre, aquellos que la utilizarán para agradar, para proteger, etc; de la manera que sea, si lo pensamos, todos somos capaces de encontrar un momento de nuestra vida en el que hayamos mentido y/o nos hayan mentido. El interés es, y ha sido, saber cuando los demás nos engañan. ¿Me mintió al contarme lo que le pasaba? ¿Será cierto lo que le ha dicho al jefe? ¿Es verdad eso? Porque te tiembla la voz. No me mira a los ojos al hablar, se mira las manos, seguro que no es verdad lo que dice, No deja de mover el pie, está nervioso porque miente,.... estos, y otros comentarios parecidos, están presentes en todos nosotros cuando creemos que alguien puede estar mintiéndonos en algún tema dando por supuesto que, a través de señales, somos capaces de detectar mentiras. Pero ¿realmente lo somos? ¿hay indicadores de mentiras? las señales, ¿siempre indican mentiras?

MODELO DE FILTRAJE EKMAN Y FRIESEN (1969) Todos los estudios realizados para detectar las mentiras han tenido su base en el MODELO DE FILTRAJE DE EKMAN Y FRIESEN (1969) según el cual “determinadas expresiones (conductas) no verbales, conocidas como indicadores de mentira, acompañan la conducta de mentir revelando la naturaleza fraudulenta de un mensaje”. Años más tarde, estos mismo autores, añadieron a su modelo de filtraje, basado en expresiones no verbales, expresiones faciales, corporales y determinadas características paraverbales y verbales. Por lo tanto, Ekman y Friesen aceptan que, al mentir, emitimos indicadores de mentira a través de distintos canales que el otro (los receptores de mensajes) es capaz de detectar y saber que está siendo víctima de una mentira.

MODELO DE FILTRAJE EKMAN Y FRIESEN (1969) Para Paul Watzlawich (1972), la conducta no verbal no puede ser reprimida y, dado que tanto manifestaciones verbales como no verbales acompañan cualquier interacción, la ausencia de éstas ya está transmitiendo algún tipo de mensajes (el cual no tiene porque ser falso). Las expresiones no verbales y, más concretamente, las faciales, están asociadas a las emociones que, a su vez, se relaciona con un tipo de información más intensa de lo que sentimos y pensamos que es más que nuestra conducta verbal. Por este motivo, Ekman y Friesen (1969; 1974) afirman que “la cara es más controlable que el resto del cuerpo ya que envía mucha información rápidamente, el interlocutor le presta mucha atención y el emisor tiene mayor conciencia de sus expresiones faciales que de las corporales”. Nuestra conducta no verbal resulta ser más fácilmente identificada por los otros que por nosotros mismos y, es más difícil que podamos registrar nuestra propia conducta no verbal, mientras que un contenido verbal es percibido del mismo modo por ambas partes y puede ser repetido de la misma manera.

MODELO DE FILTRAJE EKMAN Y FRIESEN (1969) Las expresiones no verbales expresan aquello que no podemos explicar con palabras, que no sabemos cómo hacerlo o que no queremos expresar o queremos evitar (delatan la mentira en este último caso). Exponer una verdad es fácil, sabemos qué ha pasado, lo hemos visto, lo hemos vivido, pero elaborar una mentira es más complicado porque hemos de inventar y recordar lo inventado para, si es necesario, volver a repetirlo lo que supone un mayor esfuerzo cognitivo que contar la verdad. La persona que está mintiendo se centrará tanto en recordar su discurso verbal que prestará menos atención a sus conductas no verbales.

ERRORES EN LA DETECCIÓN DE LOS INDICADORES (Ekman, 1991) ERROR DE OTELO RIESGO DE BROKAW ERROR DE CREDULIDAD

RESULTADOS El engaño, la mentira, forma parte de nosotros desde el principio de nuestros días; en nuestras primeras etapas nos mienten y, posteriormente, mentimos y nos mienten. Las investigaciones sobre el tema permiten demostrar la permanente existencia de la mentira en todo tipo de personas y relaciones, si bien no siempre se utiliza con los mismo objetivos no tiene las mismas consecuencias. Los datos obtenidos, a través de las diversas fuentes, llevan a valorar la necesidad de evaluar la presencia del engaño dentro de la relación terapéutica y conocer, por parte del terapeuta, la manera de utilizarla en beneficio del tratamiento.

CONCLUSIONES Todos somos conscientes, y aceptamos, que convivimos con la mentira y la practicamos habitualmente sin que se alteren nuestras relaciones con los demás ni nuestra personalidad. Mentimos mucho más de lo que somos capaces de reconocer y a pesar de los sentimientos que nos produce, valoramos más que facilitan relaciones, evitan conflictos, nos protegen, etc. La mentira y el auto – engaño van de la mano en su relación con las personas, independientemente de su participación o necesidad de terapia psicológica. La realidad muestra que la mentira es el resultado de las necesidades de las personas. Cuando existe un trastorno psicológico somos más permisivos con las mentiras que estas personas transmiten a sus receptores.

CONCLUSIONES En la gran mayoría de trastornos mentales existen formas de auto – engaño; en estos casos también existen mentiras de los emisores pero de las que no son conscientes ya que, al auto – engañarse, ellos lo viven como real. A pesar de la existencia de indicadores de mentira, la afirmación de que a la persona que miente se le nota y lo sabemos detectar no es correcta ya que, de ser así, las personas mentirían menos o detectaríamos todas las mentiras. Además, muchos de los indicadores pueden aplicarse a personas que mienten y que dicen la verdad. Detectar mentiras no es fácil; hay una gran información de la que estar pendiente (palabras, pausas, rostro, movimientos, respiración, etc) pero no hay ningún signo en sí de estar mintiendo, hay indicios de posibles mentiras (o de que la preparación de estás no ha sido buena).

CONCLUSIONES En situaciones normales, podemos defender que mentir supone que se conoce la realidad y habría posibilidades de expresarla pero se decide no hacerlo mientras que, en situaciones en las que hay un trastornos, esto no se cumple en muchos de los casos. En terapia, el auto – engaño del paciente necesita del engaño del terapeuta hasta que sea consciente de que se está auto – engañando que será la manera en la que se neutralizará el problema a nivel psicológico para pasar a ser un problema de su vida. A pesar del uso de la mentira terapéutica no significa que el profesional pueda hacer cualquier cosa ya que no se debe causar un mal mayor a los pacientes.

Engañar a los demás es un defecto relativamente vano”. “La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano”. Friedrich Nietzsche