Voy a exponer algunas reflexiones sobre la filosofía racionalista griega y san angustin y tomas de Aquino, padres fundadores de la iglesia católica. Filosofía griega y la creencia en Dios

Pensamiento platónico y socrático: En platón la idea de Dios consiste en la coherencia lógica de unos postulados sobre la ética o lo que podríamos llamar ser bueno: 1. Dios es bueno. 2. Dios quiere que hagamos el bien. 3. Dios es la base de la ética (o de la moral). En otras palabras si la idea de Dios es bondad, generosidad, es justicia, de una manera lógica se esperaría, según platón, que todo lo creado, todas las cosas incluido el ser humano deberían ser buenos. Sin embargo, en platón o en la época socrática, la idea de Dios es un ser que no pretende saber leer ni escribir si no que es mas bien una figura mitológica, que representan las grandes temáticas griegas como : el Dios de la guerra, el Dios del amor, el Dios del mar, entre otras. En conclusión: En platón la idea de un Dios cristiano no existe.

Aristóteles Con el desarrollo de la metafísica por Aristóteles se crean los conceptos que fundamentan la idea de un Dios creador, como el cristiano. Los judíos tomaron de Aristóteles esta idea monoteísta de Dios, es decir la creencia en un solo Dios. Aristóteles crea en su filosofía dos conceptos básicos para comprender el mundo y las cosas: La idea de mundo sensible y mundo inteligible. En este orden de ideas, Aristóteles se constituye en el filosofo que establece los fundamentos para las religiones monoteístas, llámese judaísmo, cristianismo o islamismo. En mi opinión, Aristóteles, como gran filosofo no cree en un dios creador, el formula la metafísica y la idea de un mundo inteligible con el fin de explicar mejor el universo que no se podría comprender con las ideas platónicas.

Agustín de Hipona (san angustin) 354 – 430 D.C. Es también, un pensador griego. En la doctrina de san angustin se encuentra uno de los principales postulados de todas las religiones monoteístas: "cree para comprender”. Es decir, según san angustin la idea de un Dios creador se fundamenta en la fe y este es uno de los principios esenciales del cristianismo. Por eso una de las grandes preocupaciones de san angustin es profundizar en las enseñanzas de la fe cristiana. En la doctrina de san angustin se destaca dos temas: primero como llegar a dios y segundo el hombre como materia y espíritu. En conclusión, de manera obvia, san angustin es uno de los principales pensadores del cristianismo y sus principios están hoy día en la boca de cualquier creyente, aun si nunca haya leído a san angustin.

Tomás de Aquino,(santo tomas) Italia En la filosofía de santo tomas se destaca la idea de la superioridad de los verdades religiosas sobre todo lo demás. Tomas de Aquino leyó muy bien la filosofía racionalista griega he hizo importantes desarrollos y los puso al servicio de la fe cristiana y sus predicadores. Su obra maestra se denomina suma teológica, la cual hoy día es materia de estudio en las universidades católicas. En conclusión santo tomas puso al servicio de la fe cristiana la filosofía y le entrego a los predicadores, de esta manera, un poder supremo: el poder de la palabra.

Reflexión personal Como reflexión personal y tomando en cuenta a estos grandes pensadores, particularmente a los griegos, comparto la idea de que Dios es creación humana, como resultado de intentar, en la antigüedad, dar respuestas a muchas preguntas que la ciencia no podía responder en esa época. Por lo tanto de manera coherente me declaro evolucionista o escéptica y respetuosa del principio universal de libertad de cultos. Para explicar el dualismo entre el bien y el mal, entre la idea de un ser bondadoso que premia o castiga, me gustaría terminar mi exposición con la siguiente cita del escritor ruso Dostoyevski: “El hombre creo a Dios a su imagen y semejanza, y al Diablo también”. Lo cual significa que el hombre puede ser tan bondadoso como la misma idea de Dios o tan perverso como la idea del Diablo.

NOTA: como aporte para enriquecer la reflexión sobre este tema, sugiero leer en esta clase la carta escrita por el filosofo Richard Dawnkis a su hija Julieta de 10 años.