HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA ECONOMÍA CENTRADA EN LA VIDA Breves apuntes acerca del problema de la democratización del bienestar y el aporte a ese proceso por parte de cooperativas y universidades Dr. Luis Paulino Vargas Solís Catedrático UNED

1. ¿Qué entendemos por bienestar ? Calidad de vida, o sea Derecho a una vida digna, por lo tanto Tener garantizado -en condición de derecho inalienable- lo necesario: alimento; vivienda; compañía y afecto; salud; educación; un medio ambiente agradable y limpio. Poder también disfrutar de posibilidades culturales: para la distracción, el entretenimiento, la realización intelectual y estética. Y gozar de plena libertad para el disfrute de todo eso: sin alienaciones ni sujeciones irracionales ni obsesiones competitivas. Con pleno control de la propia individualidad y completa autonomía para decidir.

2. La disyuntiva: la economía orientada hacia la vida versus la economía anti-vida

2.1. Economía anti-vida El mercado totalizado (Hinkelammert): reinado absoluto de la ganancia y el peculado. Por lo tanto, El mercado autonomizado de la sociedad (Polanky) La subordinación de la vida –la del ser humano y la del conjunto de la naturaleza- al mercado. De donde resulta: La crisis ambiental; la población redundante cuya existencia es prescindible (el ejemplo más reciente: la crisis alimentaria); los extremos de pobreza y riqueza; el etnocidio; el imperialismo cultural; las guerras del petróleo.

2.1. Una economía centrada en la vida El mercado se reinserta en la sociedad Por lo tanto, la ganancia queda subordina a criterios éticos superiores, centrados en la supremacía de la vida concreta, es decir, la vida de las personas de carne y hueso y, por lo tanto, el derecho a una vida digna. La producción se orienta, centralmente, a la satisfacción de esos criterios éticos de vida, no simplemente a la satisfacción del peculio individual. Por lo tanto, las empresas han de saber que, antes que la ganancia, ha de estar el respeto a principios fundamentales de responsabilidad social y ética. Es preciso recordar que las empresas solo existen porque la sociedad existe y no a la inversa.

2.1. Una economía centrada en la vida (continuación) Por lo tanto, la producción ha de hacerse, al mismo tiempo, en forma ambientalmente respetuosa. El consumo debe ser, esencialmente, un acto de disfrute maduro, consciente y responsable, no un imperativo irracional, compulsivo, despilfarrador y destructor.

3. La contribución de las cooperativas Potencial principal: fomentar formas de organización de la producción, de distribución del producto y de consumo que se basen en criterios de respeto a los derechos de los seres humanos, derecho a una vida digna para toda persona y respeto a la naturaleza. Ello es posible en virtud de que es una organización que subordina la ganancia a criterios de solidaridad, acompañamiento, apoyo mutuo y participación democrática. Tiene la capacidad, entonces, no solamente de distribuir riqueza e ingresos de forma más justa, sino, de contribuir a gestar y desarrollar nuevas formas de producir y consumir, nuevas relaciones entre quienes producen y nuevas relaciones con la naturaleza.

4 - La contribución de las universidades - Trascender el papel de simples enseñaderos (o sea, superar la función estricta de tan solo impartir carreras y cursos y repartir títulos). - Asumir el reto de la generación de nuevo conocimiento científico y renovación del pensamiento, la cultural y el arte - Hacer del conocimiento instrumento de libertad y de realización de los seres humanos, no instrumento de poder, explotación o alienación.

4 - La contribución de las universidades (continuación) G enerar estímulos que promuevan el desarrollo de la ciencia y, al mismo tiempo, posibiliten que el nuevo conocimiento pase al dominio pú blico y sea de acceso y beneficio general. Por lo tanto, desarrollar mecanismos que difundan y democraticen ese conocimiento. Trabajar entonces como gestoras, reproductoras y transmisoras de conocimiento, pensamiento y cultura actuando desde una ética de los derechos humanos; ambientalmente superior y orientada a propiciar la democracia; la participación ciudadana; la igualdad y la justicia; la transparencia y rendición de cuentas; la justicia distributiva y la paz.

En síntesis, y para concluir, las cooperativa, así como las universidades, deberían ser instrumento que promuevan la creación de una economía centrada en la vida