Antes de ser un Adorador Adoremos

Antes de poder hablar de adoración, tendremos que hablar del corazón, ya que es lo que el Señor busca en nosotros más que cualquier otra cosa

Proverbios 4:23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”

El nuevo diccionario bíblico dice: «El carácter, la personalidad, la voluntad y la mente, son términos modernos que reflejan algo del significado del término —corazón— en su uso bíblico»

El corazón Así como el corazón físico es el centro de la existencia natural, el corazón espiritual es el centro de la existencia espiritual.

El corazón es el centro de nuestra vida

Permitamos que el Señor penetre hasta lo más profundo de nuestro ser para que no existan áreas de nuestra vida fuera de su control.

Ezequías restaura el templo 2 Crónicas 29 A pesar de que las expresiones exteriores de alabanza son muy importantes, a Dios le interesa más el corazón, y no necesariamente la expresión de alabanza.

Ezequías creció en un ambiente donde nunca asistió al templo (una falta de comunión con el Señor) y esta fue la causa de que fuera un hombre alejado de Dios.

Recuerde que el «Santuario» puede o no, ser un edificio, una iglesia o un templo literal, pero se refiere más a tener un encuentro con Dios

El Santuario es donde buscamos al Señor

Salmo 84:10 “Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad”

En la vida de un adorador tiene que haber la disciplina de «Ir» a la casa de Dios, es indispensable que nos tomemos el tiempo de buscar el rostro del Señor.

Hebreos 10:25 “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”

En la casa de Dios Es necesario juntarnos como cuerpo para animarnos, aprender, tener tiempo juntos con el Señor, y permitir que Él nos hable dándonos dirección, consuelo, y tantas cosas más que necesitamos como humanos

Las puertas Lo primero que se arregla es la puerta de la entrada, la parte expuesta a la calle, lo superficial, lo que todo mundo ve fácilmente.

Primero se arreglan las puertas

Es tiempo de arreglar lo que está mal en nuestra vida, poner orden y limpiar profundamente nuestro templo localizando los problemas y tomando medidas drásticas para resolverlo.

«Dentro» Esta palabra implica que se metieron hasta el rincón más escondido, no dejaron ningún lugar descubierto, esto nos regresa al asunto del corazón.

Hay que llegar al interior del corazón

2 Crónicas 29:16 “Y entrando los sacerdotes dentro de la casa de Dios para limpiarla, sacaron toda la inmundicia que hallaron en el templo de Dios, al atrio [...] y de allí [...] la llevaron fuera[...]”

¿Cuáles son las cosas que están en nuestro corazón? ¿Qué es lo que hemos estado «almacenando» ahí? ¿Habrá algún área que no le estamos entregando en su totalidad al Señor?

La humanidad se ha hecho experta en máscaras fachadas y disfraces para aparentar algo que no es, y desgraciadamente muchos cristianos también lo hacen.

Muchos “ cristianos ” también usan máscaras

Por eso el verdadero adorador debe siempre hacerse las preguntas que duelen:

Preguntas que duelen ¿Qué hay en mi corazón? ¿Cuáles son mis motivaciones? ¿Cuáles son las áreas que necesito que el Señor limpie en mi vida?

2 Crónicas 29:17 “Comenzaron a santificarse el día primero del mes primero, [...] y en el día dieciséis del mes primero terminaron”

Se toma tiempo Tratándose de nuestro corazón, nunca será suficiente el tiempo que pasemos permitiendo que el Señor nos lo «guarde».

«¡Terminamos!... ¿No?» Para poder mantener siempre limpia nuestra casa, necesitamos vivir una vida de constante arrepentimiento delante del Señor y no dar las cosas por hechas.

Debemos vivir nuestras vidas sobre el altar en un constante estado de arrepentimiento, dejar que el fuego de Dios queme toda la paja hojarasca y basura que hay en nuestra vida.

Ahora sí, la fiesta Es imposible poder entrar libremente en alabanza y adoración, sin antes haber tenido un encuentro real con Dios.

Cuando el corazón está arreglado, cuando se ha entrado «dentro» cuando hemos pedido y recibido perdón, las cosas están preparadas para una verdadera fiesta

Ahora sí, la fiesta

Cuidado Si no se han arreglado las cosas del interior, será imposible ofrecer una adoración pura y limpia delante del Señor.

Puede ser una adoración fingida o aprendida, pero a esto la Biblia lo llama «fuego extraño» delante de Dios, porque no viene de un corazón puro y limpio.

Antes de ser un adorador Asegurémonos de tener bien guardado nuestro corazón para que de esta manera podamos llegar a ser verdaderos adoradores.