La descarga está en progreso. Por favor, espere

La descarga está en progreso. Por favor, espere

La Oveja Perdida ¿Alguna vez le pediste perdón a Dios por tus pecados y recibiste a Jesucristo como tu único Salvador? ¿en algún momento asististe a una.

Presentaciones similares


Presentación del tema: "La Oveja Perdida ¿Alguna vez le pediste perdón a Dios por tus pecados y recibiste a Jesucristo como tu único Salvador? ¿en algún momento asististe a una."— Transcripción de la presentación:

1 La Oveja Perdida ¿Alguna vez le pediste perdón a Dios por tus pecados y recibiste a Jesucristo como tu único Salvador? ¿en algún momento asististe a una iglesia local, te bautizaste, te congregaste? ¿en cual iglesia estás congregándote actualmente?. Si no estás concurriendo ahora, a una iglesia, te pido que leas esto que el Señor Jesús dice en la Biblia, aunque ya lo conozcas.

2 Lucas 15:1-7 Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

3 Lucas 15:10-24 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.

4 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. Hebreos 10: Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

5 No estoy hablando de aquellos que por una imposibilidad física, de edad, enfermedad, o de enormes distancias desde tu casa hasta donde se reúne la iglesia, sino de aquellos que no concurren por diferentes excusas, tales como “yo estoy bien con el Señor, pero el problema son los hermanos, tuve una discusión o diferencia y no quiero volver”, etc. En primer lugar quiero decirte que la iglesia en la tierra no es perfecta, porque los creyentes somos imperfectos. La iglesia perfecta va estar en el cielo, cuando estemos todos con el Señor. Si te consideras perfecto, y sin ninguna falta, te invito a que recibas a Cristo, como Salvador porque aun no entendiste el mensaje de evangelio. Cuando señalas con un dedo acusador a otros, hay cuatro dedos de tu propia mano que están apuntando hacia tu persona.

6 Congregarse, reunirse con otros creyentes, no es una opción o una elección de tu parte. Es un mandato del Señor en su palabra, ...“no dejando de congregarnos como algunos tienen por costumbre...” Si estás viviendo lejos de Dios, volvé a Él. Si le confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Según lo enseña 1ra Juan 1:9. El Señor está esperando, que vuelvas a congregarte en una iglesia. Es probable que no te resulte tan sencillo volver, el enemigo de nuestras almas, Satanás el diablo, no quiere que te reúnas con tus hermanos, para que puedas así crecer en la gracia el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo y juntos alabarle, adorarle, y conocer más de la palabra de Dios, y de todo aquello que Dios tiene preparado para que hagas en su obra y no estás haciendo.

7 ¿Vas a seguir viviendo, como y entre los cerdos?
Como aquel hombre mencionado por el Señor en Lucas, que fue a buscar a su oveja que se había perdido y como aquel padre que recibió a su hijo, que estuvo viviendo entre los cerdos, y le vistió, puso un anillo en su mano e hizo fiesta por su regreso, hay gozo en los cielos por un pecador que vuelve arrepentido. ¿Vas a seguir viviendo, como y entre los cerdos? ¿O vas a volver a Dios y a tus hermanos? El Señor espera tu vuelta, sé sabio o sabia, la decisión es tuya. Escrito por Daniel Pappalardo


Descargar ppt "La Oveja Perdida ¿Alguna vez le pediste perdón a Dios por tus pecados y recibiste a Jesucristo como tu único Salvador? ¿en algún momento asististe a una."

Presentaciones similares


Anuncios Google