Ps Jaime E Vargas M Instituto Mexicano del Seguro Social HGZ1 en Oaxaca, Oaxaca

El Lupus Eritematoso Sistémico (LES) es el prototipo de las enfermedades autoinmunes, se trata de un padecimiento que puede producir un amplio espectro de manifestaciones clínicas y diversos desordenes autoinmunes. El LES es un síndrome cuya expresión clínica depende del grado en que converjan un desorden de regulación inmune y una fuerte base genética, influencia hormonal y diversos agentes exógenos. Estos factores llevan a una ruta patógena común, que es la formación de complejos inmunes. El LES puede manifestarse con malestar general, fiebre, fatiga, pérdida de peso, erupciones en la piel o inflamación en las coyunturas, anemia, inflamación de las glándulas linfáticas, baja en las defensas contra las infecciones y alteraciones en el corazón, los riñones, pulmonares o neurológicas.

A pesar de la gran cantidad de investigación, todavía hay mucho que se desconoce sobre los mecanismos etiopatogénicos y el tratamiento del LES, así como de su posible relación con el estrés. Algunos estudios conceden gran importancia al estrés derivado de los acontecimientos vitales, definiendo estos como eventos estresantes que son de gran importancia e intensidad (la muerte de un familiar cercano, el divorcio, etc.). Sin embrago, otros estudios argumentan que los estresores cotidianos, caracterizados por su baja intensidad y alta frecuencia, influyen con más fuerza sobre la evolución clínica de los pacientes con lupus.

El estudio de Weekking et al (1991) trabajó con 21 pacientes con LES y 20 pacientes con artritis reumatoide durante 54 semanas, tomando medidas cada 6 semanas. Los autores encontraron evidencia de una relación positiva entre el número de estresores diarios y los niveles de creatinina y de anti cuerpos anti DNA. Posteriormente, Adams et al (1994) examinaron 41 pacientes con LES por 56 días consecutivos y encontraron los siguientes resultados: (1) hay una correlación positiva entre los estresores cotidianos y el empeoramiento de los síntomas LES en el 20% de los pacientes estudiados, (2) hay gran variabilidad entre los sujetos, y (3) el estrés cotidiano tiene un peso mayor que el estrés de los eventos vitales para empeorar los síntomas LES. Shubert et al (1999) evaluaron la concentración diaria de neopterin en la orina de una paciente con LES, así como su estrés diario cada semana. El estudio muestra que incidentes moderadamente estresantes incrementan la concentración de neopterin, todo el día siguiente.

Por el otro lado, Da Costa et al (1999) efectuaron un estudio prospectivo durante 8 meses para evaluar los efectos del estrés cotidiano, el estrés derivado de los eventos vitales y la capacidad funcional de 42pacientes femeninas con LES. Los datos obtenidos sugieren que la incapacidad funcional de estas pacientes se relaciona mas con el estrés derivado de los eventos vitales que con el estrés cotidiano. Finalmente Pawlack et al (2003) evalúan si el estrés cotidiano se asocia con las crisis en los pacientes LES. Por 6 meses evaluaron el estrés cotidiano, así como los indicadores clínicos y de laboratorio de la actividad de la enfermedad en 41 pacientes LES. Los resultados mostraron un aumento de las crisis en pacientes LES que presentaban una gran cantidad de estresores cotidianos y específicamente, en los pacientes que tenían mayor conflicto en sus relaciones sociales o en su ambiente laboral.

Los estudios que se han efectuado hasta ahora presentan algunas limitaciones. Aunque todos ellos han empleado instrumentos validados, algunos emplean una metodología que no permite averiguar cuando los estresores afectan empeorando la enfermedad, otros lo han hecho, pero solo con un sujeto. Estas consideraciones motivan el estudio de Peralta-Ramírez et al (2004) quienes por 6 meses evaluaron a 58 pacientes con lupus, registrando diariamente tanto el estrés como la sintomatología de la enfermedad. También obtuvieron diversos parámetros biológicos de la actividad del lupus (anti DNA, C3 y C4). Adicionalmente evaluaron el estrés derivado de los eventos vitales, relacionándolo con la sintomatología reportada sobre los 6 meses subsecuentes. En este trabajo se utilizaron instrumentos como la Escala de Eventos Vitales Estresores en su versión española (González de Rivera y Morera, 1983), el Inventario Diario de Estrés en su versión española (Peralta et al, 2002) y el Inventario de Síntomas SLE (Gladman et al, 1997).

Los resultados de este reporte muestran que luego de un análisis de varianza, no se obtuvieron diferencias significativas estadísticamente entre los puntajes obtenidos del estrés de los eventos vitales y el promedio de sintomatología clínica del lupus. En cambio, los resultados indican que el estrés cotidiano predice el incremento en la sintomatología clínica del lupus en el 74% de los pacientes estudiados. Para 53.4% de los sujetos evaluados, el aumento de sus síntomas es predicho por el aumento de estresores cotidianos, el mismo día que esto sucede. Para 20.7% de los sujetos, sus síntomas se incrementaban el mismo día que aumentaban los estresores cotidianos, así como al día siguiente. Y para el 25.9% de los sujetos, no había un aumento de su sintomatología a pasar de experimentar estresores cotidianos.

REFERENCIA Peralta-Ramírez MI, Jiménez-Alonso J, Godoy-García JF, and Perez-García M. The Effects of Daily Stress and Stressful Life Events on the Clinical Symptomatology of Patients With Lupus Erythematosus Psychocomatic Medicine, 66: (2004)