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Ciclo B 23 de agosto 2015 Vigésimo primer Domingo del Tiempo Ordinario Vigésimo primer Domingo del Tiempo Ordinario Música gregoriana Entre los montes.

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2 Ciclo B 23 de agosto 2015 Vigésimo primer Domingo del Tiempo Ordinario Vigésimo primer Domingo del Tiempo Ordinario Música gregoriana Entre los montes de Garizim y de Ebal, hay la ciudad de Nablus (y los restos de Siquem, en primer plano) Garitzim Ebal

3 El PACTO 1a lectura: Josué reúne todas las tribus, las del norte (Israel) y las del sur (Judá) para hacer un Pacto con Dios, y a la vez, entre ellas mismas. Salmo 33: Sigue el mismo salmo bautismal de los dos últimos domingos, pero hoy se fija en la dificultad de los que le siguen en el camino del Pacto eucarístico. 2a lectura: La carta a los Efesios nos habla del Pacto entre nosotros, que empieza en la familia. Evangelio: El mismo Jesús experimenta ya el escándalo que supone la Eucaristía. Solo un pacto de FE en Él, nos abre el corazón para participar de su Pan-Cuerpo.

4 En primer plano ruinas de Siquén, donde Josué reunió todas las Tribus de Israel para que hiciesen un Pacto con Dios Jos 24,1-2a.15-17.18b Josué reunió a todas las tribus de Israel, a sus jefes, jueces y escribas que se situaron en presencia de Dios. Josué dijo a todo el pueblo: > El pueblo respondió: >

5 El salmo 33 en este domingo recoge los fragmentos que es refieren a la contradicción que supone «comer» a Dios. -Solo los humildes bendicen a Dios en todo momento. -Los ojos de Dios velan por ellos, defendiéndolos de los que los atacan (por ser demasiado buenos). -Dios los escucha, y se pone íntimamente a su lado. -os defiende, en cuerpo y alma, por tanto cómo los ama. -Y los rescata de la muerte, dándoles el manjar de Vida.

6 Salmo 33 Gustad y ved qué bueno es el Señor. Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. Ciudad de Nablus, al pie del monte Garizim, una de las dos cimas entre las cuales se hizo el Pacto

7 Gustad y ved qué bueno es el Señor. Los ojos del Señor miran a los justos, sus oídos escuchan sus gritos; pero el Señor se enfrenta con los malhechores para borrar de la tierra su memoria. Nablus. En primer plano ruinas de Siquén, antigua ciudad del Pacto

8 Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias; el Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias; el Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. Gustad y ved qué bueno es el Señor. En primer plano, detalle de las ruinas en las que se hizo Pacto

9 Aunque el justo sufra muchos males, de todo lo libra el Señor; él cuida de todos sus huesos, y ni uno solo se quebrará. Gustad y ved qué bueno es el Señor. En primer plano, altar erijido por Josué

10 Gustad y ved qué bueno es el Señor. La maldad da muerte al malvado, y los que odian al justo serán castigado. El Señor redime a sus siervos, no será castigado quien se acoge a él. Habitantes de Nablus celebrando la Pascua

11 Ef 5,21-32 Sed sumisos los unos a los otros en el temor de Cristo. Las mujeres a sus maridos, como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es Cabeza de la Iglesia, el salvador del Cuerpo. Así como la Iglesia está sumisa a Cristo, así también las mujeres deben estarlo con sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra, y presentársela resplandeciente a sí mismo; sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada. Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo. Porque nadie aborreció jamás su propia carne: antes bien la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia, pues somos miembros de su Cuerpo. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne. Gran misterio es éste, lo digo con respecto a Cristo y la Iglesia. El Pacto con Dios, es también un Pacto con los demás Amaos

12 ¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabra de vida eterna. Samaritano de Nablus, delante la Ley

13 Sinagoga de Cafarnaún Muchos de sus discípulos, al oírle, le dijeron: > Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: > > Porque Jesús sabía desde el principio quienes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y decía: > Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él. Jesús dijo entonces a los Doce: > Le respondió Simón Pedro: > Jn 6, 60-69 Jn 6, 60-69

14 “Tu amor vale más que la vida. Con mis labios te alabaré”. Salm 62,4

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