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1 32 Centro de Espiritualidad Apostólica San Pablo Traducción y Adaptación de Vers le Dimanche editado por Christ Source.

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1 1 32 Centro de Espiritualidad Apostólica San Pablo espiritualidad.sanpablo@gmail.com Traducción y Adaptación de Vers le Dimanche editado por Christ Source de Vie, Toulouse HACIA EL DOMINGO 21 ORDINARIO Para Orar Cada Día el Evangelio del Domingo Próximo Del Lunes 19 al Domingo 25 de agosto de 2013  Hacia el Domingo 21 Ordinario  Orar en el Corazón del Mundo: para que las Iglesias particulares del continente africano, fieles al anuncio del Evangelio, promuevan la construcción de la paz y de la justicia  Orar en la Casa: Atentos a los niños y niñas que regresan a la escuela Hacia el Domingo 21 Ordinario Evangelio de Jesucristo según san Lucas Capítulo 13, versículos 22 al 30 “Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén. Una persona le preguntó: «Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?». El respondió: «Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos". Y él les responderá: "No sé de dónde son ustedes". Entonces comenzarán a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas". Pero él les dirá: "No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!". Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera. Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios. Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos».

2 5 76 4 M AR 20 M IÉ 21 L UN 19 J UE 22 Jesús no responde directamente la pregunta. Cambia de perspectiva, diciendo: “Traten de entrar por la puerta estrecha”. ¡Hermosa imagen! La puerta de entrada de la basílica de la natividad en Belén es tan baja que solo se puede entrar agachándose. Esta arquitectura expresa la actitud espiritual fundamental a la que nos invita Jesús: hacerse humilde, inclinarse y servir, en una palabra: amar. Oigo el llamado de Cristo a ir con él por el camino de la humildad. Combate Humildad Podríamos pensar que la puerta del Reino está abierta de par en par para quienes se presentan y se dan a conocer diciendo: “Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas”. A ellos, el dueño de la casa responde: “No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!”. Oigo la enseñanza de Cristo de combatir el mal por todos los medios posibles para que su Reino venga tanto en la tierra como en el Cielo. Discreción Vemos a Jesús atravesar las ciudades y poblados enseñando. ¿Qué enseña? Dice que el Reino de Dios es comparable a un grano de mostaza o incluso a la levadura en la pasta. Habla de un Reino que no se impone, de una presencia discreta y de la omnipotencia de un Dios que ama. Así interpela a los hipócritas, quienes acumulan riquezas para sí mismos, a los falsos espíritus… Oigo a Cristo que se dirige a nosotros el día de hoy y tomo tiempo para volver a leer los capítulos 12 y 13 de Lucas. En ese momento, alguien le pregunta: “Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?”. Con toda seguridad es también nuestra pregunta y nuestra inquietud, para nosotros y para nuestros seres queridos, pues tenemos conciencia de la pobreza de nuestras vidas y de la debilidad de nuestra fe. También sabemos que no siempre hacemos el bien que quisiéramos hacer. Oigo y entro en el silencio de Cristo que comprende que no puede responder a esta pregunta más que entregando su propia vida para salvarnos, justamente. Silencio

3 9 1110 V IE 23 Orar en el Corazón del Mundo con el Papa Francisco Después de haber indicado el paso por la puerta estrecha, Jesús nos revela la grande y Buena Noticia: “Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios”. Toda la humanidad está ya invitada, sin excluir a nadie, a ningún pueblo, país, cultura, religión… Es una mirada sobre el espacio y sobre el tiempo que nos rebasa. Oigo esta invitación al festín y, a pesar de las pesadeces que pueden conmocionar nuestras vidas, me regocijo por la fiesta que llegará. D OM 25 8 Puerta estrecha Oremos para que las Iglesias particulares del continente africano, fieles al anuncio del Evangelio, promuevan la construcción de la paz y de la justicia. Solidaridad Revelación S ÁB 24 Hoy festejamos a Bartolomé originario de Caná en Galilea, conducido por Felipe a Jesús (se trata probablemente del Natanael del Evangelio). Jesús lo reconoce. Sorprendido, este último responde: “¿Cómo me conoces?”. Como los creyentes de todas las generaciones, experimentamos un buen día esta sorprendente revelación de ser conocidos y esperados por aquel a quien buscamos. Oigo y entro en este diálogo entre la humanidad y Dios que se buscan mutuamente. Jesús continúa su enseñanza y dice a los discípulos: “Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos”. Es probable que, al igual que ellos, a nosotros no nos guste mucho oír este tipo de propuesta, conociendo bien lo que nos impulsa a buscar con frecuencia los primeros lugares: mesa de honor, trofeos deportivos, concursos, promociones… e incluso el Reino de Dios. Pero para Dios todos están invitados, primeros o últimos, y Jesús propone a sus discípulos que no traten de salvarse por sí mismos. Es un llamado a la fraternidad, a la solidaridad y a la confianza. Oigo esta proposición de dejarme convertir a las maneras de ver de Dios que me llama incluso el día de hoy a entrar en su Reino.

4 13 1514 ORAR EN LA CASA 12 O RAR EN LA CASA Se retoman las actividades de las escuelas, en casa tratemos de atender a los niños y muchachos y muchas que necesitan de adultos amigos y compensivos. Busquemos en esta semana estar atentos a ellos o a los nietos, sobrinos o ahijados. Oremos juntos en familia con los niños cada noche. Oremos el Padre Nuestro, la oración de Jesús. “Traten de entrar por la puerta estrecha” San Lucas 13, 24 “Entrar por la puerta estrecha” no es nada y sin embargo es lo que propone Jesús a quienes quieren ser salvados. “Muchos querrán entrar y no lo conseguirán” (Lc 13, 24). ¿Qué significa esto? ¿La puerta va a cerrarse? ¿Seremos tan grandes que no podremos pasar? ¿Estaremos tan cargados de preocupaciones por preservar nuestros bienes que no podremos entrar con ellas por esta estrecha puerta? Meditar el sentido de la “Puerta”

5 17 1918 16 ________________________________ ________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ Quien no abre más que la mitad es el que escucha sin dejar entrar del todo al Maestro en su casa; se queda dueño de la puerta, se queda dueño de su casa, no quiere recibir a nadie, queda dueño de su casa y de su corazón. Escucha, pero toma lo que quiere, hace lo que quiere, toma lo que le conviene y deja el resto que le disgusta. Recibe al Maestro con reserva y prudencia y escucha a su razón, a sus pequeñas pasiones que son sus dueñas, más que al verdadero Maestro que quiere entrar; desconfía, tiene miedo, no abre sino a medias su corazón. Y el Maestro no puede entrar para disponer como debería hacerlo. El último abre del todo su puerta y deja entrar en su casa al Maestro que llama. Goza recibiéndole y dándole un puesto de honor, le escucha feliz y no desea sino comprender lo que dice y ponerlo en práctica”. (Antonio Chevrier). El Espíritu Santo dice en alguna parte que está a la puerta y llama. Dice aún más: que empuja la puerta para entrar, ‘ecce sto ad ostium et pulso’ (Ap 3,20). Nuestro corazón es, por lo tanto, como una puerta a la que el Maestro llama y por la que intenta entrar. Ahora bien, una puerta puede estar en varias posiciones. Y cuando alguien llama a esta puerta y se va a abrir, se la puede dejar cerrada y no permitir entrar en absoluto; se la puede dejar solamente entreabierta y dejar en el umbral a los que vienen; finalmente, se la puede abrir completamente y dejar entrar a los que llaman. Quien no abre su puerta es porque no quiere dejar entrar al Maestro y rechaza por completo recibirlo para seguirle; es el que prefiere seguir sus ideas, sus pasiones, el mundo.


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