Vínculo temprano II OBJETIVOS

Presentación del tema: "Vínculo temprano II OBJETIVOS"— Transcripción de la presentación:

1 Vínculo temprano II OBJETIVOS
el ser humano: entre lo orgánico y lo simbólico. Relación entre cuerpo y psiquismo construcción de los límites psíquicos lo transicional: objeto y funcionamiento transicional formación inicial del Yo lo edípico: los múltiples reordenamientos, su renovación en cada etapa de la vida el vínculo temprano en el contexto de la familia maternidad y paternidad

2 Entre lo orgánico y lo simbólico. Límites del psiquismo
los factores que inciden en lo psíquico son siempre múltiples, variados, de distinta naturaleza, combinados de maneras singulares. Son un conjunto único, en cada sujeto y en cada situación buena parte de la estructura cerebral se organiza en base a estímulos provenientes de los vínculos, en cuyo seno tienen lugar los primeros tiempos de vida lo “cerebral” que nos define, contiene huellas de relaciones afectivas. Estas huellas se reflejarán en imágenes y representaciones, que quedarán en lo inconciente estas se podrán expresar en recuerdos, sueños, síntomas físicos, en maneras de sentir, de conducirse, de pensarse, en particularidades metabólicas todo ese conjunto también toma forma (se organiza), a partir del lugar familiar que se ocupa en cada período de la vida primera experiencia de un límite: la propia piel, el contacto del propio cuerpo con el de otro

3 La construcción de los límites
cuando el bebé y su madre se miran, si sienten placer y el clima entre ambos es amoroso, pueden experimentar una sensación de fusión entre ambos, de una relación sin límite entre ambos experiencia de fusión amorosa; el bebé (al comienzo) se halla en un estadio del desarrollo, anterior a la posibilidad de diferenciar el dentro del afuera, o sea de los objetos externos; diferenciar lo que es él, de lo que no es él de hecho, en poco tiempo se inicia el desarrollo de esa diferencia en el psiquismo del bebé, que lo lleva hacia la posibilidad de reconocerse separado de la madre, y a ella como separada de él. La experiencia de la separación conlleva algo de angustia, cuya intensidad varía en cada caso experiencia de la fusión en la mirada: se la puede oponer a la escasez o falta de mirada, que no le sirve al bebé para la construcción de sí mismo. Al contrario, lo expone a un vacío que tendrá consecuencias el contacto con la madre permite al bebé interiorizar algo sobre “quien es él”, a partir del ámbito y la familia a la que pertenece, la historia familiar, cómo se lo ubica, qué se espera de él, etc. mucho de esto está presente desde antes del nacimiento, y comienza a transmitirse desde los primeros momentos de la vida. Aún sin palabras, y sin que la madre tenga necesariamente una clara conciencia de los distintos factores y contextos

4 La construcción de los límites
los límites cumplen funciones fundamentales, estructurantes; dan forma a lo psíquico, a la personalidad. Lo contrario: la falta de límites, se relaciona con un vacío, que tenderá a llenarse de elementos variados, en base a necesidades emocionales e impulsos no elaborados, en una búsqueda de estímulos de diverso tipo el límite psíquico funciona de un modo complejo. Debe entenderse básicamente como una frontera con dos funciones: 1) un tope que restringe, 2) por otro lado, a la vez, protege en un vínculo temprano, cuando hay una buena conexión emocional, la presencia de los adultos cerca del bebé, proporciona límites al bebé, que son estructurantes un elemento esencial: que el adulto mismo “tenga buenos límites”. Es decir, que tenga capacidad para contener sus propias emociones e impulsos. Es fundamental para poder reconocer las necesidades, deseos, conflictos y posibilidades del bebé, y poder atenderlo en lo que necesita cuando no es así, están dadas las condiciones para que el vínculo con el adulto, que podría servirle al bebé para la construcción de su psiquismo, resulte inadecuado, traumático, destructivo no siempre lo traumático se transmite de una manera ostensiblemente traumática, sino que en muchos casos, alcanza con que no se perciba la necesidad de algún filtro particular, que resultaría protector

5 Lo transicional: un modo de funcionamiento psíquico
objeto transicional: un objeto material (algún juguete, un muñeco, etc.) al cual un niño o niña pequeños, se apegan. Se abandona cuando el niño madura: simplemente pierde su significado, no debe hacer duelo por él es a la vez objetivo porque se constituye sobre un objeto real, y subjetivo por que se atribuyen funciones del campo de la imaginación (D. Winnicott). Forma parte del desarrollo entre los 4 a 6 meses, y los 8 a 12 años sustituye ciertas funciones de la madre, cuando ella está ausente. Pero también, aún si está presente, cuando el niño está desarrollándose en el sentido de una mayor independencia permite al niño disponer de algo que funciona como un área intermedia entre la realidad y su fantasía, su ilusión. Esta área intermedia le permite interponerla entre él mismo y otra persona, o entre él mismo y la realidad: reflejan una manera de funcionar psíquicamente tiene funciones psicológicas importantes: los ayuda a ir a dormir, cuando se sienten solos, al enfrentar algo nuevo que puede dar temor, algo desconocido, etc. fuente de placer y de seguridad para el niño, que suele apretarlo, tenerlo cerca y hablarle se hace indispensable en cierto momentos. los adultos pueden conservar algo de este funcionamiento psíquico, como una necesidad frente a dificultades de diverso tipo

6 Lo transicional: un modo de funcionamiento psíquico
el objeto transicional es un precursor simbólico: con ellos, el niño va a empezar a desarrollar la capacidad de usar símbolos, Estos, a diferencia de los objetos transicionales, que tienen un sentido particular del niño, tienen significados que forman parte de códigos compartidos, sociales la función de lo simbólico es, a la vez, la de reemplazar a un objeto ausente, y al mismo tiempo favorecer el reencuentro con el objeto, al cual representa. Pero este reencuentro es en el plano simbólico, el objeto original ya no está. El nivel simbólico solo se alcanza cuando se pudo aceptar la ausencia del objeto (renunciar a él, haciendo el duelo) en todas las etapas de la vida, el juego, lo lúdico, implican un funcionamiento transicional. Lo transicional - recordémoslo- no es el objeto sino el uso que se hace de él empleo positivo de lo transicional: incluye al juego, la creatividad, la fantasía, el arte y el soñar, etc. empleo negativo de los objetos transicionales: por ej:. el talismán de los rituales obsesivos, el objeto acompañante de las fobias, el fetichismo, la mentira, los robos, las adicciones en estos últimos casos, el uso del objeto persiste y su sentido no es el de servir para elaborar la ausencia del objeto original (la madre, por ejemplo), sino para negarla. Son usos patológicos, en el marco de una patología psíquica

7 Maternidad y paternidad
lo simbólico implica una aceptación de la ausencia del objeto original, y un reencuentro con él en ese nuevo marco “marco simbólico” en el contexto del cambio familiar por la llegada del bebé, el vínculo con él debe incluir a otros vínculos (por ejemplo, los hijos son los nietos de los propios padres, etc.) es decir, la pulsionalidad de los vínculos está “enmarcada” por múltiples vínculos simultáneos, aún si algunos demorarán en realizarse. Estos operan a la manera de la función paterna el primer nivel de dicha función es la de diferenciar los vínculos, ejerciendo de este modo una separación, al poner el límite involucrado en el sentido particular de la situación. Es decir, marca el cambio de la díada a la triangulación, con modificación de la distancia previa al objeto entre madre y bebé lo mejor para los hijos: disponer y disfrutar de un vínculo de intimidad con los padres, pero en un marco simbólico. La conflictiva entre padres e hijos se plantea siempre en ambos niveles, alguno puede predominar lo contrario de las relaciones enmarcadas (ordenadas, limitadas) por lo simbólico, es la confusión, el exceso de fusión, que llevan a la dificultad o imposibilidad de tomar formas propias la identidad, con las separaciones (los límites) indispensables para el desarrollo de la propia autonomía

8 El marco de los vínculos familiares
proximidad de la maternidad: un desafío para la mujer y para el futuro padre. Pone a prueba a la pareja, que afrontará un cambio irreversible. Con el primer hijo, la pareja se transformará, para devenir familia; un momento realmente crítico, por lo que está en juego en ese pasaje puede derivar en un fortalecimiento del vínculo de pareja, en su deterioro o aún en ruptura. Implica asumir identificaciones que con los padres que podían no haberse hecho conflictivas antes, encubiertas por el proceso adolescente en los casos en que un padre tiene una vulnerabilidad por la que necesita reaseguramientos por parte del vínculo de pareja, la necesidad de cederle lugar a la díada y al hijo puede resultar emocionalmente muy difícil, si no imposible en algunos casos, el vínculo no puede realizar los cambios necesarios. El nacimiento del primer hijo, o de alguno de los siguientes, puede ser ocasión de infidelidades, sobre todo por parte del padre la modalidad tradicional propone una maternidad más inclinada a lo íntimo y una paternidad más simbólica, con menos intimidad. Pero esto es solo un modelo, la realidad depende de las características de cada vínculo con cierta frecuencia, padres y madres abandonan parte del terreno erótico de la relación de pareja y se instalan en el de la maternidad y paternidad, de un modo excesivo en algunos casos, se intensifica la posesividad respecto de los hijos, evidenciando la primacía de un impulso, una pulsión de carácter anal, y una falta de límite al mismo (menor incidencia de lo edípico, que implica la triangulación, menor valor simbólico)