La fertirrigación Consiste en suministrar el abono disuelto en el agua de riego, distribuyéndolo uniformemente, de tal forma que cada gota de agua contenga.

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1 La fertirrigación Consiste en suministrar el abono disuelto en el agua de riego, distribuyéndolo uniformemente, de tal forma que cada gota de agua contenga la misma cantidad de fertilizante. Con esta forma de abonado se consigue dar el alimento en óptimas condiciones para que la planta lo pueda aprovechar inmediatamente, y no tiene que pasar un tiempo disolviéndose y alcanzando la profundidad de las raíces.

2 Ventajas de este sistema de abonado
La fertirrigación permite: Altos rendimientos en los cultivos, Una mejor utilización del agua y de los nutrientes, Menores pérdidas por lixiviación El abono se distribuye con mayor uniformidad que si se abona en seco por su aplicaciones controladas durante el desarrollo de los cultivos. El abono se pone al alcance inmediato de las raíces, y con su fraccionamiento en 10 veces o más al mes, evitamos que se pierdan los excesos.

3 Ventajas de este sistema de abonado
La fertirrigación permite: Con respecto al fósforo, si se aplica en fertirrigación al ir disuelto se facilita la penetración y asimilación, además pueden alcanzar profundidades superiores a los 20 cm. Al suponer un ahorro en fertilizante conlleva una gran mejora en el medio ambiente. Evita la contaminación de aguas subterráneas, y con el tiempo es posible que se eliminen o al menos se reduzcan los excesos de nitritos y nitratos en las aguas potables.

4 Inconvenientes de esta técnica
La mezcla formada por el agua y los fertilizantes no debe superar los 3 milimhos/ cm de conductividad, pues sino se pueden tener problemas de salinidad (ósmosis). La acumulación de sales procedentes de los abonos y del agua, en la periferia del bulbo, en climas desérticos, sin lluvias copiosas y prolongadas (como en Murcia), puede llegar a formar un cascarón irrompible por las raíces por lo que es necesario solapar esas bolsas.

5 Fundamentos Los principios en los que se fundamenta esta técnica son:
El agua es el principal medio de transporte de sustancias fuera y dentro de la planta. En cada riego hay que incorporar fertilizantes, para equilibrar la dosis hídrica y restituir lo consumido, por lo que la formulación variará (salvo en terrenos muy ricos en materia orgánica). Según el estado vegetativo de la planta sus exigencias son diferentes, y sus exigencias variarán de la forma en la que se lleve el programa, que debe contemplar las necesidades anuales o del ciclo vegetativo.

6 Fundamentos Los principios en los que se fundamenta esta técnica son: Es necesario realizar análisis foliares periódicamente, para ir introduciendo las correcciones en el programa Suele ser importante los análisis tanto de agua como de suelo para controlar la salinidad.

7 El crecimiento de la planta y el fertirriego
Para programar correctamente el fertirriego se deben conocer el  consumo de nutrientes a lo largo del ciclo del cultivo que resulta en el máximo rendimiento y calidad (Bar-Yosef, 1991). La curva óptima de consumo de nutrientes define la tasa de aplicación de un determinado nutriente, evitando así las posibilidades de deficiencia y de consumo de lujo. En la práctica, se divide el ciclo de crecimiento del cultivo según las etapas fenológicas y se definen las diferentes concentraciones o cantidades de nutrientes a aplicarse, con sus respectivas relaciones.

8 El crecimiento de la planta y el fertirriego
Por ej. en tomate se consideran 4 etapas: Establecimiento-floración, Floración-cuajado de frutos, Maduración-1ra cosecha y 1ra cosecha-fin. En cada etapa, las concentraciones de N y K van aumentando, y la relación N:K va disminuyendo, ya que el potasio es absorbido en gran cantidad durante la etapa reproductiva del cultivo (Zaidan y Avidan, 1997).

9 El crecimiento de la planta y el fertirriego
La absorción de nutrientes y por lo tanto las recomendaciones son completamente diferentes según el destino del cultivo: (tomate para industria o tomate de mesa) y según el sistema de cultivo (a campo abierto o protegido). Por ej., el tomate cultivado en invernadero alcanza un rendimiento de t/ha versus t/ha cuando es cultivado a campo abierto; conforme a esto, la absorción de nutrientes en invernadero se duplica o triplica en comparación con el tomate cultivado a campo abierto.

10 Plan de abonado Al igual que el riego la fertilización tiene que ser programada previamente, y según evolucione el cultivo se irán introduciendo las variaciones necesarias. El abono tiene que estar disuelto perfectamente y no tiene que haber ningún problema de solubilidad. La uniformidad tiene que ser buena para evitar excesos y defectos, llegando una parte de fertilizante allá donde el agua llegue. La fertirrigación puede esperar hasta el inicio de la brotación pues son las hojas las que “tiran” de la savia bruta.

11 Plan de abonado Cuando las plantas tengan dos tercios de su tamaño normal, ya se pueden realizar los abonados foliares, para completar así el abonado del suelo. Una vez iniciado el programa de abonado y riego, ya no se parará hasta el final del ciclo anual de tal forma que se fertilice cada vez que se riegue. La fertirrigación no cesará hasta que se empiece a caer la hoja de (forma natural), si son plantas de hoja perenne cesará en la última brotación.

12 Plan de abonado Durante el ciclo vegetativo se podrán usar complejos enriquecidos con los elementos que más necesite el vegetal. Nitrógeno: en brotación, crecimiento y engorde. Fósforo: en pre floral, floral y final de maduración. Potasio: en engorde y maduración. Magnesio: en brotación. Calcio: en brotación, crecimiento y engorde. Es importante tener en cuenta el equilibrio y la proporción de cada elemento dentro del fertilizante.

13 Plan de abonado Con este sistema de abonado se aumenta la salinidad del agua hasta niveles que pueden resultar perjudiciales. Para evitar esta situación: Aumentar la cantidad de agua de riego. Incorporar estiércol o humus en el abonado anual para mejorar el complejo arcillo-húmico. El pH, al igual que el agua, también se modifica, para evitar este problema existen abonos ácidos en el comercio que mejoran la reacción del suelo facilitando la solubilidad de los fertilizantes y además disminuyen la precipitación del CaCO3.

14 Los abonos en fertirrigación
En el comercio se encuentran los siguientes: Sulfato amónico Nitrato amónico Urea Fosfato monoamónico Fosfato de urea Nitrato potásico Sulfato potásico Nitrato de cal Nitrato de magnesio Otros abonos simples y complejos

15 Los abonos en fertirrigación
Abonos sólidos: Son distintos a los utilizados para el abonado en seco. Tienen que ser solubles y no llevar materias extrañas. Debe llevar especificado en el envase que su aplicación es mediante fertirrigación. Todos estos abonos tienen el inconveniente de que hay que preparar la solución madre. Hay que conocer la reacción de estos productos, al disolverlos, pues los que contienen nitrógeno suelen enfriar al agua disminuyendo la solubilidad. Los que más enfriamiento producen son el nitrato potásico y la urea.

16 Los abonos en fertirrigación
Para elegir el tipo de abono hay que tener en cuenta sus características referentes a: Solubilidad y solución madre. Salinidad y concentración máxima aconsejable para el agua de riego, para no sobrepasar 1 milimhos/ cm. Reacción o pH