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BOLETIN DE SALESIANOS COOPERADORES “MARIA AUXILIADORA” SDB - BREÑA 8. VALORES: SOLIDARIDAD 2. RM: MENSAJE DE JULIO 7. ITINERARIO FORMATIVO 9. LA VIDA INTERIOR.

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1 BOLETIN DE SALESIANOS COOPERADORES “MARIA AUXILIADORA” SDB - BREÑA 8. VALORES: SOLIDARIDAD 2. RM: MENSAJE DE JULIO 7. ITINERARIO FORMATIVO 9. LA VIDA INTERIOR 6. UN BAÑO INVOLUNTARIO 3. NUEVO INSPECTOR... 13. PRESTAMO:LARGO PALZO 5. EL CONTINENTE DIGITAL 4. RUA VANGELIZADOR DE... 14. ORACION: MES DE JULIO 15. SONRIE ES BUENO... 12. UN ALMA S/ DESDOBLAR

2 2010 EL EVANGELIO A LOS JOVENES: LA CARTA MAGNA DEL REINO, LAS BIENAVENTURANZAS JULIO En el evangelio de san Mateo, el primer discurso de Jesús, en el que presenta la predicación programática del Reino de Dios, comienza con una palabra que va dirigida a lo más profundo de la mente y del corazón de sus oyentes y de todo hombre y mujer en el mundo: “felices... felices... felices”: una palabra que se repite nueve veces. Se trata de las así llamadas “bienaventuranzas” El anuncio del Reino consiste pues, en primer lugar, en una promesa de felicidad de parte de Dios, nuestro Padre. No se trata de un código moral, o del “nuevo decálogo”, que sustituiría al de Moisés. Como escribí en una Carta al principio de mi mandato como Rector Mayor, “todo está unificado por la centralidad del Reino: por ello, ha sido llamada ‘la carta magna de la proclamación del Reino’. Un reino donde la paternidad de Dios no se caracteriza por su dominio, sino al contrario: su dominio se determina por su paternidad, de modo que en el ‘Reino de los cielos’ no hay esclavos, y ni siquiera siervos, sino hijos” (ACG 384, p. 24). Sin embargo, también indicaba en la misma carta que con frecuencia se olvida esta perspectiva, y lo que Jesús dice a continuación parecería ser simplemente una radicalización de la Ley antigua, prácticamente imposible de cumplir; cuando en realidad Jesús está presentando cómo sería el mundo y la convivencia humana si tomáramos en serio sus palabras, y colaboráramos con Dios en la construcción de su Reino. Sería un mundo donde no sólo no habría asesinatos, sino ni siquiera ofensas y desprecio; un mundo donde ni siquiera pasaría por nuestra mente el adulterio y el robo; un mundo donde nos tendríamos tanta confianza unos a otros, que sería innecesario cualquier tipo de juramento. Es la “utopía del Reino”, que me atrevería a llamar “el sueño de Jesús”. Por otra parte, en el evangelio de Lucas encontramos también la contraposición a estas bienaventuranzas, que alguno ha llamado, inadecuadamente, “malaventuranzas” (Lc 6, 24-26). No se trata de ninguna maldición: Jesús quiere la salvación de todos, y a nadie le desea el mal y el fracaso. Se trata más bien de advertencias, que hay que tomar sin duda muy en serio, variantes todas ellas de una misma actitud de fondo: el orgullo y la autosuficiencia. Es lo mismo que ya María había denunciado, en el cántico del Magnificat, como la actitud de cerrazón frente a la salvación de Dios: la soberbia -el poder- la riqueza (cfr. Lc 1, 51-53), que impide aceptar el Reino como regalo, con la sencillez y gratitud del niño. “El que no acepte el Reino de Dios como un niño, no entrará en él” (Mc 10, 15). Jesús advierte, con suma seriedad, acerca de la posibilidad de no aceptar el Reino, y con ello, de permanecer en la tiniebla de la soledad y del fracaso total. Quizá más de alguno se preguntará: ¿por qué, entonces, la vida cristiano parece, para muchas personas, fuente de obligaciones, cumplimiento de normas, un yugo pesado del cual conviene liberarse lo más pronto posible? Tenemos muy presente la polémica en torno al autobús ingles que llevaba la inscripción: “Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte, y goza la vida” Lo más preocupante de esta frase es que parecería que hay que quitar a Dios de nuestra vida y de nuestro mundo para poder ser felices. ¿De dónde ha surgido una oposición tan radical a las “bienaventuranzas”?. En realidad, el mismo evangelio nos da la respuesta. Si analizamos las bienaventuranzas, nos daremos cuenta que los caminos de felicidad que Jesús presenta no son, de ninguna manera, los que nuestro mundo actual -y el de todos los tiempos, sin duda- ofrecen. Basta leer el texto de la primera carta de san Juan: “Todo cuanto hay en el mundo - la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la jactancia de las riquezas- no viene del Padre, sino del mundo” (1 Jn 2, 16). Y es interesante recordar que incluye una invitación especial a los jóvenes: “Os escribo, jóvenes, porque sois fuertes, y la Palabra de Dios permanece en vosotros” (1 Jn 2, 14b). Esto no significa de ninguna manera que haya que despreciar el mundo, o querer salir de él. Al contrario: también leemos en el Evangelio: “Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo único” (Jn 4, 16). Aludiendo a esta palabra del Señor, Paulo VI dejó escrito: “La Iglesia debe amar al mundo. Pero esto no significa asemejarnos a él, volvernos mundanos. Amar al mundo significa conocerlo, estudiarlo, servirlo”. Todavía podemos ahondar más en el sentido de las bienaventuranzas, y comprender mejor esta aparente contradicción. En el Nuevo Testamento, la primera bienaventuranza no aparece en la predicación de Jesús, sino antes: más aún, se encuentra antes de su nacimiento, en el encuentro de María, su Madre, con Isabel. Ésta la felicita, diciendo: “Feliz tú que has creído, porque se cumplirá lo que te ha sido prometido de parte del Señor” (Lc 1, 45). Y la última bienaventuranza evangélica aparece en el encuentro de Jesús resucitado con los apóstoles, en particular con Tomás: “Dichosos los que no han visto y han creído” (Jn 20, 29). ¿No es extraordinariamente significativo que ambas, la primera y la última, tengan como contenido la misma actitud: LA FE? No se trata de “otra” bienaventuranza, colocada junto a las demás: ni siquiera es “la más importante”, sino que es la que permite comprender y aceptar las otras, esto es: la promesa de felicidad que promete Jesús. Sólo desde la fe podemos comprender que, en último término, el camino de nuestra verdadera realización pasa a través de la cruz y de la muerte, para llegar a la plenitud de la Resurrección. Don Bosco fue particularmente sensible al carácter gozoso de la vida cristiana, y en “El Joven Cristiano” alerta a los jóvenes sobre el ardid del que se vale el demonio para alejarlos de las prácticas religiosas, haciéndoles creer que son fuente de tristeza, aburrimiento y frustración. Nada más falso. La vida cristiana, en cuanto seguimiento de Jesús, es el único camino de auténtica felicidad, es el núcleo de la santidad. Así lo predicó incansablemente nuestro Padre, y así lo entendieron sus muchachos, llegando Domingo Savio a acuñar el lema típico salesiano: “Nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres”.

3 Hermanos salesianos tenemos el agrado de anunciarles que el Rector Mayor, después de un serio y profundo discernimiento, ha nombrado oficialmente como Inspector del Perú al Padre SANTO DAL BEN LAVA. El domingo 18 de julio en la Misa de las 7 p.m., el Padre Santo Dal Ben asumió el cargo de Inspector de los Salesianos del Perú. Los integrantes de la familia salesiana, los fieles y amigos participamos de esta significativa celebración. Nos alegramos y lo acogemos fraternalmente y desde ya le ofrecemos nuestra colaboración para que nuestra Inspectoría siga desarrollándose siempre fiel al espíritu de Don Bosco. Nació en Italia un 13 de noviembre de 1950. Hizo la Profesión religiosa el 16 de agosto de 1968 y su Ordenación sacerdotal el 23 de setiembre de 1978. Llegó a nuestro Perú el 27 de noviembre de 1968. Hizo el posnoviciado en Chosica y el tirocinio en Lima. Luego de su ordenación sacerdotal trabajó en las casas de Piura, Casa de Formación de Magdalena y la Parroquia María Auxiliadora de Breña. Fue Inspector del Perú entre 1998 y 2004. Ahora, luego de haber prestado su servicio en la UPS en estos últimos años, la Congregación le vuelve a confiar la tarea de guiar nuestra Inspectoría. P. SANTO DAL BEN LAVA

4 FIGURA HUMANA Y ESPIRITUAL DEL BEATO MIGUEL RUA Don Pascual Chávez Villanueva En la homilía de la beatificación, el Papa Pablo VI -como ya he señalado en parte- a un cierto punto afirmó: «Meditemos un instante sobre el aspecto característico de Don Rua, el aspecto que nos deja entenderle... Hijo, discípulo, imitador (de Don Bosco), hizo del ejemplo del Santo una escuela, de su obra personal una institución extendida, se puede decir, por toda la tierra;… hizo de la fuente una corriente, un río... La prodigiosa fecundidad de la Familia Salesiana tuvo en Don Bosco el origen, en Don Rua la continuidad. Este seguidor suyo sirvió a la Obra Salesiana en su virtualidad expansiva, la desarrolló con coherencia textual, pero siempre con genial novedad... ¿Qué nos enseña Don Rua? A ser continuadores... La imitación del discípulo no es pasividad, ni servilismo... La educación (es) arte que guía la expansión lógica, pero libre y original, de las cualidades virtuales del alumno... Don Rua se cualifica como el primer continuador del ejemplo y de la obra de Don Bosco... Nos damos cuenta de que tenemos delante a un atleta de actividad apostólica, que (actúa) siempre con el sello de Don Bosco, pero con dimensiones propias y crecientes... Nosotros rendimos gloria al Señor, que ha querido... ofrecer a su fatiga apostólica nuevos campos de trabajo pastoral, que el impetuoso y desordenado desarrollo social ha abierto ante la civilización cristiana». NUEVOS CAMPOS DE TRABAJO PASTORAL Basta con leer rápidamente la cantidad impresionante de las cartas de Don Rua, de sus circulares, los tomos que resumen su obra de Sucesor de Don Bosco durante 22 años, para descubrir de modo imponente que lo que afirma el Papa es exacto: su fidelidad a Don Bosco no es estática, sino dinámica. Él advierte bien el fluir del tiempo y de las necesidades de la juventud, y sin miedo dilata la obra salesiana a nuevos campos de trabajo pastoral. ENTRE LOS OBREROS Y LOS HIJOS DE LOS OBREROS En las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX las luchas sociales de los trabajadores de las fábricas se multiplican por todas partes. Las condiciones de los obreros son miserables: horarios inhumanos, condiciones higiénicas pésimas, mutualidades y pensiones inexistentes. Bajo el impulso de Don Rua los Salesianos y las FMA dan vida a un floración de obras sociales: orfanatos, escuelas profesionales, escuelas agrícolas, parroquias de periferia con Oratorios para los hijos de las familias obreras: Oratorios que ven jugar sobre la hierba verde y rezar en las capillas a trescientos, quinientos, mil muchachos. Don Rua goza con ello, y exhorta a los Inspectores a tener una atención especial por estas ‘obras fundamentales de Don Bosco’. En los últimos años del siglo, Turín se convierte en la cuna dolorosa del proletariado italiano. En mayo de 1891 León XIII publica la encíclica Rerum Novarum. En ella el Papa denuncia la situación en la que «un pequeñísimo número de gente muy rica ha impuesto un estado de semiesclavitud a la infinita muchedumbre de los proletarios» (RN 2). La encíclica tiene inmediatamente un fuerte impacto en el mundo cristiano, y Don Rua siente que para los Salesianos ha llegado la hora de ampliar e intensificar su acción social. En 1892 se tiene en Turín-Valsalice el VI Capítulo General de la Congregación. Entre las cuestiones para tratar, Don Rua pone la aplicación práctica de las enseñanzas del Papa sobre la cuestión obrera. Los Salesianos asumen el compromiso de introducir en los programas escolares de los jóvenes alumnos la instrucción sobre capital y trabajo, derecho de propiedad y de huelga, salario, descanso y ahorro. Se sugiere invitar a los alumnos y exalumnos a inscribirse en las Sociedades Obreras Católicas. ENTRE LOS MINEROS DE SUIZA En 1898 se comienza el túnel del Simplón entre Suiza e Italia: una de las galerías más largas del mundo, dos pasos paralelos de 19,800 metros. En la vertiente suiza se forma una colonia de más de dos mil obreros italianos: piamonteses, lombardos, vénetos y, sobre todo, abruceses y sicilianos, con mujeres e hijos. Don Rua no duda en mandar entre aquellos trabajadores a los Salesianos e Hijas de María Auxiliadora. Allí estuvieron siete años, es decir hasta el final de los trabajos. Las noticias de cómo atendieron las necesidades de aquellas pobres familias son escasas: hacían el bien y ninguno tuvo tiempo de llevar una crónica. Un diputado socialista, Gustavo Chiesi, fue un día a observar la situación.

5 FIGURA HUMANA Y ESPIRITUAL DEL BEATO MIGUEL RUA Don Pascual Chávez Villanueva Vio lo que hacían los Salesianos y las Hermanas, el Círculo obrero que habían fundado, que era el lugar de encuentro más frecuentado por los italianos; envió una crónica que publicó el diario "Tempo" de Milán. Se lee en ella: «Hemos voceado muchos sobre las condiciones de nuestros obreros en el Simplón, hemos escrito y protestado mucho. Pero nada práctico se ha hecho hasta ahora en su ayuda. Lo poco que se ha hecho hasta ahora lo han hecho los curas... En cada ocasión que surge ellos son los primeros que hacen, ayudan y alivian las penas ajenas. Así en el Simplón, así en todas partes». EMIGRANTES ENTRE LOS EMIGRANTES Otras oleadas más numerosas de emigrantes salían de Italia para huir de la miseria de las tierras del Sur. Para América del Norte y América del Sur, en el decenio 1880-1890, según las estadísticas del economista Clough, cada año emigraba una media de 165 mil personas. Sólo a Argentina emigraban cada año 40 mil italianos. En la década siguiente la masa de los emigrantes aumentó: se tocaba y se superaba el medio millón cada año. Giuseppe Toscano, en la Cámara de los Diputados, refiriéndose a la extrema pobreza del Sur, había declarado en 1878: «Reducido a la desesperación ¿qué queréis que haga el proletariado? No lo quedan más que dos caminos: el camino del delito y del bandolerismo o el de la emigración. Doce años después la situación no había cambiado, y Vittorio E. Orlando, de Palermo, gritó en el mismo Parlamento que para sus paisanos el dilema se resumía en dos palabras: «¡O emigrantes, o bandoleros!». Don Rua, mientras cubría Italia con una red de obras para los jóvenes de las familias más modestas, envió misioneros Salesianos a América del Norte en 1897 y 1898. En Nueva York, Paterson, Los Ángeles, Troy, nuestros Hermanos se afanaban para acoger a los emigrantes que no conocían la lengua, no sabían dónde alojarse y encontrar trabajo. Codo con codo con las heroicas hermanas de la Madre Cabrini y de muchos otros misioneros y misioneras, trataban de ayudarlos a instalarse, inscribirse en los sindicatos del pueblo. Acogían a sus hijos en las escuelas, les aseguraban asistencia religiosa. Al mismo tiempo reforzó y multiplicó las presencias salesianas en América del Sur, que prosperaban bajo la guía de Monseñor Cagliero y del nuevo obispo salesiano Monseñor Luis Lasagna. Los Salesianos se presentaban en continentes para ellos nuevos. Obras sociales, orfanatos, escuelas profesionales, parroquias y Oratorios de barriadas se abrían en tierras lejanísimas: Ciudad del Cabo, Túnez, Esmirna, Constantinopla. Nuevas obras se abrieron en racimo en Europa del Norte y del Oeste. Una de las consecuencias beneficiosas fue que las misiones salesianas pudieron contar muy pronto con Hermanos de diversas nacionalidades. Los polacos emigrantes en Buenos Aires podían encontrar a un Salesiano polaco al frente de un secretariado para ellos; en Londres la colonia polaca disponía de una iglesia oficiada por un Salesiano polaco; los alemanes emigrados a la Pampa central o a Chile encontraron Salesianos alemanes. En Oakland, California, todo un barrio de portugueses estaba asistido por un Salesiano portugués. ARRIESGAR TODO LO QUE SE PUEDE ARRIESGAR, COMO DON BOSCO La audacia apostólica impulsó a Don Rua a apoyar las empresas más difíciles. Con la misma valentía de Don Bosco arriesgó todo lo que se podía arriesgar para llevar el Reino de Dios y el amor de María Auxiliadora a todas partes. En Palestina no dudó en aceptar como Salesianos la bien arraigada Familia religiosa de don Antonio Belloni, que se dedicaba a los niños más pobres. En Polonia no se opuso a la difícil y problemática personalidad de don Bronislaw Markiewicz, que parecía quererse rebelar contra la autoridad de los Superiores, pero que es venerado como beato y fundador de una Congregación que forma parte de la Familia Salesiana. En Colombia apoyó el apostolado nuevo y embarazoso para algunas personas, entre los leprosos de Agua de Dios, iniciado por don Miguel Unia y llevado adelante por don Evasio Rabagliati y don Luis Variara. Apoyó a don Juan Balzola y a don Antonio Malan que trataron de introducirse entre los indígenas Bororos del Mato Grosso de Brasil. Animó los dificilísimos intentos de implantar una misión entre los indígenas Shuar del Ecuador. En Orán (Argelia), donde muchos niños vagaban por las calles, envió a siete Salesianos a abrir un Oratorio y escuelas. En 1906 bendijo a los primeros Salesianos que partían para fundar misiones en la India y China, capitaneados éstos por el jovencísimo don Luis Versiglia al que hoy veneramos como mártir y santo. Era un comienzo timidísimo, casi temerario, pero ahora la obra de Don Bosco en la India, en China y en toda Asia causa maravilla en todos. En la víspera de sus ‘Bodas de oro’ como sacerdote, anunciada por el "Boletín Salesiano" y pregustada por todos los Salesianos, una grave infección que lo atormentaba desde hacía años y que lo habían cubierto de llagas dolorosas, le truncó la vida. Dios le vino al encuentro la mañana del 6 de abril de 1910.

6 Además de aquellos espacios geográficos, hay un nuevo "continente", el digital. No tiene una extensión territorial, pero abarca el mundo entero. Los estudiosos dicen que será dentro de poco el más poblado; frecuentado, sobre todo por muchachos y que no puede dejarnos indiferentes a los salesianos y educadores. No podemos ignorarlo o amargarnos por esto. Es una nueva era que ofrece grandes oportunidades a la iglesia para llevar el Evangelio a quien no lo conoce. En este continente, donde nuevas reglas guían la búsqueda de la verdad, está una nueva cultura, un nuevo modo de relacionarse con la naturaleza, con los otros y con Dios; una cultura que se desarrolla rápidamente y nos compromete. A nosotros nos toca elegir ser turistas o misioneros; los primeros pasan, admiran y toman aquello que quieren; los otros se sienten enviados y se encarnan. Padre Filiberto González De Jerusalén a Galilea partieron los primeros testigos de Jesús. Estamos llamados a llegar hasta esta nueva frontera proponiendo una pastoral del mundo digital que está llamada a tener en cuenta a quienes no creen, a los que desconfían y tienen en el corazón el deseo del absoluto y de la verdad que no caduca, precisamente, a partir del momento que los nuevos medios posibilitan entrar en contacto con creyentes en su propia religión, con no creyentes y personas de toda cultura. Los primeros testigos de Jesús se movieron a pie, después a caballo, en barca, en carruaje, en carro, en avión; hoy, los vehículos son la fibra óptica, los satélites y la tecnología digital. Es el lanzamiento misionero, el deseo de vivir una gran pasión por Dios y por la salvación de los jóvenes, como hizo Don Bosco. Ser fieles al evangelio, a la misión de la Iglesia y al carisma salesiano nos empujan a estar presentes en este nuevo continente. Hagamos nuestra, como dice el Papa la exhortación de San Pablo "Hay de mí si no evangelizo" (1Cor 9,16). Se requiere una formación diferente, más sólida y profunda. La fecundidad del ministerio sacerdotal deriva ante todo del Cristo encontrado y escuchado en la oración; anunciado con la predicación y el testimonio de la vida; conocido, amado y celebrado en los sacramentos, sobre todo la eucaristía y la reconciliación. Así podemos ayudar a los jóvenes de hoy a descubrir el rostro de Cristo, conjugando el uso oportuno y competente de los medios, del lenguaje, adquirido también en el periodo de formación, con una sólida preparación teológica y una fuerte espiritualidad religiosa y sacerdotal, alimentada con el continuo coloquio con el Señor. Nos toca a nosotros tener corazón de consagrados para dar alma no sólo al propio trabajo pastoral, sino también al ininterrumpido flujo comunicativo de la "red" y de la comunidad en el continente digital.

7 En Niza Mare, el 24 de febrero de 1883, sucedió que Don Bosco, que había ido a celebrar la Misa en la capilla privada de un insigne bienhechor, volvió para ganar tiempo por un camino que mediante unos tablones, a modo de puente, salvaban el curso del río Paglione, entonces muy pobre de agua. Pero Don Bosco, corto de vista, pisó en falso y cayó al agua. Es verdad que se levantó en seguida, pero empapado de pies a cabeza. Por suerte, la casa salesiana no estaba lejos; llegó dejando un rastro de agua y pidió una sotana y ropa para cambiarse. La casa se alborotó pensando que le hubiese sucedido algo a Don Bosco. Pero él respondía a todos que tenía necesidad de cambiar de hábitos. El director, tras haber buscado y rebuscado por toda la casa, no encontraba ropa blanca ni sotana, por lo que volvió mortificado para decirle que no había encontrado nada, absolutamente nada. Y Don Bosco le respondió: “¡Esta pobreza me gusta mucho! Nuestro sucesores se admirarán cuando oigan que no había nada con que vestir a Don Bosco. Esta es una buena señal”. Tuvo, pues, que acostarse y toda la ropa de Don Bosco tendida al aire, se secó en poco tiempo gracias al sol suave de Niza. La maravilla de los señores que venían a visitar a Don Bosco crecía cuando se enteraban de lo sucedido y que no podía recibirlos, porque no tenía sotana que ponerse. Dios sacó de esta caída un gran bien para la casa, porque todos iban a porfía en proveerla de ropa blanca, para que no le sucediese eso a Don Bosco otra vez. La casa de Niza, encomendada a tan buenos cooperadores, causó siempre gran consuelo al corazón de Don Bosco. En Niza Mare, el 24 de febrero de 1883, sucedió que Don Bosco, que había ido a celebrar la Misa en la capilla privada de un insigne bienhechor, volvió para ganar tiempo por un camino que mediante unos tablones, a modo de puente, salvaban el curso del río Paglione, entonces muy pobre de agua. Pero Don Bosco, corto de vista, pisó en falso y cayó al agua. Es verdad que se levantó en seguida, pero empapado de pies a cabeza. Por suerte, la casa salesiana no estaba lejos; llegó dejando un rastro de agua y pidió una sotana y ropa para cambiarse. La casa se alborotó pensando que le hubiese sucedido algo a Don Bosco. Pero él respondía a todos que tenía necesidad de cambiar de hábitos. El director, tras haber buscado y rebuscado por toda la casa, no encontraba ropa blanca ni sotana, por lo que volvió mortificado para decirle que no había encontrado nada, absolutamente nada. Y Don Bosco le respondió: “¡Esta pobreza me gusta mucho! Nuestro sucesores se admirarán cuando oigan que no había nada con que vestir a Don Bosco. Esta es una buena señal”. Tuvo, pues, que acostarse y toda la ropa de Don Bosco tendida al aire, se secó en poco tiempo gracias al sol suave de Niza. La maravilla de los señores que venían a visitar a Don Bosco crecía cuando se enteraban de lo sucedido y que no podía recibirlos, porque no tenía sotana que ponerse. Dios sacó de esta caída un gran bien para la casa, porque todos iban a porfía en proveerla de ropa blanca, para que no le sucediese eso a Don Bosco otra vez. La casa de Niza, encomendada a tan buenos cooperadores, causó siempre gran consuelo al corazón de Don Bosco. 365 FLORECILLAS DE DON BOSCO – pág. 398

8 CRITERIOS GENERALES UNA FORMACION INTEGRAL, KERYGMATICA Y PERMANENTE 279. Misión principal de la formación es ayudar a los miembros de la Iglesia a encontrarse siempre con Cristo, y, así reconocer, acoger, interiorizar y desarrollar la experiencia y los valores que constituyen la propia identidad y misión cristiana en el mundo. Por eso, la formación obedece a un proceso integral, es decir, que comprende variadas dimensiones, todas armonizadas entre sí en unidad vital. En la base de estas dimensiones, está la fuerza del anuncio kerygmático. El poder del Espíritu y de la Palabra contagia a las personas y las lleva a escuchar a Jesucristo, a creer en Él como su Salvador, a reconocerlo como quien da pleno significado a su vida y a seguir sus pasos. El anuncio se fundamenta en el hecho de la presencia de Cristo Resucitado hoy en la Iglesia, y es el factor imprescindible del proceso de formación de discípulos y misioneros. Al mismo tiempo, la formación es permanente y dinámica, de acuerdo con el desarrollo de las personas y al servicio que están llamadas a prestar, en medio de las exigencias de la historia. UNA FORMACION ATENTA A DIMENSIONES DIVERSAS 280. La formación abarca diversas dimensiones que deberán ser integradas armónicamente a lo largo de todo el proceso formativo. Se trata de la dimensión humana comunitaria, espiritual, intelectual y pastoral-misionera. a) LA DIMENSION HUMANA Y COMUNITARIA Tiende a acompañar procesos de formación que lleven a asumir la propia historia y a sanarla, en orden a volverse capaces de vivir como cristianos en un mundo plural, con equilibrio, fortaleza, serenidad y libertad interior. Se trata de desarrollar personalidades que maduren en el contacto con la realidad y abiertas al Misterio. b) LA DIMENSION ESPIRITUAL Es la dimensión formativa que funda el ser cristiano en la experiencia de Dios, manifestado en Jesús, y que lo conduce por el Espíritu a través de los senderos de una maduración profunda. Por medio de los diversos carismas, se arraiga la persona en el camino de vida y de servicio propuesto por Cristo, con un estilo personal. Permite adherirse de corazón por la fe, como la Virgen María, a los caminos gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos de su Maestro y Señor. c) LA DIMENSION INTELECTUAL El encuentro con Cristo, Palabra hecha Carne, potencia el dinamismo de la razón que busca el significado de la realidad y se abre al Misterio. Se expresa en una reflexión seria, puesta constantemente al día a través del estudio que abre la inteligencia, con la luz de la fe, a la verdad. También capacita para el discernimiento, el juicio crítico y el diálogo sobre la realidad y la cultura. Asegura de una manera especial el conocimiento bíblico teológico y de las ciencias humanas para adquirir la necesaria competencia en vista de los servicios eclesiales que se requieran y para la adecuada presencia en la vida secular. d) LA DIMENSION PASTORAL Y MISIONERA Un auténtico camino cristiano llena de alegría y esperanza el corazón y mueve al creyente a anunciar a Cristo de manera constante en su vida y en su ambiente. Proyecta hacia la misión de formar discípulos misioneros al servicio del mundo. Habilita para proponer proyectos y estilos de vida cristiana atrayentes, con intervenciones orgánicas y de colaboración fraterna con todos los miembros de la comunidad. Contribuye a integrar evangelización y pedagogía, comunicando vida y ofreciendo itinerarios pastorales acordes con la madurez cristiana, la edad y otras condiciones propias de las personas o de los grupos. Incentiva la responsabilidad de los laicos en el mundo para construir el Reino de Dios. Despierta una inquietud constante por los alejados y por los que ignoran al Señor en sus vidas. V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE APARECIDA EL ITINERARIO FORMATIVO DE LOS DISCIPULOS MISIONEROS EL PROCESO DE FORMACION DE LOS DISCIPULOS MISIONEROS...CONTINUACION

9 UNA FORMACION RESPETUOSA DE LOS PROCESOS 281. Llegar a la estatura de la vida nueva en Cristo, identificándose profundamente con Él y su misión, es un camino largo, que requiere itinerarios diversificados, respetuosos de los procesos personales y de los ritmos comunitarios, continuos y graduales. En la diócesis, el eje central deberá ser un proyecto orgánico de formación, aprobado por el Obispo y elaborado con los organismos diocesanos competentes, teniendo en cuenta todas las fuerzas vivas de la Iglesia particular: asociaciones, servicios y movimientos, comunidades religiosas, pequeñas comunidades, comisiones de pastoral social, y diversos organismos eclesiales que ofrezcan la visión de conjunto y la convergencia de las diversas iniciativas. Se requieren, también, equipos de formación convenientemente preparados que aseguren la eficacia del proceso mismo y que acompañen a las personas con pedagogías dinámicas, activas y abiertas. La presencia y contribución de laicos y laicas en los equipos de formación aporta una riqueza original, pues, desde sus experiencias y competencias, ofrecen criterios, contenidos y testimonios valiosos para quienes se están formando. UNA FORMACION QUE CONTEMPLA EL ACOMPAÑAMIENTO DE LOS DISCIPULOS 282. Cada sector del Pueblo de Dios pide ser acompañado y formado, de acuerdo con la peculiar vocación y ministerio al que ha sido llamado: el obispo que es el principio de la unidad en la diócesis mediante el triple ministerio de enseñar, santificar y gobernar; los presbíteros, cooperando con el ministerio del obispo, en el cuidado del pueblo de Dios que les es confiado; los diáconos permanentes en el servicio vivificante, humilde y perseverante como ayuda valiosa para obispos y presbíteros; los consagrados y consagradas en el seguimiento radical del Maestro; los laicos y laicas que cumplen su responsabilidad evangelizadora, colaborando en la formación de comunidades cristianas y en la construcción del Reino de Dios en el mundo. Se requiere, por tanto, capacitar a quienes puedan acompañar espiritual y pastoralmente a otros. 283. Destacamos que la formación de los laicos y laicas debe contribuir, ante todo, a una actuación como discípulos misioneros en el mundo, en la perspectiva del diálogo y de la transformación de la sociedad. Es urgente una formación específica para que puedan tener una incidencia significativa en los diferentes campos, sobre todo en el mundo vasto de la política, de la realidad social y de la economía, como también de la cultura, de las ciencias y de las artes, de la vida internacional, de los medios y de otras realidades abiertas a la evangelización. UNA FORMACION EN LA ESPIRITUALIDAD DE LA ACCION MISIONERA 284. Es necesario formar a los discípulos en una espiritualidad de la acción misionera, que se basa en la docilidad al impulso del Espíritu, a su potencia de vida que moviliza y transfigura todas las dimensiones de la existencia. No es una experiencia que se limita a los espacios privados de la devoción, sino que busca penetrarlo todo con su fuego y su vida. El discípulo y misionero, movido por el impulso y el ardor que proviene del Espíritu, aprende a expresarlo en el trabajo, en el diálogo, en el servicio, en la misión cotidiana. 285. Cuando el impulso del Espíritu impregna y motiva todas las áreas de la existencia, entonces también penetra y configura la vocación específica de cada uno. Así, se forma y desarrolla la espiritualidad propia de presbíteros, de religiosos y religiosas, de padres de familia, de empresarios, de catequistas, etc. Cada una de las vocaciones tiene un modo concreto y distintivo de vivir la espiritualidad, que da profundidad y entusiasmo al ejercicio concreto de sus tareas. Así, la vida en el Espíritu no nos cierra en una intimidad cómoda, sino que nos convierte en personas generosas y creativas, felices en el anuncio y el servicio misionero. Nos vuelve comprometidos con los reclamos de la realidad y capaces de encontrarle un profundo significado a todo lo que nos toca hacer por la Iglesia y por el mundo.

10 ¿COMO APRENDER A SER SOLIDARIOS?  En la actualidad hay manifestaciones todos los días; preocupémonos por investigar cuáles de ellas corresponden a necesidades humanas ciertas y cuáles solamente responden a los intereses de algún político.  Sepamos apoyar las luchas justas con nuestra presencia y nuestra ayuda comprometida.  Escribamos cartas de apoyo a los que actúan bien y enviemos mensajes de consuelo a las personas que sufren alguna desgracia.  Mostremos comprensión y seamos amables con los que atraviesan una situación difícil y penosa.  Compartamos generosamente no sólo nuestros bienes materiales, sino lo que sabemos, lo que somos y ¡nuestro tiempo!  Aprendamos a organizarnos para conseguir lo que necesitamos: seguridad, limpieza, salud, moralidad, espectáculos sanos...  Los pequeños también pueden ser solidarios, interesándose en las grandes causas, guiados por los papás. LA SOLIDARIDAD P. Sergio G. Román PALABRA DIFICIL DE PRONUNCIAR Solidaridad es una palabra muy larga y muy difícil de pronunciar, pero es también una realidad difícil de vivir. Se puso de moda cuando los polacos se sacudieron el yugo del Partido Comunista y de la Unión Soviética gracias al sindicato Solidaridad que logró de forma democrática el triunfo en las elecciones de su patria. Con el triunfo de los polacos se derrumbó también el Muro de Berlín, nefasto símbolo de la dictadura soviética que tanto daño hizo en el siglo XX. Esta lucha por la libertad se llevó a cabo por la solidaridad de los polacos y de las naciones que presionaron para que se respetara su libertad recién conquistada. ¿QUES ES? Alma es mamá de dos hijos sordomudos. Mientras vivió en el Distrito Federal le era fácil llevarlos a la escuela para sordomudos en la Parroquia de San Hipólito, pero se cambió al Estado de México, e ir y venir se convirtió en algo imposible. Con el tiempo fue conociendo a otras familias en su misma situación y entonces se les ocurrió la idea de hacer ellos mismos una escuela para sus hijos. Unidos encontraron remedio a una necesidad común. ¡Eso es la solidaridad! Todos entendemos el concepto de “sólido”, de donde viene nuestra larga palabra que significa hacernos sólidos con los demás, es decir, una sola cosa con ellos porque somos parte de ellos y compartimos las mismas necesidades. DE LA SOLIDARIDAD A LA COMUNION Es comprensible que luchemos juntos cuando tenemos las mismas necesidades, pero no es fácil comprender que alguien que no tiene necesidad se una solidariamente con los necesitados y tome su lucha como propia. Para eso se necesita amor. La solidaridad es por eso una virtud esencialmente cristiana. Jesús es solidario. Hace muchos años vi un cartel en el que un sonriente niño llevaba sobre sus espaldas a otro niño más pequeño. Al pie de la foto se leía: “No pesa, es mi hermano”. Nosotros, los hijos de Dios, deberíamos ver en cada hombre de la tierra a un hermano cuyas penas son nuestras penas porque lo amamos. PARAISO, ESQUINA CON LA GLORIA Hace tiempo promovimos un grupo de reflexión en un asentamiento humano que ocupaba ilegalmente una barranca. Nos reuníamos con la esperanza de conseguir las cosas que nos hacían falta. Juntos, logramos legalizar la vivienda, agua, drenaje, pavimentación, luz, etc. ¡Vivíamos en Paraíso, esquina con la Gloria! y entonces... ¡dejaron de asistir a la reunión! Habían conseguido todo lo material que necesitaban, y ya sólo siguieron asistiendo algunas mujeres y niños, y lo hacían más por amistad que por interés en las reflexiones cristianas que hacíamos. ¿Qué nos falló? Quizás se nos olvidó buscar primero el Reino de Dios y su justicia, y nos convertimos en simples promotores sociales, lo que no estuvo mal, pero no era nuestro papel. La solidaridad va más allá de los bienes materiales es, también, compartir los bienes espirituales de la fe. La solidaridad es una urgencia para todo ser humano y se hace cada vez más exigente en la medida en que crecemos en el aprecio de la dignidad de nuestros hermanos, sin que importe -como decía san Pablo- que sean judíos o griegos, libres o esclavos, porque todos somos iguales a los ojos de Dios.

11 La vida interior es un aspecto fundamental y esencial de la vida cristiana y apostólica. Robustecer el alma, nutriéndola cada día con alimento sano, con la clara conciencia de nuestra vocación cristiana y de nuestra misión. La frivolidad ha sido siempre la corruptora de las almas. La fuente de la verdadera felicidad se encuentra en el interior de cada ser humano, donde Dios se hace paz, alegría, gozo, serenidad para quienes viven en amistad con El, y no en las cosas exteriores. Debemos tener mucha vida interior, mucha vida de unión con Dios, mucha capacidad de interiorización personal, mucho crecimiento en profundidad, porque ahí es donde realmente se es feliz. RAZONES PARA LA VIDA INTERIOR En el trato con las personas, en la actividad apostólica se corre el riesgo de olvidar que sólo Cristo da a las personas el crecimiento interior y que nosotros somos simples jardineros de las almas. Debemos colaborar a vencer el pecado en las almas y encaminarlas hacia el Reino de Cristo. Vivimos en un mundo donde los valores materiales van imponiéndose a los espirituales. ¿QUE NO ES LA VIDA INTERIOR? La pretensión fatua de quererse pasar la vida entera en la Iglesia o pensando en Dios. Encerrarnos en nosotros mismos sin admitir una relación con los demás y hacia sus necesidades. Una vida artificial de contemplación de las cosas espirituales ¿QUE ES LA VIDA INTERIOR? Es muy natural y sencilla, porque es simplemente la unión real, natural, personal y constante con Dios, fundada en la vida de gracia. Es la identificación del corazón y voluntad con la voluntad santísima de Dios, 'hasta tener los mismos sentimientos de Cristo'. Es la actitud de amor filial y confiado que obliga a mantener con Dios una postura de un hijo amante de su Padre. CONSECUENCIAS DE LA VIDA INTERIOR La vida interior permite al ser humano, como fruto de su unión con Dios y de su identificación con su voluntad, vivir en permanente contacto con El a través de todas las cosas y de todos los acontecimientos de la vida. MEDIOS PARA FORMAR EL HABITO DE LA VIDA INTERIOR  Amar la vida de oración. Que nuestra oración esté amasada de fe, humildad, agradecimiento, adoración, confianza, silencio y perseverancia.  Vida sacramental, especialmente la Eucaristía.  Vida de Sagrario.  Docilidad y apertura a las inspiraciones del Espíritu Santo.  Vida teologal.  Espíritu de silencio y reflexión.  Lectura espiritual.  La guarda de los sentidos internos y externos.  Contemplar la magnífica figura e imitar el ejemplo de nuestra Madre, la Santísima Virgen. Autor: Juan Cabrera Catholic.net

12 “…no se puede decir más que con espanto –decía Bernanos - el número de hombres que nacen, viven y mueren sin haber usado ni una sola vez su alma… ¿el infierno no será… descubrir demasiado tarde,… con un alma no utilizada, cuidadosamente dobla en cuatro y estropeada por la falta de uso como ciertas sedas preciosas…?” “¿Es posible -se pregunta angustiado Rilke- que se pueda creer en Dios sin usarlo?” ¿Es posible que la gente viva sin usar sus vidas, sin invertir sus almas, acoquinados ante el dolor e indecisos ante la alegría, como el bañista tímido que nunca va más allá de meter el pie en el agua y sin jamás chapuzarse en ella? Un alma sin desdoblar “Cuando un alma se repliega sobre sí misma –decía san Agustín- llega a tocar sus propias raíces.” Y esas raíces son la fuerza vital del Creador puesta en el ser humano al principio de los tiempos. Sí, es cierto que esa fuente está llena de lodos y hojarasca y sube desde ella a ratos un olor a muerte, pero también es cierto que sigue siendo un “agua viva” en la que “quienes bebe nunca tendrán más sed”. Esa es la razón por la que yo me siento absolutamente incapaz de separa mi amor a Dios de mi amor al mundo, por la que jamás entenderé que se contraponga lo que él unió en su creación. El “hacía arriba” y el “hacía adelante” son para mí –como para Teilhard de Chardin- una misma tarea. No logro creer que podamos “basar el desarrollo sobrenatural en desembarazarnos de lo que es naturalmente atractivo y noble”. Y mse siento terriblemente feliz de tener un solo corazón y amar con él a Dios, a mis amigos, a la música y a la primavera. Extractos del artículo de José Luis Martín Descalzos. Ante aquellos que le “acusan de defender demasiado la alegría”, Descalzos responde que lo que hacer es alejar el “ horrible pecado de vivir con las almas dobladas y muertas”.

13 UN PRESTAMO A LARGO PLAZO Hijo mío, te prestaré por un tiempo a unos padres para que los ames mientras vivan. Podrán ser 10, 20, 30 años o más, hasta que yo los llame nuevamente a mi lado. Pero tengo una pregunta que hacerte ¿ PODRAS CUIDARLOS ? Quiero que aprendas a vivir con ellos, les he buscado un hijo y te elegido a ti. No te ofrezco que se quedarán contigo para siempre, porque solo te los estoy prestando. Ellos te darán ternura y alegría por el solo hecho de tenerte. El día que los llame, no llores ni me odies porque hice que regresen a Mi. Su ausencia física quedará compensada por el amor que te dieron y por los agradables recuerdos que tendrás de ellos. Ten presente que si la separación te entristece, que si el golpe de perderlos hiere tu corazón, tu pena siempre será la mía y así, tu dolor será más llevadero y podrás decir con agradecida humildad... Señor, tu voluntad ! ¡Hágase,

14 GENERAL DEL SANTO PADRE: JUSTICIA EN LAS ELECCIONES DE LOS GOBERNANTES Para que en todas las naciones del mundo las elecciones de los gobernantes se realicen según la justicia, transparencia y honestidad, respetando las decisiones libres de los ciudadanos. MISIONERA DEL SANTO PADRE: UNA CULTURA URBANA DE JUSTICIA, SOLIDADIRDAD Y PAZ Para que los cristianos se comprometan a ofrecer en todas partes, especialmente en los grandes centros urbanos, una contribución válida a la promoción de la cultura, de la justicia, de la solidaridad y de la paz. MISIONERA SALESIANA: LA FAMILIA SALESIANA DE LA REGION INTER AMERICA Para que los miembros de la Familia Salesianos que trabajan en metrópolis de Norte América y América latina sepan acompañar bien a los jóvenes emigrantes y a las familias. Desde tiempos del apóstol Pablo la Iglesia ha lanzado las misiones urbanas. Hoy en la época de la gran emigración mundial estamos llamados a redescubrir estas dinámicas (cfr. Hechos de los Apóstoles - Corinto, Éfeso, Atenas...). En América se aprecia un doble movimiento emigratorio - del Sur hacia Norte, de los campos hacia ciudad. Las primeras generaciones de los emigrantes también encuentran muchos desafíos a nivel religioso, a veces sin los pastores que entienden su lengua y cultura. Para que los miembros de la Familia Salesianos que trabajan en metrópolis de Norte América y América latina sepan acompañar bien a los jóvenes emigrantes

15 scmariaauxiliadora@gmail.com


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