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APROXIMACIONES A LA BIOÉTICA Y TENTATIVA DE UN BALANCE CRITICO

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Presentación del tema: "APROXIMACIONES A LA BIOÉTICA Y TENTATIVA DE UN BALANCE CRITICO"— Transcripción de la presentación:

1 APROXIMACIONES A LA BIOÉTICA Y TENTATIVA DE UN BALANCE CRITICO

2 Aproximaciones a la Bioética
Introducción - Una experiencia personal de la bioética - Una practica Europea y Latina de la Bioética - Una experiencia orgánica de la Bioética - Orígenes de los textos presentados

3 Aproximaciones a la Bioética
Comencemos con una colección de las definiciones de la Bioética Muchas y múltiples son las definiciones propuestas a propósito de la bioética. En el libro de E. Boné "Itinéaires Bioéthiques" encontramos una bella colección de definiciones. Podemos leer en este libro, a través de las afirmaciones de una serie de autores que la bioética puede ser entendida y definida como: "«Estudio interdisciplinario de los problemas suscitados por el progreso biológico y médico, tanto al nivel micro social como al nivel de la sociedad global y de sus repercusiones, hoy y mañana, sobre la sociedad y su sistema de valores» (F. Abel)"... o bien como "«Nueva aproximación, en la perspectiva de toma de decisiones, de los problemas éticos también nuevos, ligados a la utilización creciente de las tecnologías en lo que concierne directamente la vida humana y la salud» (G.Bourgeault)"...

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o bien como "«Ciencia normativa del comportamiento humano aceptable en el dominio de la vida y de la muerte» (P. Deschamps)"... o bien como "«... búsqueda del conjunto de las exigencias, en el sector bio-médico, que aseguren el respeto y la promoción de la vida humana y de la persona: búsqueda de soluciones a los conflictos de valor en el mundo de la intervención bio-médica» (G.Durant)"... o como " ciencia de lo común entre el viviente y la técnica, esta interfaz es considerada prioritariamente desde el punto de vista de los problemas éticos que ellos suscitan, tengan estos lugar en la vida privada y familiar, de la sociedad y de la humanidad» (G.Hottois)..."

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o aún como "«Estudio de las normas que deben regir nuestra acción en el dominio de la intervención técnica del hombre sobre su propia vida» (J.F.Mlaherbe)..." o bien a partir de la idea que «La bioética tiene por objeto las técnicas y las ciencias biomédicas aplicadas al ser humano tanto sobre el plan individual como social. Su objetivo es identificar ... y clarificar los problemas éticos planteados por estas tecno-ciencias, en la perspectiva de una toma de decisión. Los métodos utilizados pasan obligatoriamente por la interdisciplinareidad» (M.H.Parizeau)..." o finalmente como "«Estudio interdisciplinario del conjunto de de condiciones que exige una gestión responsable de la vida humana... en el cuadro de los rápidos y complejos progresos del saber y de las técnicas biomédicas» (D.Roy)“.

6 Aproximaciones a la Bioética
Algunas observaciones después de esta colección ¿Permiten ellas siquiera sospechar la existencia de los múltiples procesos que acompañan la historia de la bioética y que determina algo como su función social? Y si no lo hacen, ¿no corren el riesgo y/o preparan a la bioética para asumir un papel comparable a aquel de un discurso ideológico? ¿No inscriben la bioética en una dinámica de la representación y de la voluntad de potencia?

7 Aproximaciones a la Bioética
Pero, ¿cuál es el sentido y la utilidad de las preguntas anteriores? Esencialmente, preguntarse por qué la bioética no autoriza el procedimiento clásico de toda disciplina lo que es equivalente a una aproximación de la bioética que impida el establecimiento de un corte, un distanciamiento irremediable, entre la región de los fundamentos, expresado de cierta manera por las definiciones y el conjunto de los hechos, prácticas, acciones, instituciones e interpretaciones, que representan la experiencia de la bioética.

8 Aproximaciones a la Bioética
¿Por qué la noción de experiencia nos parece importante? Porque como lo dice J.Ladrière: La verdad del fenómeno se encuentra en el fenómeno, en su aparición y no en cualquiera supuesta profundidad que la definición intentaría representar.

9 Aproximaciones a la Bioética
En lo que sigue propondremos tres definiciones: la primera extremadamente general que se apega íntimamente a la noción de experiencia. La segunda que se relaciona con el trabajo intelectual de la bioética y la tercera que combina la experiencia y una arqueología y fenomenología de la bioética.

10 Aproximaciones a la Bioética
La bioética es una práctica reflexiva relativamente nueva en el mundo contemporáneo, que emerge de manera pionera en los países desarrollados. La bioética «es una práctica reflexiva relativamente nueva» quiere decir: 1) Práctica reflexiva puesto que la reflexión que se trata de desarrollar y construir tiene esencialmente como objetivo de comprender lo que acontece en el plano de la práctica médica y de la biomedicina en su dimensión más amplia. Lo que supone que esta práctica es ya objeto de reflexión o bien precisa de un esfuerzo reflexivo suplementario, porque las evidencias y legitimidades que acompañaban la biomedicina hasta hace poco tiempo no son suficientes..

11 Aproximaciones a la Bioética
Práctica reflexiva también porque lo que se busca es no separar el momento de la reflexión de la práctica misma. La ambición de esta nueva reflexión es de volver sobre la práctica para ayudarla a establecer las correcciones necesarias que le devolverían su legitimidad y coherencia por relación al conjunto de las otras prácticas contemporáneas. 2) Práctica reflexiva en segundo lugar, porque se trata simplemente o esencialmente de una reflexión. La bioética como una nueva práctica reflexiva no tiene la pretensión de convertirse en ciencia. Lo que está en juego en esta reflexión se relaciona con dimensiones constitutivas del ser humano en el presente y en el futuro, de la vida social y comunitaria provocadas y desafiadas por el desarrollo de la biomedicina.

12 Aproximaciones a la Bioética
La nueva práctica reflexiva representada por la bioética no busca, ni puede buscar excluir de la discusión y de la argumentación los sectores involucrados en la creación y desarrollo de muchas de las nuevas iniciativas que plantean problema. Se podría agregar, además, que la nueva práctica reflexiva se nutre ampliamente de la hermenéutica. Entendiendo por esta última, el lugar y el espacio teórico, la casa común, en el cual se desarrolla la reflexión contemporánea, a partir del momento en que esta reflexión abandona, de manera relativa, la desmesurada ambición de construir un discurso ordenado en función de las supuestas categorías del ser, por lo tanto atemporal y valido desde el origen del mundo, hasta el final de éste.

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- 3) Pero, en tercer lugar, también hablamos de nueva práctica reflexiva. No solamente nueva, por el hecho que la bioética se origina hace solamente 25 años. Sino que de manera fundamental, porque los problemas que provocan y necesitan la reflexión, sólo pueden ser acogidos y reflexionados en el respeto irrestricto de la interdisciplinariedad. Los «objetos» de la bioética, es decir, problemáticas tales como el sida u otras, solo pueden ser «resueltas» de manera «eficaz y racional», dicho de otra manera, respondiendo a todas sus exigencias, que si los múltiples aspectos que la constituyen son reflexionados, decorticados, estructurados jerárquicamente y expresados finalmente a través de políticas sociales que evitan las consecuencias más nefastas e integran las sorpresa inevitables. Nueva reflexión entonces porque el sentido que esta en juego y la racionalidad que debe nacer sólo puede desarrollarse a partir de las múltiples «razones» particulares a través de las cuales se descompone y se desarrolla el saber contemporáneo.

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En términos de parámetros o mejor aún, de presupuestos sobre los cuales se asienta la definición anterior, podríamos identificar a tres de ellos: 1) La bioética se asienta en una tentativa de acoger o recepcionar de manera diferente la salud, la enfermedad y la muerte, tanto desde un punto de vista individual y colectivo. Esta nueva recepción es atravesada por el cuestionamiento ético y la pregunta por el sentido. 2) En realidad no sólo está atravesada por la preocupación ética. Existe en ciernes, la búsqueda de una nueva relación social entre la bio-tecno-medicina y los otros aspectos que constituyen el cuerpo social. 3) La bioética bajo la expresión regulación u otra busca cambiar o alterar el cuadro formal de las prácticas.

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Noción de formalización o cuadro formal de las prácticas

16 Aproximaciones a la Bioética
Entonces

17 Aproximaciones a la Bioética
En la perspectiva anterior se desarrollan una serie de instituciones e iniciativas de la bioética. 1. Desarrollo y masificación de los comités de ética, tanto respecto de la investigación como de comités intra hospitalarios. 2. Existencia y desarrollo de comités de ética nacionales y de otras formas de coordinación supranacional. 3. El desarrollo masivo de seminarios, conferencias y coloquios de carácter interdisciplinario. 4. Progresión constante de investigaciones y publicaciones 5. La integración de la bioética en múltiples currículos.

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6 El desarrollo de iniciativas políticas y jurídicas que inciden o se originan directamente de la bioética (muerte cerebral, reglamentaciones de transplantes de órganos, paternidad, y maternidad en el cuadro de las procreaciones asistidas, etc.) 7. La integración de múltiples contenidos de la bioética en instituciones con dinamismo propio: asociaciones de enfermeras, médicos, coordinaciones hospitalarias, etc. 8. La creación de centros o institutos propiamente bioéticos.

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Breve presentación de la temática de la bioética en los últimos decenios del siglo pasado. 1) Límites y legitimidad de los deseos y fantasmas colectivos posibilitados por la institución de salud. Es posible colocar aquí una gran parte de la intervención médica en el dominio de la procreación humana. Una parte de la intervención sobre el patrimonio genético. Una parte de la experimentación en el hombre. Una parte de la manipulación sobre seres y medios vivos no humanos. Una parte de las consecuencias éticas u otras de terapias comportamentales. Una parte de la regulación social del desarrollo biotécnico médico. 2) Búsqueda e identificación de los aspectos iatrogénicos de la institución de salud. Es posible colocar aquí una buena parte de las problemáticas iatrogénicas que se conectan con el triángulo constituido por la institución de salud, el terapeuta y el paciente. Podríamos hacer más explícita esta relación a través de los temas siguientes: la problemática de los derechos de los enfermos, las intervenciones sobre el morir y el envejecer, la manipulación de la personalidad y la experimentación sobre el hombre. Uno de los aspectos más importantes del fenómeno iatrogénico reside en el olvido y la denegación del sufrimiento de enfermos y del personal hospitalario.

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3) Interrogantes que exigen a la vez una reflexión interdisciplinaria y el respeto del pluralismo de la sociedad. Una serie de problemáticas de la bioética podrían ser clasificadas en este rubro. Entre estas, tres reflexiones y problemáticas se distinguen. La reflexión a propósito de los problemas éticos de la salud pública; el lugar de la salud en la vida social y por lo tanto el problema de la locación de fuentes raras; y finalmente la reflexión sobre la significación y las consecuencias del discurso social enfrentados al desarrollo del progreso técnico científico. Los resultados de estas reflexiones solo pueden tener como destino la sociedad y su deliberación a propósito de problemas que le afectan de manera sustancial. 4) Evaluación necesaria, en una perspectiva ética (derechos de los enfermos, respeto de la persona etc.) de las terapias que provocan problemas. Se pueden colocar aquí una gran variedad de problemáticas. Esta clasificación recubre la lista de discusiones que se producen al interior de los distintos comités de ética. Lo que está en juego en estas discusiones es la elaboración y la proposición a los individuos, instituciones y la sociedad, de juicios y formas de argumentación. 5) Interrogantes respecto de los fundamentos y la significación de la práctica de la bioética. Esta clasificación incluye todas las discusiones que permiten una verdadera comprensión de la práctica y más particularmente del desarrollo de la pertinencia de la bioética. Lo que se juega en esta clasificación es la posibilidad que los sectores de la bioética sean capaces o no de un auto comprensión del proceso en el cual están comprometidos.

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El Campo interdisciplinario de la Bioética La bioética como campo interdisciplinario El campo interdisciplinario como consecuencia de una dinámica anónima y colectiva. La interdisciplinariedad como práctica y consecuencia de la problemática de la bioética.

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En realidad lo que ocurre es que los resultados y los productos de estas prácticas se escapan de las manos de aquellos mismos que las producen. La única manera de hacerse cargo de tales problemas es antes que nada, aceptar sus ramificaciones múltiples y sus respectivas complejidades; y esto tanto a nivel social como cultural e individual. Hay por lo tanto una problemática interdisciplinaria en bioética porque las prácticas hacen surgir problemas múltiples y complejos o porque simplemente, el hecho viejo como la tierra, de enfermarse, sufrir, curarse, cuidarse, sanarse, morirse, se ha vuelto extraño al hombre y éste precisa por lo tanto encontrar un sentido. La interdisciplinariedad quiere decir también que la inteligencia de los problemas pasa por la complejidad; la interdisciplinariedad es la aceptación implícita que es imposible reducir el juicio y la comprensión a una sola variable del problema considerado.

23 Aproximaciones a la Bioética
Sin embargo, la aceptación de la interdisciplinaridad no se reduce solamente a la escucha del mejor especialista sobre el tema. En el caso de la bioética la interdisciplinariedad va más lejos porque considera incluso como central el traslado de los interlocutores de un lugar a otro de los aspectos múltiples que materializan la interdisciplinariedad.

24 Aproximaciones a la Bioética
La práctica de la interdisciplinariedad, la mutua comprensión exigida a los sectores que componen el campo, la búsqueda permanente de una mejor comunicación de los argumentos desarrollados, va a permitir finalmente el nacimiento de una pertinencia propia del campo interdisciplinario de la bioética. La noción de pertinencia en bioética tiene para nosotros, a lo menos, un doble sentido.

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Es en efecto, gracias a la noción de pertinencia que se expresan, en primer lugar, los límites y la autonomía del campo interdisciplinario de la bioética. Ella procura en segundo lugar las condiciones para una evaluación crítica del trabajo de la bioética. Ella permite finalmente que la bioética descubra de una manera cada vez más precisa las grandes alternativas que definen su propia acción. Gracias a esta última determinación podemos entender también que el destino de los discursos de la bioética, puedan ir mas allá que la pura y simple aplicación mecánica y aparentemente inmediata de sus objetivos, traducidos correctamente o bien de manera interesada por las instituciones y los distintos poderes involucrados..

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Conviene citar una ultima consecuencia de la interdisciplinariedad, a partir de la relación entre ésta y la razón práctica..

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Al respecto diremos que la racionalidad de la razón práctica se caracteriza por la capacidad de dar lugar a una especie de juicio que buscar decir una palabra sensata a pesar de las múltiples variables y contradicciones de la vida concreta de los individuos y de las sociedades. Su campo de acción no es lo eterno, y lo ya absolutamente acaecido, sino más bien lo actual, es decir el presente y el futuro. A través de este juicio, la razón práctica busca sin embargo dar una respuesta clara a la orientación y a las finalidades de las prácticas que materializan la sociedad considerada. Gracias a esta manera de proceder, la razón práctica juega un papel central y estratégico con relación a la razón sin otra calificación y a las instituciones centrales de la sociedad como la política u otras instituciones que tienen la tarea de funcionar como mediaciones de los grandes principios e ideas. La bioética se parece por su reflexión y su práctica a la razón práctica; ella es sobre todo una figura de la razón práctica en una época donde la racionalidad está profundamente fragmentada. En este aspecto la bioética puede ser también entendida como una tentativa de hacer progresar la racionalidad en el sentido más amplio del término.

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Segunda Definición La bioética como interdisciplinariedad, como tentativa de instaurar nuevas formas de regulación, de cambiar el cuadro formal de las prácticas puede ser entendida como una nueva ocasión y una nueva capacidad en el corazón de la sociedad de otras interpretaciones, otros compromisos y otros juicios. Esto evidentemente en la perspectiva de la experiencia de la bioética.

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La noción de interpretación La noción de interpretación tiene una dimensión interdisciplinaria puesto que "permite de colocar en evidencia los aspectos comunes a los discursos que acompañan la práctica científica, la actitud filosófica y la experiencia de la fe.

30 Aproximaciones a la Bioética
La necesidad de la interpretación nace "de la falta de adecuación entre el mundo indicado por el sentido aparentemente explicito y el mundo indicado por el contexto. Consiste (la interpretación) en saturar el sentido, es decir descubrir las prescripciones semánticas detalladas que permitirán de relacionar el discurso estudiado con el mundo esperado" Saturar, en la perspectiva analítica es elaborar una interpretación, una semántica, que permite conectar los diferentes elementos dispersos. Si bien lo que es buscado por la interpretación es la saturación del sentido puede hablarse, posterior a esta saturación, de una revitalización del sentido. En realidad cuando la necesidad de la interpretación se pone a la orden del día aparecen nuevas posibilidades de interpretación y nuevas figuras del sentido que van a chocar y socavar las múltiples formalizaciones precedentes.

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La bioética y la noción de interpretación El campo de aplicación de la noción de interpretación en bioética, al nivel de la más grande formalidad posible, es omnipresente. La interpretación en bioética sería manifiestamente más fácil si ésta pudiera vanagloriarse de una fundación similar a aquellas de las ciencias llamadas positivas o, a un determinado patrón de comparación, lo que le permitiría establecer para cada situación particular una verdadera evaluación e identificación de los efectos llamados negativos y positivos.

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La bioética y la noción de compromiso. La noción de compromiso tiene según Jean Ladrière, una pluralidad de sentidos. Para abordar dicha pluralidad sería interesante "introducir una distinción fundamental entre conducta y acto. Es evidente que la distinción entre conducta y acto de compromiso busca determinar la conducta como teniendo una significación menos decisiva que el acto. El «compromiso-acto» al contrario es una decisión por la cual, de una manera total o parcial, el individuo compromete su porvenir y en cierta medida el porvenir de los otros.

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Bioética y compromiso Hablaremos brevemente de dos tipos de compromiso que la bioética encuentra, ya sea en los medios «sociales» u otros en los cuales ella debe desplegarse o bien en aquellos que ella contribuye a crear de manera decisiva. La bioética después de su nacimiento encuentra y constata el compromiso profesional, en particular el de las personas comprometidas en el acto de salud.

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Pero también es necesario distinguir otro tipo de compromiso que la bioética hace visible y que hemos designado con la expresión «ética de la resistencia». Esta es el resultado de un doble movimiento. Por un lado, como comprensión de la distancia que separa mi compromiso con el sufrimiento individual o de vivir al interior de un determinado contexto. Y, luego, como constatación que el sistema de salud, como institución de salud en el sentido más amplio del término, no produce solamente un tipo de bien que satisface nuestras exigencias de justicia social. Nos damos cuenta que este sistema busca determinar nuestro cuerpo, nuestra subjetividad, es decir, el estatuto que nos determina como cuerpos sufrientes y capaces de deseo.

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La noción de juicio. Bioética y juicio Es una banalidad afirmar que el juicio es necesario y en los hechos constantemente presente en la práctica de la bioética. Es evidente que los comités de ética, las células de ayuda a la decisión médica, la ética médica ella misma y aún otras formalizaciones posibles de la bioética buscan producir constantemente "apreciaciones... sobre el valor de las personas o de las cosas, sobre la verdad de una afirmación.

36 Aproximaciones a la Bioética
A menudo se hace de la bioética un lugar donde se juegan esencialmente problemáticas institucionales y de poder. Lo que nos interesa en particular, se expresa a través de dos preguntas: ¿qué tipo de juicio, que tenga cuenta de las múltiples relaciones que el juicio mantiene con otros tipos de realidades, es necesario y exigido por la bioética? Para tratar enseguida de medirse con las consecuencias de la respuesta a la primera interrogación, a saber: ¿cuáles son las consecuencias discursivas y los prolongamientos especulativos que la respuesta sobre la especificidad del juicio bioético, induce y provoca?

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¿Qué tipo de juicio para la bioética? Juicio y Prudencia Nuestra primera cuestión se divide normalmente en tres interrogaciones suplementarias: la primera tiene que ver con el tipo y el estatuto del juicio buscado, la segunda de corte más especulativo, se interroga sobre las referencias inscritas en la tradición filosófica permitiéndonos de identificar el juicio buscado y, la tercera se refiere a las cuestiones estrategias y tácticas permitiendo de identificar las ocasiones de enunciación y de compromiso por relación al juicio bioético.

38 Aproximaciones a la Bioética
Es evidente que estas tres preguntas se inscriben instantáneamente al interior de los cuatro tipos de relaciones que conectaban el juicio con otras operaciones del espíritu y por lo tanto en la perspectiva de la interpretación y del compromiso abordado anteriormente. Es claro también que estas tres preguntas no pueden hacer abstracción de los contextos institucionales al interior de los cuales se inscribe.

39 Aproximaciones a la Bioética
La búsqueda de respuesta a la primera cuestión se expresa a través de una operación intelectual relativamente simple. Se trata de saber en abstracto e independientemente de toda consideración particular y concreta, la forma y el tipo de juicio exigido por la bioética. El juicio requerido, para decirlo de manera breve y condensada, es un tipo de operación intelectual que se parece a aquello que la tradición ha llamado «sabiduría práctica». Se trata, en el cuadro de situaciones particulares (que pueden tener dimensiones y componentes múltiples) de ser capaces de poner en la balanza, lo positivo o lo negativo, para tomar decisiones que tienen por objetivo problemas específicos.

40 Aproximaciones a la Bioética
Conviene subrayar algo que es evidente, esto es, que la decisión adoptada, independientemente de su contenido y de su pertinencia, va irremediablemente inscribirse en el curso de las cosas. En todo caso, va a contribuir, a la puesta en juego de la noción de interpretación y compromiso, tal como la hemos evocado en las páginas anteriores. Prolongamos enseguida la operación intelectual presupuesta por el juicio para determinar, con la ayuda de la noción de «horizonte», la cuestión del estatuto del juicio bioético. Podemos afirmar así, de manera completamente general y casi tautológica, que el objetivo de la bioética es de ayudar a producir, cada vez que la necesidad se hace sentir, juicios bioéticos. O aún, podemos afirmar, que el horizonte de una parte considerable del camino presupuesto por la bioética es justamente de dar lugar a estos tipos de juicio.

41 Aproximaciones a la Bioética
Si colocamos lo dicho anteriormente en un contexto no general ni abstracto, es decir, en la perspectiva de situaciones especificas, de individuos dependiendo, de una manera u otra de un determinado juicio, comenzamos a relacionarnos con nuestra segunda pregunta, a saber, aquella que tiene que ver con las referencias existentes en la tradición, permitiéndonos de pensar e identificar el juicio exigido por la bioética. Es en este momento de nuestra encuesta que hablamos del juicio «prudencial», para subrayar nuestro compromiso con una cierta tradición de pensamiento.

42 Aproximaciones a la Bioética
Aristóteles y el juicio prudencial Pero más allá de P. Ricoeur nosotros nos encontrado con la temática de la prudencia en Aristóteles a través del libro e Pierre Aubenque: «La prudence chez Aristote». Aubenque señala que en Aristóteles La prudencia aparece a la vez como "disposición práctica acompañada de reglas verdaderas concerniente lo que es bueno o malo para el hombre"; o "en un sentido a la vez intelectual, afectivo o moral (como) el pensamiento sano, el discernimiento correcto de lo conveniente, la deliberación derecha culminando en la palabra o la acción oportuna"[2]; o como saber que sabe que solo puede coincidir "con la moralidad a condición de limitar sus pretensiones, o lo que es lo mismo, de reconocer sus limites"; o como expresión del "hombre de juicio, que es solo otro nombre del hombre de la prudencia (el cual) no se descarga y no se sostiene de un Saber transcendental, para juzgar, es decir comprender"[3].

43 Aproximaciones a la Bioética
Aubenque aborda la prudencia a través de tres etapas sucesivas: La fenomenología del hombre prudente, la cosmología de la prudencia y, la antropología de la prudencia.

44 Balance critico Algunos años después:
No es posible seguir hablando de la bioética si lo que se dice sobre ella no se inscribe en la perspectiva de un balance o de un análisis crítico de su propia experiencia. Sin hacerse cargo de lo que le ha acaecido a la bioética en su devenir mundo; en la forma como ella se ha integrado al cuerpo social, como se ha acoplado o no con las practicas y los actores que son objeto de su preocupación y como se ha construido o transformado/deformado a si misma, a través de sus propuestas reflexivas y orgánicas.

45 Balance critico Es a través de la reflexión crítica de su experiencia, siguiendo atentamente la impronta de su irrupción que se despliega su comprensión, que se entienden los desafíos que la legitimaron y, más importante aún, que se identifican los desafíos actuales que puedan sostener su permanencia en el tiempo. De cierta manera, ha llegado el momento de examinar la coherencia de muchas de las definiciones y propuestas hechas, en función y gracias a la experiencia acumulada. Pero, en segundo lugar, a pesar de una serie de observaciones críticas, en el sentido de observaciones negativas, el que escribe estas líneas considera aún la bioética como válida en la medida en que da cuenta de una serie de fenómenos socio-culturales de gran importancia.

46 Balance critico Por ello, en tercer lugar, el balance en que me inscribo busca concluir con el breve enunciado de una serie de desafíos reflexivos y prácticos cuyo objetivo es, al mismo tiempo, acercar el accionar de la bioética con aquello que legitima su irrupción en el cuerpo social y, por ello, contribuir a prolongarla en el tiempo, evitando que ella se convierta en una moda olvidada o un tipo de consumo obsoleto. Es evidente que a través de la noción de balance nos encontraremos con la discusión o la querella de las definiciones sobre la bioética. Definiciones que, a menudo, se enuncian como especies de axiomas, como si la bioética pudiera presumir de representar una férrea y segura disciplina. Estas definiciones, evidentemente, pueden ser, según el punto de vista que se adopte, más o menos coherentes y adecuadas, pero sin poder acceder a la relación que la bioética mantiene con el mundo de las prácticas (biomédicas y otras) y con el cuerpo social en el que ella se inscribe - lo que es parte de su experiencia -, no podemos aún decidir cuanta inocencia, fantasma o delirio se desliza y se parapeta en estas definiciones.

47 Balance critico La querella de las definiciones supone una serie de trampas reflexivas. Puesto que situándose desde un comienzo en la perspectiva de un posicionamiento crítico respecto de las múltiples definiciones, se podría suponer con mucha facilidad que existe una mejor definición y, que él que escribe estas líneas podría poseerla, simplemente por medio de un mejor discurso intelectual. Como si el problema de la bioética, es decir, su pertinencia y su inscripción en el cuerpo social, se limitara a su definición..

48 Balance critico Un sobrevuelo sobre la bioética, tal como ella se manifiesta socialmente Si a través de un sobrevuelo, relativamente banal, observamos la experiencia de la bioética, podemos fácilmente asociarla a una serie de iniciativas, acciones, intervenciones y reflexiones que dan cuenta de su presencia o de su instauración en nuestras sociedades, tales como: Comités de ética, tanto hospitalarios como de ética de la investigación; Centros de Estudios o Institutos; Cursos, tanto a nivel universitario como medio y, sobre todo, de tiempo en tiempo, discusiones públicas que ocupan los medios de comunicación, respecto de temáticas que se relacionan con la bioética y en los cuales participan tanto especialistas como corrientes espirituales y políticas.

49 Balance critico En general, antes de ir más lejos, es constatable que estas iniciativas son raramente evaluadas a través de preguntas tan simples como: ¿Qué ha cambiado realmente después de su instauración? O, ¿cómo los actores directamente involucrados o desafiados por estas iniciativas han integrado o transformado positivamente las exigencias publicitadas por las diversas instituciones nombradas anteriormente? Pero, también, a través de este sobrevuelo, podemos asociar, al mismo tiempo, la bioética a un cierto tipo de reflexión, que por <<el estilo o por la manera de abordar o de apropiarse de determinados objetos o temáticas>>, puede ser calificada de bioética. Esta reflexión, por otra parte, independientemente del locutor o de la inserción profesional de aquel que la enuncia, termina por justificar y legitimar la mayor parte de las iniciativas y acciones del párrafo anterior.

50 Balance critico Por <<objeto bioético>> - conviene precisar la expresión - es necesario comprender la conversión de una innovación tecnocientífica, biomédica y/o terapéutica, en un problema a carácter social, cultural y ético. Innovación, que gracias a esta práctica reflexiva, se inscribe al interior de otra cartografía, diferente, en todo caso, a las exigencias que se desprendían de su lugar de nacimiento. Se explicitan entonces, otros aspectos, generándose inéditas conexiones con otras temáticas; conexiones insospechadas en el comienzo de la innovación e incluso, al comienzo de una determinada preocupación reflexiva.

51 Balance critico Esta reflexión, en segundo lugar, puede inscribirse directamente en una dimensión normativa o sea, como búsqueda, respecto de ciertas prácticas o acciones emprendidas, de justificaciones, de limitaciones o de establecimiento de normas o reglas, que pueden prolongarse o no en una perspectiva jurídica; lo que, por ejemplo, ha acaecido en innumerables ocasiones, a propósito de los trasplantes de órganos o de la reproducción asistida, entre otros. También, en tercer lugar, como reflexión a propósito de prácticas instituidas, sean estos sistemas de salud, prácticas clínicas o de investigación. Reflexión que coloca la bioética en relación con los actores sociales que se inscriben en dichas prácticas. Reflexiones que pueden entonces, contribuir al fortalecimiento y legitimación de ciertos movimientos sociales emergentes. También, éstas pueden emigrar desde el ámbito restringido de la bioética hacia la política y desembocar en recomendaciones, en limitaciones y controles, por intermedio de diversas comisiones o legislaciones.

52 Balance critico Las reflexiones a propósito de ciertas prácticas institucionales se desarrollan como elucidación crítica de su accionar, en la perspectiva de la justicia y la igualdad, es decir de la ética. Ciertos bioéticos (en particular Callahan) incluyen en esta elucidación crítica la discusión sobre la exigencia de lo que sería una medicina “sustentable”. Y, finalmente, lo que es evidente, como reflexiones que legitiman, social, cultural y políticamente el interés y la importancia de la bioética. Es en esta dimensión donde es posible constatar una inflación inaudita de los discursos bioéticos, lo que da cuenta de una gran creatividad reflexiva, aunque, la constatación se impone, una buena parte de ellas están generalmente desconectadas con las prácticas sociales a las cuales se refieren y más aún, con los actores que cultivan estas prácticas.

53 Balance critico Dos términos: regulación y evaluación
En la perspectiva del sobrevuelo anterior es posible identificar/explicitar dos expresiones: evaluación y regulación. Ambas expresiones atraviesan las reflexiones y las acciones del párrafo anterior y delimitan/determinan la función social de la bioética. Representan una parte considerable de sus objetivos y dan cuenta de su vocación práctica e institucional, es decir, influir y reorientar, si es posible, un cierto número de prácticas existentes. De manera más precisa, pero ya en la en la perspectiva de la experiencia de la bioética en la cual me inscribo, tendería a referirme a estas dos expresiones como conformando un trilogía dinámica, lo que daría: evaluación-regulación-evaluación.

54 Balance critico De entrada afirmaré, a propósito de la relación entre evaluación y regulación o de los procesos implicados por ambos términos que es constatable una cierta tensión y/o conflictos que tienen, para mí, una gran importancia reflexiva. Esta tensión, además, puede estar en el origen de una parte de la criticada inflación de los discursos bioéticos, a los que nos referíamos brevemente más arriba. En cualquier diccionario que uno consulte sobre la palabra regulación siempre es posible encontrar uno o dos sentidos completamente apropiados al tema del cual se ocupa la bioética, y, en particular, la ética de la investigación.

55 Balance critico Uno de estos sentidos creo que conviene perfectamente: “Ajustar el funcionamiento de un sistema a determinados fines”. Otro sentido sería aquel de “determinar las reglas o normas a que debe ajustarse alguien o algo”. En realidad, existe en la noción de regulación de la biomedicina en un sentido amplio y de la tecnociencia, en particular - en el trabajo que intentan desarrollar las “instituciones” de la bioética -, la idea/imperativo de volver coherente o mantener al interior de ciertos límites estos sistemas, ampliamente autónomos, dirigidos y orientados por una lógica propia. De manera que puedan coexistir o evitar perturbaciones graves con otros sistemas, tales como lo social, lo político y lo cultural, que poseen, evidentemente, una lógica, una temporalidad y un dinamismo diferente.

56 Balance critico La noción de evaluación, en cambio, nos parece más compleja. Sobre todo, si buscamos entenderla como diferente de la noción de regulación; y, más aún, si consideramos que su estatuto y su manera de operar en el contexto de la bioética determinará ampliamente el campo de acción de la regulación. De la noción de evaluación el diccionario nos dice, esencialmente, que a través de ella se trata de “estimar, apreciar, calcular el valor de algo”, lo que vuelve dicha expresión solidaria de la regulación, aunque previa e introductoria de su estatuto y su espacio de aplicación. Es evidente que la pareja evaluación-regulación, en la perspectiva de una bioética que se inscribirá en el cuerpo social, más allá de los discursos y representaciones hegemónicas de este cuerpo, debiera estar en una sinergia constante.

57 Balance critico En este primer y simple contacto con la evaluación-regulación nos encontramos ya instalados en la polémica y el disenso. En particular, respecto de un tipo de evaluación de carácter jurídico y casuístico que ignora y deja al margen de su trabajo reflexivo las determinaciones antropológicas, sociales y culturales, que dan sustento a las prácticas que se busca regular. Es constatable una cierta tensión de los procesos implicados por los términos evaluación-regulación, ésta se explicaría, a lo menos, por dos razones.

58 Balance critico Las exigencias que se desprenden de los términos anteriores. Como lo decíamos al comienzo del parágrafo anterior, la regulación y la evaluación concentran de manera mayoritaria la función social de la bioética. La determinación y el contenido de ambos términos atraviesan y cruzan las múltiples reflexiones y propuestas de la bioética. Pero, ¿de qué determinación se trata? De la capacidad de la ética y la bioética de: producir, proponer, explicitar referentes o referencias. De manera más precisa, de proponer juicios, patrones de comparación, criterios de interpretación capaces de identificar claramente, respecto del dinámico proceso representado por la biotecnomedicina, la significación y las consecuencias de sus contenidos, los que obviamente sobrepasan ampliamente su restringida esfera de aplicación; identificar, además, su inaudita capacidad de devenir mundo, de transformarlo, induciendo y profundizando nuevas formas de hegemonía inaceptable, las que tienden inevitablemente a desestabilizar otros sistemas constituyentes del cuerpo social.

59 Balance critico La expresión límite o limitaciones acompañan la evaluación-regulación: límites que han sido sobrepasados, límites que es necesario mantener. Estos límites se enuncian de múltiples maneras en la literatura bioética: limites y limitaciones en cuanto a los sujetos de experimentación, limites en cuanto a los cuidados a procurar a los enfermos terminales, preocupación y elaboración de normas respecto de la maternidad y de la paternidad cuestionadas y desestabilizadas por la reproducción asistida, entre otros. La pregunta que se impone y, que por el momento dejaremos abierta, es: ¿Se trata sólo de límite o limitaciones y/o también de nuevas relaciones o nuevos nexos sociales entre productores de innovaciones y usuarios o ciudadanos en general?

60 Balance critico El desafío, la angustia y la desesperación de la fundación Sin embargo, el consenso para instaurar el espacio representado por la ética y la bioética, como fuente y origen de referentes para la evaluación-regulación, no ha sido total. Es evidente, que este consenso es posibilitado y pierde conflictualidad en la medida en que muchos bioéticos definen la bioética como el “simple estudio” entre lo que es permitido o no respecto de ciertas innovaciones biomédicas. Pero, incluso así, este consenso, en una visión limitada de la ética, no ha sido completamente mayoritario. Aquellos que objetaron dicho consenso plantearon esencialmente dos tipos de argumentos. En primer lugar, explicitaron el temor que este tipo de consenso generara referentes que terminaran por legitimar procesos de auto-regulación, por parte de los distintos profesionales implicados en el desarrollo de la biotecnomedicina.

61 Balance critico Lo paradójico de estos cuatro principios es que ellos fueron enunciados en el contexto de la ética de la investigación y que parecen funcionar más adecuadamente como referentes éticos, en el ámbito de la ética clínica. O digamos, más precisamente, en el ámbito de las investigaciones clínicas y, por feliz extensión, en la resolución de casos clínicos, donde la incertidumbre se convierte en un desafío para adoptar la mejor decisión. Pero, estos mismos cuatro principios, son poco interesantes e incluso pueden ser mistificadores en el caso de la regulación de investigaciones sobre nuevos fármacos o respecto del accionar de la industria farmacéutica, donde otros aspectos adquieren una mayor relevancia.

62 Balance critico Aunque sería necesario entenderse sobre lo que unos y otros denominan la ética clínica, puesto que no sabemos generalmente si estamos hablando de lo mismo. A pesar que no pretendo abordar el tema de la ética clínica, quisiera agregar que personalmente me inspiro de los trabajos de Bruno Cadoré al respecto, el que estructura la ética clínica alrededor de una serie de ejes centrales. Tales como: 1) la narratividad, a través de la cual se buscara “colocar en situación la exigencia de libertad de las personas, pasando de una actividad clínica sobre el ser humano tomado como objeto a una clínica donde el ser humano está convidado a participar como sujeto”. Es constatable que la ética clínica gracias a la exigencia de la narratividad se verá “rápidamente enfrentada con la necesidad de cuestionar, las lógicas que, con anterioridad a la situación precisa, juegan un papel central en su creación: lógicas técnicas y científicas, administrativas, de los medios de comunicación, socioeconómicas, políticas”.

63 Balance critico 2) El camino ético general en medicina, que concentrado en la elucidación y la resolución del caso singular, deberá, inevitablemente, situarlo y reflexionarlo en la perspectiva de lo general, de lo universal. Puesto que lo que es válido para uno es también válido para todos. 3) La prioridad de la persona tratada, lo que supone la preocupación por “el respeto y la promoción de la persona en su identidad, en su historia, en su autonomía y su salud, pero también en la fragilidad de su existencia. Sabemos, por ejemplo, que las transformaciones contemporáneas del estatuto de la relación al cuerpo se encuentran al origen de nuevos desafíos para la práctica de la medicina, que aparecen como riesgos potenciales para el respeto de la dignidad de la persona… Pero… se trata, de comprometerse con él/ella en una acción común, cuya exigencia es que el enfermo debe constituir de manera irrefutable el punto de partida prioritario”. 4) La ética clínica como reveladora de la función médica, lo que implica examinar en la perspectiva de ésta la normatividad de la acción médica.

64 Balance critico En el contexto de la ética clínica anteriormente bosquejada, los cuatro principios pueden ser una buena puerta de entrada. Pero, ellos son rápidamente sobrepasados por un conjunto de otras realidades o discursos que, a estos cuatro principios le confieren solamente un estatuto de “punto de partida”. Sin olvidar, que ellos son olvidados o puesto entre paréntesis cuando se tocan temáticas relacionadas con el aborto u otras, sensibles para muchos grupos religiosos. Además, en muchos casos - es en particular una parte de mi experiencia como docente -, estos cuatro principios, en su expresión abreviada o vulgarizadora, son un obstáculo para el desarrollo de lo que denomino la ética clínica.

65 Balance critico La ambigüedad y los claros-oscuros de la regulación
Comencemos afirmando que la autorización a la FDA, el 25 de junio de 1938, para examinar la toxicidad y la composición de nuevos medicamentos, el código de Nuremberg y la declaración de Helsinki constituyen, en primera instancia, acontecimientos que determinan el horizonte a partir del cual es posible evaluar la función social de la bioética. Pero, estos tres acontecimientos, por otro lado, se relacionan con otros procesos, lo que autoriza también la interrogación sobre si este “horizonte” constituye o no una adecuada respuesta a estos otros procesos. Lo que es equivalente a postular que en la evaluación de la regulación propuesta-generada-proclamada por muchas definiciones de la bioética debe también intervenir el referente representado por la ética. Este “referente” (expresión ambigua) interviene en la evaluación, más allá o más acá de los distintos desarrollos contemporáneos en torno a su fundación.

66 Balance critico La ética interviene como explicitación de las opciones-alternativas que debe asumir la acción humana para enfrentar los desafíos que plantea la existencia social e individual; como protección y promoción de la libertad y la autonomía de los individuos y sujetos; como reconocimiento y preservación del cuerpo y la corporalidad, fuente de sensibilidad, afecto y, sobre todo, espacio de determinación y discriminación del reconocimiento por parte del cuerpo-yo-individuo, de la injusticia vehiculado por el ámbito social y cultural en el cual se inscribe; como justicia-igualdad social y representación-figuración del régimen social en el cual la ética tiene una palabra válida; y, entre muchos otros, como aceptación de las exigencias que se desprenden de un concepto como la eco-ética. En suma, interviene como un referente critico que alimenta y dinamiza la interpretación del mundo que nos rodea y, por lo tanto, también, como criterio de evaluación de la regulación.

67 Balance critico En el libro “Pour une bioéthique clinique” hay una serie de afirmaciones sobre la regulación o sobre el encuentro de la bioética con las prácticas biomédicas, interrogadas desde una perspectiva crítica. Dicho encuentro, según este libro, se desarrolla en la perspectiva de una cierta ambigüedad. Tres aspectos, a lo menos, son los signos o los registros donde se da cuenta de esta ambigüedad. 1. Es evidente que la reflexión crítica de la medicina se legitima cada vez más en la medida en que ésta reafirma su capacidad de control y de poder sobre la existencia humana. Sin embargo, la experiencia de la bioética autoriza la siguiente pregunta: ¿La medicina, frente a la existencia de esta reflexión crítica busca y acepta una regulación que sea exterior a su desarrollo intrínseco o tiene simplemente necesidad de una legitimación a posteriori de los resultados que se desprenden de su propia lógica de funcionamiento? Dos aspectos son destacables.

68 Balance critico a. Es constatable, que el desarrollo del conocimiento biomédico y de las investigaciones a que éste obliga, sigue profundizando y orientándose en la perspectiva de una lógica que impone al cuerpo humano una metodología objetivista y reduccionista. Metodología que “funciona”, en ciertos casos, afortunadamente, en la confrontación y resolución de la enfermedad, pero que, sobre todo, “funciona” como fuente infinita de manipulación, respecto de la manera como la gente comprende o incomprende su propio cuerpo e instaura su necesaria negociación con las carencias psíquicas propias a cada vida humana. Una lógica que continúa reforzando la separación entre psiquis, cuerpo y entorno social, considerando esencialmente al cuerpo como una maquina, compuesta por sistemas separados, que permiten, por otro lado, la “invención” constante de enfermedades. Piénsese, por ejemplo, a la fármacologización de la vida.

69 Balance critico b. El mismo libro ya nombrado, se refiere también a la existencia de múltiples seminarios de análisis, por ejemplo, de la medicina predictiva, en los cuales se identifican sus efectos o consecuencias perversas. Pero, es constatable que en estos mismos seminarios, sería casi un insulto o una grosería inaceptable preguntarse seriamente, si en función de estos efectos perversos, debiera aceptarse esta forma de medicina y procurarle los recursos sociales necesarios para su materialización. Lo que enseña la experiencia es que, independientemente de las diferentes objeciones, ésta terminara por desarrollarse. En el mismo sentido anterior, existe el consentimiento informado, exigencia universalmente reconocida, al menos desde fines del siglo XIX y claramente sancionada por el Código de Núremberg, tanto a propósito de protocolos de investigación como en la vida hospitalaria. En lo que atañe la investigación, a nivel mundial, esta exigencia no aparece como evidente y tampoco es evidente en las instituciones hospitalarias. .

70 Balance critico Pero la evaluación, justamente puede ser calificada de ambigua, puesto que hay procesos en las cuales el accionar de la bioética ha tenido consecuencias claramente positivas. Consecuencias, que pueden ser, además, calificadas de creativas. Es el caso, por ejemplo, del encarnizamiento terapéutico y la muerte distanasica. Aunque, respecto de este tema y otros que no hemos evocado, se impone una pregunta capital: ¿fue la bioética el factor fundamental y decisivo en la “humanización” de la muerte o ésta es la consecuencia de un proceso socio-cultural, de reivindicaciones sociales respecto del accionar de las instituciones de salud?

71 Balance critico En todo caso, si conectamos la ética de la investigación con el desarrollo del complejo biomédico-industrial y, en particular, con las farmacéuticas, es fácil constatar que esta regulación no ha sido un obstáculo para el desarrollo constante y dinámico de estas empresas. Como lo señala Pignarre, luego que estas empresas superaron la desconfianza inicial frente a las reglamentaciones impuestas por la FDA y otras referencias internacionales, apareció con claridad que ellas confirieron a las farmacéuticas la posibilidad de continuar inundando el mercado de productos inocuos y, en ciertos casos, cuando se trataba de verdaderas innovaciones, de productos con efectos secundarios graves.

72 Balance critico 3. Es constitutivo de un breve balance de la bioética, la manera como ésta se ha formalizado o ha intentado construirse como un espacio de acción y discusión, Dos aspectos de esta auto-institución llaman poderosamente la atención, los que se relacionan directamente con las dos alternativas evocadas más arriba. a.- Es evidente que la experiencia de la bioética se ha desarrollado a través de un doble corte o distanciamiento: por un lado, respecto de la producción anterior o contemporánea a la irrupción de la bioética y, por otro lado, respecto de las nuevas dimensiones políticas planteadas por la emergencia de la bioética.

73 Balance critico En términos generales, es posible señalar, que una serie de contenidos fundamentales para los temas que nos convocan, fueron producidos antes de la bioética o al margen de su desarrollo. Contenidos que concurren a la irrupción de la bioética, confiriéndole una legitimidad histórica, tales como: el análisis sobre la significación ética y política de la tecnociencia; los postulados sobre el biopoder y la biopolítica; el carácter y la amplitud de la crisis ambiental y la pertinencia de la ecología bajo todas sus formas; la critica de la noción de representatividad política y, por tanto, la legitimidad de movimientos sociales y de asociaciones de ciudadanos para participar en decisiones institucionales y burocráticas; el develamiento ideológico de la noción de progreso; los derechos sexuales y reproductivos en el camino abierto por el feminismo; la conceptualización sobre la medicina industrial y el complejo biomédico-industrial; el desarrollo dinámico y permanente de las industrias farmacéuticas con consecuencias políticas, a través de lobbies y su involucramiento creciente en la dialéctica de la salud y la enfermedad, etc.

74 Balance critico El corte con las temáticas enunciadas más arriba, ha facilitado, naturalmente, otra operación: se ha privilegiado la dimensión ética de la bioética – en la búsqueda de fundamentos -, aunque no es en absoluto claro que esta opción nos conduzca a la ética que nos exige la bioética. Es así como en el nombre de esta ética hemos asistido a una verdadera resurrección de la teología moral. En momentos donde el agotamiento de la iglesia católica y sus enseñanzas teológicas, al nivel de los comportamientos de sus adherentes, aparece como particularmente lábil y laxo. A través de esta operación hemos asistido a un discurso guerrero y castigador de los derechos sexuales y reproductivos u otras temáticas asociadas, tales como el suicidio asistido.

75 Balance critico Lo anterior nos conduce a precisar la afirmación según la cual la bioética se ha auto-instituido a partir de un corte con las dimensiones políticas que acompañan la irrupción de la bioética. No hemos afirmado que la experiencia de la bioética da cuenta de un corte generalizado con la política. De hecho, ya en la resurrección de la teología moral, como expresión de una corriente de la bioética, es claramente constatable una dimensión política, en particular, a través de los grupos Pro-vida. Pero esto es también evidente, en la perspectiva de la “cultura” norteamericana.

76 Balance critico b. Es también evidente que el desarrollo de bioética ha dado lugar a una inflación inaudita de sus discursos. Estos en la búsqueda de cierta originalidad, se caracterizan por una especie de desconexión con los actores de la biomedicina. La multiplicidad de estos discursos no altera, por lo tanto, la perplejidad de los actores de la biomedicina, en el contexto de la complejidad de sus prácticas, de las nuevas posibilidades que emergen y de las exigencias financieras y administrativas que se acumulan con el desarrollo de las diferentes crisis. Finalmente, también es constatable, en lo que respecta el estatuto de los discursos bioéticos, que existe una gran distancia entre el espacio que se les concede, es decir, en el ruido que estos generan en determinados medios de comunicación y la integración de esos mismos discursos en las prácticas sociales, es decir, en las decisiones económicas, políticas y sociales de quienes detentan el poder.

77 Balance critico La arqueología de la bioética
Las ambigüedades y los “claro oscuros” de la regulación, como expresión y traducción deficitaria de la función social de la bioética, las encrucijadas y las angustias de la fundación parecieran imponer la idea de un balance relativamente negativo y casi definitivo respecto de la pertinencia de la bioética. Sin embargo, a pesar de lo dicho, constatamos, en la perspectiva de ciertas temáticas y discusiones, el interés y, más aún, la necesidad de la bioética. Esta distancia y discrepancia, entre nuestro análisis de la experiencia de la bioética y la permanencia de su interés y necesidad conduce nuestra tentativa de un breve balance crítico a interrogarnos sobre la distancia que se establece entre la experiencia de la bioética y su irrupción como un acontecimiento global. Volver sobre la irrupción de la bioética lo relaciono con un análisis arqueológico de ésta. La noción de arqueología como aproximación de la historia y de sus procesos es profusamente abordada por M. Foucault.

78 Balance critico La bioética en un análisis arqueológico, permite ir más allá de los dichos de un autor, del desarrollo y la continuidad de la conciencia, de una causalidad a dirección única. En su formalización, es decir en los múltiples enunciados que postulan la bioética debemos, si queremos explicarnos los impasses y las ambigüedades, introducir; el azar, reconocer las discontinuidades que la afectan y que diluyen y reconstruyen su experiencia, las relaciones de fuerza entre los actores que tratan de decir su “verdad” y los discurso que buscan representarlos, el juego y la tensiones entre actores viejos y nuevos, la coexistencia de factores, que a través de fenómenos de dispersión e intersección (como es el caso de muchos aspectos de la ética de la investigación), anulan, vuelven “inocentes y mistificadores” las múltiples definiciones que ignoran la presencia y la fuerza de estos factores. Y aún, de manera más radical, la posibilidad que el proceso en el cual emerge bioética, en la medida en que ésta es incapaz de representarlo, siga su camino, vaya más lejos de lo que ésta trata de representar.

79 Balance critico En esta tentativa arqueológica conviene distinguir muchos aspectos, procesos y fuentes bibliográficas y reflexivas. En la perspectiva de este texto, distinguiremos brevemente, a propósito de la arqueología de la bioética, cuatro aspectos o procesos presentes o relativos a la explicación del acontecimiento de la bioética: en relación con el desarrollo y el progreso de la biomedicina; con el desarrollo de la institución de salud o el tema del biopoder; con el desgate y cuestionamiento de ciertos imaginarios de la sociedad contemporánea; con el desarrollo de tensiones, contradicciones socioculturales y políticas o con el renacer de la perspectiva autonomía como manera de comprenderse y auto-organizarse individual y colectivamente.

80 Balance critico 1. En relación con el desarrollo y el progreso de la biomedicina El desarrollo y progreso de la medicina es ya un dato irrefutable. Pero respecto de este desarrollo hay tres aspectos que se conectan con la irrupción de la bioética: la generación constante de escándalos, desde el punto de vista de la noción más banal de los derechos individuales, involucrados por la experimentación y la adquisición de conocimientos científicos y terapéuticos; la crisis flagrante de la ética médica durante el siglo XX; y, crecientes niveles de insatisfacción de los pacientes o usuarios. a) A pesar que la expresión “escándalo” es púdicamente ignorada por muchos, se trata bien de escándalos que, de una manera u otra, están presentes y son parte del acerbo cultural de muchas sociedades. Escándalos, que van desde los cuerpos viles, desde el siglo XVII adelante y que determinan la existencia de cuerpos sobre los cuales es posible experimentar y aprender – esencialmente cuerpos sin valor social – hasta la experimentación patológica, en particular, en las colonias y en el tercer mundo, a fines del siglo XIX y del XX[1].

81 Balance critico b) La ética médica entra en crisis flagrante en el contexto del totalitarismo nazi y estaliniano. Ética médica, entendida como un compromiso explicito, entre la corporación médica y la sociedad y, los ciudadanos, que en determinadas circunstancias se vuelven pacientes; compromiso de la corporación de no usufructuar de la fragilidad psíquica o física de los pacientes y de representar y salvaguardar, en el contexto de la enfermedad, la confidencialidad y los derechos de aquellos que los necesitan.

82 Balance critico c) El desarrollo de los sistemas de salud, el incremento del acceso a las instituciones de salud, el aumento de la oferta médica, más allá de los fenómenos infecciosos y epidémicos, generó una demanda creciente para resolver y enfrentar malestares y dolores relativamente invalidantes para la vida cotidiana. A lo mejor, afecciones triviales, aunque como lo dice una metáfora oriental, la enfermedad grave es el último dominó que cae, luego que los anteriores han caído lentamente en silencio.

83 Balance critico Este fenómeno provocó en muchos países desarrollados y, luego, en la mayoría de los países llamados emergentes, nuevos desafíos para los médicos generalistas o ejerciendo su práctica en el ámbito de la medicina de base. Pero el resultado fue sorprendente. Muchos de estos médicos se apoyaron en las medicinas llamadas alternativas, en particular, la homeopatía y la acupuntura para resolver las nuevas demandas. El monopolio de la medicina alopática, suficientemente y claramente establecido, reconocido y resguardado por políticas de Estado, de cierta manera, se quebró. Los “pacientes”, en la búsqueda de su bienestar o salud, comenzaron a circular, alegremente y sin mayor preocupación, entre diversas terapias, lo que es equivalente a afirmar: entre universos, paradigmas, imágenes corporales diferentes y, algunos casos, contradictorias. El discurso biomédico, construido en parte, desde la verdad científica y, por lo tanto, en la perspectiva de una lógica del conocimiento determinada, debe, cada vez más, pasar por el cedazo de las exigencias y necesidades de la gente.

84 Balance critico 2. Con el desarrollo de la institución de salud o el tema del biopoder La alianza creciente entre el Estado y la medicina se desarrolla constantemente desde el siglo XVIII. Durante el siglo XX el Estado asume explícitamente la salud de sus ciudadanos. Se instaura además, el discurso de la salud pública como un referente que marca la vida social y política, lo que conduce a una medicalización creciente de la vida social y política.

85 Balance critico Medicalización no quiere decir solamente aumento de prestaciones de salud y desarrollo pujante de una economía de la salud. Este fenómeno no es completamente nuevo en otras sociedades y culturas. Lo radicalmente nuevo de nuestra cultura, es que la medicalización. Es este proceso de involucramiento del Estado en la salud de los ciudadanos que Foucault ha identificado como biopoder. En contexto de lo dicho, también es posible, identificar la medicalización actual, con la idea de una salud perfecta la que “se ha convertido en la nueva utopía apolítica de nuestras sociedades

86 Balance critico 3. Con el desgaste y cuestionamiento de ciertos imaginarios de la sociedad contemporánea La idea del progreso. La noción de progreso, en cuyo centro imaginario juega un papel esencial la tecnociencia y el desarrollo biotecnocientifico, se caracterizaba, además, como progreso ilimitado. En el contexto material de la historia, la noción de progreso como ideología, se acopla rápidamente con la noción de desarrollo. En estas circunstancias

87 Balance critico La crisis de la noción de progreso abre naturalmente las puertas a la reflexión crítica y nuevas alternativas imaginarias. La bioética es inseparable de estas reflexiones generales y particularizadas, tales como las de los derechos humanos o las declaraciones internacionales que concurren a la formalización de la ética de la investigación.

88 Balance critico 4. Con el desarrollo de tensiones, contradicciones socioculturales y políticas o con el renacer de la perspectiva de autonomía como manera de comprenderse y auto organizarse individual y colectivamente. Los contenidos de este parágrafo me evidentes. El año 1968 representa el símbolo de un cambio profundo de las mentalidades. Se suspende la confianza en los expertos, una visión negativa de la ciencia reemplaza una interpretación positiva y el derecho público a la discusión se afirma con fuerza: Durante los años 1960 y 1970, las reacciones populares contra la ciencia y ciertos sectores de la medicina, como la psiquiatría, se acercaron al movimiento de consumidores que comenzaba a cuestionar la capacidad de las elites de dirigir y controlar las delicadas cuestiones conectadas con la salud y el bienestar personal (Weisstub, 1998)”.

89 La irrupción de la bioética: el eventual mandato social de la bioética
Balance critico La irrupción de la bioética: el eventual mandato social de la bioética Es en la perspectiva de los procesos anteriores que se anuda y se construye el acontecimiento de la bioética o que ésta irrumpe en el cuerpo social. Es evidente que no es posible establecer una causalidad fuerte, casi mecánica, entre los procesos enunciados y el nacimiento de la bioética. Hay, además, sin duda alguna, en el acontecimiento mismo, un acto creativo. Ahora bien: ¿Qué es el acontecimiento bioético? Es, esencialmente, la posibilidad materializada socialmente, de construir y esgrimir un punto de vista exterior respecto del desarrollo y el accionar de ciertas instituciones hegemónicas y centrales de la sociedad contemporánea. Punto de vista exterior, legitimado por años de reflexiones criticas, sostenidas y reforzadas por un cierto número de escándalos y la capacidad de traducir y leer una serie de reivindicaciones sociales e individuales en el ámbito de la ética.

90 Balance critico Esta nueva manera de leer la sociedad y sus instituciones se ejerce de manera primaria sobre la tecnociencia y la biomedicina. Se instaura y se legitima la interpretación, según la cual, en el que hacer y en el actuar de ambas instituciones, se juega total y completamente la vida individual. Esto es equivalente a afirmar que la bioética aparece también como una recreación de la política, como una nueva tentativa de auto-institución de la sociedad.

91 Balance critico Pero, de manera más precisa, ¿exterior por relación a qué? No obstante, en términos arqueológicos, el nacimiento de la bioética va inevitablemente acompañada por una cierta ambigüedad . De manera, aun más taxativa, se podría afirmar que los distintos aspectos identificados como detonantes de la bioética pueden, en la medida de la incapacidad de la bioética de representarlos y traducirlos, seguir otros caminos o ser re-apropiados a su servicio por el desarrollo del complejo biomédico industrial, entre otros.

92 Balance critico Tercera definición. La bioética como reflexión y práctica crítica: desapropiación, apropiación, empoderamiento-autonomía Se podría completar y precisar la noción de bioética como un acontecimiento positivo, que merece y justifica nuestro esfuerzo y, en la perspectiva del sobrevuelo que hemos emprendido más arriba, a través de una triple expresión: desapropiación, apropiación y empoderamiento-autonomía. La bioética en el mundo actual, la legitimidad de un punto de vista exterior, la experiencia de la bioética, da cuenta de la existencia de un ámbito y de un espacio de reflexión y acción donde se constata, casi cotidianamente:

93 Balance critico - La desapropiación del sujeto y de la subjetividad, como consecuencia del desarrollo y accionar constante de la biotecnomedicina. Desapropiación del sujeto, de su subjetividad, de sus derechos, de su autonomía, en cuanto a su vida y a la relación con los otros, en la perspectiva de una acción colectiva. - Apropiación, por parte de los mismos sujetos desapropiados, de su subjetividad y sus derechos. Tanto en el ámbito de las propuestas terapéuticas como el dominio de la investigación y de la experimentación. Dominios en los cuales es posible que, tanto los terapeutas como los investigadores puedan también apropiarse adecuadamente de las nuevas técnicas y terapias, en la perspectiva de un devenir humano de éstas. Técnicas y terapias que, a menudo, sobrepasan a todos los actores de los cuidados de salud. O puedan, simplemente, reivindicar el desarrollo de un tipo de investigación más allá de la economía del conocimiento.

94 Balance critico Empoderamiento-autonomía, donde los actores, ayudados y empoderados por la reflexión propuesta por la bioética u otras perspectivas, instauran nuevas instituciones y abren tímidamente las puertas a nuevas lógicas, ausentes y negadas por el desarrollo de la biotecnomedicina.

95 Balance critico En la perspectiva de las tres expresiones anteriores es posible leer, una vez más, muchos aspectos de la experiencia de la bioética, entre otros: - La ética de la investigación, como un tema público. - La ética clínica, donde a través de casos clínicos como real estatuto del relato del que sufre. Los derechos de la subjetividad fragilizada.

96 Balance critico Pero, también, donde los terapeutas definen los límites de las técnicas y se apropian de éstas, asumen los conflictos que desde el punto de la justicia sanitaria y de la organización burocrática atraviesan las instituciones de salud, abriendo nuevos espacios de empoderamiento y autonomía. - Las distintas temáticas donde la bioética se ha visto involucrada de manera decisiva. Piénsese en la lucha contra la obstinación terapéutica y el encarnizamiento terapéutico, que se enunció públicamente, explícitamente, como desapropiación de la muerte de aquellos que se encuentran en fase terminal. Lo que condujo a una apropiación de la fase terminal – derecho a una muerte digna – y, más aún, al empoderamiento-autonomía, puesto que se desarrollaron y se impulsaron la creación de unidades de cuidados paliativos, de terapias contra el dolor y, en la continuidad de dicho proceso, se legalizo, en muchos países, el suicidio asistido.

97 Balance critico - Las nuevas exigencias que afectan la relación clínica y, de manera especial, la transformación del estatuto de los médicos generales o de los terapeutas implicados en la medicina de base. En el ámbito de la atención primaria, la ética clínica, va más allá de casos clínicos que se relacionan con progresos y proezas, puesto que los <<usuarios> imponen nuevas exigencias y presionan para terminar con el <<exilio> de técnicas ancestrales, presentes en la cultura o provenientes de civilizaciones diferentes a la nuestra.

98 Balance critico Nuevos compromisos, nuevos acentos
Entre los temas que reclaman un urgente reformulación, se encuentran evidentemente, la ética de la investigación y la ética clínica. Entre los nuevos desafíos prácticos, distinguimos, entre otros: - La discusión respecto de una medicina sustentable. - Reformular la medicina de base. - En defensa de los cuerpos. - Ecología de las prácticas. - Eco-ética.


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