LA MATERNIDAD ESPIRITUAL

Presentación del tema: "LA MATERNIDAD ESPIRITUAL"— Transcripción de la presentación:

1 LA MATERNIDAD ESPIRITUAL
Intervallo Regina Apostolotum

2 Introducción Qué es el ser humano?
«... El hombre, única creatura terrestre que Dios ha amado por sí mismo, no puede encontrar su propia plenitud si no es en la donación sincera de sí mismo a los otros». (GS, 24) Encuentra su realización en la medida en que ama y es amado; esto lo hará verdaderamente humano «Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza (cfr. Gen 1,26s): llámandolo a la existencia por amor, lo ha llamado al mismo tiempo al amor. El amor er, por lo tanto, la fundamental y originaria vocación de cada ser humano. Somos “seres para el otro”: “No es bueno que el hombre esté solo...”

3 Qué es el amor? El amor es esencialmente constituido de un acto, profundo y estable, de la voluntad libre, el cual pone en fecunda tensión a toda la persona, gracias a la cual se descubre, escoge y realiza el bien objetivo del ser amado. “Amar es desear el bien del otro en cuanto otro” Querer: “el extasis... Éxodo permanente del yo, hacia su liberación en el don de sí” (DCE, 6) Querer el bien: El contaco con Dios será la medida de este bien Querer el bien del otro… en cuanto otro... desinteresadamente

4 Qué es el amor? El amor es el testimonio más fuerte de la persona:
«Solo la persona puede amar y solo la persona puede ser amada. Esta es una afirmación, sobretodo, de naturaleza ontologica, da la cual emerge después una afirmación de naturaleza ética. El amor es una exigencia ontológica y ética de la persona. La persona debe ser amada, porque sólo el amor corresponde a aquello que es la persona.» (Mulieris dignitatem, 29)

5 Qué es la maternidad? “La maternidad, desde un punto de vista fisiologico, implica un contacto mucho más estrecho con la creatura que la paternidad, en modo tal que sus vidas se unen íntimamente. El cuidado y la protección de la joven vida son funciones específicas de la mujer.” La mujer, por el hecho de ser mujer, puede ser madre y es llamada naturalmente a ser madre. La maternidad es su vocación natural. No hay maternidad sin esponsalidad, al menos en el plano del amor original de Dios respecto al ser humano. Es condición “sine qua non” el amor ente hombre y mujer, para que haya la vida. Por el hecho de ser primero esposa, enotnces es madre..

6 10 Rasgos del amor maternal
Amor que acoge y accepta al otro integralmente, desde el momento de la concepción. Amor de donación real de toda su persona Amor delicado, atento Amor que educa y acompaña Amor que sabe comunicarse Amor que no hace mal Amor concreto Amor que se dona, pero respetando la libertad del otro Amor que enseña al otro a amar Amor feliz que realiza la mujer

7 La Maternidad Espiritual
La virginidad en el Evangelio significa renuncia al matrimonio y por lo tanto a la maternidad física. Sin embargo, la renuncia a este tipo de la maternidad, que también puede implicar un gran sacrificio para el corazón de la mujer, se abre la experiencia de un tipo diferente de la maternidad: la maternidad "según el Espíritu" (cf. Rom 8, 4). .. La maternidad espiritual tiene muchas formas. En la vida de las mujeres consagradas que viven, por ejemplo, según el carisma y las reglas de los diferentes institutos de carácter apostólico, que puede expresarse como la preocupación por las personas, especialmente para los más necesitados ... Una mujer consagrada encuentra así el Esposo, diferente y único en todos y cada uno, según sus propias palabras: "Cada vez que lo hicisteis a uno de estos (...), me lo hicieron a mí "(Mt 25, 40). Amor conyugal siempre implica una disposición a ser derramada sobre aquellos que están dentro del alcance de su acción ... En la virginidad esta disponibilidad está abierta a todos los hombres, abrazados por el amor de Cristo Esposo ". (Mulieris dignitatem, 21)

8 La Maternidad Espiritual
La mujer consagrada es madre en la medida en que vive su unión esponsal real... La mujer consagrada es madre porqué acepta ser instrumento maternal de Dios a fin que Él pueda generar la vida de gracia, en definitiva a la vida eterna, a otras almas. «Si es vedad que una mujer se siente realizada en la medida en que ama y es capaz de amar y donarse, entonces la vida de consagración es el misterio vivido de un amor de elección, de predilección, de donación de parte de Cristo y al mismo tiempo una tierra fecunda para la propia donación como respuesta a Su amor”.

9 La Maternidad Espiritual
” La vida consagrada es una vida de plenitud para la mujer porque en la consagración se esconde dentro de sí mismo los elementos de toda la creación: el amor, la alegría y la fecundidad. Aquí el amor es una relación personal e íntima con Dios, y la alegría es la experiencia del corazón que ha llenado todos sus deseos en Dios, la fecundidad es el fruto espiritual de esta unión mística con Dios No te pierdas esta seguridad en el seguimiento de Cristo: ella, en el seguimiento de Cristo, se realiza como una mujer, y amándolo, canalizó su amor, su fuerza afectiva de una manera sublime, renunciando a una maternidad física, se convierte en la madre de la gente que Dios ha puesto en su camino, como María. No vuelvas a reprimir su amor por el oriente hacia Cristo, hacia la gente, hacia sus hermanas que su amor se convertirá en la oración, y la donación apostólica, en el espíritu de servicio, un regalo

10 La Maternidad Espiritual
Cuando te entregas al don de la maternidad para seguir la llamada de Cristo, tienes que saber descubrir la misión de la maternidad espiritual de los apóstoles Si la felicidad es amar y ser amado, nuestra vocación es una llamada a la mayor felicidad Las teorías que afirman que la mujer sólo se realiza en el matrimonio y la maternidad física; no permiten que se desarrolle sus inmensas posibilidades. Pero la vida de consagración no puede convertirse en una huida del mundo De manera especial, sabiendo integrar la vocación de consagración con nuestra condición de mujeres, por lo que a partir de esta unión surge una mujer que está abierta a Dios, la tierra fértil y el lugar de encuentro y de la comunión de los seres humanos que el Señor ha atado a nuestras vidas.

11 La Maternidad Espiritual
En el Apostolado: según su carisma, las personas consagradas viven su amor esponsal por Cristo, y convertir este amor en el amor a la Iglesia como Cuerpo de Cristo, como pueblo de Dios, que es al mismo tiempo Esposa y Madre. La búsqueda de la belleza divina mueve personas consagradas a velar por la "imagen deformada de Dios en los rostros de tantos hermanos y hermanas rostros desfigurados del hombre rostros desilusionados por las promesas políticas La humillación en las caras de los que ven su cultura despreciada rostros asustados por la violencia diaria e indiscriminada rostros angustiados de los niños y niñas las caras de las mujeres heridas y humilladas rostros cansados ​​de los inmigrantes que no pueden encontrar una digna bienvenida rostros de los ancianos sin las condiciones mínimas para una vida digna

12 La Maternidad Espiritual
Cada vez que lo hicisteis a uno de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí" (Mt 25, 40). Este pasaje del Evangelio, tan crucial en la comprensión de servicio de la Madre Teresa a los pobres, era la base de su convicción llena de fe, que en contacto con los cuerpos de los pobres estaba tocando el cuerpo de Cristo. Fue a Jesús mismo, oculto bajo el disfraz angustiosa de los más pobres de los pobres, que había dirigido su servicio. Madre Teresa pone de relieve el significado más profundo del servicio: un acto de amor hecho para los hambrientos, los sedientos, los forasteros, los desnudos, enfermos, encarcelados (cf. Mt 25, 34-36), se hace a sí mismo a Jesús . Al reconocerlo, le sirven con devoción incondicional, expresando la delicadeza de su amor esponsal. Por lo tanto, en el don total de sí mismo a Dios y al prójimo, la Madre Teresa ha encontrado su más alta realización y vivió las más nobles cualidades de su feminidad. Anhelaba ser un "signo del amor de Dios, de la presencia de Dios, de la compasión de Dios" y, al hacerlo, recordar a todos el valor y la dignidad de cada hijo de Dios, "creado para amar y ser amados." Fue así que la Madre Teresa "llevó las almas a Dios y Dios a las almas", apaciguar la sed de Cristo ... " (Homilía del Santo Padre GPII nella messa di beatificazione di Madre Teresa di Calcutta, Roma 19 ottobre 2003)

13 El Papa Francisco a las Religiosas
La consagrada es madre, debe ser madre y no solterona. Perdonadme si os hablo así, pero es importante esta maternidad en la vida consagrada. Que esta alegría de la fecundidad espiritual anime vuestra existencia, sed madres como figura de María madre y de la Iglesia madre. (en el Encuentro Internacional de Superioras Generales 08/05/2013).